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─Quiero dar la grata bienvenida a los nuevos estudiantes, para est- ¡Ah! ¿Hasta cuándo tengo que hacer esto, Germania? ─.

─Hasta que te salga bien, como Rector de la Academia W, tienes que dar un discurso emotivo, Imperio Romano ─. El SubRector, otro de nuestros amados Imperios, suspiró, ésto no era fácil. ─Además, ¿cómo se te ocurre la granidea de darles más de 40 materias en un semestre? ¿Qué tienes en la cabeza? ¿Cuántas neuronas quieres ver explotar éste año? ─. ¿Quién tolera semejante Rector? Ah, espera solo él.

─Tienen todo el tiempo del mundo ─.

─Te recuerdo que son estudiantes normales, no naciones ni micronaciones ─.

─Sí, sí. Dejando eso de lado, ¿puedo ir a charlar con las nuevas estudiantes? ─. ¿Pobres chicas? Sí.

─Nada de relaciones fraternales con las jovenes estudiantes, ¿entendido, Roma? ─. Dando una mirada que a cualquiera congela, Abuelo Roma, asintió con desánimo.

•*¨*•.¸¸

─Roma, ya es hor- ... ¿Imperio Romano? ─. Germania vió un carta en el escritorio del Rector, temiendo lo peor tomó la carta para leer su contenido.

'Ciao, Germania.~ Está prohibido establecer relaciones con las estudiantes, por lo tanto, fui a charlar con las bellas maestras. ;D No me esperes, Arrivederci.~'

─Maldigo a tus generaciones, Imperio Romano ─. Murmuró notablemente furioso, por eso mismo, solo él lo aguantaba.

❀❁✲ En otro bello lugar de la Gakuen World, precisamente en la amplia Cafetería. ❀❁✲

─¡¿Cómo que no hay pasta, Seborga?! ─. Gritaron ambos hermanos italianos. Ambos se abrazaron, llorando, un mar de lágrimas, un mundo donde no había pasta... bueno, eso hasta que traigan la harina. Luego todos estamos felices.

─¿Saben? También me duele ─. Seborga, otro de los hermanos, abrazó al dúo en su tristeza.

Así es como los Italian's Brothers decían que era una maldición de los Dioses, o era culpa de su Abuelo. La más problable es la segunda.

•*¨*•.¸¸

Imperio Romano, el amado Rector, Abuelo de Italia, Romano y Seborga, dolor de cabeza de Germania; suegrode Alemania, eso no está en el tema pero bueno, la publicidad aquí es gratuita.

Los estudiantes lo admiran, lo siguen admirando, y así hasta mucho, mucho tiempo después.

Es Roma-Jichan, please.

Como autoridad máxima, es su deber comprender y/o entender a los estudiantes, darles consejos útiles, pero como es él; no es su caso.

─Adelante ─.

─ Disculpe, venía a preguntar sobre un tema Rector ─. Un pequeña y nueva estudiante ingresó a la Oficina, Roma, dando a entender que puede seguir. ─Tengo una duda sobre la asignatura de Educación Sexual ─. Algo sonrojada bajó su mirada.

─¿Dudas, eh? ─. Abuelo Roma se acercó a la joven, ésto no pinta nada bien. ─Germania dice que está prohibido... pero, ¡arriba la conducta de la Roma Antigüa! ─.

Ella algo asustada, decidió mejor irse. Gran idea, amiga. ─Mis dudas se acabaron, muchas gracias.

Literalmente corriendo como un rayo, huyó el lugar. ¡Protégete hasta el matrimonio, pancito de Dios!

─Por eso es que a veces dudo de que seas el Rector ─. De la nada, el SubRector apareció. ¿Cómo? Ni yo lo sé.

─Oh, Germania, ¿estaba aquí? ─.

Aquí tenemos a Germania, el SubRector, Abuelo de Alemania; sí, ese Alemania, él Doitsu de Italia. Nadie sabe cómo es que soporta a Imperio Romano, ese será nuestro enigma existencial. Nadie le pregunta algo, por temor a su fría mirada, pero él si los escucha.

─Sobre el tema de Educación Sexual, SubRector... ─.

─¡E-Eso no se pregunta! S-Sólo usa, ¡usa protección! ─. Aow~, que ternura, se sonrojó. Los genes si se heredan, véase Alemania. Salió corriendo, sí... de la vergüenza.

─Sólo quería saber... quién iba a dar la asignatura ─.

Por eso nadie sabe cómo terminará este año escolar.