Un pasaje al olvido

Los personajes de Crepúsculo pertenecen a Stephenie Meyer. Esta historia salió de mi loca cabecita

3 de Junio del 2009

Bella POV

Hoy mi corazón se rompió, y suena extraño que lo diga, es la frase que me he venido repitiendo a mi misma desde hace años, ahora era en serio. No es que las otras veces no lo fueran, pero esas eran pequeñas fisuras, esta vez mi corazón estaba completamente desgarrado, destruido, aletargado.

¿Causa? Mi mejor amigo, Edward Cullen, mi amor platónico desde que tengo memoria, desde que mi madre falleció en ese terrible accidente de transito en Phoenix y yo me mudé a Forks para vivir con mi padre. Fue cuando lo conocí, en mi primera visita a urgencias, su papá estaba de guardia, desde pequeño fue tan hermoso…

Nos hicimos amigos casi de inmediato, si no fuera por mi timidez hubiera sido mas pronto, no se en que momento empezó a gustarme y después lo quise, primero con la ternura de un amor infantil y después con el frenesí que solo brinda la adolescencia. Pero mientras yo transitaba por los años menos agraciados de la pubertad, él era el chico más guapo del instituto, capitán del equipo de baloncesto y el más asediado por las chicas. No es que a él le desagradara, lo había visto con las chicas más bellas, me dolía hasta el alma cada vez que las abrazaba o las besaba, pero yo tenía que estar cerca de él era su amiga, su confidente, su ovejita.

La diferencia de este dolor que hoy embarga a mi corazón, es que ahora puedo verlo, él realmente esta enamorado, puedo ver ese brillo en sus ojos cada vez que la mira, y como culparlo si ella es hermosa, una diosa, como él, son el uno para el otro.

Pero la razón y el corazón no se llevan bien, mi cerebro me dice que yo nunca seré suficiente para él, un adonis, sería como pedirle a un rey que vista harapos sucios, teniendo un armario lleno de vestidos bordados con oro puro. Pero mi corazón es muy iluso y no puede dejar de anhelar su amor.

Debería estar contenta por su felicidad, y lo estoy, en realidad solo quiero que sea feliz, aunque sea causa de mi desdicha, hoy Edward me condenó a ser una eterna desgraciada…

-¡Bella!- me llamó Edward con su aterciopelada voz- tengo algo que contarte- cerré la puerta de mi casillero y me volteé hacia él.

-Soy el hombre mas feliz del mundo ovejita- sus ojos brillaban exultantes.

Mi corazón se estrujo al igual que mi estomago y sentí nauseas, esa felicidad solo podía significar una cosa.

- le pedí a Tanya que fuera mi novia y me dijo que sí-Edward me abrazó y me levanto por el aire, me alegré, de no ser así, mi amigo hubiera visto mi expresión de dolor- ¿y sabes que ovejita?- me dijo poniéndome en el suelo- la besé.

Eso fue poner sal en mis heridas, no quería oír mas detalles, corrí y como pude llegué al baño, las lagrimas brotaron como cascadas por mis ojos, lo sabía, sabía que el estaba enamorado de ella desde el momento en que las hermanas Denali cruzaron la puerta del instituto hace seis meses, lo había visto sufrir por la indiferencia de Tanya hacia él, pero ella era una experta, supo alimentar su amor y su curiosidad ignorándolo cada vez que se le acercaba, por supuesto lo había consolado entre mis brazos, pero yo no tenía a nadie que me consolara a mí ahora.

Cuando salí de baño, Edward me esperaba. Su agraciada cara estaba surcada por la preocupación.

-Bells ¿te encuentras bien?- en realidad me estoy muriendo porque estas con otra.

-Sí, es solo que el desayuno me cayó mal- mentirosa.

-¿estas segura?- me conocía lo bastante bien para saber cuando mentía.

-Si, iré a la enfermería para que me dejen irme a mi casa- estaba segura que no soportaría las últimas horas de clases sin derrumbarme.

