Forzare la destinazione.

By: BianchixGokudera25 y Debby Kiryuu.

Disclaimer: Los personajes de Katekyo Hitman Reborn no me pertenecen, pertenecen a su respectiva autora, Akira Amano, el resto de la historia si es de mi propiedad y los demás personajes son mis tomodashis del Facebook que estuvieron de acuerdo en participar aquí.

Summary: ¿Se puede forzar al destino? Aún más ¿Podrán amar los corazones heridos? El matrimonio de la princesa y el duque, será la prueba irrefutable de que el amor triunfa por sobre todas las cosas.

Pareja: Kyria Heiwajima y Daemon Spade.

Category: T+

Advertencia: AU "Universo Alternativo" Tree-Shot (Matrimonio "rol" )

N/A: Hablan los personajes _xxxx_, pensamientos _"xxxx"_. [xxx] recuerdos… Este es el presente para la pareja de recién casados Kyria Heiwajima de Spade y Daemon Spade, en el Facebook, la cual tuvo lugar en Porto Cervo, Cerdeña, Italia. Mina-san arigato por invitarme y espero disfruten este sencillo obsequio. Los personajes en la historia:

Sasha Bianchi Romanov Sasori (El Guardaespalda de la princesa)

Cookie "Aymeric" (El mal)

Kyria Heiwajima (La princesa)

Daemon Spade (El duque)

Elena Merodetti (Antiguo amor de Daemon)

Abel Evans Miller ( Antiguo Amor de Kyria)

Kerry-Anne MadHatter no Kami !Calipso! (La mensajera de la Diosa)

Vio Hiruma Scarlett (Amiga de la princesa)

Christal Celeste Usami (Amiga de la princesa)

Mercedes Pérez (Amiga de la princesa y vidente)

Azahel Light Rangel Ogawa y Mizuki Von Bielefeld Kagamine De Ogawa (Familia invitada por el emperador)

Louise Francoise De Vallierie (familia invitada por los duques)

Lullaby : com/watch?v=47mLY8vX3L0

Capítulo 01: Presagio.

Entre los grandes Marqueses de Cerdeña y la familia de linaje real de Japón se creó un compromiso, la joven princesa del lejano oriente, de piel tan blanca como la nieve, cabello naranja rojizo y orbes azuladas, había escuchado rumores de su servidora mas allegada de lo cruel que podía llegar a ser el joven duque. Por otro lado era la primera vez que salía de su país natal, aunque ya a estas alturas muchas cosas cambiaron no hubo forma de huir del matrimonio, así que en un jet privado con el logotipo de la Familia Heiwajima, Kyria Heiwajima seria dentro de unas horas la Duquesa Spade de Cerdeña.

—Muy pronto conoceré a mi futuro esposo y por el bien de mi familia debo dejar mi orgullo aun lado, así como morir a mi corazón.

Llevo sus manos a su pecho, cerrando sus ojos pensó en todas sus amistades y familiares que estaban súper emocionados ya que la primogénita entraría a la familia real italiana, pero ellos no comprendían el dolor que tenía que cargar, el no poder elegir por su cuenta a la persona que anhelaba su corazón y todo debia cubrirlo con una máscara de falsa felicidad.

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En una antigua mansión, al otro lado de la isla, una figura caminaba en el techo de una de las habitaciones mientras tarareaba una canción de cuna de una cajita musical que había escuchado en la casa de una de sus victimas, sonrió mientras se movía como si bailara aquella melodía que sonaba en su cabeza, recordó aquel momento, ese justo cuando la asesinaba, esa melodía sonaba y de alguna forma le daba un toque interesante, de diversión por así decirlo, cosa que le dejó escapar otra traviesa risa provocando que cayera de espaldas sobre su cama, una amplia cama que usaba muy pocas veces.

—No puedo esperar a finalmente ponerle fin a tu vida...princesita.

Soltó otra risa, pero con mas emoción. Agarró un cráneo que tenía a su lado y lo besó para después abrazarlo mientras seguía con su monólogo.

