Los autores de este fanfic son Xioyozaqui y Keylove14
Como todos saben Naruto y Naruto Shippuden le pertenecen a Masashi Kishimoto
La idea central del fic si nos pertenece a nosotras las autoras
Por ultimo ¡Disfruten!
La verdad tras cámaras
— ¿No se está sacudiendo el interior de tu estómago? Jajaja No mucho, ¿verdad? Parece que la cosa en tu interior ha estado ansiosa desde hace un tiempo.
— ¿En mi interior? ¿Cómo sabes…?
—Supongo que podría ser el Kyuubi…. – En serio, nunca me hubiese imaginado que sería eso jajaja. No sabía que pudiese haber otro tipo que fuera exactamente igual a mí en este mundo y es por eso que esto es insoportable. Se me eriza la piel del solo pensar en tu existencia. ¡TEN POR SEGURO QUE TE ELIMINARÉ!
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Se oyó un silencio, y luego un timbre. – ¡Listo, corten! – una voz masculina se hizo presente tras los parlantes del pequeño estudio de grabación.
—Bien hecho Naruto, gracias por todo. Sal un momento por favor. – El joven se sacó los audífonos que había tenido puesta con la guía de audio mientras la pantalla delante de él se apagaba. Las luces se encendieron y el joven salió de la sala de grabación, delante de él, un pequeño hombre asiático, de ojos oscuros, con lentes y cabello corto, salieron de la habitación en donde se encontraban, caminaron por un pasadizo corto y entraron a una sala de estar que era conectada con el estudio de grabación a través de unos televisores.
Aquel lugar era espacioso y estaba implementado con todo lo necesario para que los actores pasen sus horas libres, habían sillones grandes y cómodos, una gran pantalla de televisión (a parte de las pantallas de la sala de grabación) una nevera, un pequeño bar, una mesa de billar y diversas cosas más. El hombre de anteojos entró a la habitación seguido por el rubio, y en ese momento el sonido de palmas les dio la bienvenida.
―Bien hecho Naruto, ese dialogó doble te quedo muy bueno- se oyó.
―Es verdad, te quedó fantástico- dijo una voz femenina
―Gracias – respondió él mientras paseaba su vista por aquella sala, allí se encontraban algunos de sus compañeros y amigos, que había conocido desde su infancia, cuando fue elegido como el protagonista de la serie más popular del momento: Naruto. Una serie que fue nombrada bajo su mismo nombre y posteriormente, fue renombrada: Naruto Shippuden.
Aquello había sido lo mejor que le había sucedido, pues fue un gran paso en su carrera artística. Naruto, era una serie, que desde un inicio planteó formar un elenco conformado por actores de renombre y talentos totalmente nuevos, como era su caso.
El director general: Masashi Kishimoto, creador de la historia y director de la serie, películas y más, lo había elegido personalmente, lo que fue un gran honor. Esta serie tenía como característica principal que todos los actores conservaran sus nombres originales, sin embargo, la historia era una locura realmente, un mundo alterno de ninjas, con enredos amorosos, de amistad, de dramas y misterios, desde un inicio capto la atención de un gran público que fue incrementando con el paso de los años, al igual que la gran popularidad de los actores y de la misma historia, pues tan buena fue la calidad que la serie lleva en primer lugar de los ranking desde que salió al aire, y causó la aparición de las diversas películas, ovas, pistas musicales, diversa mercancía y hasta un libro.
En fin, allí se encontraban todos aquellos que habían comenzado junto a él, amigos, colegas, todos los jóvenes que durante esos cinco años, habían logrado tener una alta reputación.
―Bueno chicos, tengo que informarles que con esto acabamos de grabar las voces de la película, lo que significa que tienen el fin de semana libre – habló el hombre de cabello negro –Sin embargo – hizo una pausa, miro a los jóvenes que habían colocado en sus rostros, expresiones de alegría y emoción – El lunes los quiero temprano en el set para filmar los siguientes episodios ¡¿Entendieron?! – dijo sacando un pequeño megáfono de quien sabe dónde.
