Hola gente de fanfiction! este es mi primer fic de Los Juegos Del Hambre, una historia que se me ocurrio en un rato de ocio, puede que no sea muy original, pero es una cosa loca que salio de mi mente y espero les guste!

Me despierto sobresaltada y con un sudor frio resbalando por mi frente. Tomo aire y miro a mi alrededor. 6:00 AM, aun muy temprano.

Me levanto de la cama y camino hacia la cocina; sabía que no podría volver a dormir.

Todas las noches era la misma pesadilla; el accidente donde murieron mis padres, luego la muerte de mi hermano…

Suspiro y sacudo mi cabeza tratando de evadir los malos pensamientos. Aunque estaba consiente que me seria imposible, considerando que hoy era el "día".

Pienso en desayunar pero me doy cuenta de que es mala idea, mi estomago no estaba para recibir alimentos.

Me cambio la pijama y me pongo una playera azul de tirantes y un pantalón de mezclilla.

Antes de salir de casa coloco un tulipán en el florero, junto aquel cuadro donde un joven apuesto me mira sonriente, con esos ojos verdes que lo caracterizan.

-Me voy hermano, deséame suerte.-

Le digo a la foto mientras salgo; pensando en lo que se avecinaba.

Pensando en mi hermano recuerdo el poco parecido que teníamos; el era alto, apuesto, de cabello negro y profundos ojos verdes. Yo soy pequeña, de cabello castaño y ojos color miel; todo lo que era mi madre, exceptuando los ojos.

-Buenos días-

Me saluda un hombre mientras paso a su lado, yo le correspondo con una sonrisa forzada. A pesar de ser tan temprano, la gente del distrito 10 siempre madrugaba.

Me adentro en la pradera caminado entre el ganado; tan solo quiero tomar un poco de aire fresco. Arranco unas flores y me dispongo a irme cuando lo veo. Sentado en una piedra, con una hoja blanca y un pincel en la mano; contempla el amanecer y da pinceladas al mismo tiempo. Su cabello castaño, casi rubio, se revuelve con la brisa y sus ojos azul zafiro se mueven intermitentemente entre el amanecer y su pintura.

Quiero moverme pero mis piernas se paralizan, no pensaba encontrármelo allí. Consigo mover un pie hacia atrás y el crujir de una rama nos sobresalta. Su rostro se vuelve con brusquedad y nuestras miradas se encuentran. Veo sus labios abrirse en un intento por pronunciar algo.

-yo… lo siento-

Menciono apenada al tiempo que me alejo corriendo.

Llego hasta la plaza principal aun con las mejillas encendidas.

Un sequito de agentes de la paz comienza a apoderarse del lugar, mientras una parte de ellos montan las pantallas preparándose para la "cosecha". Suspiro resignada y decido caminar de vuelta a mi casa.

-¡Angi!-

Grita una voz aniñada y veo a una pequeña pelirroja corriendo hacia mí.

-¡Angi!-

Vuelve a gritar abrazándose a mi cintura.

-Hola Katy-

Respondo con ternura acariciándole el cabello.

-¿vas a tu casa?-

-Si, voy a cambiarme-

Respondo mientras la tomo de la mano y comenzamos a caminar.

-¿Cuántas veces esta tú nombre?-

Me pregunta de repente con seriedad.

-No tiene importancia-

Murmuro tratando de tranquilizarla. Ella arquea una ceja y me mira enfadada, una expresión bastante severa para una niña de 13 años.

-30 veces-

Suelto sin mas sintiéndome acorralada.

-Es mi culpa-

Dice con una mirada triste en sus ojos grises.

-No lo es-

-si lo es, tú no necesitas pedir teselas, puedes mantenerte sola, pero lo has hecho por nosotros.-

-se lo prometí a tu madre, no voy a dejar que tu nombre aparezca mas veces. Yo no tengo nada que perder, tú tienes 3 hermanos que cuidar-

Le digo dándole un tierno beso en la frente.

-Aquí nos despedimos-

Menciono señalándole el sendero frente a nosotras; el camino que lleva a mi hogar. Me abraza de nueva cuenta y me mira preocupada.

-No serás tu, lo se-

-Gracias-

Respondo viéndola entrar en su casa. Lo único que deseo, es que no sea ella.

Me pongo aquel vestido gris que alguna vez perteneció a mi madre. Rígido, casi acartonado, perfecto para el día de la cosecha.