—Solo espérame...iré y jugaré contigo.

Reía y giraba en su cama, el eco se resonaba en toda la mansión.

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Pero todo no iba color de rosa por el lado de los personajes marcado por un destino definitivo. Un joven de piel blanca, cabello azulado con un pequeño fleco en la parte superior, de orbes color añil las cuales en la soledad de su habitación solo reflejaban dolor. Su verdadero amor habia muerto en un trágico accidente cuando se iba a hacer pública su relacion, la joven Elena Medoretti iba a ser la verdadera Duquesa de Spade, sin embargo sus padres lo obligaron a nuevas relaciones y el por su parte se encargó de crearse una mala reputación. Pero tuvo un ultimatum de parte de los duques que si no aceptaba la mano de la joven japonesa lo deseredarian, amargamente accedió al compromiso, con un cargo tan importante como lo era la guardia de Cerdeña no podía darse el lujo de caer tan bajo, estaba a solo unas horas de conocer a la mujer que pasaria el resto de su vida a su lado, el pensar eso simplemente lo amargaba mas.

—Mi amada Elena, no hay día en que no piense en ti y no mandar todo al diablo por la promesa de que si alguno partía primero de este mundo, el otro continuaría hasta el día que nos reuniéramos, aunque si hubiese sabido que dolería tanto yo...No, no puedo pensar de esa forma es una ofensa contra ti, pero esta pesada carga no me da paz conmigo mismo y solo vivo lastimando a los que me rodean, ese mismo destino será la de mi pronta compañía, ella recibirá esta maldición sin poder evitarlo.

El llevó la mano a su pecho, cerro sus ojos mientras que su corazón y alma se hacían pedazos a cada minuto, debía sacrificar a más personas por su egoísta y anhelante deseo, que ella regresara a su lado por los medios que fuesen necesarios o esperar la muerte para reunirse con su amada.

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Habían transcurrido las ocho horas del viaje, este estaba tocando tierra y al descender la joven princesa posó su mano en señal de temor ya que a partir de ahora empezaba la cuenta regresiva.

—Hime-sama por aqui, la limusina de los Spade nos espera.

La peli naranja asintio debilmente y comenzó a salir del aeropuerto, era una tarde cálida, la brisa del mar mediterraneo acariciaba su rostro como dándole ánimo, sin embargo su tristeza estaba aferrada tanto a su ser que ignoró completamente la pequeña acción del lugar que estaria cobijándola por el resto de su vida. Miró a su guardaespaldas y comenzó a platicar.

—Sasha tu sabes mas del mundo que yo ¿Acaso no habra una solucion a esto? Tengo miedo.

Rayos odiaba verla un manojo de nervios, tenia cinco años a su lado y por alguna extraña razón se habia encariñado con ella, sin embargo tenia que seguir fingiendo tranquilidad, reconfortarla era lo único que podía hacer en ese momento. La miró y con una cara resignada le contesto.

—No la hay Hime sama, usted debe cumplir con el deber de contraer nupcias con ese miserable.

—Sasha...

—Perdóneme Hime-sama, se que el tiempo que hemos compartido no ha sido suficiente para considerarme digna de escucharla y comprenderla pero la entiendo, en este mundo nada es obligado y en primer lugar queda el amor.

—No tienes por que disculparte, se que sientes que el tiempo no ha sido suficiente pero enrealidad para mi si lo es y si no he desfalllecido es gracias a que has permanecido a mi lado...¡Oye Sasha! ¿Puedes contarme una vez mas sobre la historia de Calipso no Kami?

—Ahh te refieres a la Diosa de la Mitologia Griega Calipso, bien con tal de alivianar un poco tu pesar te la contaré.

