No me pertenece la historia ni lo personajes.

Argumento:

Cuando un desconocido irrumpió en el apartamento de Bella y la acusó de haber destrozado el corazón de su sobrino, la joven se dio cuenta inmediatamente de que debía referirse a su alocada prima Nessie.

Pero antes de que Bella pudiera explicar el malentendido, Edward la obligo a acompañarlo a Grecia y a hacerse pasar por su prometida. Bella sabía que antes o después él acabaría descubriendo quien era ella y porque había accedido a fingir ser su novia...

Capítulo 1

-¡Señorita Swan! Sé que está allí, maldita sea. ¡Tiene sesenta segundos para abrir esa puerta antes que yo la derribe! - Bella cruzó el pequeño vestíbulo de su apartamento. Las orejas le palpitaban con el sonido de los golpes y los gritos que oía desde hacía unos minutos. La puerta principal vibraba debido a los golpes que recibía. Bella imaginó cómo reaccionarían sus vecinos al oír semejante estruendo a las seis de la mañana. Ya le habían dado una carta de quejas que Bella leyó a su regreso a Londres, después que Nessie desocupó el apartamento.

-¡Muy bien, jovencita! —Exclamó la voz furiosa, mientras Bella quitaba el cerrojo—. No diga después que no se lo advertí —en el mismo momento en que Bella abrió la puerta, un enorme hombre chocó contra ella y la lanzó contra el muro opuesto.

—Es usted una tonta —dijo el hombre. Bella se apartó el cabello del rostro y quedó frente a frente con uno de los hombres más despiadados que había visto en su vida—. ¿Por qué abrió la puerta así? ¿Acaso sus facultades mentales no funcionan?

Al oír esa injusta acusación Bella recobró la compostura.

¿Cómo se atreve a decirme eso? —habló con firmeza— Usted ha estado golpeando mi puerta como un loco desde hace unos minutos y ahora tiene el descaro de preguntarme por qué le abrí. Usted es un... un...

—-Si está buscando describirme haciendo uso de su limitada inteligencia, por favor, no siga —fue cortante, malévolo—. ¿No sería mejor preguntarme quién soy? ¿O acaso tiene usted la costumbre de recibir a extraños en su casa por la mañana? —sus ojos verdes miraron el cuerpo de la chica con insolencia y de manera insultante.

—No me importa quién sea usted — Bella empezó a sentir miedo. Su bata se había abierto por el impacto que ella recibió y su delgado camisón no dejaba nada a la imaginación. Ese desconocido le miró los senos firmes, la delgada cintura y las largas y torneadas piernas justo antes que la chica se cubriera con la bata.

— Créame que le importará, señorita Swan –amenazó

Bella miró la puerta abierta, pero el hombre adivinó que tenía la intención de huir. Ese hombre era tan fuerte y masculino que Bella empezó a sentir miedo y angustia. Era la primera vez que conocía a alguien como él.

-¿Qué quiere decir? —sus suaves ojos chocolates estaban muy abiertos y ella muy pálida

-Todo a su tiempo, querida —-cerró la puerta con el pie y se apoyó contra el muro. Se cruzó de brazos, relajado. Tenía la piel bronceada y un fuerte acento extranjero, de modo que Bella supo que ese hombre no era inglés. No entendía de dónde provenía ese desconocido ni porqué estaba tan enfadado con ella.

El la seguía observando con detenimiento. Bella estaba de pie, aunque no se atrevía a moverse.

-Es usted muy hermosa-- comentó él con sarcasmo, y Bella se ruborizó .El sonrió de modo arrogante—. ¿Qué edad tiene, dieciocho, diecinueve años?

-Tengo veintiún años, aunque ese no es asunto de su incumbencia- Bella frunció el ceño y habló con frialdad.

-Si, lo es, querida —Se tensó—. Cuando usted cometió el error de atacar a un miembro de mi familia, todo lo que se refiera a usted me incumbe. La frecuencia con la que usted visita algunos centros nocturnos de dudosa reputación, su lamentable estilo de vida...

-¡Un momento! —exclamó la joven y se irguió—. No sé de que me esta hablando, ni quiero enterarme. Nunca antes lo he visto a usted en mi vida y si usted cree que puede irrumpir en mi hogar, atacarme e insultarme…

Bella se interrumpió cuando ese hombre se acercó a ella y entró en la sala.

