Esta historia la hice en conjunto con Yuki Marvell. Pueden *stalkear* revisar su sensual perfil. Notitas intento de kawaiis abajo(?).
Disclaimer: Fairy Tail no nos pertenece.
No todo en una historia cliché es igual
En las profundidades del gremio de Blue Pegasus, varios metros bajo tierra, había un laboratorio. Uno donde cierta persona acostumbraba hacer parfums bastante peculiares (unos más que otros), pero esta vez, sin ir más lejos, no se dedicaba a hacer alguno que le ayudara en batalla, ni mucho menos, este era ni más ni menos que para parecer tierno ante los ojos de cierta maga portadora con un exquisito parfum, la gran Titania.
Con cuidado vertió el último ingrediente a la mezcla y lo removió todo bien antes de meterlo en un pequeño bote.
― ¿Chicos? ― El trío trimens de Blue Pegasus apareció de entre las sombras.
― ¿Si, Ichiya-san?
― Preparen a Cristina.
—¡Enseguida! — contestaron al unísono.
Los trimens se retiraron del laboratorio en menos de un parpadeo. Ichiya, en cambio, se encontraba en una esquina buscando un bote más grande. Tenía una sonrisa dibujada en el rostro, ya que pensaba en la reina de las hadas y, como no, en su delicado parfum que la caracterizaba.
El laboratorio estaba sumergido en las penumbras, y si Ichiya hubiese prestado más atención habría notado una sombra acompañada de una sonrisa, quizás, siniestra y unas orejas pertenecientes a un felino.
Aquella misma sombra se incorporaba sigilosa hasta llegar a la mesa de laboratorio que ocupaba el maestro del parfum para inventar exquisitos (y otros no tantos) aromas. Más específicamente se aproximó al bote. Cuando ya se encontraba a solo escasos centímetros, de un zarpazo lo cogió y desapareció.
—¡Meen! ¡Este es el correcto! —con un nuevo bote en su poder, buscó el otro.
Buscó y buscó, más el pequeño bote no aparecía. Ya sin mucha paciencia empezó a remover las cosas de la mesa haciendo que en el proceso se cayeran un par de frascos al suelo y se rompieran, pero esto hecho a él no le importaba, solo quería encontrar su parfum legendario.
—¡Meeeen! — semejante grito salió de entre sus labios al darse cuenta de que por mucho que lo buscara no lo encontraría. Se lo habían robado.
Lejos de allí la misteriosa sombra volaba velozmente con sus alas extendidas rumbo a Magnolia, específicamente a cierto gremio de magos.
oOo
Nos encontramos en Fairy Tail, el gremio más revoltoso de Fiore. Esa noche (como todas las anteriores) le rendían honor a esa característica. Los magos luchaban unos con otros, algunos salían volando como si fueran mesas (porque sí, en Fairy Tail las mesas acostumbraban a volar), y un pequeño grupo trataba de cobijarse bajo los escombros.
Lejos de todo ese caos, en la barra, se encontraba una albina sonriente contemplando la escena. Al frente de ella estaba sentado un exceed azul sonriente, mas no por las mismas razones que Mira, sino porque estaba devorando un jugoso pescado.
La fiesta se alargó hasta el momento en que el último de todos los magos cayó dormido de cualquier manera en un sitio al azar del gremio.
Happy, siendo el primero en despertar luego de la fiesta, se fue al lago a pescar pues su tripa pedía a gritos más pescado y, desgraciadamente, ya no quedaba ninguno en el gremio.
Sin hacer ruido se fue volando y poco después, por una ventana recientemente rota, apareció una sombra, una que luego de beber el contenido de un bote, entró con una sonrisa maliciosa en el interior del gremio entusiasmado por la cantidad de aromas que podría inspirar sin que lo patearan después.
Fijó su vista en cierta exceed de blanco pelaje acurrucada en el regazo de una niña de unos doce años. Su sonrisa se amplió y tras hacer una pose exagerada y extraña, que consistía en cruzar sus patas formando una "x", voló en dirección hacia ellas.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca... Inspiró, profundamente.
oOo
Happy surcaba los cielos de Magnolia, con un enorme pescado aún vivo en el hocico, "seguro a Lucy le encantaría tenerlo de mascota" fue lo que pensó cuando decidió regalárselo a la rubia en vez de comérselo él.