Cepillo mi cabello y lo ato en una coleta de lado. Miro por la ventana y noto como mis vecinos comienzan a salir y caminar hacia el "matadero". Miro de nueva cuenta la foto de mi hermano y luego sonrió resignada. La hora de la verdad se acercaba, no podía retrasarla más.

Llego a la plaza con desgane y me uno a la fila para registrarse. Nuestros rostros se reflejan en las pantallas instaladas por el capitolio, alguno de nosotros se convertirá en su próximo juguete.

Me formo con las demás chicas de mi edad y hecho un ultimo vistazo hacia el lugar de Katy; ambas nos miramos y nos sonreímos mutuamente. Aquella niña pelirroja es muy fuerte, demasiado para su temprana edad.

-¡Bienvenidos, Bienvenidos habitantes del distrito 10! El día de hoy elegiremos a los valientes tributos que participaran ¡en los sextuagésimos quintos juegos del hambre!-

Menciona con emoción aquella extraña mujer del capitolio. Lleva puesto un vestido largo de un naranja brillante que dañaba los ojos. Su cabello largo hasta la cintura, es exactamente de la misma tonalidad; su maquillaje es de un dorado excesivo y porta unos zapatos de aproximadamente 15cm. Orengi Bright. La encargada de nuestro distrito.

Observamos de nueva cuenta el video de la rebelión en Panem, como cada año, y cuando este termina, sabemos lo que sigue, la elección de los tributos.

Orengi nos sonríe extasiada y se acerca al micrófono.

-¡Que la suerte este siempre de su lado!-

Pronuncia la tortuosa frase y se acerca a la urna de las chicas, claro, las damas primero…

Mi corazón se detiene al momento que toma el papelito y lo abre. Esboza una sonrisa de satisfacción y toma el micrófono en sus manos. Aquí viene…

-Katherine Roswell-

Dice fuerte y claro y yo siento que el corazón se me sale del pecho. Vuelvo mi mirada hacia la chica pelirroja y observo como cierra los ojos tratando de tranquilizarse. Toma aire y comienza a caminar hacia el frente, ante todas las miradas del distrito.

Ahora fijo mi mirada hacia la valla que retiene a los que no participan; y si, allí están. Sus 3 pequeños hermanitos de 3,5 y 7 años; se toman de las manos fuertemente mientras la miran atónitos. Esos tres pequeños que dependen totalmente de ella.

"cuídalos por mi Angi, así como tu hermano lo hacia"

Oigo esa voz dentro de mi cabeza y sé que no puedo defraudarla. Me salgo de la formación y me paro frente a los agentes de la paz que la escoltan. Katy me mira confundida; me vuelvo hacia Orengi y la miro desafiante.

-¡Me ofrezco voluntaria!-

Grito a todo pulmón causando una exclamación de asombro general.

-¡No!-

Oigo detrás de mí y me encuentro con los ojos suplicantes de Katy.

-Ellos te necesitan-

Le murmuro y camino hacia la plataforma; mientras ellos se la llevan a la fuerza.

Orengi me ayuda a subir y me coloca a su lado.

-¿Cómo te llamas cariño?-

Dice con un tono meloso que me asquea.

-Angeline Steford-

Oigo mi voz resonar en las bocinas, no me parece la mía, creo que hable por inercia.

-¿es familiar tuya?-

Pregunta refiriéndose a Katy.

-No, solo es mi amiga-

Ella arque una ceja mirándome incrédula, no le parece razón suficiente como para que me sacrifique por ella. A nadie le parece.

-Por mi esta bien-

Finaliza indiferente y se dirige hacia la urna de los hombres. La tensión vuelve a formarse en el lugar.

Después de revolver por un momento toma uno de los papelitos y lo abre; se acerca al micrófono y pronuncia el segundo nombre.

-Christopher Lake-

Todas las miradas ahora se dirigen a un chico entre la multitud. Él se acerca calmado, pero por la forma en que cierra los puños puedes notar su miedo.

Mi corazón se acelera y cierro los ojos con fuerza. No podía creerlo. ¿Por qué tenia que haber sido el?

En cuanto sube, sus ojos azules se encuentran con los míos por segunda vez en el día, pero esta vez, ninguno de los dos tiene intenciones de hablar.

-¡Felicidades! He aquí a nuestros valientes tributos de este año. ¡Que la suerte este siempre de su lado!-

Pierdo la noción del tiempo ante esta última frase y siento como somos arrastrados hacia la alcaldía.

y?

que les parece?

quieren que siga?

me harian muuy feliz dejandome un review!

es muy facil y super rapido!

Anfernarusaku fuera!*