Hoy les ofrecemos: Y fueron 6

Nuestra historia de hoy comienza en un campo verde no muy lejos del nuevo castillo de la Princesa Twilight Sparkle donde ella se encontraba practicando un nuevo hechizo de magia como los que acostumbra antes. Sin embargo, aún no le salía.

En eso, un bebé dragón que presumía ser su asistente número 1 llegaba.

–Hola Twilight, ¿qué estás haciendo? –Dijo Spike, el asistente número 1 de la Princesa de la Amistad.

–Hola, Spike. –Decía Twilight Sparkle, la Princesa de la Amistad– Nada, sólo intento perfeccionar un hechizo de un libro que leí.

–Genial. –Dijo Spike mientras observaba la portada del libro– Oye, pero ese libro yo no te lo conocía. ¿De dónde lo sacaste?

–Oh, esta mañana la Princesa Celestia me dijo que ya estaba lista para leer a ciertos libros que la realeza ocultaba. Y, pues quise empezar con uno de magia. ¡Ya sabes! ¡Por los viejos tiempos!

– ¡Ah, qué bien! –Dijo Spike, muy interesado– ¿Y cómo vas con eso?

–Ya casi termino. Complete el hechizo para enviar cartas, los de teletransportación y los de campos de fuerza. El único que me falta es éste de aquí. –Decía Twilight señalando una página de dicho libro– No estoy muy segura de qué hace ya que el libro entero está escrito en otro idioma que apenas estoy estudiando, pero se ve interesante.

–Interesante. –Dijo Spike mientras veía la página del libro.

Obviamente, él no tenía idea de lo que decía el libro, pero intentaba imaginarse lo que decía ya que el libro contaba con dibujos y el dibujo de ésta página era bastante singular.

Verán, el dibujo de la página era un alicornio cuyo cuerno iluminado apuntaba hacia una especie de charco blanco gigante rodeado por su magia.

–Oye, Twilight –Decía Spike, intrigado– ¿Y estás segura de que quieres nadar en agüita de horchata?

–Esto no es agua de horchata.

– ¿Entonces qué es?

Twilight se coloca unas gafas de laboratorio y luego dice:

– ¡Eso lo sabremos pronto!

Y en eso, debidamente concentrada, la princesa dispara su magia apuntándole a un vidrio redondo en el suelo haciendo que se forme un enorme círculo de magia muy redondo y rosado que ella debía blanquear con su magia.

El pasto verde empezaba a sacudirse por una ventisca que poco a poca iba a culminarse en un poderoso tornado.

– ¡Twilight! –Gritaba Spike mientras era llevado por el tornado– ¿No crees que ya deberías tomar un descanso?

–Luego, Spike. –Decía Twilight muy decidida– Ya empecé con este hechizo y no descansaré hasta terminarlo.

Spike comienza a ascender hasta llegar al ojo del tornado y salir disparado hacia Sweet Apple Acres donde cae al techo, terminando en el suelo del cuarto de Applejack.

– ¡Por mis corrales! –Exclama Applejack mientras pasaba afuera de la habitación, en el pasillo– ¿Te encuentras bien, Spike?

–Sí… supongo…

Luego de ir a socorrer a Spike, Applejack mira por la ventana un tornado fuera de control.

–Spike, ¿sabes qué es lo que está ocurriendo allá afuera?

–Twilight… ella… está…

– ¿En peligro?

Spike no pudo contestar ya que no estaba muy despierto que digamos por el fuerte golpe en el cráneo que se dio. Applejack, sin dudarlo ni un segundo, subió a Spike en su lomo y ambos fueron directo hacia donde estaban los Elementos de la Armonía.

Luego de regresar con los Elementos, ella comenzó a buscar a sus amigas, empezando por la casa de Fluttershy.

–Fluttershy, ¿estás ahí? –Dice Applejack después de haber tocado la puerta.

Fluttershy entreabre la puerta para ver quién era.

–Soy yo, Applejack.

Y sin pensarlo dos veces, Fluttershy mete rápidamente a Applejack dentro de su casa.

Al estar dentro, Applejack pudo apreciar que el lugar estaba repleto de animales temerosos que también se resguardaban del tornado.

–Discúlpame, Applejack, es que esto del tornado ha puesto nerviosos a todos mis animalitos y necesito proteger su seguridad. –Argumentó Fluttershy.

–No hay problema, terroncito. Vine a traer a Spike porque cuando pesé por mi cuarto, lo encontré a él herido y…

– ¡¿Spike está herido?! –Preguntaba Pinkie Pie mientras pasaba entre los animales que había ahí.

– ¿Pinkie? ¿Tú qué haces aquí? –Preguntaba Applejack

–Ella está consolando a Rarity mientras pasa el tornado. –Decía Fluttershy mientras apuntaba un rincón en el que Rarity se encontraba aterrada en posición fetal con la melena despeinada y chupándose un casco– ¿Y no lo has llevado a una clínica? ¿Y Twilight sabe de eso?

–Precisamente no lo he llevado a una clínica porque él tiene algo importante que decirles sobre Twilight. –Contesta Applejack mientras sostiene y le habla a Spike– Anda, diles.

–Twilight… ella… está… –Repitió Spike, aún atolondrado.

– ¿ELLA ESTÁ QUÉ? ¿ESTÁ QUÉ? –Gritaba Pinkie desesperada mientras agitaba a Spike.

–Vengan… pronto… –Dijo Spike, desmayándose.

–Ay, todos son iguales. –Dijo Pinkie.

–Lo único que pude ver al entrar al castillo por los elementos era que el tornado provenía de allá atrás. No pude hacer nada porque pensé que sería mejor que todas juntas ayudáramos a Twilight. –Explicó Applejack mientras le pasaba los Elementos a las chicas.

–No te preocupes, Spike –Decía Fluttershy consolando a Spike mientras se colocaba su Elemento–, te prometo que yo y las chicas ayudaremos a Twilight y detendremos el tornado. Siempre y cuando encontremos a Rainbow Dash.

En eso, el fuerte tornado que empezaba a volverse huracán provocó que Rainbow Dash se haya estrellado en la ventana de la casa de Fluttershy.

– ¡Qué barbaridad! ¿Estás bien, Rainbow Dash? –Dijo Fluttershy abriendo la ventana donde azotó Rainbow Dash para meterla adentro de la casa.

–He sufrido peores… –Declaró Rainbow Dash.

–Pues no sé ustedes, chicas, pero yo estoy lista para ir a ayudar a Twilight a detener ese tornado. –Decía Applejack con su Elemento puesto a punto de salir de la casa– ¿Quién me acompaña?

–Yo lo hare. –Dijo Fluttershy.

–Yo también. –Dijo Rarity parándose de su esquina mientras se colocaba su Elemento.

–Y yo. –Dijo Pinkie Pie colocándose su Elemento mientras ayudaba a Rainbow Dash a pararse.

–Cuenten conmigo. –Dijo Rainbow Dash colocándose su Elemento mientras intentaba levantarse con la ayuda de Pinkie.