—Será mejor que venga a sentarse —sugirió el desconocido con voz sedosa, pero dura como el acero. -No tengo la costumbre de ponerme a discutir con mujeres como usted. Tenemos que hablar de ciertas cosas durante la siguiente hora y usted tendrá que mantener cerrada esa hermosa boca —su cuerpo tan fornido y alto estaba demasiado cerca de la chica.

—Usted y yo no tenemos nada de qué hablar —protestó Bella, quien se sentó. "Si tan sólo no hubiera abierto la puerta, ¿cómo pude ser tan estúpida?", pensó. Ella solía tener mucho cuidado. Sin duda, su descuido se debía al cansancio provocado por el cambio de horario. Bela había permanecido seis semanas en Estados Unidos para coordinar una importante sesión fotográfica. Fue una experiencia agotadora, pero muy satisfactoria, a ella le encantaba su trabajo como asistente personal del dueño de una exclusiva agencia de modelos. Bella había regresado a Londres el día anterior por la noche y se fue a dormir de madrugada.

—Parece que estamos solos —comentó el hombre.

¿Qué esperaba? —se indignó Bella.

—Vamos, no puede engañarme, mi querida Nessie —rió él sin diversión—. ¿Puedo llamarte Nessie? Al parecer todo el mundo se toma muchas libertades contigo —alzó la mano al ver que ella se disponía a protestar—. Vamos a aclarar una cosa desde el principio. No, "irrumpí" en tu casa. Tampoco te "ataqué". Y si la verdad te parece insultante, entonces tal vez es hora de que dejes de ser una mujer superficial, egoísta y malvada.

De pronto, todo se aclaró un poco. Ese loco pensaba que Bella era Nessie .La joven gimió para sus adentros. ¿Qué había hecho ahora su hermosa prima, alocada y sin escrúpulos? Bella pensó con rapidez.

Ahora se daba cuenta de que fue un error dejar que Nessie se quedara en el apartamento mientras ella se iba a Estados Unidos. Pero Nessie podía ser muy convincente y testaruda.

"Siempre he acatado sus deseos", pensó Bella con tristeza. Nessie le había dicho que tenía a un enamorado a solas con él. Bella tuvo que admitir que la amplia casa donde Nessie vivía con otras cinco chicas, no era propicia para el romance.

-Veo que ya está amaneciendo —comentó el hombre de acento extranjero—. Tienes un rostro muy expresivo, querida, no era lo que yo esperaba —rió al ver que ella lo miraba con enfado—. Esta vez pagarás por tus errores. Esto debería darte gusto, pues sin duda sólo representa una experiencia más en una lista indudablemente larga.

—Por favor, escuche, tengo que explicarle lo que pasa... Usted se equivoca.

—No me interesa lo que quieras decirme —la interrumpió con impaciencia y la miró con desprecio— Guarda silencio y escúchame con atención. No pretendo repetirte las cosas —era obvio que estaba acostumbrad, a ser obedecido y Bella ya no quiso seguir discutiendo, se hundió en los cojines del sillón, temerosa. Ese hombre debió de sentir el miedo de la chica, pues habló con menos dureza, aunque no le quitó la vista de encima— Me llamo Edward Cullen. Soy el tío de Jacob, ¿verdad? —inquirió con sarcasmo. Bella sólo lo miró en silencio y él meneó la cabeza, disgustado- Después que le dijiste que todo había terminado entre ustedes, él regreso a Grecia No podía trabajar, comer ni dormir. ¿Te puedes imaginar lo que le hiciste? —fue frío— ¿Te divirtió entusiasmarlo y luego abandonarlo con tanta dureza? ¡Contéstame! —perdió la serenidad y fue invadido por la rabia.

Bella lo observó en silencio No sabia qué contestarle a ese hombre y tan sólo se encogió de hombros con frialdad.

—No lo puedo creer —rugió él .Se puso de pie y se dirigió a la ventana como si ya no soportara seguirla viendo .Le dio la espalda y miró hacia la calle, rígido, tenso

Bella, no supo cuánto tiempo permaneció él en esa posición. Ella se mantuvo quieta, pues no sabía cómo apaciguar a ese fiero griego, trataba de entender lo que había sucedido.

Era obvio que Nessie había tenido un breve romance, como ella los llamaba. Bella había tenido que arreglar la situación más de una vez, pues con frecuencia la llamaban los pretendientes rechazados suplicándole a Bella que intercediera por ellos.

