Dark: hola y bienvenidos a mi, ahora si, primer fic!.

Nico: y que hay de "un ciclo de locuras"?

Dark: Es que ese es tu fic, escrito y mejorado por mi!

Nico: a si es cierto!n.n

Dark: bueno espero que les guste

Disclaimer: Dark Janubis no se adueña de Yugioh! Ni de ninguno de sus personajes

"Cuando Dos almas se separan"

Capitulo uno

Los que nacen juntos

En las antiguas arenas todo era paz, todos estaban durmiendo ya que Ra se había ocultado. Toda la ciudad de Kemet dormía, desde las ricos hasta los más pobres, todas las zonas estaba tranquilas, todas excepto el palacio real...

Dentro de sus puertas un gran acontecimiento para la familia real estaba por llevarse a cabo; la reina había entrado en trabajo de parto y todos estaban alarmados, pero nadie como el faraón, el cual estaba al borde del pánico. Él y su esposa habían tratado de tener un hijo desde hacía mucho tiempo, pero nunca habían sido agraciados con un primogénito, no hasta ahora. El rey daba vueltas y vueltas alrededor de la estancia fuera del cuarto de maternidad.

¿por qué tardan tanto? ¿acaso algo estará mal? ¿por qué no me dejan entrar?- decía el rey Akunumkanon, mientras bordeaba la habitación por lo que parecía ya la trigésimo cuarta vez

Es normal que se tarden; Todo debe estar bien, las mejores nodrizas y curanderas están ahí; y tu sabes perfectamente, querido hermano, que esta prohibido el paso a los hombres cuando una mujer esta dando a luz- respondió el hermano menor y hechicero del faraón, Akunadín.

Sí, pero...que tal si algo sale mal, que tal si es demasiado para mi esposa ó que tal si el niño nace enfermo ó peor aun , que tal si nace muerto!

Hermano que tal si dejas de dar malos presagios y te tranquilizas, aunque seas mayor que yo, tu bien sabes que yo tengo más experiencia, después de todo yo ya soy padre, créeme todo estará bien- dijo Akunadin con la esperanza de calmar a su agitado hermano

oooooo

Dentro de la sala de maternidad...

Su majestad, es hora, tiene que pujar, usted puede!- decía animosa una de las nodrizas

Ahhhh!- la reina sentía mucho dolor, pero no se rendiría, había esperado demasiado para poder ser madre y no permitiría que nada se lo impidiese.

Ya veo la cabeza!... es un niño!- decía la curandera más vieja sosteniendo al bebé en sus manos y envolviéndolo en una manta, mientras esta lloraba

¡Guuaaaaa! ¡gua!-gritaba con fuerza el pequeño

Su majestad, es un ...¿ pero que es esto, anciana, la reina sigue en trabajo de parto, pero ¿por qué?- preguntaba la nodriza joven

Oh por Ra, que alguien traiga otra manta, ¡la reina tiene gemelos!- Grito la anciana, eufórica por el acontecimiento.

Ooooooo

¡Ya no lo tolero más!- gritó el faraón lleno de desesperación- ¡voy entrar a esa habitación así sea lo ultimo que haga en esta vida!

Hermano, cálmate todo va ha est... – Akunadin no había terminado de hablar cuando la entrada a la habitación se abrió con rapidez dejando salir a la anciana.

El faraón, a penas vio a la anciana, se le abalanzó encima, casi tumbándola al suelo de no ser que la logró sujetar

Oh! Por favor dígame... que todo salió bien! Se lo ruego!- decía un desesperado rey, que aparentaba estar al bode del desmayo.

Jaja, por Ra, le juró que en todos mis años de nodriza nunca había visto a un hombre tan nervioso!-decía la anciana en un tono algo burlesco- Bueno, bueno, pero ya cálmese que se podría desmayar su alteza!

No estoy para bromas! Le ordeno me dé una respuesta,¡ AHORA!

Está bien- Responde la anciana, pero no puede evitar pensar en lo graciosa que se ve la cara del rey mientras esta angustiado- Su majestad, no hay peligro que temer, me complace decir que su esposa esta bien, y que usted... ¡Ya es Padre!

Dicho esto el faraón entró en un estado de alegría tal que podría decirse que brincaba por los aires( literalmente) de alegría, pero de repente se detuvo, había algo más que confirmar...

Anciana dígame, que fue, ¿ un niño o una niña?- decía con una cara llena de ansiedad.

La anciana no dijo nada, solo se hizo a un lado y siguió su camino. Esta actitud dejo anonadado al faraón...

¿Pero por qué no responde, dígalo ¿Niño o niña?- dijo furioso el faraón ante la actitud de la anciana

Cuando de repente una voz desde dentro de la habitación le responde...

su majestad no debe estar angustiado, ¿Qué si es niño o niña, pues yo le respondo que ambos son niños!-decía la nodriza más joven, que salía del cuarto con dos pequeños bultos movedizos en sus brazos.