La joven se giró y se recostó a la mujer de descendencia iitalo-rusa/i, cabello entre rojo y rosa, en sus 27 años había recorrido el mundo especializándose en asesinatos silentes, sin embargo su llegada a Japón por pedido de la Familia Heiwajima le dio la oportunidad de conocer a un ser tan puro y frágil que no dudó ni un segundo en convertirse en su guardaespalda personal. La chica le brindó una sonrisa y comenzó a narrar la historia.

—Hace mucho tiempo cuando los titanes perdieron la batalla del olimpo, ellos fueron declarados traidores por los dioses e incluso sus hijos, Calipso era la hija del Titan Atlas y como consecuencia fue exciliada a una isla junto a una maldición, su belleza era incomparable pero solo le era permitido amar un tiempo y luego dejar partir a esa persona. Un dia Odiseo llego a la isla y cayó bajo su encanto sin darse cuenta vivieron juntos por 7 años, sin embargo los dioses tenian planes diferentes para ese humano, Hermes, el mensajero de los dioses, fue enviado para avisarle a Calipso que debia dejarlo marchar, asi fue, ella le suministró todos los medios para que el zarpara. Dice la leyenda que ella murio por la pena ya que realmente amaba a Odiseo y cuando alguien en verdad sufre por una pena de amor puede invocarla y solo entregando algo de igual valor ella cumplira su deseo.

—Si yo tuviese la oportunidad no pediria mi felicidad sino la de la persona que muy pronto sera mi esposo porque yo creo que en el fondo hay un dolor que lo alberga.

—¿Hay dolor?

—Si Sasha, nadie nace malo sino las cirscunstancias en las que se ve envuelto son las que cambian a la persona.

—Eres muy amable Hime sama.

—Tu también lo eres y me da gusto que sea asi, eres la que me brinda fortaleza cuando estoy a punto a desfallecer.

—Hime sama hemos llegado a la propiedad de los Duques.

—¡Sasha tengo miedo...!

—Hime sama pase lo que pase yo la protegeré, siempre estaré de su lado asi que no hay nada que temer.

—Gracias…

La puerta de la limusina fue abierta y ellas recibidas por el encargado de llevarlas a las habitaciones para empezar con los preparativos. La villa de los Spade estaba en la costa esmeralda, al norte del Porto Cervo, en la cima de un farallón que daba al mar, encerradas por enebros y los olivos silvestre de cerdeño, de fruto amargo. Había una magnifica vista del puerto, a lo lejos, también a su alrededor, salpicando las colinas verdes, una mezcla casa de piedras y estuco reunida a una loca amalgama cromática se asemeja a los dibujos que pintaban los niños con barritas de color. La villa era de yeso blancos, con grandes vigas de enebro en su interior. Estaba construida en diferentes niveles con habitación cómoda y espaciosa. Cada una de ellas tenía un hogar y un balcón. La sala y el comedor poseían ventanales desde donde se obtenía una vista panorámica de la isla. Una escalera de forma singular llevaba a los cuatro dormitorios de la planta alta. El mobiliario armonizaba perfectamente con el ambiente. Había mesas fraileras, bancos rústicos y butacas bullidas. En la ventanas, cortinas con flecos, de lana blanca tejidas a mano en la isla. En el suelo, coloridos mosaicos de cera sarda de Cerdeña y otras baldosas de Toscana. En los baños y en los dormitorios había alfombras de lana de la región, teñidas con tinturas vegetales a la manera tradicional. La casa resplandecía con cuadros, una mezcla de impresionistas franceses, grandes maestros italianos y pintores de la isla.

Ella tendría un tiempo a solas con el Duque antes de entrar en la ceremonia, la princesa apretaba fuertemente la mano de su guardaespaldas mostrando el miedo y ella reforzó el agarre reconfortándola. Una vez instaladas en las habitaciones la Hitman la dejó sola para que descansara un rato.

—Sola…Es lo que merezco ¿No lo crees así Abel?