No se imaginaba (o quizás sea más adecuado decir, olía) lo que estaba pasando en el gremio.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de las puertas del gremio, cogió al pez con una de sus patas y entusiasmado se dispuso a entrar dentro.
— ¡Lucy!¡Lucy! Mira lo que tengo para ti. — Extrañado por no escuchar al instante el grito de espanto de la chica, se fijó mejor en lo que pasaba en el gremio.
Todos estaban apelotonados en la barra y ninguno parecía hacerle el menor caso. Se acercó curioso y lo que vio hizo que se quedara estático y que se le cayera el pescado de la impresión.
— ¿¡Nichiya!? — exclamó con horror.
Natsu se acercó a Erza e intentó arrebatarle al exceed que tenía en brazos, más esta no cedió el agarre.
— Oh, vamos, Erza — siguió insistiendo el Dragon Slayer — tú ya lo has tenido mucho tiempo.
— No os peleéis por mí - men — el exceed se alzó en el aire y le guiñó el ojo al grupo de chicas más próximo y estás solo pudieron gritar extasiadas ante la ternura que les producía.
Happy se quedó en shock al ver a su querida Charle reaccionar de igual manera. A causa de la tristeza se dejó caer lentamente al suelo. No solo le ignoraban, sino que ahora Charle había cedido a los encantos de otro.
—¿T-te gustaría que te enseñe Magnolia? No estoy interesada ni nada por el estilo, solo tengo modales, a diferencia de algunos.
Al escuchar eso, Happy gritó y lloró al mismo tiempo.
—¿Qué es esto? —preguntó con voz temblorosa a la nada. — ¿Es que todos se han vuelto locos?
Cuando Lucy recogió el pescado que minutos antes había dejado caer para ofrecérselo a Nichiya, no le cupo duda. Sí, todos habían perdido la cabeza.
—No, todos no—respondió un exceed de ojos carmín cruzado de brazos, contemplando la escena tan desconcertado como Happy.
—¡Lily! —exclamó con alegría y esta vez llorando de la emoción al toparse con alguien cuerdo—¿Qué ha pasado con todos? ¿Por qué actúan así?
—Me gustaría conocer la respuesta a eso.
—¿Y qué hacemos ahora?
Lily pareció pensarlo un momento.
— Lo mejor será ir a buscar ayuda. Él es de Blue Pegasus, tal vez deberíamos dirigirnos allí primero, sea lo que sea que esté pasando, ellos deberían tener alguna idea.
Y con esas palabras los dos se disponían a irse, más en el último momento un escalofrío les recorrió la espalda.
— ¿A dónde creéis que vais?, men.
Lily se interpuso entre Nichiya y Happy.
— Vete Happy, yo lo entretendré.
—Pero...
—Es Nichiya de quien estamos hablando, lo venceré y te alcanzaré después.
Happy, ya más convencido, se alejó volando, mas lo que ni él ni Lily pensaron es que sus compañeros de gremio fueran contra Lily al ver que este planeaba atacar a Nichiya.
— Pero, ¿qué os pasa a todos? Tenéis que reaccionar. — Lily estaba siendo inmovilizado en su forma humana por Gajeel y Laxus, quienes lo agarraban con fuerza por los brazos. Sus intentos de escapar fueron inútiles y solo pudo mirar como Nichiya se acercaba a él y simplemente inspiraba.
Ooo
El felino de pelaje azul volaba raudo fuera del gremio, dejando escapar un suspiro de alivio en el acto. No podía creer que al fin había logrado escapar de esa vil pesadilla. Se detuvo cuando notó que estaba a una distancia considerable. Si bien Lily no era su exceed favorito, lo esperaba porque lo prefería antes que ir solo.
Contempló los alrededores casi desiertos, se encontraba en un espeso bosque a las afueras de Magnolia. Estaba a salvo. Eso pensaba cuando de repente un objeto le dio de lleno en la espalda.
