MURIENDO DE AMOR
Acababas de salir con el acta de defunción, si no hubieras peleado con ella, si tu maldita adicción al trabajo hubiera sido controlada, si esas noches las hubieras llenado de amor y pasión, ellas no hubieran pagado por tus pecados. Pensabas por qué no fuiste tú y no ellas los que volcaron en la carretera. Pero ya nada podías hacer, todo se lo habían llevado ellas, tus mujeres, tu corazón, tu alma, TU VIDA.
Tu Allie ya no estaba para besarte cuando llegaras del trabajo, ni Marie, tu hija, estaba para pedirte que le contaras un cuento.
Habías peleado con Alice antes de salir de casa, ella lloró toda la tarde recargada en la cama, se tranquilizó y empezó a hacer las maletas, una para ella y otra para Marie, había decidido irse a algún lugar lejos de ti. Salieron a carretera, y los ojos de Alice se llenaban de lágrimas nuevamente, y en una curva los frenos no respondieron y volcaron.
Ese día llegaste temprano a casa, un ramo de rosas blancas –sus favoritas- en la mano y una alianza nueva, pensabas disculparte con ella y llevarla a cenar, no encontraste ni a ella ni a tu pequeña, entonces llamaron del hospital donde las tenían gravemente heridas.
Llegaste al hospital y rápidamente te guiaron a la habitación en que tenían a tu pequeña, lo ultimo que escuchaste de sus labios fue un te quiero mucho papi, las lagrimas se arremolinaron en tus ojos y dejaste escapar algunas, fuiste a ver a lo ultimo que te quedaba en esta vida, tu mujer.
Ella estaba muy grave también, cuando llegaste a su habitación te pidieron que no tardaras mucho, entraste y cuando te vio ella empezó a llorar, te acercaste y la besaste, ella movió sus labios correspondiendo a tu beso y exhaló.
En ese momento, tu alma se quedó sola y vacía, tus mujeres ya no estaban para quererte, Alice ya no te diría "te amo", ni tu hija te sonreiría…
Estabas muriendo de amor POR ELLAS…