Soltó una pequeña lágrima mientras miraba desde el gran ventanal de la habitación el enigmático mar mediterráneo. Nadie supo de el amor secreto de la princesa, solo su más fiel confidente, ella le contó que ellos se amaban pero debido a extrañas circunstancias el murió dejando un gran vacío en su ser, desde ese momento cosas como el amor jamás volvieron a ser lo mismo para ella. Sin embargo, a pesar que se culpaba cada día incluso tomando el matrimonio como castigo autoimpuesto, tenía mucho miedo y no sabía qué hacer. Del otro lado de la puerta la hitman escuchó lo dicho y continuo su marcha perdiendose en los pasillos.

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En el aeropuerto estaban descendiendo parte de los invitados, eso incluía a los representantes de las Familias Hiruma y Usami de Japón por otro lado de América del Sur una familia que desde muchos años atrás está vinculada con los Heiwajima, los Perez y de Francia los Vallierie, estaban un poco retrasados sus vuelos sin embargo llegaron y todos fueron a sus respectivas reservaciones ya que dentro de unas horas se llevaria a cabo el matrimonio.

—¡Vio-chan apresúrate! Que vamos tarde y aun debo retocarme.

Habló una chica de cabellos negros, piel blanca de ojos cafés, con una de las tantas maletas CH, sin embargo otra de las acompañantes, una joven de cabellos castaño oscuro y ojos almendra la miraba indiferentemente haciendo un gesto con la mano de que exageraba con sus palabras

—Christal-chan no te apures llegamos en buen tiempo ¿No es verdad Mercedes?

La joven de cabello negro, ojos azul cielo, no pronunciaba muchas palabras así que solo asintió a lo dicho pero ella sabía la verdad, de que detrás de la sonrisa que mostraba a ellas su tristeza era inmensurable, la razón de asistir es que en sus premoniciones, habilidad que poseía por herencia de su familia, logró observar algo diferente a lo que todos pensaban, eso la hizo convencer de asistir de otra forma no vería como su buena amiga era entregada a un ser tan terrible como lo era Daemon Spade.

La representante de los Vallierie se encontró con los Ogawa, placer poco grato, siempre habia existido una pequeña riña entre esas familias sin embargo estaban a punto de asistir a un evento magno y eso no podía arruinar la tarde.

—Lady Louise buenas tardes…

—Lord Azahel y Lady Mizuki buenas tardes.

—¿Dónde se hospedara?

Pregunto la joven pareja, a lo que la joven duquesa respondio como si no fuese importante.

—Lo haré en el Colonna Pevero ¿Y ustedes?

La representante respondio orgullosamente y para envidia de la duquesa.

—Nosotros fuimos invitados a la Villa Spade, entonces nos veremos en la reunión.

La pareja Ogawa hizo una reverencia y siguió su camino, al igual que la representante de los Vallierie rezongando en voz baja.

—Creídos…

—Engreída….

Así cada quien abordo sus respectivos transporte, poco a poco se acercaba la hora de la boda.

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El peli azul iba caminando hacia el lado oeste de la isla, le habían contado que en una de las tantas cuevas que se habían formado allí, se encontraba una que a diferencia de otras asustaban o mencionaban que hechiceros se reunían, lo que mas llamó su atención fue que había alguien que cumplía cualquier deseo a cambio de algo, pero el problema era que ese algo era un secreto para el resto del mundo. Caminaba despacio hasta que la encontró, antes de entrar a la cueva para finalmente hacer su petición, se detuvo, dejó caer los parpados de sus ojos como si estuviera tratando de relajarse.

No tenía miedo o quizás si...Era incierto ya que seguía siendo humano y esta vez no sabía con que se podía encontrar. Había enfrentado un sin número de enemigos temibles con una fuerza atroz pero esta vez era diferente, porque si tenia suerte podía traer de vuelta a su amada quien fue victima del destino cruel. El viento soplaba moviendo sus suaves cabellos azulados, aprovechaba esa agradable brisa para relajarse internamente, luego, abrió sus ojos y procedió a entrar. Ya dentro miró a todos lados y no parecía haber presencia alguna de algo o alguien más, así que supuso que tendría que invocarle.