Se volteó muy confundido, buscando al causante, mas no pudo ver a nadie.
Bajó hasta el suelo para buscar dicho objeto. Era una bala de juguete, como las que tenía...
—¡Asuka! —chilló el gato al verla apuntándolo con su arma de juguete. Lo que lo asustó e hizo que se le erizaran todos los pelos no fue Asuka, sino sus padres, quienes la acompañaban haciendo lo mismo que ella.
Luego de ese grito le siguieron otros más, ya que los Connell empezaron a dispararle como si se tratara de un ave para la cena.
Sin pensárselo dos veces, volvió a elevarse y voló lo más rápido que podía. Los ataques seguían, mas pudo esquivarlos con maestría hasta que hubo un punto en que los ataques cesaron así que extrañado miró un momento hacia atrás y lo que vio fue el mismísimo infierno.
Miles de balas mágicas se dirigían hacia él rápidamente y con la seriedad que recurría la ocasión elaboró y empezó a llevar al cabo su plan, el cual fue realizado a la perfección y el exceed consiguió lo que se propuso desde un principio, que algunas de las balas chocaran entre ellas.
Aprovechando las explosiones, Happy usó la poca magia que le quedaba para hacer un último sprint, más no consiguió llegar a donde quería, y las alas desaparecieron haciéndolo caer a mitad de camino. Al menos había conseguido agrandar la distancia entre sus atacantes y él y ahora ellos, a causa de las explosiones, no sabían si se encontraba en cielo o en tierra.
Con las pocas fuerzas que le quedaban se levantó del suelo lentamente con esfuerzo, pero por muy débil que se encontrara no se rendiría, tenía que llegar a su destino y así poder salvar a sus amigos de lo que sea que les estuviese ocurriendo.
Durante un tiempo tuvo que caminar para recuperar todas sus fuerzas, mas eso no le impidió llegar esa misma noche a su destino.
Blue Pegasus era de apariencia excéntrica, con sus paredes rosa salmón y sus grandes alas (que simulaban ser del mítico animal que le habían dado nombre gremio) que poseía a los costados. Happy aún se cuestionaba para que servían. Aunque ese día no tenía tiempo para filosofar acerca de lo innecesarias que eran. No, ahora debía salvar a sus amigos de esa abominación.
Se deslizó hasta una de las ventanas que se encontraban abiertas e ingresó. La luz lo encandiló así que tuvo que parpadear unas cuantas veces para acostumbrarse a ella.
Lo que vio allí dentro no le gustó ni un poquito.
— ¿Veis? Os dije que vendrían aquí. — El exceed de oscuro pelaje se levantó de la silla y una sonrisa ladina se extendió en su rostro.
Happy retrocedió lentamente hacia atrás al ver como muchos de sus compañeros y amigos del gremio se acercaban a él. De refilón captó en una esquina a los miembros de Blue Pegasus atados y amordazados.
Acorralado, así se vería si no tomaba una decisión ahora, sólo era cuestión de tiempo que los Connell aparecieran y se viera rodeado y sin escapatoria. Dudaba que tuviera escapatoria ahora.
—¡Esto tiene que ser una broma!
Alcanzó a chillar el exceed azul, antes de empezar a hacer piruetas en el aire para evitar que Max lo golpeara con su tan adorada escoba. Al estar tan concentrado en preocuparse de su supervivencia, no notó como Lily cerraba de golpe su única vía de escape.
Estaba desesperado. Y no mejoró el hecho de que ahora Laki también corriese en su dirección con un par de instrumentos de tortura en sus manos.
—¡Max speed! —conjuró aumentando tanto su velocidad que les fue imposible a sus captores seguirlo.
Happy se permitió reír al verlos desaparecer de su vista.
Y rió y rió, hasta que se dio cuenta de la gravedad del asunto, sus amigos estaban siendo manipulados por algo, algo relacionado con Nichiya, pero él se sentía inútil en esos momentos, se sentía débil. No había sido capaz de salvar a sus amigos y había optado por huir en vez de intentar recuperarlos por muy imposible que pareciera el hecho que él venciera a sus compañeros.