–Yo también iré. –Dijo Sunset Shimmer llegando de la cocina con un trozo de pastel de fresa mordido.

– ¡No! ¡Tú no sales en esta historia! –Dijo Pinkie con una mirada amenazante.

– ¡Ni hablar! De regreso a la cocina… –Contestó ella mientras caminaba de vuelta a la cocina.

–De acuerdo, ahora que todas tenemos nuestro Elemento puesto, estamos listas para… –Decía Applejack hasta que la ventisca del tornado se metió por la ventana abierta haciendo que las cinco yeguas y Spike salieran por la puerta haciendo que quedaran atrapadas en el aire.

– ¡De todas formas ya se estaban tardando! –Dijo Sunset Shimmer desde la cocina para luego beberse un cartón de leche.

Mientras nuestras amigas volaban por los aires siendo llevadas por la feroz corriente de dicho tornado, acabaron en aquel campo verde donde la Princesa Twilight Sparkle se encontraba haciendo magia. ¡Y había progresado mucho! ¡El círculo ya se había blanqueado! Sin embargo, no era suficiente ya que el hechizo pedía específicamente blanco puro.

– ¡No puede ser! ¿Qué le pasa a Twilight? –Le dijo Rarity a Spike mientras lo levitaba con su magia.

–Twilight… ella… está… haciendo… magia. –Respondió Spike, reincorporándose y sobándose la cabeza.

– ¿Magia? ¿O sea que todo este desastre fue solo por un nuevo hechizo? –Dijo Applejack un poco decepcionada.

–Ay, ¡pues ya saben cómo es Twilight! Cuando ella empieza con un nuevo hechizo, nunca descansa hasta terminarlo. –Dijo Spike.

– ¿Yo qué? –Dijo Twilight, siendo llevada ella también por el tornado por haberse desconcentrado.

– ¡Twilight! –Dijo Applejack

– ¡Mande! –Contestó ella.

– ¡Toma! –Dijo Applejack mientras le pasaba su Elemento de la Armonía.

– ¡Gracias! –Dijo Twilight colocándoselo.

–Ahora que tenemos todas nuestros Elementos de la Armonía, ¡detengamos el tornado juntas! –Dijo Applejack muy decidida.

– ¡De acuerdo! –Dijeron las 5 luego de mirarse entre ellas.

Y ahora, con sus Elementos de la Armonía puestos, las chicas ayudaron a Twilight con la magia de sus Elementos a terminar el hechizo haciendo que el círculo ese se convirtiera en un resplandeciente blanco puro.

El tornado paró. Y todas cayeron al suelo mientras contemplaban la obra maestra de la Princesa de la Amistad.

– ¡Guau! ¿Y eso qué es? –Decía Pinkie impresionada.

–Queridas amigas, esto es… ah… es un… –Decía Twilight confundida– que… ¿Qué es esto?

Y antes de que Twilight pudiera checar en el libro qué era exactamente esa cosa, de ella salieron dos criaturas completamente diferentes. Una de ellas era una criatura de apariencia humana con pelo blanco y mechones rosas que aparentemente era una hechicera y la otra era un lobo bastante grande con ojos verdes, garras largas, ropa verde con blanco y un raro símbolo que tenía en su collar.

Todas las ponies quedaron totalmente desconcertadas.

–Impresionante… –Decía la hechicera humana mientras acercaba su bolso al oído– No, no soy fanática de esas cosas… –Le decía a su bolso– No, no sé qué nuevo truco utilizó Ben, supongo que Gwen le habrá ayudado para…

Mientras la hechicera conversaba con su bolso, la criatura lobo corría ferozmente utilizando el factor sorpresa atacarla con sus garras sin que ella se diera cuenta. No lo logro, pues la hechicera sí se dio cuenta y cubrió el ataque con un escudo de magia.

– ¡Esta vez no, viejo! –Decía la hechicera mientras mantenía su escudo de magia– ¡Hace mucho que dejaste de sorprenderme con tus alienígenas! Dime, ¿cómo se llama este?

– ¡Blitzwolfer! –Rugió lentamente entre jadeos la criatura (que se llamaba Blitzwolfer) mientras daba el último rasguño para romper el escudo de la hechicera (que también debe tener un nombre).

Luego de romper el escudo, Blitzwolfer lanzó un poderoso aullido sónico verde, pero la joven hechicera esquivó el ataque haciendo que tome otra trayectoria… en la que casualmente nuestro amigo Spike estaba caminando.

– ¡Spike! ¡Cuidado! –Gritó Applejack, pero ya era demasiado tarde.

– ¿Yo qué? –Preguntó el bebé dragón, pero aquel aullido lo hizo volar directo hacia una casa donde se estrello brutalmente con la pared haciendo que esta se rompiera y que él terminara adentro de la casa– Ah, eso…

Mientras esta batalla ocurría, Twilight examinaba la cosa blanca esa que fabricó con su nuevo hechizo.

–Ah, creo que ya entiendo, chicas. –Decía Twilight luego de leer el libro y examinar la cosa– ¡Esto es un portal!

–Ay, ¿tú crees? –Decía Spike, reventado en aquella casa.

El símbolo que Blitzwolfer comenzó a parpadear seguido de ser cubierto por una luz verde. Cuando la luz verde dejo de brillar, la criatura se convirtió en un chico humano castaño de playera negra y verde, pantalón café, ojos verdes aún y un raro reloj en su muñeca.

–Eres… eres uno de ellos. –Dijo Twilight mientras miraba a aquel chico y recordaba sus aventuras con las chicas de Canterlot High.

–Un bebé dragón estrellado en un muro… ¿Cuántos más, Charmcaster, cuántos más? –Decía el chico mientras veía a Spike.

– ¿Qué pasa, Ben? ¿Estás triste porque Blitzwolfer te dejo? ¿Igual que Kai? –Dijo la joven hechicera (que ahora sabemos que se llama Charmcaster), humillando a Ben.

–Hay más de donde vino ese. –Dijo Ben, oprimiendo un botón en su reloj que hizo que la luz verde resplandeciera otra vez.

Y es que resulta que el reloj que Ben traía no era un reloj cualquiera. Era el Omnitrix, un extraño artefacto alienígeno que, de donde Ben y Charmcaster venían, era el más poderoso del universo.

Ben se había transformado en otra criatura totalmente diferente a aquella criatura lobo. Era una criatura antropomórfica negra con franjas amarillas, tenazas, hombros grandes y puntiagudos, el mismo símbolo que tenía en su collar Blitzwolfer y una cabeza gris con ojos verdes que no estaba unido a su cuerpo y que flotaba por magnetismo.

–Bueno, yo quería a Cuatrobrazos, pero Lodestar también es una buena opción. –Dijo Ben convertido en Lodestar.

–No sabía que los humanos podían hacer eso. –Dijo Twilight mientras observaba las habilidades de Ben.

–No lo hacen. Se podría decir que yo soy el único. –Le explicó Lodestar a Twilight.