Nessie terminaba sus romances como si fuera una cirujana con bisturí con rapidez, de tajo y sin vacilación. Oh, Nessie, gimió Bella para sus adentros, hacía tres años que las dos vivían en Londres y Bella había presenciado la devastación que provocaba la crueldad de su prima .Eso le causaba aversión, a pesar de que entendía la necesidad de Nessie de tener siempre adulación y atención de los hombres.

Como Bella estaba sumida en sus pensamientos, respingó sin querer cuando Edward se alejo de la ventana y dijo:

—Le ofrezco una disculpa por mi comportamiento —habló sin ninguna emoción, con control de sí mismo-. No vine aquí a expresar mis propias opiniones. Eso no tiene importancia —la miró con detenimiento. Estaba vestido con un traje de excelente calidad, con una camisa blanca inmaculada y corbata roja. Tenía un reloj de oro en la muñeca. Todo en él reflejaba poder y fuerza.

-¿Por qué ha venido aquí? —inquirió Bella con cautela. Tenía la sensación de estar junto a una pantera salvaje que podía matarla en cualquier momento.

-Necesito tu... cooperación —escogió la palabra con cuidado—. La madre de Jacob no se está recuperando de su enfermedad como debiera —la vio alzar las cejas, sin entender nada, y comentó con frialdad—. Veo que desconoces cuáles son las circunstancias —declaró.

Cuando Bella negó con la cabeza, él jadeó, incrédulo.

-Bueno, de nuevo te ofrezco una disculpa. En vista de que Jacob me contó que ustedes tenían una relación "íntima", yo pensé que sabias le que pasaba con su familia. En mi país, cuando se intercambian anillos y se hacen promesas entre dos personas, ya no hay secretos entre ellas.

Bella abrió más los ojos, aprensiva. Así que el problema era mucho mayor de lo que creyó en un principio. Bella sabía que Nessie rehuía las relaciones íntimas. En cuanto a un intercambio de anillos, eso era absurdo. ¿Qué has hecho ahora, tonta Nessie?, preguntó Bella en silencio, y ¿por que yo tengo que pagar los platos rotos, como de costumbre?

—La madre de Jacob, mi hermana Christina, ha estado muy enferma —prosiguió Edward y se pasó una mano por el cabello, mientras sus ojos brillaban can dolor— Es una enfermedad de los huesos que por ahora está bajo control. Por desgracia, mi hermana sufre ahora mucho dolor y está parcialmente incapacitada, con el tiempo se pondrá bien, pero es muy importante que ella conserve las ansias de vivir y de seguir adelante, sin importarle cuánto le duela el cuerpo. La, medicinas qué tiene que tomar para su recuperación por desgracia también le producen una depresión aguda, lo cual no ayuda en nada a la situación.

Bella asintió, entendiéndolo.

—Cuando Jacob le anuncio que se había enamorado de chica inglesa, su madre se puso muy triste —él apretó la boca—. Christina habría preferido que su hijo se uniera a una chica griega, pero vivimos en una época moderna en la cual la gente escoge su destino aunque después tenga que pagar por sus errores —implicó que consideraba que Bella era un grave error— Sin embargo, muy pronto fue obvio que este triste episodio fue de mucho beneficio para mi hermana. Ahora ella desea conocer a la chica de quien Jacob está enamorado y asegurarse por sí misma de que su hijo tenga una esposa adecuada. Eso le ha dado nuevos bríos para vivir.

Bella lo escucho, intrigada si Nessie al parecer terminó su relación con Jacob, ¿por qué ese arrogante griego viajo miles de kilómetros para hablar con ella?

—Christina está muy impaciente por verte y no voy a desilusionada —concluyó Edward. Pasó un momento antes de que Bella entendiera lo que él insinuaba.

—Así es —asintió él divertido, y sonrió con frío cinismo al ver que Bella estaba incrédula— Vendrás a Grecia conmigo y le darás a mi hermana una magnífica actuación, la convencerás de que eres una joven dulce y respetable cuya única meta en la vida es hacer muy feliz a su hijo y formar una familia con el.

- Usted está loco —jadeó horrorizada—, completamente loco.

La reacción de Bella pareció satisfacerlo, pues Edward se sentó frente a ella y estiró las largas piernas, mientras entrelazaba los dedos detrás de la nuca.

