Disclaimer: Yuri on ice no me pertenece. La historia se me ocurrió porque esta pareja es mi placer culpable, no me odien, dejen sus comentarios si les gusto xD
Casi perfecto…
"El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas."
Una persona tan centrada como él no era partidario del amor, muchas veces se mantuvo cerrado en su propio mundo para competir manteniendo en alto el nombre de su familia, de su país… pero había caído ante alguien que tal vez no era el más atractivo, pero lo compensaba con pequeños detalles que sabía muy pocos conocían, cosas como su amabilidad, la manera en la que trataba a los niños o la fogosidad con la que pasaban aquellas noches oscuras…
Aquellos pequeños detalles que lo mantenían loco en secreto… alguien más los conocía, una mujer que estaba casado con él, pero ella lo subestimaba como la vez que lo beso en aquella fiesta, cuando estaba ebrio. Sería el hombre perfecto, al menos para él, pero tenía una familia que era más importante en tantos sentidos que él.
Era estúpido sentirse así, pero… no podía evitarlo y muchas veces se encontraba llorando en las noches frías buscando sus brazos regordetes, pero que lo hacían sentir seguro… fuera de aquel competitivo mundo.
Miraba con indiferencia a todos, pero se sentía demasiado mal en el fondo, era consciente que aquel tipo era fan y amigo de uno de sus rivales asiáticos. Caí rendido en las noches que se escapaba a aquel pequeño pueblo o que se encontraban en hoteles de Tokio los dos siempre con pretextos.
Se aferraba al pequeño muñeco que llevaba colgando en su móvil al cerrar los ojos mientras el tren avanzaba, pensaba en cuanto extrañaba su aroma… el sabor de sus besos, aquel fuego prohibido que lo envolvía.
¿Qué diría su madre si se enteraba de todo lo que estaba haciendo? Seguramente lo odiaría, tal vez se sentiría asqueada, lo rechazaría ¿qué haría él? Posiblemente lo abandonaría porque… por muy tierno que fuera al besarlo o cuando salían en pequeñas citas escondidas simplemente como amigos, era un buen marido.
La vida muchas veces parecía injusta, cuando entrenó tanto y no ganó, cuando se esforzaba por alcanzarlo, pero era empujado por aquellas mujeres, la odiaba… a esa mujer que lo tenía, la detestaba y se odiaba por sentir cosas así.
Marcó su número, necesitaba escucharlo, pero el buzón fue directo… estará ocupado, pensó. Nunca podrían formar una familia, además sería un escándalo y en el fondo lo quería.
Una noche en un bar escaparse con un hombre por una noche, puede que esas cosas serían lo mejor, sin embargo la simple idea de serle infiel con alguien más causaba que su estómago se retorciera.
Miró su móvil unos minutos después "nos vemos la próxima semana… te extraño" el mensaje de Nishigori que por muy corto causaba tantas reacciones, la química traicionera del amor que lo alegraban y relajaban… esa noche soñaría con él.