– ¡Guau! ¿Y qué hace esa cosa loca? –Dijo Pinkie, emocionada.

– ¿Él? Ah, es Lodestar. –Le explicaba Lodestar a Pinkie Pie– Tiene el poder del magnetismo. O sea que puedo emitir pulsos magnéticos para atraer cualquier material ferromagnético.

– ¡Vaya! ¡De grande quiero ser como tú, Ben! Pero resulta que no hay nada metálico por aquí, ¿verdad? ¡Ha-ha-ha-ha! –Rió Charmcaster frente a Lodestar. Y tenía razón, no había nada metálico cerca como para que él pudiese usarlo a favor suyo.

No obstante, Lodestar tomó ágilmente a Charmcaster por los brazos y sin pensarlo dos veces estrelló su cabeza contra la de ella provocándole una contusión y un desmayo haciendo que cayera al suelo.

– ¡Eso te pasa por andarme recordando malos momentos! –Decía él mientras empezaba a lagrimar y a deprimirse un poco– Ben Tennyson no es la mascota de nadie…

Luego de olvidar tan horribles recuerdos, Lodestar entró hacia la casa donde estaba reventado Spike y se destransformó para poder hablar con él.

– ¡No me lastimes! –Dijo el bebé dragón asustado.

– ¿Por qué habría de hacerlo? Yo soy un héroe y mi deber es proteger a los demás.

Afuera de la casa, se oía a alguien llegar.

–Princesa Twilight, vine tan pronto como pude. –Dijo la mismísima Princesa Celestia– ¿Cuál es el problema?

–Lo que pasa es que estaba realizando uno de los hechizos que usted me dio –Explicaba Twilight mientras sujetaba el libro– y resulta que salió esta piscina de agua de horchata y…

– ¿Agua de horchata? –Preguntó la princesa.

–Quiero decir… –Decía Twilight algo nerviosa– que al principio pensaba que era agua de horchata… ¡Spike! Spike pensó que era agua de horchata y… –Twilight observó que él no se encontraba ahí presente– Por cierto, ¿dónde está él?

–En aquella… casa… –Dijo Fluttershy mientras señalaba la casa donde se reventó la cara Spike.

–Ah, sí. Entonces resulta que esa cosa no era agua de horchata, si no un portal. –Explicaba todavía Twilight– Y de ese portal salieron dos criaturas: Una era una hechicera humana, el otro era un humano que cambiaba de forma con un reloj muy raro y ambos se estaban peleando y bueno, él le dio un cabezazo en la cabeza a ella y… –Twilight vio a Charmcaster desmayada en el suelo– ¡Mire! ¡Allá está!

–Déjame examinarla. –Dijo la Princesa Celestia mientras elevaba a Charmcaster hacia ella para poder examinarla más de cerca.

–Pensé que era una de las humanas como mis amigas de Canterlot High, pero se ven totalmente distintas.

–Tienes mucha razón, Twilight, ella parece algo que ningún pony había visto antes hasta ahora.

Charmcaster comenzaba a volver en sí.

– ¡Mire! ¡Está despertando! –Dijo Rainbow Dash.

–Intentaré hablar con ella. –Dijo la Princesa Celestia mientras elevaba a Charmcaster para hablarle mientras se recuperaba– Hola. Soy la Princesa Celestia, la suprema gobernante de Equestria. ¿Y tú quién eres?

– ¡Tu peor pesadilla! –Exclamó Charmcaster a la princesa mientras absorbía esa nueva magia que estaba rodeando su cuerpo– ¡Vaya! Con todo este poder, podré hacer todo lo que yo…

Charmcaster no pudo terminar de decir lo que decía, ya que recibió una fuerte descarga eléctrica que provocó que se desmayara otra vez.

– ¡A este lo llamo Shocksquatch! –Le dijo Ben convertido en Shocksquatch a Pinkie Pie mientras sostenía a Charmcaster porque estaba desmayada.

– ¡No cabe duda de que eres un estuche de monerías! –Le contestó Pinkie.

–Princesa Celestia, ¿está usted bien? –Dijo Twilight muy preocupada por ver a la princesa debilitada en el suelo.

–No se preocupe, Princesa Twilight, la humana no me debilitó lo suficiente. Y… –Le decía la Princesa Celestia a Twilight mientras volteaba a ver a Shocksquatch– ¿a quién debo agradecerle por su ayuda?

–Ah, a mí me conocen como Ben 10, el mayor superhéroe de todos los tiempos. –Le explicaba él a la Princesa Celestia– Estaba peleando con esta chica llamada Charmcaster hasta que sin motivo aparente llegamos a este extraño lugar.

–Pues sin duda eres bueno en el combate. –Le decía la Princesa Celestia a Ben– ¿No te interesaría ser guardia real de Canterlot?

Ben se destransformó.

– ¿Trabajar? ¿En vacaciones? ¡No gracias, princesa! –Dijo él.

– ¡Como quieras!–Le decía la Princesa Celestia a Ben mientras volteaba a ver a Twilight– Y Twilight… Tenemos que cerrar el portal y deshacer el hechizo.

– ¡¿Qué?! –Dijeron Ben y Twilight al unísono.

–No se preocupen. –Les decía la Princesa Celestia a ambos– Me comprometo a que, cuando esa humana peligrosa esté encerrada, les ayudaré a fabricar un portal nuevo, ¿está bien?

– ¡¿Encerrada?! –Exclamó Charmcaster mientras Ben y Twilight asentían.

– ¡Llévensela! –Le dijo a Princesa Celestia a sus guardias reales mientras éstos se llevaban a Charmcaster a una jaula enorme mientras ella todavía seguía un poco aturdida.

–Así que para eso era esa enorme jaula. –Dijo Spike.

–Yo pienso en todo, Spike. –Contestó Twilight, luego volteo a ver a la princesa– Princesa Celestia… ¿puedo?

–Por supuesto, Twilight, es en la página 43. –Le explico la Princesa Celestia a Twilight.

Twilight tomó el libro con su magia y lo colocó en la página 43. Cabe destacar que según el libro, el hechizo para cerrar el portal es muchísimo más complicado que el hechizo para abrirlo, así que ella necesitaba todo el poder de los Elementos de la Armonía y toda la concentración del mundo para poder realizar el hechizo y no morir en el intento.

Sin embargo, supongo que habrán adivinado que a Charmcaster no le fascinaba del todo la idea de quedar atrapada por siempre en una prisión en otra dimensión desconocida. Así que utilizó su magia para controlar el brazo de Ben y usarlo para atravesar el Omnitrix mientras las chicas disparaban su rayo de magia… ¡A ver qué pasaba!

Y cuando eso pasó, se originó un par de muy brillantes resplandores: Uno verde, que era el de Ben y uno lila que era el de las chicas. Estos resplandores estaban acompañados de una falla de funcionamiento en el Omnitrix y en los Elementos de la Armonía también.