―Sí, sí anciano, entendimos- habló la peli rosada con un tono brusco, la cual se encontraba en el sillón con una revista de la cual no había apartado la vista.
―Bien, ahora sí, los dejo- sin más, Kishimoto desapareció.
―No sé por qué tanto apuro de filmar el lunes, deberían darnos una semana de descanso como mínimo, además que es puro relleno lo que nos toca filmar a partir de hoy día, hasta quién sabe cuándo- dijo la misma con pesar a su amiga quién sentada a su lado no apartaba la vista de la televisión.
―Lo sé, a mí me gustaría ¡ir a divertirme!- saltó como niña emocionada. – ¡Ya lo tengo! – Gritó llamando la atención de todos los presentes -¡Vamos todos a bailar! ¿Qué dicen? –sonrió. Unos cuantos segundos de silencio se hicieron presentes.
―Sí, yo voy – dijo la pelirosa tirando la revista a un lado del sillón – Ya me hace falta divertirme. Ino emocionada seguía reclutando personas para su plan nocturno de diversión.
―Pues, depende ¿a cuál piensas ir? Ósea, no podemos ir a cualquiera ¿me entiendes? Tiene que ser una en donde haya cosas importadas, alta sociedad ¿si me sigues?- habló un joven de contextura gruesa y cabellos marrones, quien se encontraba sentado al otro extremo del sillón, con un plato de postres en frente de él.
―Obvio, si es que vamos a ir aun lugar, tiene que ser un lugar con clase ¿se imaginan que twitee que no estamos en un sitio de clase? ¿Qué dirían las personas? – intervino una castaña horrorizada con la idea.
―Bueno, creo que si podríamos ir a una discoteca de clase. Así que, eso quiere decir que… –decidió la rubia – Chouji y TenTen también van ¿qué dicen los otros?- preguntó animada.
―Yo voy si mi amor va – habló un ojiperla al otro lado de la sala, quién se encontraba jugando en la mesa de billar, junto a dos chicos más.
―Ya con Neji somos 5 ¿Quién más? – preguntó, sin embargo, un silenció inundó la habitación.
Ino infló sus cachetes con enojo. -¡DIGAN ALGO!- gritó -¿Hina-chan?- preguntó dirigiéndose a una linda peli azul que se encontraba sentada en la barra, con un libro en la mesa, un plato de uvas a un lado y una limonada al otro.
– Mmm… déjame ver, mañana tengo sesión de fotos, pero, no es gran cosa, así que cuenta conmigo Ino, yo si voy, necesito des estresarme- sonrió Hinata. La rubia siguió preguntando por quienes se apuntaban llegando a Shikamaru y Temari
―Eto…yo-yo…yo no sé si ir – comenzó a balbucear la rubia mencionada. – ¿Shika-kun irás?- preguntó mirando al joven a su lado, el cual le dedicó una sonrisa picarona.
―Si tú quieres ir, ahí me tendrás. Sabes que lo desees lo cumpliré, eres mi reina y yo…soy tu peón- finalizó en susurro cerca del oído de la joven, lo que provocó que esta se sonrojase.
―Vaya, vaya, Shikamaru, se ve que estás muy calmado hoy día ¿qué no te preocupa la ubicación de los planetas?- dijo en tono burlón Sakura.
― ¡NO BROMEES CON ESO!- saltó el joven de golpee – Tú no sabes lo que el poder del universo puede hacer si estás en contra suyo, es por ello…que tienes que estar en paz con él y no hacer tonterías- finalizó tomando un bocado de aire y sentó en posición de reflexión.
―Ya amor, cálmate- pidió dulcemente la rubia a su lado, tomándole de la mano.
―Estoy calmado amor, no te preocupes – respondió en tono galante, mientras la miraba a los ojos.