El faraón quedo impactado y realmente ni él ni su hermano entendían bien lo que sucedía.

¿Ambos? quiere acaso decir que...- dijo Akunadin

Si señor Akunadin, quiero decir que las plegarias del rey fueron escuchadas, y los dioses le han dado la alegría de ser el padre de no solo uno, sino de dos hermosos niños!

Dicho esto la nodriza le entrega al rey a sus dos pequeños bebes que estaban bien envueltos en sus mantitas de tal forma que no se les veía sus caritas.

El rey recibió a los dos pequeños bultitos en sus fuertes brazos y la nodriza descubrió el rostro de los bebes para que el faraón contemplará el rostro de sus hijos por primera vez, luego ella se retira.

El faraón se sentía extasiado y lleno de alegría al ver a los dos pequeños rostros de los bebes que estaban en sus brazos, ambos dormiditos. No podía creerlo, eran tan adorables; uno tenía el pelo negro con bordes de color escarlata y pequeños mechones de cabello de color dorado como las arenas del desierto; el otro bebé era igual al primero con la diferencia de unos cuantos mechones más. Para el faraón en ese instante ya no había nada más en el mundo que sus hijos, y la grandiosa sensación de sostenerlos en sus brazos lo hacían sentir completo.

En verdad los dioses me han dado dos pequeños, pero grandiosos regalos- decía felizmente el faraón mientras los mecía.

Al sentir su voz, casi sincronizadamente ambos bebitos bostezaron y se despertaron, y abrieron sus ojitos por lo que parecía ser la primera vez en todo el tiempo que llevaban de nacidos. Y con esos ojitos miraron por primera vez a su padre.

El faraón quedo sorprendido por el color de sus ojos que era igual al suyo, y más en que ambos bebitos tenían los ojos diferentes: Uno tenía unos ojos algo rasgados, como serios, pero a la vez tiernos; el otro tenía una mirada tan tierna que demostraba pura inocencia.

Pero miren nada más, que lindo son ustedes dos, hijos míos que felicidad el que al fin pueda sujetarlos con mis brazos!- decía el faraón con una gran sonrisa.

Los bebés movieron sus cabecitas de lado y haciendo pequeños soniditos casi como preguntándose quién era ese hombre. Para el faraón esto los hacía ver más tiernos todavía.

haha, no los culpo, debe ser extraño ver a un adulto por primera vez- dijo en casi un susurro- no deben temerme, yo soy su padre y de ahora en adelante los voy a cuidar.

Al verlo sonreír, los pequeños esbozaron sus primeras sonrisas. Fue entonces que por primera vez notaron la presencia el uno del otro e instintivamente trataron de alcanzarse, como si eso fuese vital.

au.. ei.. m.. n...- decía uno mientras trataba de tocar a su hermanito.

El faraón noto esto y se dio cuenta de lo que pasaba.

Ah, ya veo así que quieren estar juntos, bueno eso tiene sentido, llegaron a este mundo juntos, es lógico que quieran estar aun juntos- y dicho esto el faraón junto más sus brazos de modo que la manito de uno fuese capaz de tocar la del otro, al hacer esto los bebés sonrieron y se calmaron, después de un instante volvieron a quedarse dormidos.

Duerman bien mis pequeños, hoy ya tuvieron suficiente emoción, jaja

Hermano mío te felicito, ya eres padre y no de uno sino de dos niños, debo decir que yo no lo esperaba

Créeme que ni yo Akunadin, ni yo!

Bueno pero aun falta algo por hacer, aun no les has dado un nombre!

Es cierto, déjame ver- mirando los rostros de sus hijos la idea perfecta vino a su mente- Lo tengo; a este pequeño, sus ojos demuestran confianza y misterio, por ello que su nombre sea oscuridad pues en ella un misterio siempre hay, así será y tu Yami te llamaras- dijo alzando al bebé de su izquierda- y para ti pequeño, tus ojos demuestran una inocencia incomparable y son algo juguetones, por ello te has de llamar juego, y así dicho y hecho se hará, y tu Yugi te llamarás!- dijo alzando al pequeño de su derecha.

Buena elección, enviaré ese mensaje a todo el pueblo, hoy han nacido dos nuevos príncipes, Yami y Yugi!- dicho esto, Akunadin salió de la habitación dejando solos al faraón y sus pequeños y durmientes hijos. En este momento el faraón hizo una promesa a sus hijos...

Yo les prometo hijos míos que siempre han de ser unidos y que los he de proteger!

Poco sabía el faraón que no podría cumplir esa promesa...

0000

Dark: Bueno y que les pareció

Nico: No estuvo tan mal, y debo decir que la parte de los bebes fue linda( especialmente... Yami(suspiro))

Dark: Bueno, gracias y espero que a ustedes también les guste, este es solo el principio en el próximo capitulo se explicará porqué el faraón no pudo cumplir su promesa! Hasta la próxima, Adiós!

R&R