—Claro, tu regreso a Inglaterra dependerá de tu habilidad para actuar. Puedo entender que será algo difícil de hacer para alguien como tú —susurró, con veneno— pero trata de considerar esto como un reto hacia tu talento histriónico.

Bella nunca habría imaginado que llegara a odiar a alguien tanto como odiaba a ese hombre, a pesar de que hacia tan sólo una hora que lo conocía. Sentía náusea y dolor de cabeza "Tengo que decirle a este loco quién soy en realidad", pensó Se puso de pie, asustada, mas el cuarto le cuarto le dio vueltas, y se volvió a sentar. Se puso muy pálida.

— ¡No lo puedo creer!---exclamó con dureza pero la hizo recostarse con suavidad sobre los cojines—. Sin duda, te diviertes y te desvelas mucho... demasiado.

Bella no tuvo fuerza para protestar. Tan sólo cerró los ojos e hizo un esfuerzo por no llorar. Una cosa era segura. Ese hombre nunca había visto una fotografía de Nessie. Aunque eran de la misma edad y estatura, Bella y ella eran muy diferentes. Nessie tenia el cabello de color cobrizo y tenía los ojos de color ambar, lo cual contrastaba mucho con la belleza de Bella. "Este hombre recibiría una gran lección si me llevara a mí a Grecia", pensó la chica.

Empezó a sentirse menos mareada y abrió los ojos. Se encontró cara a cara con ese hombre.

Este se irguió un poco, apartándose de Bella, aunque la siguió mirando detalladamente, con ligera curiosidad.

—Quédate quieta —ordenó con tono cortante.

Bella apretó las manos por la frustración. Lo oyó ir a la cocina y abrir y cerrar alacenas.

—Siéntase como en su casa —comentó sarcástica. De pronto, él le dio una taza de té caliente y fuerte.

—Entiendo que esta es la panacea de los ingleses —comentó Edward cuando la vio tomar la taza—. Lamento ver que estás mal, pero he reservado dos asientos en el vuelo que sale esta tarde para Grecia. Y vendrás conmigo aunque tenga que arrastrarte hasta allá.

—No voy a ir a ninguna parte con usted —declaró Bella. Tomó un sorbo de té mientras trataba de pensar con claridad.

—Eso no fue una invitación de mi parte.

—Entonces, ¿fue una orden? Usted es muy bueno para impartir órdenes, ¿verdad? Bueno, si cree que puede intimidarme, se equivoca de chica —señaló Bella y pensó que su comentario era cierto en más de un sentido. Lo miró de modo desafiante.

El sonrió con lentitud y de una manera que la dejó helada.

-Tome esto —le dio dos tabletas blancas.

— ¿Qué es esto? —Las dejó caer como si la hubieran quemado—. ¿Dónde las consiguió? ¿Qué es lo que trata usted de hacerme?

El suspiró, exasperado.

-¿Qué crees que son, tonta? Aspirinas que tomé de la cocina. Es cierto que tengo muchas actividades, pero te aseguro que las drogas y la trata de blancas no están en mi lista por ahora —se inclinó y tomó las tabletas de la alfombra. Se dirigió a la cocina y regresó segundos después con el paquete de aspirinas—. Toma. Y recuerda que estarás a mi lado en ese avión, cueste lo que cueste —el timbre profundo de esa fría voz la hizo estremecerse.

Bella se alegró de que nunca más lo volvería ver. Ese hombre la afectaba de una manera que no podía ser adjudicada al cansancio provocado por el cambió de horario.

Al oír el sonido del teléfono, Bella respingó. Alargó una mano y alzo el auricular antes que Edward pudiera hacerlo Al hacerlo, vio su reloj y se dio cuenta de que eran las siete de la mañana. Ninguno de sus amigos la llamaba tan temprano.

—Bella, gracias al cielo, eres tu. No sabes con qué ansia he esperado tu regreso —jadeó Nessie y un sollozo entrecortó su voz— Estoy metida en un gran lío, tienes que ayudarme.

Muy consciente de la presencia de ese hombre que la miraba con fijeza, Bella trató de bromear.

—Hola, Angela, Solo tú podrás llamarme tan temprano... ¿quieres que hoy también te lleve al trabajo? —improvisó con rapidez. Se volvió de modo que Edward ya no pudiera verle la cara. Sentía que ese griego podía leerle la mente.