Llevó su mano a su bolsillo extrayendo de allí una nota que contenía "el conjuro" de invocación. En el momento que iba a pronunciar la primera palabra de dicho conjuro escuchó unos pasos acercarse a su ubicación, disimuladamente guardó el papel y se mantuvo en su posición sin mirar atrás, el peli azul volteó de manera relajada para que, quien o lo que sea que estuviera allí no notara su nerviosismo, pero al voltearse no vio nada.

—Nufufufu~ si no va a mostrarse no será divertido...

Dijo mientras paseaba su mirada cuidadosamente por las partes de la oscura cueva, no podía ver con claridad debido a la poca iluminación. El joven comenzó a incomodarse, si era una broma a el no le causaba gracia. Volvió a girarse hacia el lado contrario y escucho el ruido nuevamente e incluso sintió la presencia de alguien detrás.

—Hmnn~ veo que quiere jugar...entonces le concederé su petición.

En ese momento aparecieron llamas de la niebla en su mano derecha creando así su guadaña. Los ruidos se hacían mas obvios, el joven miraba a todos lados mas no podía ver con claridad aquello se movía muy rápido, apenas alcanzaba a ver algo. Era muy ágil y eso ponía aún más nervioso al ilusionista.

—¡Muéstrese!

Luego de decir esas palabras no escucho ruido alguno, era un silencio que resultaba incluso incomodo, solo escuchaba las goteras de la cueva hasta que sintió unos fríos dedos tomarlo juguetonamente por la nuca.

—Oya oya...¿Qué es esto?

—¿En serio no sabes quien soy? me decepcionas sandia.

—Je...debí suponerlo que eras tú...Coockie.

Lo soltó y se alejó unos paso de el llevando uno de sus dedos a su boca, precisamente la misma con la que toco la nuca del joven hace un momento.

—¿Quien mas podía ser?

—Si...quien más.

El peli azul estaba incomodo el hecho de que ella este ahí no significa nada bueno, había hecho tratos con ella en otras ocasiones y sabia lo peligrosa que llegaba a ser.

—Que le trae por aquí Ay…

—No eres quien para decir mi nombre...

Espetó en tono muy serio.

—Nufufufu~ ruego que me disculpe por mi atrevimiento madame.

Ella volvió a su semblante juguetón y prosiguió.

—Ire al grano.

—Hmn~Eso me gusta.

—Entregame a la princesa y yo...

Amplió su sonrisa mientras se acercaba a el.

—Puedo darte lo que más desea.

Los ojos del peli azul reaccionaron con asombro.

—¿¡A qué te refieres!?

Se acercó a el abrazándolo y le susurró al oído.

—Puedo devolverle a su amada Elena...

—¿Que dices?

El peli azul la empujo y la miraba asombrado ¿Cómo sabia ella de su amada?

—¿Que quieres? ¡Dilo de una buena vez!

Se rio divertida y oculto ambas manos detrás de su espalda como una niña pequeña cuando desea un nuevo capricho.

—Ya te dije...¿Eres estúpido? claramente te dije que quiero a la princesa y a cambio de ella hare que tu amada prometida vuelva a tu lado.

Ladeo la cabeza sin borrar esa sonrisa.

—¿Para que quieres a la princesa?

—Eso no te incumbe...Tu no quieres casarte con ella pero yo la deseo, no le veo el problema, a cambio puedo darte lo que quieres ¿Qué me dices Daemon Spade? ¿Aceptas mi trato? no pierdes nada, nadie sabrá nada, ella simplemente desaparecerá. Hmn…será como si nunca.

El verde intenso de sus ojos se avivo más.

—Hubiera existido...

—Nufufufu~ la idea no está mal pero no puedo dejar de desconfiar, es demasiado bueno para ser cierto...

—Ya veo...desconfías de mí.

La chica se acercó a él tomando su mentón en sus largos y finos dedos mientras acercaba más y más su rostro, quedando a pocos centímetros de sus labios.

