Kendall:
No sé que tenga Logan, pero no es como el resto de mis amigos. El es… perfecto. Es decir, promedio de diez asegurado para la universidad, un increíble talento que ha surgido después de tantas clases de baile y canto – podría superar ya a los de todos, aunque James se enoje. – Es un deportista increíble… y esos ojos.
Él es una joya que nadie apreciaba, incluso yo. Después de mi crisis por haber roto con Jo, él me ayudó como ninguno.
Ya se habrán dado cuenta de que me pasa algo con mi amigo, me he enamorado de él. Pero aunque no lo crean, mi problema no es él o yo, sino James.
Hace algunas semanas me confesó Logan que era bisexual y que necesitaba un consejo, que había pensado pedirle ayuda a Carlos, pero creo que no iba a funcionar.
- Me gusta un chico. – me dijo sonrojado mientras platicábamos en la piscina de Palm Woods una noche. – Uno de mis mejores amigos.
Por dentro saltaba de alegría porque pensaba que no era tan descabellado lo que sentía por él. Y que se había dado cuenta de que ya no era el mismo de antes con él.
- Es James. – con solo decirlo mi mundo se vino abajo.
No podía sabotear sus intentos de ligar con el niño bonito, que aparte era amigo mío, porque Logan me odiaría el resto de su vida.
Así que no me quedó de otra que ayudarlo.
- ¿Entonces me ayudaras, Kendall? – preguntó Logan la otra noche, era tan adorable que aunque hubiera querido negarme no lo hubiera logrado.
- Por supuesto amigo. – me partía esa última palabra en dos. – Para eso y más estoy aquí. - Aunque jamás sea más que un "amigo" para él.
- ¡Gracias, eres el mejor!
Platicamos solo un rato más, pues estaba anocheciendo y pronto vendría mamá o Bitters a sacarnos de aquí.
Al perecer era igual de tímido con los chicos que con las chicas, lo cual dificultaba las cosas para él.. Se me hizo tierno, como mucho de él. Pues se aterraba de siquiera pensar en poner en acción algún plan. Yo por mi parte estaba hecho un caos, pues me ponía mal el que mi mejor amigo - el chico que amaba - no sintiera lo que yo, y peor quizás era que me sintiera mal al no poder ayudarlo a que se sintiera mejor.
Nos disponíamos ya a subir a nuestro departamento. Estábamos esperando el ascensor cuando la loca de Stephanie se acercaba corriendo a nosotros perseguida por una multitud. De nuevo había estado practicando sus efectos especiales en Palm Woods por lo visto. Así que, justo a tiempo, se abrió el ascensor y empuje a Logan para entrar y apartarnos de la turba furiosa que clamaba por sangre fresca o que la corrieran del edificio.
Por lo rápido que nos tuvimos que mover Logan quedó debajo de mí, apretado contra la pared. Tenía mi brazo derecho alrededor de su cintura, y al darse cuenta de eso se sonrojó. Inconscientemente tomé su rostro y lo besé. Se separó un poco de mí y me observó con ese gesto que hace cuando piensa profundamente. Sonreí y me acerque a besarlo otra vez.
- Logan… yo.
Salió disparado en cuanto las puertas se abrieron. No me dejó decirle ni una sola palabra. Pero en cuanto llegamos a la sala de nuestro departamento fingió total normalidad.
A veces olvido que Logan detesta que sea impulsivo. Me dolía el estómago de pensar que estuviese molesto conmigo. Porque aunque fingiera jovialidad con mi madre y los demás se mostraba distante y frío conmigo o yo estaba sufriendo alucinaciones.
Aún cuando estuvimos ya en nuestra habitación. Estuvo muy callado. Hasta que…
- ¿Kendall? – susurro. Casi salto de mi cama.
- ¿Sí?
- ¿Crees que soy atractivo? – Puse los ojos en blanco. ¿qué no había quedado claro?
- Desde luego.
- No…. – se sonrojó - ¿Crees que soy sexy? – me sentía sonrojar yo también.
- ¿A qué viene la pregunta? – Me temblaba la voz del nerviosismo.
- ¿Te gusto? – Comencé a carraspear, me tomó totalmente desprevenido al máximo.
- ¡Lo sabía! – dijo molesto. Se metió a la cama.
- ¿Dije algo malo?
- No, es solo que… olvídalo.
- ¿Logan? – ¿Se habría enojado porque lo besé?
- No es nada.
- Sí. – contesté a su anterior pregunta.
- ¿Si qué? – preguntó bostezando.
- Me gustas. – se volvió hacia mí a toda velocidad.
- Kendall… yo no sabía que eras… quiero decir que.
- ¿Bi? – no sé si es demasiada su inocencia o me está tomando el pelo.
- Pues sí. – Creí haberlo dejado claro al besarlo.
- Pero yo… James. – Todo iba tan bien hasta que mencionó al niño bonito.
- Lo sé.
- Kendall… lo siento.
- Descuida. – estoy bien.
- Pero yo no….
- No entiendo.
Logan tomó aire mientras evitaba mi mirada, estaba totalmente aturdido y trataba de ordenar sus ideas.
- Esto es confuso. – comenzó frunciendo el ceño.
- ¿Qué es confuso? – odio que no sea directo.