―Aja, y ya vamos otra vez con ellos dos – suspiró la peli rosa – ¿Por qué las parejitas tienen que ser tan melosas? – Sakura se cruzó de brazos.
―Bien que te gustaría estar así con Sasuke-kun- bufó Ino picarona, mientras golpeaba suavemente con el codo a su amiga.
―Es verdad ¿Y Sasuke? – preguntó el rubio, quién se había sentado a un lado de la sala, cogiendo un libro
―Yo que sé, se habrá ido por ahí a ocultarse, ¡Y CLARO QUE TE EQUIVOCAS INO!, con niñatos engreídos no me gusta estar- refutó la oji jade. La joven rubia comenzó a llenar sus ojos con pequeñas lágrimas. Así era Ino, muy sensible y con una personalidad casi infante, ante el semblante de su amiga lo único que le quedo a la pelirosa fue disculparse ya que sabía que Ino era la reina del drama si se lo proponía. Ante la disculpa de su amiga como por arte de magia, la joven cambió su estado de ánimo rápidamente.
― ¿Y quién más se apunta? – pregunto la rubia
―Yo voy, habrán seguro muchas chicas lindas que deseen verme – dijo uno de los castaños que jugaba billar. ―Kankuro, no creo que alguien deseará verte, en especial si son chicas lindas – bufó Tenten. ―Tú qué sabes, ya verás – dijo esperanzado el castaño.
―Yo iré – una voz seria se hizo presente, todos voltearon hacia la mesa de billar, en donde se encontraba un joven de cabellos y ojos negros cubierto por unos finos lentes, no era nadie más que Sai.
―Está bien – Bufó Ino – pero nada de cantar – le aclaró al pelinegro.
― ¿Pero por qué? - ¡Si la vida es más bonita si cantamooooos! – dijo Sai cantando, mientras en la frente de Ino empezaba a marcarse una venita de ira. – ¡Y cantemos todos, para que la vida sea linda! – el joven empezaba a dar vueltas. ― ¡PARA YA! – Ino gritó, pero el joven no paró, y así siguió gritándole para que se detenga.
― Ya comenzó – Sakura suspiró, mientras Hinata, quién se acercaba caminado a los sillones, reía divertida por el show de sus amigos. Tenten al igual que Sakura opinaban todo lo crontario
―Bueno, como sea – Ino detuvo los gritos y se giró, como antes lo había hecho, volvió a cambiar de estado a ánimo a uno más alegre – Los que vamos somos: Saku-chan, Tema-chan…
― ¿Por qué tiene que poner sufijos?- preguntó Sakura en voz baja a la peli azul que se encontraba apoyada en el espaldar del sillón en donde ella se encontraba sentada.
―Así es ella, le gusta hacer eso.
―…Shika-kun, Chou-kun, Neji-kun, Tenten-chan, Hinata-chan… – siguió ella.
― ¡¿Qué?! ¿Quién te ha dado permiso para ir a ti? –le preguntó con molestia Neji a Hinata, Interrumpiendo a Ino, quién infló sus cachetes.
―No necesito permiso de nadie para ir a divertirme oni-chan – dijo serena la ojiperla
― ¿Cómo qué no? A mí me tienes que pedir permiso,¡soy tu hermano mayor!- dijo en tono autoritario
―Aja, sí, sigue soñando ni-chan - río la joven, mientras cogía su libro, se daba media vuelta y camina hacia el otro lado del salón, haciéndole caso omiso a su primo quién empezaba a hacer regaños.
―Bueno, sigo… Kanku-kun, yo y Sai – Sakura se burló ante el tono que uso su amiga al llamar al pelinegro. Temari sabía muy bien que a Ino no le simpatizaba mucho Sai, por lo que compartió una mirada cómplice con la pelirosa
―Bueno, que alguien le avise a los demás, falta Shino-kun, Sasuke-kun…-Ino contaba con sus dedos mirando al cielo, como recordando los nombres de sus compañeros- Kiba-kun y Gaara-chan-
―Por enésima vez, Gaara no es mujer- explicó el pelinegro de anteojos.
