Los personajes son propiedad de Naoko Takeuchi
El contexto de la historia es propiedad mía.
Se izaba la bandera alta en París, Francia. El ambiente desprendía el aroma particular de un Jardín en el que ella sentada estaba. Le encantaba jugar con las flores, le gustaba admirar y tontear con todo lo que cruzaba con su vista; siempre había sido así distraída e inquieta, y aún así llego a donde se encontraba en ese momento, cerca de la torre Eiffel pero alejada del bullicio de la ciudad.
Había conseguido una de las becas más prestigiosas para realizar su maestría en Administración Pública, pensando en que le encantaba la cultura y el arte en general y en su futuro reinado y Orientada por Darien e impulsada por sus amigas, se decidió por ese capricho que ella misma tenía. Quería explotar su intelecto que deseaba despertar.
Sin embargo algo en su interior le gritaba que lo hiciera, o más bien alguien que todas las noches en sus sueños aparecía y le decía ''hazlo'', esa estrella fugaz que jamás se fue porque aunque le sabia lejano vivía dentro de ella, esa estrella fugaz jamás se alejo. Sintiendo esa energía con ella despertó su propio ser, al final se dio cuenta de que estaba enamorada de él y le dejo escapar.
No fue hasta su cumpleaños pasado cuando en su casa en Tokio que Darien se le declaro cuando descubrió lo que realmente sentía, sin embargo callo, por el bien de ese amado planeta que en esos mismos momentos observaba, no podría ser capaz de hacerle daño a ese, su hogar.
De repente vio algo brillar en el cielo, tres hermosas estrellas fugaces lo surcaban, no lo podía creer, era esa misma energía y corrió por las calles de París en esa tarde noche hasta encontrar lo que pensaba encontrar.
Pues listo, ojalá que les guste y esperen el nuevo capitulo la próxima semana, un punto de vista diferente.
Varias cosas las tomé como idea de otros fics, fue más bien una revoltura de fanfics que me han inspirado, gracias a Sol Bronte y May por insistirme en publicar de nuevo, esperando que el fandom de Sailor Moon no muera.