Pero de la misma forma que era imperdonable el haber huido lo era de igual modo el que ahora estuviese lamentándose sentado en la rama de un árbol.
Con decisión se levantó y se juró así mismo que no descansaría hasta que todo volviera a ser igual que antes. Lo haría por su familia y lo haría también por él, era hora de que creciera como mago.
Se prometió así mismo empuñando como podía una de sus patas delanteras hacia el cielo nocturno. Sí, se haría fuerte, pero antes que nada tenía que conseguir un maestro. Natsu había tenido a Igneel y Gray había tenido a Ur, así que había llegado a la conclusión, de que él también necesitaba uno que le enseñara volverse tan poderoso como ellos.
Sin perder más tiempo, desplegó sus alas y voló en dirección a la ciudad más cercana en busca de algún maestro.
En eso estaba cuando advirtió a un hombre de mediana edad, con el cabello plateado, caminando por el sendero, con ambas manos en los bolsillos de su abrigo.
Happy al verlo ahogó un grito, pensando que también estaba controlado por Nichiya, y se escondió fugazmente en medio de la espesura que el bosque le propiciaba.
El hombre al oír el sonido de hojas removiéndose, instintivamente miró en esa dirección.
— ¿Quién está ahí? — dio un paso amenazante en dirección a donde estaba Happy — Muéstrate.
Mas Happy no salió de su escondrijo. Prefirió analizar mejor la situación y evaluar si sería apropiado el dejarse ver.
El hombre, con la paciencia más que agotada, dejó fluir fuera de su cuerpo una cantidad mínima de poder mágico.
Happy abrió los ojos con sorpresa al descubrir que el desconocido hombre era un mago y casi al instante, una loca ideal se instaló en su cabeza. Él podría ser su maestro.
Mas aún tenía ciertas dudas de si confiar en ese extraño o no.
Happy se cruzó de brazos y comenzó a pasearse de un extremo a otro, en su escondrijo, analizando mentalmente las ventajas y las desventajas que conllevaba mostrarse. Lo malo es que no consideró que, al hacer esta acción, su cola sobresalía desde la espesura de los árboles. Aprovechando esto, el hombre dio un salto y jaló la cola del exceed tumbándolo bruscamente en suelo.
—¡Eres cruel! —le chilló Happy entre sollozos.
—Oh, así que era solo un patético gato.
—¡Eres doblemente cruel! — le gritó, pero, para su desgracia el sujeto ya se estaba yendo.
¡Espera!
El hombre lo miró fastidiado.
— ¿Qué quieres?
— Tienes que ayudarme, por favor. — le rogó al borde de las lágrimas.
— Mira, gatito insignificante, no tengo tiempo para tonterías.
El mago dio por finalizada la conversación y se dispuso a irse, pero no contó con que Happy le agarrara del pantalón.
― ¿¡Qué crees que estás haciendo!? — El mago movió la pierna intentando deshacerse del exceed, pero este había clavado las uñas en su pantalón.
—Mis amigos fueron hechizados, ahora todos están en mi contra gracias a Nichiya... ¡Si no me ayudas el mundo entero será dominado por un "gatito insignificante"! —Para el hombre, esto sonó tan ridículo que quiso reír.
—¿De verdad esperas que crea un disparate así? —sacudió su pierna varias veces para zafarse del agarre de Happy.
El aludido asintió sin ganas.
—¡Imposible! ¡El único capaz de dominar todo es el rey del inframundo! —se ajustó las gafas un par de veces antes de continuar —Y, es más, yo no debería estar perdiendo el tiempo con una basura, sino que debería estar luchando valientemente contra los oscuros demonios del mago negro. Mi fragmento se...
Paro en seco su monólogo cuando se dio cuenta que el gato se disponía a irse.
—Vaya... resultó ser otro loco—musitó Happy decepcionado.
—¡E-Espera! — se acomodó las gafas para tranquilizarse tras darse cuenta de que había reacciona impulsivamente.