― ¿Y a ti quién te preguntó?- gritó la oji celeste empezando una nueva discusión.
La oji perla se acercó al rubio quién se encontraba sentado leyendo un libro desde que había llegado a la sala, y al cual no parecía entusiasmarle la idea de ir a bailar.
―Hola- saludó. El joven tardo unos segundos, pero finalmente alzó la vista con una sonrisa serena. -Ah, Hola Hinata ¿pasa algo?- preguntó.
―Mmm no, nada realmente. ¿Irás hoy?- preguntó mientras tomaba asiento al lado del joven.
―No, la verdad bailar y esas cosas no van conmigo- admitió.
―Pero, no es solo para bailar, es para desestresarnos un poco y pasarla juntos- ánimo la peliazul, el rubio continuo con su negativa con la excusa de terminar de leer su libreto. ―Hay, para eso tienes el fin de semana, vamos Naruto, no sales con nosotros hace mucho – intentó animar.
―Jeeh, prometo que la próxima si voy – dijo ante la mirada de borreguito y el puchero que la ojiperla estaba haciendo, lo que le causó gracia y ternura.
―Mentiroso, sé que no lo harás, así llevas diciéndome desde hace un año- expresó la joven mientras Naruto seguía excusando realmente ese chico no tenía ánimos de fiesta ―De acuerdo – la joven resignada, soltó un suspiro, abrió su libro ya poyó su rostro sobre su mano. –Eso quiere decir que Sasuke tampoco irá.
― ¿Por qué lo dices?- preguntó el joven mirando a la chica.
―Por qué Sasuke no va a ningún lado a menos que estés tú- río.
―No es verdad – intentó corregir el rubio, mientras la joven le llevaba la contra, un pequeño sonido interrumpió la charla – ¿Trabajo?- preguntó el joven.
―Sí, tengo que ir a filmación – la joven se puso de pie, cogió sus cosas y se dispuso a salir.
―Nos vemos en la noche- volteó para salir y se encontró con un joven de cabellos negros y ojos del mismo color.–Hola Sasuke- saludó animada
―H-hola Hina-chan—dijo algo tímido, a lo que la chica sonrió antes de marcharse.
El chico entró y se acercó rápidamente hacia en donde se encontraba el rubio.
―Hola Naruto- saludó.
―Sasuke, ¿Dónde estabas?- preguntó.
―Mi hermano no me dejaba en paz- se limitó a decir soltando un suspiro.
― ¡SASUKE-KUN! – un gritó de Ino hizo estremecer el cuerpo del moreno.
―I-ino-chan- intentó disimular su sorpresa.
― ¿Irás hoy con nosotros?- preguntó.
―Eto…bueno, yo…- el joven miro a su alrededor en busca de algo y se topó con la mirada directa de Sakura, lo que lo hizo estremecerse aún más. –Eto… yo… bueno….
―Ok, lo tomaré como un tal vez- habló Ino – ¿Naruto-kun irás? – preguntó dirigiéndose al oji azul quién levantó la vista de su lectura.
―Como ya le dije a Hinata, hoy no tengo muchas ganas, diviértanse ustedes- el muchacho se puso de pie y empezó a caminar. Inmediatamente Sasuke declinó la invitación y salió tras Naruto.
―Bueno, ya me lo imaginaba… Son dos menos, hay que avisarles a los demás- rio la rubia
―¿Por qué siempre le va como corderito?- preguntó Sakura cruzada de brazos.
―Sasuke ve a Naruto como una protección, la verdad, desde que se conocen se volvieron muy unidos. Yo creo que se complementan muy bien- río Tenten
―Calla, al decirlo así, haces sonar como si esto fuera un relato yaoi- expresó la joven con algo de enfado.