-Esta bien, pero te acompaño, también voy a pedir permiso para mí, no puedes ir a pie.

Pero Edward se olvidó de su preocupación en cuanto la rubia, hermosa y dueña de sus pensamientos lo llamo, las cosas cambiarían de hoy en delante, no le caigo muy bien a Tanya, no es que ella me agrade del todo, odio la forma en que le habla a sus hermanas, como si fueran sus esclavas, Kate e Irina me parecían muy agradables, compartía una clase con cada una y siempre se portaban bien conmigo. Pero Tanya era otra cosa, ella no miraba con buenos ojos mi amistad con su ahora novio, la rubia había sido demostrado ser bastante territorial en otras ocasiones.

-Espérame aquí Bella, solo me despido de Tanny y regreso por ti.

No quería presenciar los arrumacos de Edward y su novia, ni siquiera estaba enferma, si hablamos de que tenía conocimiento sobre la causa de las nauseas. Edward y Tanya parecían discutir, no es que me importara, voltearon a verme en una ocasión, fingí leer el libro que tenia en las manos, rayos estaba al revés. Pero cuando volví la mirada, presencié la escena mas desagradable del mundo, si imaginarme a Edward besando a Tanya era horrible, presenciarlo era aún peor.

Mis pies no eran los suficientemente fuertes para moverse, pero los obligué a correr, hay cerca de dos kilómetros de distancia de mi casa a la escuela, pero me parecieron veinte metros, corrí como si mi vida dependiera de ello, escuche mi teléfono sonar, estaba casi segura que era él, no contesté. Apenas llegué a mi casa tome la llave oculta debajo del tapete y entré, Edward la había usado otras veces y no quería sorpresas, subí sin aire las escaleras y me desplomé en la cama, en algún punto me quedé dormida.

Me desperté cuando sentí que alguien acariciaba mis cabellos, era Alice la hermana menor de Edward y mi mejor amiga también. Ella era a la única a la que le había confesado abiertamente que estoy enamorada de su hermano, con la nueva noticia seguro intuyó que estaría destrozada.

-¿Cómo entraste?- pregunté con voz ronca, limpiándome las lagañas de los ojos.

-la puerta trasera tiene su maña- levantó su mano izquierda y vi su broche arruinado.

Sonreí negando con la cabeza. No se que haría sin Alice, ella era como una luz en medio de mi oscuridad, cuando le confesé mis sentimientos, ideó un centenar de planes para que Edward se enamorara de mí, todos sin resultados positivos evidentemente, pero no por eso estaba menos agradecida.

-Bella no puedes seguir así- le preste atención para que prosiguiera- es decir, se que eso sonara duro pero…- parecía pensar como explicar lo que quería decir con tacto- estas enamorada de alguien que aunque sea mi hermano, es un imbécil que no se da cuenta de lo genial que eres y que estás colada hasta los talones por él, no te merece Bella, no merece que sufras por él.

Estallé en llanto.

-Dime como Alice, dime como lo olvido tengo mas de dos años intentándolo, están fácil decirlo, hacerlo es lo difícil y yo no puedo- no se de donde saqué mas lágrimas pero una nueva oleada de lastimero llanto apareció.

-Se que no será fácil, por experiencia propia lo sé - dijo mientras me arrullaba, ella también sufría por el amor de Jasper, el mejor amigo de sus hermanos, el tiene novia- pero ahora si lo intentarás en serio, como vas olvidarlo si esta en todas partes, en tus clases, los mismos amigos, te lleva y te trae de la escuela, pasas con él todo el tiempo que no está con sus novias, tienes que salir de esa rutina cariño.

-¿ya no podemos ser amigos?- estaba aterrada su amistad era todo lo que realmente puedo considerar mío de él.

-no ha ese extremo Bella, pero estas tan pendiente de él que te has olvidado de ti misma, de conocer a un chavo que te guste, tener una relación con alguien que te quiera- yo no me imaginaba con nadie que no fuera Edward- ay mucha gente allá fuera Bella, no es correcto que gires en torno a Edward como si fueras su satélite cuando tu puedes ser un planeta hermoso y lleno de vida.

