Holoo gente, aquí les traigo un fic de Ib :D

Espero que les guste.

Discleimer: Ib es un juego Indie RPG, el cual no me pertence.


No oigo nada. No veo nada. Desde que me quemaste, desde que las llamas cubrieron mi lienzo, ya no siento lo mínimo que me hacía sentir humana.

Humana. Solo eso quería ser. Poder jugar, reír, bailar con otros humanos como lo eras tú, Ib.

Padre me abandono, tú me abandonaste, debería sentir tristeza, debería sentir rabia. ¡¿Por qué no lo siento?! ...claro. Tu quemaste mis emociones, después de todo, aquello era lo único humano que sentía.

Hubiera querido que fuéramos amigas, para poder disfrutar este hermoso mundo que creó Padre. Me abandonaste por tu caballero de brillante armadura.

Que desgracia, que tragedia. Mis palabras ni siquiera te alcanzaran, pero a alguien sí.

Si alguien me escucha por favor, sáqueme de este lugar. Cumpla mi deseo anhelado.

Yo quiero... quiero...


–Mami, ¡vamos al parque!—dijo emocionada una pequeña niña de hermoso cabello rubio tomando la mano de una mujer castaña de ojos rojos.

Nos encontramos en una casa, específicamente en la cocina donde estaban una madre y su hija.

–E-espera Mary—trató de tranquilizarla pero era inútil.

–¡Vamos, rápido, rápido!

—Veo que alguien está muy animada—de pronto apareció un hombre de cabello largo lila hasta poco más de los hombros amarrado en una coleta, con algo que parece una araña de un morado más oscuro encima de su cabeza.

—Ah, Garry–dijo la castaña al ver aquel hombre.

Mary al verlo se ocultó tras su madre, acerco su cabeza mirando a Garry con el ceño fruncido e inflando los cachetes.

—Vamos Mary, saluda a tu tío Garry—su madre se agacho a su altura hablándole con ternura.

—Hmp.-la pequeña desvió su mirada.

—No te preocupes Ib, de todos modos nunca le agrade—sonrió nervioso Garry ante la actitud de la pequeña.

—Bueno, ¿quieres acompañarnos al parque?—preguntó Ib con una sonrisa.

—Claro, me encantaría.

Ya en el parque la pequeña Mary demostraba su enfado por la presencia de Garry.

—Vamos Mary, tu querías venir aquí, ¿no?

—Sí, pero sin este okama—refunfuño sacando la lengua.

—¿Okama?—se preguntó Garry.

—¡Mary!—le regañó Ib.

Mary se alejó rápidamente en dirección de los balancines.

—Lamento eso Garry—se disculpó apenada.

—No te preocupes Ib—sonrió negando con una mano—de todos modos siempre fue así.

—Tienes razón.

Ib observaba a su pequeña hija de tan solo 6 años, quien jugaba alegremente con otros niños.

—Tener emociones la hace humana.-dijo con una sonrisa.

Se le vino un recuerdo a la mente, sobre un cuadro de una niña rubia y vestido verde junto a rosas amarillas.

-Mary...-pensó cerrando los ojos.

La caja de pandora, las calaveras tenebrosas, las rosas, todo volvió a su mente por un momento hasta recordar el cuadro en llamas.

–Garry…

—¿Si?

—¿Recuerdas a Mary?—preguntó abriendo los ojos.

—¿Te refieres a esa Mary?—observaba serio a la pequeña hija de su amiga jugando con otros niños.

—Si… me recuerda tanto a ella.

—No había otro modo—recordó cuando la rubia intento matarlos.

—Lo se…—suspiró—¿te imaginas que Mary sea ella?—sonrió con nostalgia

—Por algo le pusiste Mary, ¿no?—le sonrió de vuelta.

Ib asintió observando nuevamente a su hija que jugaba alegremente en el sube y baja.

—Mi pequeña Mary…


Las emociones de Mary las cuales antes no tenía, ahora se desbordan en su día a día sin miedo.

Su deseo fue ser humana.