―Jajajaja, no nada que ver. En fin, Cielito, ¿vamos a comer?- preguntó la castaña.
―Claro mi tesoro, vamos- el joven de cabellos marrones, se puso de pie.
―Bueno, ya nos vamos, nosotros le avisaremos a Shino - dijo Tenten.
-Oki, gracias Tenten-chan, eto… ¿le avisarás a Lee-san?- preguntó tímida.
-No podría aunque quisiera, nadie tiene como contactarse con ese antisocial- bufó antes de salir arrastrando al ojiperla.
-Yo-yo le puedo decir a Gaara-kun- dijo tímida la rubia junto a Shikamaru.
-Está bien, entonces yo le diré a Kiba-kun- dijo animada Ino.
Y así, poco a poco todos salieron de aquella sala, a la cual no volverían hasta dentro de tres días.
Se encontraba en su departamento compartido, sentado en el sillón de la sala, junto a un libro y una taza de café, en el otro extremo, su compañero de departamento, quién veía entretenido la televisión.
-Hey teme- llamó el rubio.
-¿Qué quieres dobe?- preguntó en un tono tranquilo pero bromista, volteando a verlo.
-¿Qué haces aquí un viernes en la noche?- preguntó
-No tenía nada mejor que hacer- dijo secamente el joven evadiendo la mirada.
-Oh vamos Sasuke, no tienes que fingir conmigo, te conozco.
-Cierra la boca Dobe, me molestas- dijo cortante.
Naruto se le quedó mirando unos momentos, antes de dibujar en su rostro una sonrisa maliciosa. – Vaya, vaya, Sasuke ya te estás pareciendo al vengador de la serie.
-No es cierto – el joven miró hacia otro lado haciendo un puchero.
-No, espera….allí está nuevamente el pequeño Sasuke – el rubio empezó a soltar una carcajada.
– Bueno, bueno, si no tienes nada mejor que hacer, supongo que saldrás con los demás esta noche- dijo volviendo a tomar su postura tranquila.
―Pues…no – dijo en tono bajo. El oji azul quedo mirando a su amigo.
―Sasuke, no me digas que no irás porque no iré yo – preguntó algo serio, el chico bajo la mirada – Jajaja Sasuke no soy tu niñera, además… ¿sabes? Están comenzando a dudar de tu sexualidad – el rubio volvió a estallar en risas. – Créeme, he leído tus cartas de fans y…pobres, piensan que estás del otro lado Teme. Enserio…eso si fue gracioso, jajajajajaja – el rubio no podía controlar la risa y cada vez se le dibujaba una marca de enojo en la frente a Sasuke.
Algo sonrojado por la vergüenza y enojado exclamo – ¡¿Quién te ha dado la autorización para leer mis cartas?! Además, no me importa lo que crean los demás, ¡no lo soy y lo sabes! – gritó mientras se cruzaba de brazos, mientras el rubio intentaba dejar de reír –Si no voy hoy, es porque irá la loca de Haruno y detesto que me acose tanto, no lo soporto- finalizó con un suspiro.
-Sasuke, amigo migo…. Tú no aguantas a ninguna mujer- dijo Naruto afirmando algo que daba a ser obvio.
―Da lo mismo, no iré- sentenció.
―Allá tú "SASUKE-CHAN"- Naruto volvió a reír.
―No puedo creer que lo dijeras – dijo amenazante, recordando el apodo que siempre va gritando su hermano.
Las horas pasaron, Sasuke se había quedado dormido en el mueble, mientras que Naruto terminaba de leer su libro, y es que así era él, terminaba lo que empezaba.
El reloj marcaba las 10 pm, todas las luces estaban apagadas a excepción de la lámpara al lado del rubio que alumbraba las gastadas hojas de "Crimen y Castigo" que tenían tan entretenido al oji zafiro. El timbre sonó, una, dos, tres veces… El joven dejó el libro en la mesita del costado y se encaminó a la puerta.