Todos estaban confundidos. Todos. Incluso Charmcaster que fue la que provocó todo esto.

– ¡Mi trabajo aquí terminó! –Dijo Charmcaster mientras rompía los barrotes de la jaula para luego brincar al portal cuando aún seguía abierto.

Siguiendo con aquel enorme problema, el resplandor verde y el lila se empezaron a juntar poco a poco con el blanco que emanaba del portal hasta convertirse en un solo brillo que cuando se desvaneció, lo hizo sin dejar rastro: No estaba Ben, ni las chicas, ni Charmcaster… ¡Ni siquiera estaba el portal! Lo único que había quedado era un fuego artificial que salió disparado al cielo.

– ¿Qué pasó? –Dijo Spike en estado de shock.

–No lo sé… –Dijo la Princesa Celestia también en estado de shock.

Spike y Celestia se encontraban ambos muy atónitos. No tenían ni la más mínima idea ni de a dónde habían ido las seis ponies ni de cómo hacer que vuelvan.

– ¡Buen viaje! –Dijo Sunset Shimmer mientras devoraba un croissant.

Y las seis se encontraban divagando en un vórtice directo hacia otra dimensión muy desconocida para ellas.

Al final del camino, las seis aterrizaron en un lugar oscuro, pérfido, peligroso, dañino, nocivo, traidor, traicionero y muy, muy, muy cruel…

¡Bellwood!

¡Uy qué miedo!

– ¿Dónde estamos? –Dijo Twilight aturdida mientras veía sentada a sus seis amigas, observando que ya no eran más unas ponies, sino que ahora eran unas chicas humanas como de 16 años que incluso tenían ropa y accesorios. Unos más útiles que otros– ¡¿QUÉ?!

– ¿Qué nos pasó, Twilight? –Dijo Applejack muy desconcertada, examinando su nuevo cuerpo humano y sus nuevas ropas.

–Creo que el portal nos llevó a un universo parecido al otro donde fui la otra vez. –Decía Twilight mientras examinaba detenidamente el nuevo look sus amigas– Pero éste parece ser muy diferente.

– ¿Sabes algo, Twilight? –Decía Rainbow Dash mientras examinaba unas gafas de protección que tenía sobre su cuello– No recuerdo haberme puesto estas extrañas gafas al salir de casa.

–Ni yo recuerdo haberme puesto este espantoso reloj. –Dijo Rarity mientras veía el extraño reloj color blanco y azul con el que ahora contaba.

–Oye, yo también tengo el mismo reloj. –Dijo Pinkie Pie mientras miraba en su muñeca un reloj idéntico al de Rarity, sólo que éste era celeste en lugar de azul.

– ¡Oye sí! ¡Es verdad! ¡Todos tenemos el mismo reloj! –Dijo Applejack observando que ella y Rainbow Dash contaban con el mismo reloj.

–Tienes mucha razón, Applejack. –Dijo Twilight observando su reloj también– ¿A qué se deberá?

– ¿Les digo algo, chicas? –Decía Fluttershy recordando algo que parecía importante– Este reloj me recuerda mucho al que Ben usaba para transformarse en esas cosas, ¿no creen?

–Fluttershy tiene razón, chicas, es exactamente el mismo reloj de Ben, sólo que de diferentes colores. –Decía Twilight mientras notaba los relojes de las otras chicas.

–Oye, sí. ¿Cómo funcionaba esa cosa? –Dijo Pinkie Pie mientras jugueteaba con su reloj hasta que una rueda holográfica con caritas raras comenzó a girar de repente cuando ella lo oprimió. Cuando ella quitó el dedo, la rueda holográfica desapareció y en su lugar, estaba un botón con el símbolo característico que los aliens de Ben llevaban. Ella oprimió el botón y de repente ella sintió que comenzaba a calentarse un poco. ¡Ella estaba ardiendo en llamas! Las otras chicas estaban muy nerviosas porque no tenían ni la más mínima idea de lo que estaba pasando.

Por otro lado, Charmcaster, aprovechándose de su nuevo poder que le robó a la Princesa Celestia, se encontraba destruyendo la ciudad de Bellwood, provocando pánico en todos los ciudadanos.

–Charmcaster, en nombre de los plomeros, quedas arrestada. –Dice Rook Blonko mientras intentaba dispararle con su Proto-Herramienta.

–No lo creo –Decía Charmcaster mientras le retiraba su Proto-Herramienta y la usaba para disparar en su contra– Con todo este poder, ¿quién podrá detenerme ahora? ¡¿Quién?!

En eso, Charmcaster es ligeramente herida por un golpe en la cabeza de una bellota que Twilight le arrojó del suelo.

– ¿Por qué no te metes con alguien de tu calaña? –Dijo Twilight tratando de defender a la ciudad de Charmcaster.

–Twilight, ¿qué estás haciendo? –Dijo Rainbow Dash mientras intentaba pararse en dos patas como Pinkie ó Twilight porque estaba tan preocupada por lo que pudiese pasarle a Twilight que ni siquiera le importó preguntarle qué coño era calaña.

–No te preocupes, Rainbow Dash. –Decía Twilight Sparkle– Si esta cosa puede transformar a Ben en alienígena, seguro que me transformará a mí también.

–No estoy seguro que eso pase, Twilight. –Le decía Applejack a Twilight mientras Charmcaster preparaba una enorme bola de magia para dispararle– Tu ya viste lo que le pasó a Pinkie. ¿Cómo podremos saber de que eso no te pasará a ti también?

– ¡Eso lo sabremos pronto! –Dijo Twilight mientras activaba el Omnitrix sin percatarse de que Charmcaster le disparaba un poderoso y letal rayo de magia por la espalda.

– ¡Twilight! ¡No! –Decían Applejack, Rainbow Dash, Fluttershy y Rarity mientras veían como Twilight había sido alcanzada por el rayo de magia de Charmcaster.

Éste provocó una pequeña explosión de magia dejando una estela de humo y que lo único que quedaba era como una especie de líquido lila que salido inmediatamente después de la explosión.

– ¿Twilight? –Decía Fluttershy con ojos llorosos por haber pensado que a Twilight le había pasado lo peor.

– ¡Ha-ha-ha-ha! ¡AAAAAAAAHHHHHHH! –Rió Charmcaster para después gritar de dolor por culpa de una bola de fuego que alguien le había disparado en su trasero.

– ¿Qué? –Se preguntaba Rarity mientras ella y Fluttershy se ayudaban a pararse en dos pies– ¿Pero quién arrojó eso?

– ¡Fui yo! –Gritó emocionada Pinkie desde el otro lado de la calle.

– ¿Pinkie? –Se preguntó Fluttershy muy sorprendida ya que había creído que su amiga había muerto incendiada.

–Sí, soy yo. Lo que pasa es que yo no estaba cubierta de fuego. ¡Yo era el fuego! –Decía Pinkie explicando lo que pasó mientras venía hacia allá. Ella se había transformado en Fuego y apenas se estaba dando cuenta– ¿Quieres que te enseñe a hacerlo?