-¿Quién está contigo, Bella? —susurró Nessi con terror. Eso hizo que Bella recordara algo del pasado. De niñas, una vez jugaron sobre las compuertas de un canal, que estaban mojadas por la lluvia Nessie resbaló y Bella tuvo la fuerza para evitar que cayera al agua y fuera arrastrada hacia una muerte inminente Nessie habló ese día con el mismo terror que ahora, pero fue valiente y esperó a que la ayuda llegara. Y ahora, Bella no iba a abandonarla por nada del mundo.

—Lo siento, Angela , no te puedo hablar en este momento. No me siento muy bien —Bella no sabía lo que Nessie le hizo a Jacob, pero de seguro lo que el tío de éste exigía ahora era una exageración.

— ¿Qué pasa? —susurró Nessie jadeante

—Si, espero verte pronto. Debo irme, el tío de Jacob llegó desde Grecia, ¿puedes creerlo?—cuando Bella oyó que Nessie colgaba, supo que su prima le creía— Bueno, si llámame más tarde, entonces.

Edward la contemplaba cuando ella colgó el auricular y se volvió.

-¿Todo bien?

Bella no supo a qué se refería con eso, pero de todos modos asintió. Edward se había quitado la corbata y desabrochado la camisa, revelando así un poco de su pecho. Al verlo, Ría se estremeció por la emoción y tragó saliva.

—Era Angela -explicó Bella y él sólo la miró con frialdad.

—Tienes cinco horas para arreglarlo todo antes de que nos vayamos al aeropuerto Y te sugiero que las uses con prudencia Si necesitas consultar a un médico para que te recete algo, eso lo puedo resolver yo de lo contrario, .pon en orden todas tus cosas y piensa que no volverás aquí en algún tiempo.

-Esto es ridículo —se alarmó—. Tengo mi trabajo y mi apartamento, usted no puede pedirme que...

-Pues te lo pido —la interrumpió, apretando la mandíbula—. Por una vez en la vida, harás lo que se te ordena.

-¿Y quién sé cree usted que es? —replicó furiosa.

-Ya te dije quién soy y yo sé quién eres —sonrió, satisfecho—. Eres modelo, ¿verdad? Jacob me dice que tienes mucha demanda en tu profesión -logró hacer que ese comentario fuera muy desagradable y vulgar— Estás acostumbrada a salir del país con poco tiempo anticipación debido a tu trabajo, aunque tu profesión no me interesa en lo absoluto. Sin embargo, mi hermana sí me importa mucho .Y tengo la intención de que ella esté tranquila con respecto a ti Así qué actuarás en el papel de la prometida enamorada de mi sobrino el tiempo que sea necesario.

—Usted esta equivocado — Bella se sentía impotente .Era como si tratara de derrumbar un muro de ladrillos con las manos

-¿Ah, sí? —él alzó una ceja y entrecerró los ojos—. ¿Te tranquilizarías si te digo que este viaje será pagado por mí y que te reembolsaré cualquier suma que pierdas por no trabajar? ¿Me pregunto con qué cantidad te conformarás?

Edward menciono una cantidad que asombró a Bella y la hizo ruborizarse.

-¡Usted está tratando de comprarme!-exclamó ella con horror— ¿Con que clase de gente está acostumbrado a tratar?

—Es peligroso presionarme demasiado, señorita Swan —su rostro se endureció hasta dar la apariencia de estar labrado en granito— Soy un buen amigo y un buen enemigo también, usted nunca será mi amiga, pero rece por no convertirse en mi enemiga —se acercó al hablar. Su virilidad era casi tangible, era un magnetismo vital que la fascinaba e hipnotizaba.

Bella quiso alejarse, mas se quedó en su sitio como si fuera un pequeño ratón inmovilizado por un depredador.

—Aléjese de mí, no se me acerque...

—No creo que estés en posición de impartir órdenes —sonrió con crueldad—. ¿No te parece?

— ¿Que hará si lo desobedezco? — lo miró con furia—. ¿Va a golpearme? ¿Es usted de ese tipo de hombre, sólo fuerza bruta y...?

— ¿Cómo te atreves a juzgarme? —gruñó. Sus ojos mostraron un brillo helado--. Una mujer como tú... —habló con desprecio y, de un sólo movimiento, la atrajo con fuerza contra su cuerpo, haciéndola girar de modo que la aprisionó entre él y el muro.

