¡Aló! ¿Cómo están en esta hermosa noche?
Es la segunda vez que paso por aquí hoy, así que como podrán ver, esto del receso escolar me está produciendo problemas (puede que el insomnio tenga algo que ver también).
En fin, vengo a colgar un nuevo drabble, esta vez de un anime que ya tenía ganas de plasmar en mis FF: Uta no prince-sama. Qué puedo decir, me gustan los chicos hermosos (?). No es una historia romántica ni mucho menos, porque este anime en particular me hace querer profundizar en la historia personal de cada chico (y no shipeo a Haruka con ninguno, no me gusta).
Disclaimer: Los personajes de Uta no prince-sama pertenecen a su respectivo creador.
Ahora sí, los dejo leer en paz. ¡Disfruten la lectura!
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Existe una primera vez para todo. Nuestro primer amor, nuestra primera palabra, nuestra primera desilusión. La primera vez que nos enfrentamos al destino. El día en que la señorita Aijima, una hermosa chica de largos cabellos castaños y ojos color avellana, se enteró de que traería una nueva vida al mundo, fue el día en que un nuevo destino se forjó.
Kotomi siempre se había sentido atraída por la música, sentía que cuando la escuchaba el mundo era un lugar mejor y su corazón se llenaba de alegría; por eso, cuando conoció a Shaining Saotome en un concierto de beneficencia, no pudo evitar formar un vínculo inmediato con él. Él era un hombre extrovertido y tal vez un poco extravagante, pero su voz y esos perpetuos detalles que tenía con ella, la hacían inmensamente feliz; ella, por su parte, era bondadosa, paciente y siempre estaba a su lado, apoyándolo incluso en los momentos más difíciles de su vida como naciente idol. Fueron la pareja ideal, hasta que ella se enteró de que estaba embarazada y decidió terminar su relación con Shining, cuya brillante carrera tal vez se hubiera detenido de haber sabido sobre el bebé.
Dime si me quieres
Como yo te quiero
Dime si me adoras,
Como yo a ti.
El día en que se marchó para comenzar una nueva vida dedicada al bebé que crecía en su vientre, Kotomi le cantó la misma nana que su madre solía cantarle cuando era niña, prometiéndole con ella que le daría una vida llena de amor y música.
A veces escucho un eco divino
Que envuelto en la brisa
Parece decir…
Le cantó por siete meses más a través de los cuales su vientre creció, y el apartamento en que vivía se llenó de colores, juguetes y pañales. Así, un 11 de abril nació un hermoso bebé de cabellos rojos y mirada dulce. Cuando por fin lo tuvo en brazos, sintiendo un amor que no creía posible hasta entonces, sonrió y de su dulce voz nació una melodía. El bebé sonrió.
Yo te quiero mucho, mucho, mucho, mucho
Tanto como entonces
Siempre hasta morir.
Ese día, Kotomi entendió que el pequeño que dormía entre sus brazos, crecería para llevar felicidad y amor a todas las personas a través de la música. Pero fue el día en que supo de su existencia, cuando le cantó por primera vez la nana que él tararearía cada noche del resto de su vida, que ese pequeño bebé supo quién era.
Lo llamó Otoya.
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Ahí lo tienen. ¿Les gustó? Realmente espero que sí y que sea bueno o malo, dejen su comentario por aquí para conocer su opinión.
Les deseo a todos una noche de sueños felices o un día de muchas sorpresas.
¡Besitos!