–N… no estoy segura de que yo pueda. –Dijo Fluttershy nerviosa por si algo malo podría pasarle.

–No te preocupes, Fluttershy, es bastante fácil. ¡Hasta yo pude hacerlo! –Dijo Pinkie mientras iba con Fluttershy a enseñarle como usar el Omnitrix.

Por otro lado, Applejack y Rainbow Dash se encontraban revisando lo que le pasó a Twilight cuando accionó el Omnitrix.

– ¿Crees que Twilight esté bien? –Dijo Applejack inspeccionando el charco rosa que salió cuando explotó Twilight.

–Seguro, Applejack. Ella va a estar… –Decía Rainbow Dash mientras pensaba una manera de cómo resolver las cosas hasta que de repente recibió un golpe en la cabeza– ¡Auch!

–Lo siento. –Dijo el artefacto que golpeó a Rainbow Dash en la cabeza. Éste tenía la forma de un platillo volador y contaba con aquel símbolo del Omnitrix encima.

– ¿Twilight? –Preguntaba Applejack al percatarse de que la voz del artefacto es femenina y se parecía a la de Twilight– ¿Ese OVNI… eres tú?

–No, esa no soy yo. –Decía Twilight mientras utilizaba el artefacto para recoger toda la baba lila que estaba regada en el suelo para tomar una forma antropomórfica– Ésta soy yo.

– ¡No puedo creerlo! –Dijo Rarity al ver el sorprendente potencial del Omnitrix– ¿Cómo es posible que un accesorio tan feo pueda ser tan asombroso?

–Pueden sorprenderte las cosas que ese accesorio feo pueden hacer. –Dijo Fluttershy que, al estar convertida en Frío, asustó a Rarity y le erizó la piel.

– ¿Fluttershy? ¿Eres tú? –Preguntó Rainbow Dash.

–Sí, Rainbow Dash. –Explicaba Fluttershy convertida en Frío– El artefacto de Ben hizo que me transformara en esta enorme polilla.

– ¡Increíble! ¡Ya quiero probarlo! –Dijo Rainbow Dash emocionada, intentando usar el Omnitrix para volverse algún alien poderoso para así poder detener a Charmcaster. Ella terminó transformándose en Walkatrout– ¡Oh, vamos! ¿Es en serio?

–Ay, es la cosa más linda que he visto en mi vida. –Dijo Fluttershy convertida en Frío mientras jugueteaba con Rainbow Dash.

– ¡Yo no soy linda! ¡Soy la mejor voladora de toda Equestria! –Dijo Rainbow Dash convertida en Walkatrout, molesta con Fluttershy.

– ¡Ay, qué ternura! ¿Quién es la mejor voladora de toda Equestria? ¿Quién es? –Dijo Fluttershy convertida en Frío aún jugueteando con Rainbow Dash.

Siguiendo con Charmcaster, ella había recuperado su temperatura normal porque se ha estado frotando la pared de un edificio para apagar su rostizada parte posterior.

–Uy, que alivio, por fin el fuego se apagó. –Dijo Charmcaster recargada en un edificio.

– ¿Tú crees? –Dijo Pinkie todavía convertida en Fuego poniendo la mano en el hombro de Charmcaster provocando que ésta se incendie otra vez.

– ¡AAAAAAAAHHHHHHH! –Gritó de nuevo Charmcaster porque se estaba quemando toda su ropa. Para calmarse el calor, ella salió corriendo hacia una fuente y se acostó bocarriba– ¡Ah, qué alivio!

Pinkie convertida en Fuego le disparó una bola de fuego a Charmcaster para incendiarla otra vez, pero ella estaba lista esta vez y prepara un escudo de magia para protegerse de arder en llamas.

– ¡Ha! ¡No creas que será tan fácil prenderme en llamas otra vez! –Dijo Charmcaster muy segura de sí misma protegiéndose con el escudo de magia.

–Si no quieres entrar en calor, tal vez un poco de frío te ayudará a refrescarte. –Dijo Fluttershy convertida en Frío sorprendiendo a Charmcaster por la espalda. Charmcaster intentó escapar volando, pero ni pudo salir de la fuente porque Twilight como Goop voló sobre ella y le disparó un poco de su baba de modo que ella no pudiese escapar para que Fluttershy como Frío la congele con todo y fuente.

– ¡En tu cara! ¡Ha-ha! –Reía Rainbow Dash convertida en Walkatrout hasta que una incógnita le llegaba a la cabeza– ¿Cómo nos destransformamos?

–No lo sé, supongo que podríamos… –Dijo Pinkie para después destransformarse de Fuego y volver a ser la humana Pinkie Pie. Lo mismo pasó con Twilight y después con Fluttershy.}

– ¡Genial! ¡Y mientras tanto, yo sigo como mojara fresca! ¿No? –Se quejó Rainbow Dash convertida en Walkatrout.

Mientras tanto, Rook se había recuperado del disparo por su propia Proto-Herramienta y la recogió del suelo. Él estaba revisando un radar que se trajo de la Base de los Plomeros para rastrear a Ben porque había comenzado a titilar.

–Qué extraño. –Dijo Rook mientras revisaba algo en el radar– Antes el radar no mostraba ni un rastro de Ben. Y ahora, están marcadas seis personas con el ADN de Ben en la zona. ¡Deben ser ellas!

Y sin desperdiciar ni un segundo, corrió tras las 5 chicas humanas y la chica Walkatrout que había observado cerca de la fuente.

–Oigan, chicas. –Decía Rainbow Dash convertida en Walkatrout al ver como Rook se acercaba cada vez más a ellas– No quiero alarmarlas, pero creo que ese sujeto va a ser un problema.

–Es verdad. –Dijo Twilight mientras intentaba transformarse, pero el Omnitrix no se lo permitía– No puedo transformarme. Parece como si estuviera recargando energía o algo así. Rarity, hazlo tú.

–Pero… no sabemos en qué cosa horrorosa me podría transformar. –Dijo Rarity nerviosa por no saber qué hacer.

– ¡Sólo hazlo! –Le dijo Rainbow Dash.

– ¡De acuerdo! ¡Ya! ¡Ahí voy! –Decía Rarity mientras activaba el Omnitrix.

– ¿Esa chica… acaba de usar el Omnitrix? –Se preguntó Rook al haberse parado en seco por notar que Rarity se había transformado en Barrigobot.

– ¡Guau! –Decía Applejack impresionada por el enorme alien en el que se convirtió Rarity– ¿Qué es esa cosa?

–No lo sé. –Dijo Rarity, luego vio que Rook estaba demasiado cerca de ellas– Pero estoy a punto de averiguarlo.

Luego de decir eso, Rarity descubrió que ella podía usar los poderes de Barrigobot para producir todo tipo de gases que ella quisiera e incluso combinarlos.

–Todas tápense la nariz. –Dijo ella mientras todas sus amigas le hacían caso y se tapaban la nariz. Esto fue porque a ella se le ocurrió la idea de liberar gas xenón para borrarle la memoria a Rook y desmayarlo– Vámonos, chicas, no les vaya a pasar lo mismo.