Happy volteó y lo miró con aburrimiento, cosa que lo fastidió de sobremanera.
—¿Y me llamas a mí loco? ¿Es que acaso no te escuchas cuando hablas? La simple idea de que un gato domine el mundo me resulta verdaderamente ridículo. Como ya dije, lo más probable es que el mundo sea dominado por el rey del inframundo y sus secuaces, por eso no puedo perder mi tiempo contigo y tus alucinaciones, tengo que evitar que eso pase cueste lo que cueste.
El exceed lo miró una última vez con desinterés y siguió su camino.
— Parece ser que no era tan genial como creía...
Fue apenas un murmullo, pero el mago logró escucharlo perfectamente.
Esa frase lo hizo fruncir el ceño. Si no estuviese muy "desocupado", que digamos, le hubiese ayudado con el único fin de hacer cambiar de idea al gato, el cual, por cierto, ya había abandonado el lugar.
OoO
Happy se sentó en medio del suelo con aire evidentemente decepcionado. El destino al que había llegado a parar era un pueblo cercano a Blue Pegasus, muy pequeño, y lo peor y más importante: Nadie era mago.
Se levantó aún sintiéndose muy desdichado y hambriento. Sobretodo eso último. Así que sin pensarlo mucho, se dirigió a una escondida pescadería que desde el momento en que llegó, había acaparado toda su atención.
Robó unos cuantos peces sin que nadie se diera cuenta y voló hacia el tejado del puesto para sentarse a comer tranquilamente sin ser visto.
Se sintió en la gloria tras el primer mordisco a su pescado y antes de que se diera cuenta ya se lo había acabado.
Estaba por terminar otro cuando oyó algo que realmente le interesó. Sus orejas se agitaron y prestó mayor atención a lo que decían las señoras chismosas que llevaban como veinte minutos hablando con la señora de puesto.
— Cómo lo oís, el marido de la hermana de la vecina de mi prima es marinero y le contó a su mujer que en uno de sus viajes vio una isla a lo lejos que desprendía poder mágico.
Las demás que la escuchaban se pusieron curiosas respecto al tema.
—¿Y se acercaron a investigar?
—No, no lo hicieron, podría haber sido peligroso así que decidieron dar media vuelta.
—¿Y sabes si fueron a avisar a algún gremio?
—No, no me contaron nada más, pero le preguntaré a mi prima la próxima vez, a lo mejor le contaron algo más.
Comió otro pescado más y guardó los restantes en su bolsa verde. Ahora que había recobrado un poco las fuerza se veía capaz de seguir su camino y ya había decidido hacia donde dirigirse esta vez.
Desplegó sus alas, como tantas otras veces, y voló raudo en dirección al mar. Una vez allí se fascinó contemplando los barcos pesqueros, cual tienda de chocolates sería para una persona, mas no fue capaz de sentir ninguna clase de poder mágico. No se podía quejar, después de todo, él había sido tan tonto para tragarse chismes de dudosa veracidad.
Rendido, buscó un sitio donde descansar. En eso estaba cuando lo percibió. Sí, un gran poder mágico emanaba de algún lugar. Con la mirada empezó a buscar en todos los sitios posibles (e imposibles también) de donde provenía, hasta caer en cuenta que, estaba detrás suyo.
La isla Tenrou.
Notas de las autoras:
Furrett: ¿y bien? ¿qué tal estuvo? ¿calabazas, bombas, parfums? xD Debo admitir que desde siempre me atrajo la idea de escribir una historia en conjunto, aunque lo veía como algo lejano o bien imposible. Y hubiese sido así de no ser porque gracias a mi sutileza(?) logré persuadir a Shuki para escribir este fic xD. Me enorgullece mucho el resultado.
Yuki Marvell: Tuvimos algunas dificultades para estar libres las dos al mismo tiempo para hablar sobre el fic y las medidas que teníamos que tomar en ciertas partes. Lo hicimos bastante bien, logramos acabarlo realmente rápido (dentro de lo que cabe) y no tuvimos problema en adaptarnos la una a la otra a la hora de escribir.
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