Sabía en el fondo de mi corazón que Alice estaba en lo correcto, pero ¿Qué hago? Si a Edward lo tengo metido hasta la medula.

-lo voy a tomar en cuenta Alice, pero hoy necesito descansar y también necesito un baño- me olfateé la axila para corroborar el hecho- mañana las cosas estarán mas claras y entonces tendré un plan mas concreto.

-eso espero Bella, por tu bien, me duele mucho verte mal- nos abrazamos y Alice me dio un beso en la mejilla.

-gracias por todo amiga.

-no tienes nada que agradecer, llámame si necesitas algo Ok, no olvides que yo siempre estoy para ti y sabes que, esa odiosa de Tanya no sabe lo que le espera.

-no Alice, sabes que tu hermano la quiere, si le haces algo a ella se lo haces a él, además Tanya no tiene la culpa de que yo esté enamorada de Edward.

- si, como sea, no es solo por ti, ella me choca, pero tienes razón Edward se va enojar conmigo si le hago algo, claro que existen los accidentes…

Me reí de su expresión de malicia, Alice es terriblemente hiperactiva, eso no es tan malo la mayoría de las veces, solo cuando quiere ir de compras… que por lo regular es siempre…

-¡Alice!- la reprendí.

-me marcho para que te cambies, nos vemos mañana.

Con pesar me levanté de la cama y la acompañé a la puerta. Después fui buscar un pijama para ir a bañarme. Sin duda era mejor dormir demás que tener toda la noche para pensar tonterías.

El agua caliente de la ducha tuvo un efecto anestésico, me destensó todos los músculos, con desgana salí del baño mucho tiempo después, mis dedos estaban arrugados. Con la confianza de que Charlie llegaría hasta horas mas tardes, Salí al pasillo y después a mi recamara envuelta en una toalla. El baño que comparto con mi papá es muy pequeño como para cambiarme dentro.

Escuche el sonido de mi celular cuando entré a mi recamara, pero al ver que era Edward lo dejé sonar, no estaba en condiciones de hablar con él por ahora.

Estaba a punto de quitarme la toalla cuando un ruido sordo me interrumpió. Lancé un grito ahogado cuando mi ventana se abrió de par en par.

Edward había saltado balanceándose en una rama del árbol continuo a mi ventana para luego caer en el suelo de mi recamara y gracias a dios estaba abierta porque si no su hubiera matado, o por lo menos, se hubiera roto algunos huesos.

-¡Edward!- grité alarmada- ¿estás bien?

-Auch- musito en un susurro bajo- si estoy bien- aseguró mientras se incorporaba- después me miró reprochadoramente- Isabella Marie Swan, se puede saber por que demonios no has contestado mis llamadas.

Ooops ¡Problemas!

-Este…- piensa Bella, piensa- es que estaba dormida y mi cel estaba en vibrador, si, por eso.

-¡Mentirosa! Te vi desde el árbol cuando lo tomaste y no contestaste-me acusó.

Me enojé ¿Quién se creé que es? Me rompe el corazón y luego viene a reclamarme.

Recordar que él no tenía la culpa de nada era difícil a veces.

-será porque esperaba vestirme antes de regresarte la llamada.

Ambos nos percatamos en ese instante de que yo solo estaba usando una toalla que ahora me parecía diminuta. Me puse colorada, Edward me dio la espalda.

-disculpa por entrar así, no encontré la llave que guardas bajo el tapete, me preocupé mucho cuando desapareciste, te busque por toda la escuela y no estabas y cuando te llamé al celular no me contestaste, luego tuve un problema con Tanya por eso no vine antes- claro ella ahora era mas importante que yo- estaba desesperado ¿Dónde demonios te metiste?

-Puedo ir a cambiarme al baño primero.

-si, claro- fue su turno de ponerse colorado.