Las chicas se van rápidamente de ahí.

Minutos más tarde, las seis estaban conversando por la banqueta, caminando aparentemente hacia ninguna parte.

– ¡Eso fue muy brillante de tu parte, Rarity! –Decía Twilight asombrada por la inteligente movida de Rarity– ¿Pero cómo supiste que el gas xenón podía usarse para borrar la memoria?

–No tengo idea. –Le explicaba Rarity– Es como si yo comenzara a saber todo eso cuando soy ese alien.

–Vaya, este extraño aparato me sorprende cada vez más. –Dijo Twilight mientras observaba el Omnitrix.

–Fluttershy, ¿a dónde vamos? –Dijo Pinkie Pie curiosa por estar camine y camine sin ir a ningún lado.

–No lo sé. –Contestaba Fluttershy– Se supone que Rainbow y Applejack están por los cielos buscando un lugar donde quedarnos.

–Esto es humillante. –Dijo Rainbow Dash aún convertida en Walkatrout mientras era sujetada por Applejack que estaba convertida en Pesky Dust para volar por todo Bellwood con el fin de encontrar un lugar donde quedarse.

–Sabía que algún día yo iba a ser la que iba a llevarte volando, Rainbow Dash. –Dijo Applejack convertida en Pesky Dust.

–Ha, ha, ha, muy graciosa. –Decía Rainbow Dash nada contenta de seguir convertida en Walkatrout.

–Mira, allá en el fondo hay un callejoncito. Tal vez podríamos quedarnos allá para descansar un poco. –Dijo Applejack convertida en Pesky Dust mientras volaba a toda velocidad al callejón. Lo que ella no se esperaba es que el símbolo del Omnitrix que traía Rainbow Dash comenzaba a parpadear, por lo que ella estaba a punto de volver a ser humana.

–Oye, ¿por qué está parpadeando esta cosa? –Dijo Rainbow Dash mientras se transformaba otra vez.

– ¡Cuidado! –Dijo Applejack mientras intentaba volar como Pesky Dust, pero no podía por el peso extra de una humana; además de que estaba volando directo a un contenedor de basura; y, para acabarla de amolar, a ella también se le agotó la batería del Omnitrix y volvió a ser una chica humana.

–AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH –Gritaban ambas mientras se estrellaron hacia un bote de basura.

Las otras cuatro corrieron directo a aquel callejón para socorrer a sus amigas.

– ¡Chicas! ¡Chicas! ¿Están bien? –Preguntó Twilight preocupada por si ellas se habían lastimado.

–Ay, ¿pero qué es ese horrible olor? –Dijo Rarity mientras se tapaba la nariz con una mano.

–Estamos bien, Twilight. –Decía Applejack asomándose por el contenedor. –Esta basura amortiguo nuestra caída.

La mano de Rarity pasó de la nariz a la boca por el asco que le dio al darse cuenta de que ese contenedor era de basura y salió corriendo a vomitar a otra parte del callejón.

–Yo sólo les digo que si yo te hubiese llevando volando, eso no pasaría. –Dijo Rainbow Dash asomándose por el contenedor, atontada por haberse golpeado en la cabeza por una pared del contenedor.

–Pues no creo que el pez ese tuyo pueda volar, ¿eh? –Le replicó Applejack a su amiga.

Y mientras Applejack y Rainbow Dash discutían por un lado y Rarity se vomitaba por el otro, Twilight caminaba lentamente hacia el fondo del callejón donde se sentó a llorar.

– ¿Qué te pasa, Twilight? –Dijo Fluttershy triste mientras ella y Pinkie iban a consolar la depresión de su amiga.

–Todo es mi culpa. –Se lamentaba Twilight con lágrimas en sus ojos– Si yo no hubiera sido tan insistente, todas seguiríamos en Equestria y… Spike seguiría conmigo.

–No digas eso, Twilight. –Decía Fluttershy intentando consolar a su amiga– Tú lo único que hiciste fue practicar los hechizos del libro de magia que la Princesa Celestia te dio porque ella sabe que tú eres capaz de todo eso y más.

–Es verdad, Twilight. –Le decía Pinkie a Twilight con las mismas intensiones buenas– Además, ahora tenemos un asombroso reloj que nos convierte en extraterrestres cuando queramos. ¡Somos unas superheroínas!

–Pinkie tiene mucha razón, Twilight. –Recalcaba Fluttershy– Cuando me transformé en esa una enorme polilla, por fin me sentí con poder, sentía que podía ser yo misma, pelear por mí misma, sentía… que podía dejar la timidez a un lado.

–Eres la pony más inteligente que conozco. –Alababa Pinkie– ¡Y lo digo por experiencia! Un día yo le pregunté a todos los ponies que conozco de dónde vienen los bebés y todos ellos corrían lejos de mí. ¡Tú fuiste la única que me dijo que los bebés venían del hospital! ¡Aún no puedo creerlo!

–Tú siempre nos has apoyado a las chicas y a mí a resolver nuestros problemas. –Concluía Fluttershy mientras se puso de pie y le extendía la mano a Twilight– Déjanos devolverte el favor.

Los ojos de Twilight dejaron de lagrimar y una tierna sonrisa se dibujó en su rostro. Los vacíos sentimientos de depresión y culpa que ella sentía se transformaron en sentimientos repletos de alegría, ánimo y muchas ganas de vivir gracias a ese especial don para contagiar sonrisas de Pinkie Pie y las sabias palabras reconfortantes de Fluttershy quien al parecer estaba empezando a perder su timidez y empezar a superar sus miedos y ayudar a sus amigas cuando más lo necesiten.

–Es la historia más conmovedora que he escuchado en mi vida. –Dijo Driba, quien pasaba por ahí de camino hacia la Base de los Plomeros, pero se detuvo a oír lo que pasaba.

–Casi me llega al corazón… si tan sólo supiera de qué están hablando. –Resaltaba Blukic, quien lo estaba acompañando a la Base.

–AAAAAHHHHH –Gritó asustada Fluttershy mientras corría llorando de miedo y sin fijarse cayó en un contenedor de basura.

–Parece que los humanos desconocen el significado de "dar una buena primera impresión." –Dijo Blukic, muy disgustado.

–Por lo menos ella lo sabe disimular mejor que esta otra. –Decía Driba mientas veía como Rarity se vomitaba en un balde oxidado que se encontró– ¡Tú tampoco eres una supermodelo, cariño!

– ¡Ay, ya lárguense de aquí! –Dijo Rainbow Dash dentro del contenedor de basura, sacando la cabeza para aventarles una lata a Blukic y Driba. Ambos salieron huyendo.

–Bueno, por lo menos consiguieron animarme un poco. –Decía Twilight manteniendo su optimista sonrisa en su rostro mientras intentaba buscar una solución al problema– Tal vez pueda hacer algo con este raro reloj.