—¿Intenta seducirme señorita Coockie?

—No hace falta, entonces ¿Me dará lo que deseo? una oportunidad como esta no se presentara ni en cien años...Piénsalo bien sandia.

—Le he advertido sobre ese sobrenombre...

Se ríe levemente.

—Tu respuesta Spade.

El peli azul se quedó en silencio mientras que la sonrisa de ese ser se amplía más.

—Sera que ¿Sientes algo por esa mujer?

—Nufufufu~ ¿Cómo podría?

—¿Entonces?

Ambos se miraron a los ojos por unos breves segundos, luego de eso el duque soltó su particular risa.

—Nufufufu~ ya veo...entonces acepto.

—Oh~ que inteligente resultaste ser Spade, nunca me equivoco contigo.

—Pero...si no consigo los resultados esperados tendré que eliminarte.

—Eso...me gustaría verlo.

Le beso en la boca para después retirarse. El otro sólo atino a reírse siniestramente, el también sabia jugar solo por ello accedió al trato.

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En una isla en medio del mar mediterraneo, se encontraba una mujer vestida de negro, sus orbes acuamarinas miraron en dirección a la enorme isla de Cerdeña y frunció un poco el ceño.

—Kerry, pequeña ¿Puedes venir?

Ante ella apareció una chica con atuendos parecidos a los suyos pero su cabello y ojos eran color rojo fuego.

—¿En que puedo servirle Calipso-sama?

—La descendiente de los Romanov romperá la promesa y terminará con su linaje, debes ir en mi lugar y escuchar su petición por su excelente trabajo en mantener protegido el pergamino en el mundo humano, debes traerla aquí ya que siento que enfrentará a ese ser oscuro que ha estado rondando las islas adyacentes desde hace 100 años.

—Como usted ordene Calipso sama.

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La peli rosa caminaba hacia la playa, al llegar a la parte de la arena se quitó los botines de cuero y cuando se subió un poco la bota del pantalón quedó al descubierto una tobillera de plata en acabado envejecido la cual tenía como dijes pequeñas conchas de almejas, ella las acaricio y empezó a recordar cuando se le asignó su primera misión.

::::::::::::::::::Flashback::::::::::::::::

Alexandria ahora ha llegado tu turno de vigilar esto.

¿Que eso padre?

Es un pergamino que porta una maldición, nuestros ancestros asaltaron un cargamento griego y eso formaba parte del tesoro, sin embargo al usarlo se dieron cuenta que estaba hechizado y como consecuencia tomamos la responsabilidad de cuidarlo, todos los Romanov han cuidado de el desde entonces.

¿Es por eso que te empeñaste en enseñarme griego?

Así es, debes conocer todo lo referente a Calipso, ella está al tanto de que nosotros cuidamos de esto y sabrá cuando alguien de la familia vaya a usarlo, ella enviara un emisario para que se presente ante ella y sea juzgado.

Entiendo, lo protegeré y cuidare que no sea usado de manera irresponsable.

Muy bien Alexandria cuento contigo.

::::::::::::::::::Fin Flashback::::::::::::::::

Ella prosiguió sus pasos hasta la playa pensando que esa sería su última misión, el romper su promesa por el bien de la princesa, ese sería su ideal.

—Lo siento padre…Lo haré por la pequeña, para que ella pueda alcanzar la felicidad, mi vida solo ha constado de cegarlas, importando si era justo o no pero, ese será mi deseo, la felicidad de Kyria Hime Sama.

Continuará.

N/A:Realmente este regalo para Kyria chan me gustó muchísimo, así que a aquellos que ya lo habían leído les invito a verlo nuevamente ya que agregaré un tercer capitulo. Siento que debe ser así. Además como nuevo regalo pero de cumpleaños por el abandono que le tengo en Facebook. Gomene Kyria chan.

Gracias a todos por comentar.

CiaoCiao …n_n…