Igual de colorada que él recogí mi pijama de la cama y casi me da un infarto cuando el bra se me cayó casi en sus pies. Edward lo levantó por insisto y cuando se dio cuenta de lo que era me lo entregó, pero vi en su cara que tuvo ganas de tirarlo al suelo.

-ya vuelvo.

Me cambié lo mas a prisa que pude, cundo salí Edward estaba sentado en mi cama, su sola presencia embellecía mi desordenada habitación, parecía avergonzado.

Pero cuando me vio al fin vestida recordó que estaba enojado conmigo y sus ojos verde esmeralda me asediaron con el anterior reproche, esperando una respuesta.

-¿Por qué te fuiste de la escuela y no me esperaste?

Su tonito baboso me molesto.

-tu estabas ocupado y pensé que tal vez el aire fresco me haría bien para dar una paseo a casa- soné mas contarte de lo que quería.

-¿volviste a casa andando? ¡Estabas mareada! Y ni siquiera me avisaste.

-¡estabas ocupado! Además un amigo me dio un aventón a casa-mentí.

Su mirada se volvió maliciosa, el sabía cuando yo le mentía.

-a sí ¿y que amigo era?

Mierda.

-no lo conoces.

-pensé que conocía a todos tus amigos, ya que son los mismos que los míos.

Entre las cosas que menos me gustaban de Edward era cuando se ponía de arrogante.

-¡Pues a este no! es que no puedo conocer a alguien a quien tu no conozcas, es hijo de un amigo de mi papá y me cae muy bien.

-¿Cómo se llama?

Ahora estaba realmente enojada.

-¡Qué te importa! No tengo porque decírtelo, no eres mi papa, además ya es tarde para que estés aquí metido conmigo, vete a tu casa Edward.

-No me trates así Bella- pude ver en su rostro que estaba herido.

El me había lastimado sin querer muchas veces, que yo se lo hiciera a él a conciencia no se sentía diferente.

-Por favor Edward, no me siento bien- le dije sin disculparme por ser grosera.

Entonces el cometió la imprudencia de abrazarme. Su olor nubló mis sentidos y no pude evitar estremecerme cuando el beso mi cabeza.

-perdóname por ser estúpido ovejita, me olvidé que él principal motivo para venir aquí era para asegurarme que estabas bien, solo estaba molesto porque estaba muy preocupado por ti.

-estoy bien- dije con la voz quebrada.

-No vuelvas a hacerlo- murmuró besando mi cabeza.

-Vete a tu casa Edward, es tarde para que conduzcas por el camino del bosque.

El soltó una pequeña carcajada.

-tonta Bella, se me ese camino de memoria, lo he recorrido toda mi vida, puedo conducirlo con los ojos cerrados si quiero- a veces la arrogancia sonaba en Edward demasiado natural.

-paso por ti mañana para ir juntos a la escuela.

-sip, a la hora de siempre- contesté separándome de su abrazo pero sin soltar la mano que el estaba apretando, hacerlo me caso casi dolor físico, una opresión en el pecho ¿tendría otra oportunidad de abrazarlo ahora que le pertenecía a Tanya?

-Me voy antes de que llegue el jefe Swan y me encuentre en el cuarto de su niña.

-como si fuera la primera vez…

Y odiaba el sermón que me daría después mi papá sobre los límites que debería tener mi amistad con Edward.

-la ultima vez me prohibió que no cruzara la puerta de tu habitación- luego volvió esa expresión arrogante- aunque técnicamente, entre por la ventana ¿no? tal vez debería irme por donde llegué.

-¡No!- grite asustada-¡Ni se te ocurra!

-Está bien, ya que insistes acompáñame a la puerta.

Camine con el hasta la calzada y cuando se alejaba hacia su coche estiré mi mano hacia la suya para prolongar lo máximo posible el contacto.

Edward se despidió con su sonrisa torcida que me volvía loca y un prometedor "hasta mañana"

Si. Esto era todo lo que tenía de él y todo lo que iba a tener jamás. Aunque Alice insistiera en que debía apartarme, yo no podía, por que negarme a mi misma lo que me hacía feliz, y ciertamente su compañía era lo que mas me hacía feliz.