Y en eso, Twilight Sparkle activó el Omnitrix para transformarse en algún ser alienígena que lo pudiera ayudar. Ella se transformó en Bloxx.

– ¡Guau! ¿Y qué vas a hacer con ese alien tan colorido? –Dijo Pinkie mientras veía el nuevo alien en el que se transformó a su amiga.

–No lo sé. –Decía Twilight convertida en Bloxx, mirando detenidamente su nueva apariencia– Pero lo voy a averiguar.

Y así, Twilight como Bloxx usó sus poderes para construir una linda casa sin habitaciones hecha enteramente de bloques de construcción para que todas ellas vivieran ahí. Luego de que Rarity dejara de vomitar aquel balde oxidado y de que Rainbow Dash, Fluttershy y Applejack salieran del contenedor de basura no podían creerlo.

–Lo único que les tengo que decir es que van a tener que acostumbrarse a dormir en el suelo por un tiempo. –Dijo Twilight convertida en Bloxx, mirando con orgullo su nueva casa.

– ¿Qué? ¡Pero me voy a estropear la columna! –Dijo Rarity mientras imaginaba lo duro que sería dormir en el duro suelo por quién sabe cuántos días.

–Pronto te acostumbrarás. –Dijo Applejack con una mano en el hombro de Rarity, intentando hacerla sentir mejor.

– ¿No hay otra solución, Twilight? –Preguntó Rarity, intentando mantener buena su espalda.

–Bueno, en aquel contenedor hay unas bolsas de basura muy cómodas. Tal vez podríamos… –Decía Rainbow Dash hasta que fue interrumpida por Rarity que se asqueó otra vez y fue por otro balde oxidado para llenarlo de vómito– ¡Tienes razón! ¡Es asqueroso!

–No se preocupen, amigas, yo me encargaré de esto. –Dijo Fluttershy mientras activaba el Omnitrix y veía cual alien era el correcto– ¡Este está bien para mí!

Fluttershy se transformó en Diamante.

–Me pregunto cómo este alien resolverá nuestros problemas. –Decía Fluttershy mientras examinaba a Diamante, su nueva forma alienígena.

–Es broma, ¿cierto? ¡Eres un diamante andante! –Decía Rarity intentando explicarle a Fluttershy la buena elección que hizo ella al convertirse en Diamante– ¡Has de valer como un millón de monedas!

–Tienes razón, Rarity. –Decía Fluttershy convertida en Diamante mientras se daba cuenta que su amiga tenía razón e iba directo a solucionar el problema de almohadas– Volveré pronto, chicas.

– ¡Fluttershy! ¡Fluttershy! –Decía Pinkie Pie, intentando llamar la atención de su amiga para encargarle algo– ¿Podrías traernos algo de comer? Es que el sol está por ocultarse y no hemos comido nada.

–Creo que sería mejor que tú me acompañaras, Pinkie. –Decía Fluttershy convertida en Diamante, dándose cuenta de todo lo que tenía que traer mientras le extendía su mano a Pinkie– Necesitaré un poco de manos extra para llevarlo todo.

– ¡Oki Doki Loki! –Dijo Pinkie, trepándose en el brazo de su amiga hasta terminar sentada en sus hombros.

Ambas anduvieron por la ciudad, buscando una tienda de almohadas. Pero cuando menos se lo esperaban, un hombre que muchos de ustedes conocerán llamado Fistrick salía corriendo con un raro artefacto extraterrestre que él se había robado de la nave de un Mechomorpho Galvánico llamado Baz-El, gracias a un guante de pulsaciones eléctricas… robado también.

– ¡Sorprendente! ¡Con éste Alternador Bioquímico Galvano ganaré una fortuna! –Dijo Fistrick con dicho alternador en una mano y ahorcando a Baz-El con la otra.

– ¡Ni siquiera sabes para qué sirve! –Dijo Baz-El intentando zafarse del puño de Fistrick.

–No, pero sí sé para qué es esto. –Dijo Fistrick mientras oprimía un botón verde de un aparato que tenía colocado en el pecho y que estaba conectado al guante. Cuando activó ese botón, el cable mandó una señal eléctrica que hizo que el guante electrocutara a Baz-El.

– ¡Oye, déjalo en paz! –Le dijo Pinkie Pie a Fistrick al ver cómo era electrocutado Baz-El. Fluttershy la silenció rápidamente para que Fistrick no le hiciera daño.

– ¿Quién dijo eso? –Decía Fistrick mientras intentaba buscar a la culpable. Al parecer, Fluttershy tenía que ser la única culpable ya que Pinkie estaba escondida detrás de ella– ¿Así que te sientes muy valiente, jovencita?

–Espera… yo… yo no… –Dijo Fluttershy convertida en Diamante, nerviosa por si algo malo le podría hacer Fistrick.

–Ah, así que ahora te estás retractando, ¿eh? –Decía Fistrick mientras golpeó con todas sus fuerzas a Fluttershy convertida en Diamante, mandándola contra la pared de un edificio– Pues ya me buscaste. ¡Ahora me vas a encontrar!

Y antes de ser brutalmente golpeada por Fistrick, Fluttershy convertida en Diamante esquivó el golpe rodando un poco lejos de Fistrick para poder dispararle cristales, pero él se escudó con su antebrazo ya que el guante de pulsaciones eléctricas se lo cubría. Finalmente, ambos acabaron frente a frente agarrados de las manos mientras uno intentaba derribar a la otra y la otra intentaba derribar al uno. ¿Me entienden?

– ¡Se nota demasiado que es tu primera pelea, niña! –Dijo Fistrick mientras intentaba derribar a Fluttershy convertida en Diamante.

– ¿Sabes? Me pregunto si yo podré… –Dijo Fluttershy mientras intentaba usar sus poderes de Diamante para lastimar la mano de Fistrick.

– ¡AAAAAAAAHHHHHHHH! –Dijo Fistrick mientras observaba su mano lastimada llena de cristales, sin darse cuenta del golpe que le lanzó Fluttershy convertida en Diamante.

Fistrick cayó desmayado al suelo por el golpe de Fluttershy convertida en Diamante, ya que ni bien se dio cuenta, fue demasiado tarde.

– ¡Yay, si pude hacerlo! –Decía Fluttershy, animada por haber ganado la pelea– ¡Chócalas, Pinkie!

– ¡Esa voz me agrada! –Dijo Pinkie Pie mientras brincaba para chocarlas con Fluttershy convertida en Diamante.

Lamentablemente, era demasiado tarde para cantar victoria pues Fistrick se había levantando lleno de furia y salió corriendo directo hacia Fluttershy para golpearla en la cara.

– ¡Ahora sí ya sacaste boleto! –Dijo Fistrick mientras corría hacia Fluttershy para golpearla. Cuando de repente, ella como Diamante puso sus manos en el suelo haciendo que saliera un enorme cristal en el que Fistrick se estrelló más fuerte y cayó desmayándose otra vez.

