Hola, bueno, se que debería estar trabajando en un capi nuevo de Naruto, pero quiero poner en perspectiva mi propio final sobre la historia de EL CADAVER DE LA NOVIA. Así que, bueno, espero que le den su oportunidad, ya que me estuve debatiendo sobre si hacerlo o no. Es un poco meloso, pero me hubiera gustado que así acabara la película. Y un poco de epilogo, sé que es mucho pedir pero, por fis lean y dejen reviews.
Todos caminaban hacia la iglesia con la noticia de que Víctor van Dort se casaría, pero la muchedumbre se acercaba con morbo. Su prometida ya se había casado con un tal Lord Barkis Avetoro, así que ¿quién sería la novia en cuestión?
Victoria Avetoro lo sabía de sobra.
Lo sabía desde el momento en el que los cadáveres y esqueletos comenzaron a aparecer en el recinto de la cena, era un hecho tan real como que había cientos de ellos en las afueras de la casa. Lo peor, era que Víctor ya se lo había dicho. Me case con un cadáver. Se sintió mucho peor al darse cuenta que ella misma se dirigía hacia la iglesia, con el mismo morbo que la demás gente a su alrededor, se sintió culpable porque, de cierto modo ella era igual a ellos. Tan mojigata y seria como su madre, siempre obedeciendo costumbres, siempre siendo tan cortes como su juventud se lo permitía. Siempre tan… de acuerdo con la sociedad.
No se inmuto cuando vio cadáveres y humanos sentados en las viejas y polvorientas banquillas de la iglesia, sus ojos buscaron rápidamente un lugar donde pudiera ver con claridad. No llevaba ni tres metros avanzados cuando descubrió con un nudo en el estomago, a Víctor de pie en el lado derecho de un viejo altar cubierto con una vieja manta de color blanco, un vaso de vino y un par de velas, una encendida y otra apagada. A su lado, estaba una mujer en pleno estado de descomposición, la misma que había ido tras Víctor cuando él fue a buscarla. Con un vestido viejo y roto, mostrando sus blancos y podridos tobillos, ¡por el amor al cielo! ¿Quien en su sano juicio dejaría que una mujer trajera un vestido a la altura de los tobillos, y encima abierto de las piernas?
Se situó justo detrás de un muro lo suficientemente grueso como para no notarse, y oír muy claros los votos de Víctor hacia la desconocida. Los pronunciaba tan perfectamente bien, que incluso le pareció una broma de muy mal gusto. ¡Él no había terminado siquiera de pronunciar sus votos la única y última vez que lo vio! Le sorprendió tanto, que una pequeña sonrisa torcida asomo por sus labios. Tal vez esto es lo que realmente quiere…
Mientras él hablaba, noto como la mujer a su lado la alcanzaba a mirar. Para su asombro, comenzó a llorar y detuvo la copa que Víctor se llevaba a los labios. – No puedo Víctor. Te amo, pero una vez me robaron mis sueños… ahora yo se los estoy robando a alguien más… - quiso correr cuando la mujer, cuyo nombre no conocía, le extendía una mano, que tomo por pura educación, ya que el simple toque de su piel fría y carcomida por el tiempo le causaba ciertas nauseas.
Víctor estaba estupefacto, ya que era notable lo que iba a hacer, y cuando vio a victoria al lado suyo, su determinación comenzó a flaquear. ¿Realmente estaba dispuesto a dejar todo por un cadáver al que apenas y conocía?
Durante el pequeño shock que se presento cuando lord Barkis apareció e intento llevarse a su esposa, y el acto de Emily al interponerse entre él y la espada que iba dirigida hacia su pecho, le pareció estúpida la forma en la que había estado pensando acerca de ella. Realmente conocía mucho mas a ese cadáver, cuyo cuerpo parecía más viejo por la descomposición que realmente por la edad que tenía cuando murió, que a victoria.
Victoria era hermosa, por supuesto, pero no sabía tocar piano, tampoco bailar. Era casi igual de callada que él y obedecía ciegamente a sus padres. Victoria, en lo único en lo que se diferenciaba por mucho a Emily, radicaba en su corazón palpitante y su respirar rítmico. Emily era, diferente, ella era… bueno, era Emily.