- Es que no solo me gusta James… más bien, no sé si todavía me gusta. – Levantó tímido la mirada.
- ¡Dilo claro, por favor! – me tenía con el alma en un hilo.
- Creo que también me gustas. – Me senté junto a él y lo abracé lo más fuerte y gentil que me fue posible.
- Kendall, espera. – se separó de mi con la mirada triste. – Aún no sé que siento en verdad. Me gustas mucho, pero no creo haber olvidado a James por completo.
- No me importa, aun tengo esperanzas, pero te advierto que desde ahora ya no somos simplemente amigos.
Logan:
Entonces no había sido una ilusión mía. Si me había besado Kendall; ahora lo sabía, si era el sabor de sus labios, no mi imaginación.
- No me importa, aun tengo esperanzas, pero te advierto que desde ahora ya no somos simplemente amigos. – Era una amenaza que recibía con gusto. O al menos eso creía.
- ¿Chicos no han visto mi cepillo redondo? – Entro James mientras Kendall se inclinaba a besarme.
Era un verdadero momento incómodo. Las miradas de los tres se cruzaban constantemente, casi como los ojos de un camaleón. Yo estaba petrificado, totalmente a la defensiva; Kendall tenía esa mirada intensa y desafiante que pone cuando se proponía algo realmente serio. James tenía la boca abierta y parecía estar muy sorprendido. Salió del cuarto como alma que lleva el diablo.
Los ojos claros de Kendall me observaban detenidamente, pronto su mirada se suavizó dándome un poco de paz y tranquilidad.
- ¿Estás bien? – me preguntó en tono protector.
- Sí, eso creo. – le contesté pero no estaba seguro que pasaba conmigo. Y se iba a poner peor.
La siguiente semana a lo ocurrido todo se empezaba a tornar extraño, más de lo usual. Kendall estaba de lo más servicial conmigo, es decir, cuando no se metía James entre ambos. Sí, él había adquirido el molesto especial hábito de ponerse en medio cuando Kendall y yo estábamos juntos. Aún Carlos empezaba a notar nuestro raro comportamiento.
Ambos parecían competir por algo de mi atención, lo cual me hacía sentir totalmente ridículo, sobretodo la actitud de James. No era normal en él.
Se arreglaba más de lo usual para sus citas, aunque no tuviera ninguna, prácticamente ya no salía del departamento si no lo hacía con nosotros (empezaba a creer que más bien era si no iba yo).
- ¿Me podrías ayudar con los deberes de la escuela por favor Logan? – me preguntaba una y otra vez.
- ¿Qué se me ve mejor, este o este otro?
- ¿Has visto mi chaqueta negra?
Tenía esa manía, sobre todo si Kendall estaba conmigo. Estaba en un clima constate de tensión entre estos dos.
- ¿Estás bien? – me preguntó James mientras estudiábamos algebra.
- Solo es este maldito dolor de cuello.
- Déjame ver. – no alcancé a reaccionar a su petición cuando ya tenía sus manos examinándome. Eran unas manos muy suaves, pero fuertes. ¡Ay por Dios! Concentrate.
- Estás hecho nudos. - dijo en mi oído, haciendo que un escalofrío y un muy mal presentimiento surgiera desde mi estómago. - Debes descansar.
- Creo que tienes razón, mejor dejamos esto y continuamos mañana. – corté inmediatamente el masaje que empezaba darme.
- Pero Logan… - cuando intenté levantarme tiré todos los libros.
Como comedia romántica barata ambos nos agachamos, sin moverme yo un centímetro, James tomó la iniciativa de besarme.
- Estás temblando. – me dijo sonriendo satisfecho por mí reacción.
- Esto no está bien.
- ¿De qué hablas? – Su perfecta sonrisa se desvaneció y su rostro se tornó receloso.
- No intentes burlarte de mí.
- ¿Por qué lo haría?
- Soy bi, está bien, y si me viste con Kendall no tiene por qué afectarte. – le dije con la mirada gacha.
- No pretendo burlarme, solo que…
- ¿Qué sucede? – el me levantó del mentón suavemente.
- Me gustas.
- Por favor… ¿Tú? – intenté sonar sarcástico, pero solo salió el dolor que por más de un año había guardado.
- ¿Tendría algo de malo?
- No, solo que de ti sería lo último que esperaría escuchar, después de todo solo hablas de chicas.
- ¿Y qué si te dijera que me gustas tú, más que ninguna chica con la que he salido? – me replicó, me tomó varios segundos salir del shock y otros más para intentar analizar si decía la verdad.
- Esto es imposible. – dije. Me fui mientras oía como James me gritaba.
- ¡Me gustas, y vs a ser mío!
En el ascensor me senté para poder tomar un respiro. ¿Era todo esto real?
Hola a todos!
Ha sido un largo tiempo sin subir, pero por fín pude darme un tiempo para una nueva historia. Es mi primera historia de BTR, pero para quienes no sepan he escrito tres de Glee y un proyectotrunco de Harry Potter.
Ojalás les guste y espero poder continuar pronto y no perderme por tanto tiempo, a los fans y escritores de BTR: porfavor, no sean crueles T_T y dejen sus reviews con sugerencias para seguir con esta loa trama.