–Creo que esto te pertenece. –Dijo Fluttershy convertida en Diamante mientras tomó el alternador de Baz-El para devolvérselo.

–G… g… gracias. –Tartamudeó Baz-El al admirar la belleza de la fuerte y atractiva chica Petrosapien que tenía enfrente.

–De nada. –Decía Fluttershy, hasta que inoportunamente se transformó otra vez en humana y el peso del Alternador Bioquímico Galvano pudo más que sus delgaduchos brazos y terminó cayéndose– ¿Me das una ayudita?

– ¡Estos débiles humanos! –Dijo Baz-El mientras levantaba el alternador de encima de Fluttershy.

– ¡ESPERA! –Gritó Pinkie tratando de llamar la atención de Baz-El antes de haberse ido.

– ¿Qué quieres? –Contestó Baz-El.

– ¿Conoces alguna manera de que podamos ganar mucho dinero en poco tiempo? –Dijo Pinkie mientras se recargaba en el ENORME CRISTAL DE DIAMANTE en el que se había golpeado Fistrick.

–Es broma, ¿cierto? –Dijo Baz-El.

Minutos más tarde, eran alrededor de las ocho de la noche y las demás chicas estaban preocupadas por la demora de sus otras dos amigas.

– ¡Ya llegamos, ponies! –Gritó Pinkie sin darse cuenta de que cualquiera los podría oír y descubrir su secreto.

–Qué bueno, ya las extrañábamos. –Dijo Twilight mientras leía un libro que se encontró en la basura.

–Rarity, ¿recuerdas lo mucho que te incomodó la idea de dormir en bolsas llenas de basura? –Dijo Fluttershy con una inocente sonrisa en el rostro.

– ¿Sí? –Dijo Rarity imaginando la respuesta.

– ¡Pues hicimos tanto dinero que me alcanzó para seis bolsas de algodón para que durmamos a gusto! –Dijo Pinkie emocionada con las bolsas en mano.

– ¿QUÉ? ¿PERO ACASO NO PUEDEN…? –Rugió Rarity molesta al salir corriendo directo hacia Pinkie y Fluttershy. Por suerte, Rainbow Dash la sujetó brazo con brazo y espalda con espalda mientras Applejack le calló la boca para que no dijera sus malas palabras.

–Fue muy hable de tu parte, terroncito. –Dijo Applejack mientras sujetaba la boca de Rarity.

–A todo esto, ¿para qué tuvieron que ir las dos? –Dijo Rainbow Dash mientras sujetaba a Rarity.

–Pinkie Pie traía las almohadas mientras yo traía la comida, la bebida y los diamantes. –Dijo Fluttershy con seis bolsas de comida en una mano y una bolsa con seis smoothies en la otra y una mochila con diamantes en la espalda.

– ¡Vaya! ¡Me muero de hambre! –Dijeron Applejack y Rainbow Dash mientras soltaban a Rarity sin percatarse de que la tumbaron por accidente.

Las seis se metieron a la casa de bloques de construcción y pusieron los alimentos en una mesita que había construido previamente Twilight cuando se convirtió en Bloxx. ¿Se acuerdan?

¡Hagamos de cuenta que sí! Bueno, a las chicas les entró la curiosidad de saber qué era lo que Pinkie y Fluttershy trajeron de comer. Y cuando se enteraron…

– ¡¿PAPAS CON CHILE?! –Gritaron las cuatro.

…bueno, pues ya lo saben.

–Pero no fue idea mía, fue idea de Pinkie. –Dijo Fluttershy nerviosa, intentando lavarse las manos para que sus amigas no se enojaran con ella.

–No es cierto, yo quería ir al Sr. Smoothy. –Dijo Pinkie mientras tomaba un sorbo de su smoothy.

–Ya sé, pero… –Decía Fluttershy tratando de justificarse– ¡Es que olían tan rico!

– ¡Ay, por favor! –Decía Rarity al ver el plato con papas con chile que tenía en frente– ¿Cómo pudiste pensar tan siquiera que yo pudiera comer estas corrientes…? –Olfatea– asquerosas… –Olfatea– repugnantes… –Olfatea– apetecibles… –Olfatea– ricas… –Olfatea– suculentas… –Olfatea– sabrosas… ¡Ay mamá! –Concluyó Rarity hasta que las papas pudieron más que ella y terminó devorándose las papas fritas sin ninguna intención de detenerse.

–Ay, pero qué exagerada. –Decía Rainbow Dash hasta qué probó una de las papas con chile– ¡Rayos! ¡Están buenísimas!

–Es cierto. –Decía Applejack mientas disfrutaba una de las papas con chile– Oye Fluttershy, ¿dónde compraste estas papas?

–Oh, en un lugar que se llamaba… –Decía Fluttershy tratando de acordarse del nombre del lugar donde se compró las papas con chile– ¡Ah, sí! ¡Burger Snack!

– ¿Burger Snack? –Dijo Twilight, extrañada por el nombre– ¿Y para qué comprar papas con chile y no hamburguesas?

– ¡¿SABES DE QUÉ HACEN LAS HAMBURGUESAS AQUÍ?! –Gritó alterada Fluttershy, provocando un silencio incómodo en la mesa.

–El mundo de Ben está loco, loco, loco. –Le susurró Pinkie a Applejack.

Y al final, las seis adolescentes terminaron de comer y se preparaban para dormir.

–Creo que no debí comer tantas papitas. –Dijo Rarity al acostarse con un dolor en la barriga.

–Está muy bien hecha la casa, Twilight, pero mínimo pudiste haberla hecho sellada. ¡Me estoy muriendo de frío! –Dijo Applejack tiritando del frío.

– ¿Y entonces por dónde entrábamos? –Dijo Twilight, justificándose.

–No se preocupen, amigas, yo tengo la solución. –Decía Fluttershy mientras le hablaba a Pinkie– Pinkie, muéstrale lo que trajimos.

– ¡Una mochila nueva! –Dijo Pinkie Pie enseñándoles a sus amigas la mochila con temática de caramelitos que compraron.

–Dentro de la mochila, Pinkie. –Susurró Fluttershy hacia Pinkie.

– ¡Oh, sí! –Decía Pinkie mientras sacaba un par de cobertores– ¡Cobertores nuevos!

A las chicas les extrañaron la rareza de los enormes cobertores ya que tenían encima dibujos de Ben y de sus alienígenas.

–Vaya, este chico en serio es popular. –Dijo Rainbow Dash mirando las mantas.

–Si bueno, es que estaban dando una por cada tres Smoothies que compraras. Además, pensé que si íbamos a vivir acá por un tiempo, no debíamos gastar el dinero tan pronto.

–Bien pensado, Fluttershy. –Decía Twilight mientras miraba para una ventana– No sabemos que nos esperará en este nuevo mundo, pero venga lo que venga… ¡Estamos listas!

FIN

o sea, ya se acabó, pero… ¡Habrá más! ¡Se los juro! No siempre tienen que tomarse tan a la ligera las cosas, ¿no creen?…