Espontanea, liberada sonriente a pesar de su dolorosa e indignante muerte, con el corazón más vivo que cualquiera de los que estaban ahí presentes, incluso más vivo que el suyo propio que aun latía. Sonrió cuando recordó su acobardada huida del mundo de los muertos al descubrir su anillo en una de las huesudas manos de Emily.
Su mente volvió del shock justo cuando vio que Emily se daba la vuelta y regresaba al mundo de los muertos, sola. – Espera, hice una promesa – soltó en una voz tan melódica, que no siquiera noto que alguien lo abrazaba tan débilmente, que fue fácil deshacerse de su agarre.
Emily lo miraba tan pacíficamente que literalmente entro en pánico cuando vio a Víctor llenar nuevamente la copa y levársela a los labios, Víctor la puso una mano en frente, indicándole que parara, instintivamente lo hizo. Victoria observaba callada, atenta, con los ojos muy abiertos, pero no mostraban el pánico de Emily, mostraban algo mas, algo que Emily no podía ver. Quizá era normal, había pasado tanto tiempo entre los muertos, que prácticamente había olvidado cómo se veían mientras tenían vida.
-Escucha, victoria- comenzó a decir Víctor, en una clara voz que no parecía la suya.- espero y entiendas lo que voy a hacer, porque no lo hago por ti, ni por ella, lo estoy haciendo por mí. Quiero que tengas esto, léelo cuando ya estés tranquila y me hayas perdonado, cuando ya me haya ido.- extendió un pedazo de papel doblado por dos mitades, que victoria tomo en sus delicadas manos, le sonrió a Víctor y asintió. Claramente se notaba que no había nada que perdonar.
Dando un último suspiro, Víctor se bebió de lleno lo que contenía el vaso, inmediatamente Emily se puso rígida, nunca en los años que llevaba muerta, sintió su cuerpo tan inmóvil, lleno de pánico. Quiso correr, y hacer que vomitara el veneno, pero su cuerpo no se lo permitía. Victoria seguía igual, solo limitándose a observar.
Inmediatamente comenzaron las convulsiones.
Víctor jamás pensó que el instante que pasaría de estar vivo a estar muerto fuera tan doloroso. Su cuerpo pedía a gritos oxigeno, pero el se lo negó, quería empezar a acostumbrarse a no respirar. Su cuerpo literalmente se quemaba por dentro, producto del veneno. Sintió como sus piernas comenzaron a flaquear, e intento aferrarse a la mesa, así que quedo en cuclillas. Cuando todo termino, abrió los ojos. Miro a Emily con los ojos abiertos de par en par, aterrada, y a victoria como si nada hubiese ocurrido, al menos eso era bueno, no podría irse viéndola con la misma cara de Emily, así que se incorporo.
La verdad era, que una ínfima parte de él se había aferrado a Emily, se sentía tan vivo, en una forma sarcástica, e irónicamente sentía como si su ahora frio corazón latiera de nerviosismo. La otra parte era que Emily lo había vuelto más feliz, y él lo agradecía con el alma, ya que ella solo era una niña, independientemente de los años que llevara muerta.
Tal como había dicho, le robaron sus sueños. Su derecho a una vida feliz, a una familia, un buen esposo, a respirar, a reír y llorar por todas las causas del mundo así que, ¿porque él le iba a negar su derecho a amar mas allá de la vida? El se sentía igual que ella, cuando estaba vivo. De pronto se aferro a la mano de Emily como si su vida dependiera de ello, y tuvo que sonreír ante tal pensamiento, dado que el ya estaba bien muerto.
-¿pero qué has hecho?- le pregunto su ahora esposa, Víctor se comenzó a preguntar si no se podía cansar de tener los ojos tan abiertos. – te lo explicare todo en cuanto lleguemos, cariño, ya tenemos que irnos, se nos acaba el tiempo aquí. – Emily arrojo el ramo y ambos se disolvieron en un sinfín de mariposas, ante los ojos de victoria, que agacho su mirada para ver el papel que victor le había dado cuando su corazón aun latia.
Wow, hasta aquí por ahora, llevaba años queriendo hacer algo asi pero solo me limitaba a soñarlo. Cualquier comentario déjenlo en los reviews, que son bien aceptados. Espero pronto poder actualizar, tanto en esta como en la otra.
¡sayo¡