4 de junio del 2009

Edward POV

Debería estar muy contento, de hecho lo estaba. Después de rogarle casi seis meses a Tanya Denali que saliera conmigo, por fin había aceptado y no solo eso, ahora éramos novios.

Todo debería ser color de rosas, excepto que no lo era. Desde que empecé a conquistar a Tanya supe que a ella no le gustaba mi amistad con Bella, estaba celosa de ella, lo cual me parecía muy infantil de su parte. Yo no miraba a Bella de esa forma, ella siempre ha sido y será mi mejor amiga.

Desde que la conocí nos acoplamos como amigos, a pesar de que ella era algo introvertida. Ella siempre estaba para mi, siempre que estaba aburrido, triste, enojado, feliz estresado no había nada mejor que estar con Bella, era como una hermana, yo adoro a mi hermana de verdad, pero es un remolino, mi ovejita siempre me daba paz.

Por eso me molestaba y desconcertaba la actitud de Tanya, ayer no entendía que tenía que irme porque mi mejor amiga estaba enferma, ella tendría que aprender a ser más tolerante si quiere que lo nuestro funcione.

Ahora me encontraba conduciendo hacia la casa de Bella para ir a la escuela, el problema es que en el asiento del copiloto se encontraba mi novia y en la parte de atrás sus dos inseparables hermanas Irina y Kate, yo no quería que Bella se sintiera incomoda pero el coche de las chicas se descompuso y sus papas estaban de viaje, no tenían a nadie que las llevara a la escuela.

Cuando llegamos a la casa de Bella la patrulla de su papá ya no estaba, lo cual era lógico, contando el hecho de que Tanya tardo horas en estar lista. Estaba encantado con el resultado pero Bella nunca me hacia esperar tanto. Había mucha neblina así que cuando toqué el claxon, Bella salió casi corriendo, algo no recomendado teniendo en cuenta lo patosa que es, abrió la puerta del copiloto sin darse cuenta que el lugar estaba ocupado.

-Edward es muy tarde…

-Lo siento Bella…- le dijo Tanya con la voz extrañamente suave- es culpa nuestra que Edward haya venido tan tarde, nuestro coche se descompuso, espero que no te moleste que los acompañemos hoy.

Bella tardó unos segundos en contestar.

-Este… no por su puesto que no.

Acto seguido caminó hacia el asiento trasero y se acomodó junto a las hermanas de Tanya.

-¡cariño apúrate!- me llamó Tanya al ver que estaba observando las expresiones de Bella- llegaremos tarde a la escuela.

-si, claro.

Arranqué el coche pero un tenso silencio reinó en el interior de este, fue roto por Kate que le preguntó algo a Bella sobre una tarea en una clase que compartían, básicamente esa fue toda la conversación.

Cuando llegamos a la escuela, Tanya esperó por supuesto a que le abriera la puerta. Lo hice como el caballero que mamá cree que soy, pero ya no alcancé a hablar con Bella, el timbre de entrada sonó y ella se marcho ipso facto despidiéndose solo agitando su mano.

Estuve distraído las primeras dos clases de la mañana. En parte porque Tanya de alguna manera se las arregló para que nos sentáramos juntos, en la ultima fila, lejos de la vista de la profesora. Y en parte por que tenía la sensación de que debía disculparme con mi ovejita.

Me olvidé de todo cuando mi novia me dio un beso húmedo en la hendidura detrás de mi oreja.

Ella era genial.

Muy pronto el indeseado timbre sonó, mi hora con Tanya se había acabado, en la siguiente clase vería a Bella…

-Que te parece si la siguiente hora vamos a besarnos al almacén, se de buena fuente que no hay nadie.

O tal vez la disculpa puede esperar.

Jasper POV

Mi clase terminó antes que la de los demás, por lo que como siempre estaba esperado a que los chicos salieran de sus clases y vinieran a sentarse.

Yo tenía una linda novia llamada María, a ella no le caían muy bien mis amigos y el sentimiento era mutuo.