—Hay muchas maneras de enseñarle a una mujerzuela como tú algo de buenos modales —inclinó la cabeza y su aliento rozó el pálido rostro de la joven. Esta trató de forcejear para alejarse. Sin embargo, Edward sonrió y la besó mientras la chica volvía la cabezada de un lado otro- Sin duda te gusta que los hombres sean sumisos y te adoren, ¿verdad? El pobre de Jacob estuvo perdido desde el principio contigo.

Cuando él le besó el cuello Bella fue invadida por el pánico. Trató de golpearlo con los brazos y darle puntapiés para liberarse. Edward se molestó y la empujó contra la pared hasta que Bella tuvo que aferrarse a él debido al dolor que sentía en los músculos de la espalda.

La boca de Edward era muy sensual y le abrió los labios con un control experto, invadiendo el cálido interior de la boca de Bella con firmeza y lentitud. La chica empezó a jadear cuando el beso se prolongó.

La embargaban una serie de emociones que la asustaban aun más. Nunca imaginó que un beso podía ser algo tan íntimo. Los besos amistosos de buenas noches que compartió con uno que otro novio en el pasado no la prepararon para esa experiencia, jamás imaginó que perdería el control de sus sentidos de esa manera.

Ella le golpeó la espaldo cuando él le besó el cuello.

—No, por favor no lo haga —sollozó la joven.

Edward alzó la cabeza y la miró, intrigado.

—Parece que hablas en serio.

—Sí, sí —casi perdió la coherencia del pensamiento debido al miedo que la invadía

Era muy consciente del poder tan grande que emanaba del cuerpo de ese hombre.

Él se alejó y la contemplo con detenimiento Se dio cuenta de que estaba aterrada.

-Creí que ya eras una mujer —susurró mientras la observaba con mirada inescrutable— Vaya, si sigues, me vas a hacer creer que no estas acostumbrada a esto.

-Usted me estaba lastimando —susurró con voz temblorosa y se apartó un mechón de cabello de la cara.

-¿Ah, si?- no le creyó y la vio ruborizarse-. Vaya, debo de estar perdiendo mi arte y mi experiencia —añadió, bromista—. No suelo obtener esta reacción cuando beso a una mujer.

Bella estaba convencida de ello... Esos breves minutos que estuvo en los brazos de ese hombre, la hicieron experimentar una pasión desconocida para ella. Aún tenía la piel erizada. Se apartó más del desconocido quien dejó caer los brazos.

-¿Y bien? —Edward fue cortante. De nuevo la atacaba y su pegunta estaba llena de significado—. ¿Quieres que haga tú equipaje o vas a recuperar la sensatez de una vez por todas?

Bella se encogió de hombros. Por primera vez, pensó en ese viaje seriamente. ¿Qué podía hacerle ese desconocido después de todo? Ella no era Nessie y terminaría por tener la última palabra en ese asunto mientras tanto, Nessie tendría más tiempo para pensar en lo debía hacer.

Nessie jamás podría enfrentarse a ese hombre.

-En mi trabajo me deben unos días de vacaciones —murmuró seria. Eso era cierto. El año pasado sólo se tomó una semana de asueto. Le dejaría un mensaje a Nessie en la agencia de modelos para darle explicación de lo que planeaba hacer. Por fortuna, el pasaporte de Bella estaba en regla gracias a su viaje a Estados Unidos y, además, no tenía compromisos de trabajo. Ese viaje a Grecia sería sólo una solución temporal, pero eso era mejor que lanzar a Nessie a lo lobos... o a un lobo en particular.

Bella alzó la vista con lentitud y asintió, confirmando su decisión.

—Iré con usted —anunció— Pero después no diga que no le advertí que está cometiendo un terrible error.

Un brillo de triunfo iluminó sólo por un momento los ojos de ese hombre...

"¿Qué es lo que acabo de hacer?", se preguntó la joven, angustiada.

"Dios mío, ¿qué he hecho?"

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HOla chicas, los prometido es deuda! Asi que aqui estoy de nuevo! Tambien les tengo que decir que esta historia ya esta totalmente adaptada asi que no hay espera, aaahh tambien les comunico que tiene solo 10 capitulos!! En serio espero que les guste!!

Reviewww!! T_________T

100% Magia y Amor

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