Un día, yo pensé "Que es lo mas raro que se me pueda ocurrir, en este loco loco mundo del fanón?"

Y creo que esto salió.

Eso, y las ganas de no hacer tarea.

WARNINJ, por que contiene insinuaciones que tal vez ofendan a algunos. Advertidos están.

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Las mujeres siempre le habían encantado a Kaizou konpaku; más conocido como Kon. Eran el ser mas magnifico creado por El Señor, y siempre se asegurada de mostrar lo mucho que le gustaban. Siempre.

Que le tacharan de pervertido; que lo golpearan y abofetearan de cuatro a diez veces por día debido a eso; no importaba. Ser pisoteado y echado sin el menor ciudado del baño de damas; visto con desprecio y hasta asco por ser un peluche con debilidad por los pechos amplios tampoco le molestaba.

Por que a Kon le encantaban las mujeres; y todo lo que su afición le trajese de malo bien valía la pena.

Entonces; se preguntaran, por que si a Kon; que amaba a todo el género femenino por sobre todas las cosas; estaña ahora tan… obsesionado con aquel flacucho, desabrido, dramático, histérico, apático, que se empeñaba por hacerle trajes ridículos, y más importante, sin trasero –ni pechos- joven cuatro ojos conocido como Uryuu Ishida??

Eso Kon no lo entendía.

Pero tampoco podía evitarlo.

Y desde cuando había pasado? Eso, tampoco lo sabía. Un día, sin entenderlo comenzó a observarlo, descubriendo que no había nada interesante en el.

Bueno, podía tener una cara delicada que no era exactamente horrible, y un pelo de apariencia demasiado suave para un hombre, si le preguntaban a Kon, y una molesta tendencia a exagerar las cosas, además de una curiosa pasión hacia la costura… y la justicia… sin olvidar a proteger a la gente que quiere. Y un padre que disfruta tortúralo por diversión.

Tal vez, todo eso en conjunto le habían hecho ver a un cuatro ojos más divertido y ligeramente más interesante de lo que en un principio le dio crédito.

El, siendo un peluche tan aventurero, decidió darse un tiempo para estudiar más de cerca a el flaco ese. Un día, pensó él, sería suficiente.

Y se aburrió después de cuarenta minutos. El tipo solo leyó, y leyó sin hacer nada divertido!!! Es decir; que no estaba en la flor de la juventud? Porque no se ponía a ver pornografía, por ejemplo, o darse un poco de amor por mano propia! Que se pusiera a cantar hubiera sido mejor que ponerse a leer.

Tal vez fue la expresión calmada y etérea que tenía su rostro, su respiración lenta y somnolienta, sus largas pestanas que batía en cada parpadeo, o el hecho que no tenía nada mejor que hacer que orillo a nuestro querido héroe a quedarse en aquel departamento observando al pelinegro.

Y así se quedo, hasta pasada la tarde; aburriéndose como ostra al observar al aburrido Uryuu Ishida.

Por que no había mucho interesante en el.

No tenía curveadas caderas; ni exuberantes pechos, ni una cintura de calendario. Ni siquiera tenía los cromosomas para tener nada de eso!!

Entonces, se preguntaran; porque Kon sigue día tras día observando al flacucho y desabrido joven, que no tenía más que una cara delicada, pasión por la costura y la justicia, y las manos más hábiles que lo hubieran cosido nunca??

Siguiéndolo a su casa, siguiéndolo a la escuela, siguiéndolo a la tienda…

Incluso hoy, con el cuerpo de Ichigo que lo hace tan visible y difícil de esconder, lo continúa siguiendo.

Eso, Kon no lo entiende.

Pero no parece preocupado por ello.

No mucho.