― ¿Quién es?- preguntó Sasuke medio somnoliento que se había despertado por el sonido del timbre.
―No lo sé, iré a ver…- el joven se acercó y abrió la puerta.
―Hinata – dijeron ambos muchachos al ver a la hermosa joven delante de ellos con una gran sonrisa en el rostro. Lucía un hermoso atuendo, como era costumbre de ella, siempre llevaba lo último en la moda pero manteniendo su esencia y su sencillez. Tenía puesto un vestido con la parte de arriba negra a con manga corta, y una falda negra con capas y estampado de flores grises, un cinturón que sujetaba la falda a mitad del abdomen y encima de la parte superior, llevaba un chaleco negro. El cabello lo tenía suelto, brillante y largo, encima un gorro negro con una cinta brillante, de aquellos que se parecían a los que utilizaban antiguamente los caballeros y los cuales, con el pasar del tiempo, se fueron modificando para todos. En sus pies, unas elegantes sandalias de tacón. Complementaba todo el estilo con pequeños accesorios como uno collar liviano con un dije, aretes y unas cuantas pulseras negras brillantes. Simple, pero bonita.
― ¡Hola!- saludó la joven.
― ¿Cómo entraste?- preguntó Naruto, mientras cerraba la puerta tras la joven.
― ¿Olvidas que el portero me conoce?- preguntó retóricamente.
―Tengo que hablar con ese hombre- se mofó Naruto.
―Jaja, gracioso- dijo en tono seco la joven.
―¿Y para que viniste Hina?- preguntó Sasuke acercándose a la joven. -¿No deberías estar con los demás?-
―Hacia allá me dirijo, pero venía por algo- dijo.
―¿Olvidaste algo aquí? – preguntó Naruto, caminando hacia el sillón nuevamente.
―Algo así, vengo a secuestrarlos- rio, Naruto se quedó quieto y Sasuke la miró extrañado, ambos estaban estupefactos.
―Así es, no puedo permitir que dos de mis grandes amigos se pase su día libre tirado en el sillón durmiendo.
―Yo no estoy durmiendo- refutó Naruto.
― ¡O leyendo un libro por quinta vez!, así que, se me van a cambiar enseguida- ordenó.
―Hinata, gracias, enserio, pero…no tengo muchos ánimos de ir, anda con Sasuke- dijo el muchacho –Te dije que la próxima vez.
―Sí, y con tus próximas veces me tienes engañada desde más de un año, así que apúrense, porque de aquí no me voy sin ustedes- rio mientras tomaba asiento y se cruzaba de brazos.
―Pues entonces ponte cómoda, porque no iré a ningún lado Hina- dijo el rubio mientras abría su libro.
― ¿Quieres algo?- preguntó Sasuke mientras entraba a la cocina.
―No, gracias- respondió al moreno. -Oh vamos aguafiestas, no pierdes nada yendo, además, Sasuke se sentirá mejor si vas- animó.
―Si él quiere, que vaya- dijo en tono serio. –Yo no soy nadie para detenerlo.
―Naruto, sabes cómo es Sasuke, además… hace mucho que no salimos todos juntos- dijo con un tono dulce. El muchacho la vio –Porfi, ¿por mí?- pidió moviendo los ojos como si fuera una pequeña.
El chico soltó una risita. –Eres una chantajista – volteo a verla directamente
―Algo- rió la muchacha, mientras Sasuke salió de la cocina con un vaso de jugo.
―Sasuke, ve a cambiarte, tú también Naruto- dijo poniéndose de pie Hinata.
―Yo no dije que iría – expreso el pelinegro con rapidez.
― Tú vas, a voluntad o arrastrado, pero vas- sentenció la joven, mientras que el rubio tragaba saliva ante la mirada de la oji perla dirigida a su amigo. Definitivamente, no sería bueno decirle no a una molesta Hinata.
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