Ella y yo estábamos juntos en muchas clases, nuestra relación era muy madura, decidimos que lo mejor era que en el almuerzo, yo me quedaría con mi hermana, la cual parecía tener una seria aversión hacia María y con mis mejores amigos Emmett y Edward, su hermana y Bella.

Por su parte María se juntaba con Nettie y Lucy, lo que me venía muy bien, Nettie y yo no nos llevábamos bien. Soy muy bueno para descifrar los estados de ánimo de los demás y ella emanaba pura hostilidad hacia mí.

Alice, la hermana de Edward fue la primera en entrar.

Nunca me he sentido cómodo con ella, va en primero, es la mas pequeña del grupo y no era realmente mi amiga, mi relación con ella se limitaba a mi amistad con sus hermanos.

Ella se dio cuenta que nuestra mesa estaba sola y puso esa expresión lastimera que siempre tenía al verme.

Creo que todos los de la bolita sabían que ella sentía algo por mí. La verdad Alice es muy linda, pero yo hace mucho que estoy con María.

Alice parecía dudar si venir a sentarse o no, al final dejo caer sus hombros y se sentó en el asiento continuo al mío.

-hola- me saludo con un tono ensayadamente indiferente.

-hola- conteste de igual forma.

Al parecer su clase también había terminado antes porque todavía faltaban diez minutos para el receso.

-¿estas bien?- pregunte al verla tan decaída, por lo regular Alice estaba riendo, cantando o dando pequeños saltitos.

-Supongo, no me falta ninguna parte del cuerpo- contestó con un tono neutro, sin emoción.

No quise ahondar más en la conversación, las chicas son complicadas.

-¿y… como va la fiesta de cumpleaños sorpresa?- intenté cambiar de tema, Edward cumplía diecisiete en dos semanas.

-No se, ahora que Edward sale con Tanya, me imagino que tendrá sus propios planes.

-¡Ah!- fue todo lo que dije, Alice era la mejor amiga de Bella y ella estaba colada por Edward, todos los de la pandilla lo sabíamos menos él.

Pobre Bella, Edward era un noviero de primera desde los catorce, ella ha tenido que verlo brincar de relación en relación sin que él se de cuenta de que la lastima…

Lamentable.

Pero ahora yo estaba solo con la hermana menor de mis amigos.

-¿tu cumpleaños ya pasó, no?

Sinceramente no tenía idea de cuando cumplía años, pero no se me ocurría otra cosa.

Ella me miró rayado, quizá pensando que tras años de conocernos al menos debería conocer la fecha en que nació, ella me regaló una camisa en mi ultimo cumpleaños…

-Cumplo dieciséis el veintitrés de agosto.

-este…- no sabía que decir así que me salí por la tangente- ¿tanto tiempo ha pasado desde tu increíble fiesta de los doce años?- intenté bromear pero solo me gané la irritación de Alice.

No le presté atención porque María entró en la cafetería con sus amigas y cautivo mi atención hasta que se dio cuenta que la miraba. Me lanzo un beso aéreo que yo fingí atrapar y lo estrellé en mi pecho, justo encima de mi corazón.

Cuando volví del trance había dos ocupantes más, mi hermana Rosalie y su novio Emmett, uno de mis mejores amigos.

-Eres tan cursi cuando baboseas con María- Rosalie era demasiado venenosa en ocasiones.

Emmett estaba cuestionando a Alice sobre su estado de ánimo, ella solo negó con la cabeza sin decir ninguna palabra.

Ver a Alice melancólica me hacia sentirme raramente desolado, como si me doliera su tristeza y no entendía el porque.

Hablando de emociones por la tarde tenía ensayo con la banda…

Alice POV

-¿Que pasa cariño?- me cuestionó Emmett cuando se sentó en nuestra mesa.

Solo negué con la cabeza, diciéndole con ese gesto que no se preocupara.

Constatar en primera fila lo que María, alias la novia del chico al que amo, había dicho en el pasillo era terrible.

