CONOCIENDOSE
Todo estaba oscuro. De repente, se abrió una puerta de donde salio un chaval de unos 10 años. Tenía el pelo negro y vestía ropas viejas, sucias y agujereadas que le hacían más delgado. Se dirigió por un camino oscuro que le llevaría a una playa desde la que se apreciaba un cartel con el nombre "AZKABAN". El chaval, como si saliese de su propia casa, se monto tranquilamente en una especie de bote y se dirigió a un nuevo lugar sin saber lo que le podría pasar.
Al otro lado del mar, en una ciudad tan conocida como Londres, un señor alto y con cara de mal genio compraba un cuadro cuando un chaval de unos 10 años, rubio y mal vestido le quitaba el cuadro de las manos a una velocidad a la que el señor no pudo reaccionar.
¡Eh tu! ¡Devuélveme el dinero!- grito el señor. Pero para entonces el chaval ya estaba lejos y no podía oírle.
Este se dirigió a su cabaña, situada en una playa alejada de la civilización. De repente, a lo lejos pudo ver un vote que se iba acercando poco a poco. Cuando llego a la orilla, un chaval salio de allí, y este fue a ver quien era.
Que pena, a ti no podré quitarte nada. ¿Cómo te llamas?
Jim Hopkins. ¿Y tú?
Jake Meison.
Empezaron a hablar y se hicieron amigos. Estaba empezando a oscurecer y amenazaba tormenta. Cuando Jake se dio cuenta de que Jim no tenía a donde ir, le dijo que se quedara en su cabaña. Pasadas un par de horas, empezó la tormenta. Era la tormenta mas fuerte de los últimos 12 años y la cabaña crujía sin parar. Estaba a punto de romperse y no sabían que hacer, pues aunque era julio la temperatura había bajado mucho en las últimas dos horas. Pero de repente, como por arte de magia la cabaña se reconstruyó y dejo de crujir.
¿Qué ha pasado?-exclamo Jake sorprendido-ha sido magia.
Claro pero ¿Quién ha sido?-Jim no entendía porque a Jake le asombraba tanto el echo de que fuese magia-¿Eres un muggle?
¿Un que? No entiendo nada-dijo Jake.
Entonces Jim le explico todo lo que sabia.
Oye todo esto es difícil de creer pero si que es verdad que a veces me han pasado cosas difíciles de explicar-dijo Jake rompiendo el silencio después de que Jim acabara de hablar-¿Y tu como sabes todo esto? ¿De donde vienes?
Bueno, está bien, te lo contare. A unas cuantas millas de aquí hay una isla. Bueno, mas que una isla es un islote. En el se encuentra la cárcel para magos y para brujas llamada Azkaban. Yo soy hijo de unos residentes que estuvieron allí hace algunos años, los mas peligrosos que han estado allí. Pero un día fueron asesinados y los guardianes del castillo, los dementotes, me recogieron y me criaron, si es que se le puede llamar así.
¿Pues? ¿No fueron amables contigo?
¿Amables? Esta claro que no sabes nada. Los dementotes no son criaturas humanas. Son unos seres mágicos que quitan todos los recuerdos bonitos y alegres de los que están cerca. Al final acabas volviéndote loco.
¿Y como es que tu no estas loco?
Bueno, la verdad es que al principio solía estar muy triste, pero supongo que no me volví loco porque no tenía ningún recuerdo feliz que me pudieran arrebatar. También había allí un preso que me ayudo mucho. Se llamaba Sirius Black, y con el tiempo me hice impune a los efectos de los dementotes.
¿Y ese tal Sirius Black no estaba loco?
No. A mi también me extraña pero no le di importancia, ya que el fue quien me enseño todo lo que se. Era la única persona con la que podía hablar, el único que estaba cuerdo, a parte de los dementotes que, al no saber hablar no me enseñaron nada. Solo se encargaban de que no muriera.
¿Y entonces decidiste escapar?
Si. Ya estaba harto, así que cojí un bote y me fui. Además, no me echaran de menos, yo solo era una carga. Bueno dejemos de hablar de mi, ¿Qué hay de ti?-dijo Jim con tono de curiosidad.
Bueno la verdad es que yo he sido huérfano toda mi vida. Mis padres murieron cuando yo tenía 9 meses y me abandonaron. Me criaron unos vagabundos y me enseñaron como sobrevivir en la calle. Con ellos aprendía a robar pero sin herir a nadie. Pero un día, cuando yo tenía 5 años, vino la policía y se los llevo a todos. A mi no me vieron porque había ido a buscar comida. Me quede completamente solo. Me fui de allí. Una noche de enero, que estaba nevando y estábamos a menos de cero en todo la ciudad, encontré esta playa. Construí esta cabaña con unos troncos que había en una esquina. No sabía de donde habían salido, pero encajaban a la perfección. Después encontré cuerda y así termine de hacer esta cabaña. La verdad es que parece magia que esta cabaña que hice con 5 años halla aguantado tanto. Pero creo que ahora entiendo porque.
Cuando Jake termino de contar su infancia se dieron cuenta de que estaban agotados, y se fueron a dormir. Cada uno se que do un rato pensando en la infancia del otro y se dieron cuenta los dos que sus infancias eran igual de malas.