Sus palabras retumbaban en mi cabeza como un maldito disco rayado.

"que triste desear a un hombre que nunca te pertenecerá"

Había dicho esas palabras en voz alta, con toda la intención de que yo la escuchara, lo que mas me dolía, es que quizá ella hablara de eso con Jasper, tal vez se burlaban de esa pobre niñita que se sentía atraída por el mejor amigo de sus hermanos.

Pero no podía evitarlo, estaba enamorada de el desde que era una niña. Lo admiro no solo por ser hermoso, sino por su sensibilidad. Soy la fan número uno de su banda sin nombre. Las letras de sus canciones eran tan tiernas. Algo que la bolsa de hormonas de María no podría apreciar.

Había pasado media hora y Bella no aparecía por ningún lado, tendría que irla buscar, ella todavía estaba bajoneada por lo de Edward.

¡Porque los hombres eran tan estúpidos! No podrían reconocer algo bueno aunque se tropezaran con ello.

Edward y Jasper tenían el mismo problema.

Al menos Jasper era lo suficiente considerado como para no imponerlos la adorable presencia de su linda novia - nótese el sarcasmo- Edward se dirigía a nuestra mesa con la rubia de mis pesadillas. Hora de desertar.

Rosalie POV

Nunca he sido cercana a Bella y Alice. Pero la verdad era que en la actualidad simpatizaba con ellas.

Yo era una persona egoísta por naturaleza. Mi interés se limitaba a mi misma y a mi novio, mi precioso osito Emmett. Ese apodo no era un simple cariño, el era un oso en TODOS los sentidos de la palabra. Tierno, amable, atento, apasionado y mierda, si que era sexy, por eso agradecía infinitamente al cielo que alguien así se fijara en alguien tan frívola y egocéntrica como yo. Si, lo admito, me encanta ser el centro de atención, tengo una necesidad compulsiva de ser admirada por los hombres y envidiada por las mujeres.

Esa soy yo, y mi mejor justificación es que lo heredé de mi madre.

Volviendo a Bella y Alice, realmente sentía pena por ellas, Bella era demasiado sosa en cuanto a los chicos y Alice demasiado hiperactiva.

Una era demasiado lenta y la otra no dejaba de correr. Una enamorada del mejor amigo y la otra del amigo de sus hermanos, en otras palabras el idiota de Edward y el pelele de mi hermanito Jasper.

Emmett estaba preocupado por ellas y eso distraía su atención de mí. Por supuesto que eso no me gustaba, tenía que hacer algo.

No es como si me molestara fastidiar a mi querida cuñadita. María tenía la palabra interesada tatuada en la frente y mi hermano no se daba cuenta. Ella solo se portaba linda cuando mi hermano le compraba cosas caras con la brillante tarjeta de crédito dorada que le dio papá.

Yo no tenía una igual. Lo se, es injusto, pero papá me acusó de ser compradora compulsiva y dijo que una tarjeta normal estaría bien.

El punto es que María es una mosca muerta, yo prefiero a Alice aunque parezca duende.

En cuanto a Edward y Bella, me dieran igual si no fuera por que la tonta cabeza hueca de Tanya que cree que Edward es mas guapo que Emmett, ¡Ella cree que es mas bonita que yo!

Digamos que era la hora de mi buena acción del día e iba ayudar a esas niñas.

¡Definitivamente soy un ángel!

-¿Que decías cariño?- Emmett me hablaba y no me di cuenta.

-que te vez linda cuando estas pensativa.

-Yo soy linda siempre- asegure, mas para la zorra de Tanya que para Emmett.

Rosalie Hale siempre pone los puntos sobre las "i"

Emmett POV

Alice salió como si la mesa se hubiera apestado en cuanto Edward y Tanya llegaron, mejor dicho cuando Tanya llegó a la mesa.

A mi tampoco me agradaba esa chica pero yo siempre respetaba las decisiones de mis hermanos.

Estaba preocupada por ella y también por Bella ambas me habían parecido tristes durante la mañana. Bella era como mi hermana y me dolía igual que Edward y Alice.

-¿sabes que le pasa a Alice?- pregunte a mi novia.

Ella tenía esa expresión de cuando estaba pensando algo profundamente, un gesto casi calculador.

-¿Qué decías cariño?

Su hermoso cuerpo estaba en la cafetería pero su mente estaba a cientos de kilómetros.

-que te vez linda cuando estas pensativa- improvisé.

Ella era linda siempre y no tardo en remarcármelo. Sonreí, Rose era demasiado hermosa y vanidosa para su propio bien.

-¿algo le pasa a Alice?- dijo Edward que andaba que no tocaba el suelo desde que esa niña le había dado el "si"

-es lo que voy a averiguar- sonó la campana y yo me levante- te importa cielo, voy a buscar a las chicas.

-A sí, mi ovejita tampoco ha venido a comer- dijo Edward como si apenas se hubiera dado cuenta de su ausencia – dile que quiero hablar con ella, bueno lo haré cuando la lleve a su casa.

Tanya resopló.

-que apodo tan cursi y ridículo- no me había dado cuenta que su voz era tan nasal, como de un pato graznando ¿Edward pensaba que su voz era sexy? Creo que una vez lo mencionó- además me prometiste que iríamos por un helado saliendo.

-¿Cuándo dije eso?- dije mi hermano confundido.

Tras la mirada lasciva y libidinosa, si se me permite decir, Edward recordó lo que hacía cuando le prometió eso a su novia.

-O sí, yo dije eso.

Me exasperé ahora mi hermano parecía su marioneta, el que criticaba tanto a Rosalie por ser posesiva. Lo que Tanya es, es obsesiva.

-No te preocupes yo llevo a eso Bella a su casa.

Esperaba que Rosalie no hiciera un mohín. Suspire. Al parecer mi princesa estaba de mi lado hoy.

Sin decir nada mas me despedí de Jasper con la mano y de Rose con un beso para ir buscar a mis otras princesas.

Por supuesto no estaban en sus clases. Las busque por toda la escuela, en los jardines que más que jardines eran terrenos de charcos, detrás de las aulas, en los talleres y en las canchas.

Claro conociendo a Bella, ella estaría en la biblioteca, alias, el lugar menos visitado de la escuela.

Dicho y hecho, mi hermana de sangre y mi hermana del alma, estaban moqueando repatingadas contra un librero. Al verme ambas se lanzaron sobre mí, una en cada uno de mis hombros.

Sentí mucha tristeza y también mucha rabia, quien le hizo esto a mis chicas me lo iba pagar muy caro.

¡Hola chicas…!

A quienes leen esta historia por primera vez, sean bienvenidas.

A las lectoras habituales les informo que estoy editando—si lo se, otra vez—lo que pasa es que le di una leída de rutina a la historia y encontré un montón de inconsistencias.

Por ejemplo en el primer cap dice que Edward es el capitán del equipo de futbol, y en el segundo que el y Jasper juegan básquet. Además de que Derek es el capitán del equipo de fut.

Y como ese hay varios errorcitos así que las invito a leer de nuevo, habrá varios cambios y ya tengo adelantos de los próximos capítulos.

Cuídense, besos.

Lizzie Swan

NoTa FiNaL:

Como algunas ya habrán leído tuve problemas con mi computadora y se me borraron todos mis documentes, historias que estaba escribiendo, Fics de otras autoras que había guardo incluyendo algunos que han sido borrados de FF, mis fotos ¡TODO! Una verdadera tragedia.

Las historia que estoy escribiendo actualmente las pude descargar fácilmente de mi cuenta de Fanfiction, sin embargo había borrado todos los caps de una que se llama "custodiando al diablo" y no tenia ningún respaldo.

Si alguna de ustedes seguía esta historia o conoce a alguien que seguía esta historia y que la tenga guardada en su compu les agradecería mucho que me la pasaran por e-mail. Si tienen información mándeme un PM o un review.

De antemano gracias.