Connor Become Human

Capítulo I: Primer encuentro.

Mi nombre es Alexandra Watson, soy una detective del departamento de policía de Detroit. Desde hace varios años me he sentido diferente, como si algo faltara, como si hubiera olvidado algo.

No recuerdo mucho de mi vida antes de llegar a Detroit, solo puedo ver imágenes borrosas, una especie de accidente, luego varias personas hablándome en una sala extraña, como un quirófano, pero hay algo extraño en los médicos.

Luego recuerdo despertar en una habitación, los doctores me dijeron que había tenido un accidente en la carretera, que a eso se debía mi amnesia, pero algo me dice que hay algo más, que no me dicen la verdad.

Pasaron varios meses hasta que me sentí segura, fue cuando algo en mi me dijo que debía ir a Detroit, que ahí trabajaba, era como si me moviera algo que no sabía explicar, pero eso fue lo que hice.

Aún no puedo creer que este en esta situación, es increíble como las cosas se tornan tan complicadas de un momento a otro. Hacía menos de veinte minutos me estaba preparando para irme a casa luego de un largo día de trabajo y ahora ahí estaba, junto a un androide buscando a una de las personas que menos soportaba en todo el planeta tierra.

Cuando el llego yo acababa de tomar mis cosas, al principio pensé que se trataba de uno de los androides que se dedican a hacer la limpieza, pero cuando se presentó me di cuenta de lo equivocada que estaba, aunque eso era bastante evidente era muy diferente a los androides dedicados a esas tareas.

-Buenas noches Detective Watson- lo mire con mayor atención, era de apariencia joven, no aparentaba más allá de treinta y dos años, tanto su cabello como sus ojos eran color castaño oscuro -Mi nombre es Connor, soy el androide enviado por CiberLife- lo mire con atención, era igual a los otros androides, apuesto y con una voz agradable.

-¿Qué se te ofrece exactamente? - pregunte -yo estaba a punto de irme.

-Lo sé y lo siento, detective, pero la han asignado a usted y al teniente Anderson a un caso de homicidio presuntamente perpetrado por un androide divergente.

-¿Hank Anderson? - pregunte incrédula, el androide asintió -¿Y CiberLife envía a un androide a trabajar con nosotros?

-Sé que a varias personas les incomoda la presencia de androides, pero el protocolo de la empresa dicta que en estos casos deben de enviar a un androide especializado para atender el problema y saber que fue exactamente lo que pasó en el programa del androide que falló.

-Pues a mí no me molestan los androides, de hecho, me parecen muy interesantes, el problema va a ser Anderson, que por cierto me parece que se fue hace más de una hora.

-¿Tiene alguna idea de a donde pudo haber ido? - pregunto Connor sin inmutarse.

-No, nuestra relación resultar ser muy poco amistosa, así que para serte sincera casi nunca me fijo mucho en él -Connor simplemente me miró fijamente -por lo poco que sé de él, seguro esta en algún bar, así que si te urge que nos acompañe a la escena es mejor ponernos a buscarlo.

-Me parece razonable, detective Watson- dijo con un ligero asentimiento.

Este es el quinto bar que visitamos, Connor parece estar decidido, no deja de jugar con una moneda, la cual mueve entre sus dedos sin siquiera mirar, mientras que yo ya estoy fastidiada, no estoy de humor como para estar persiguiendo a Hank por toda la ciudad, nos detenemos en la puerta, en esta entre otras cosas se lee "Jimmy's Bar" y abajo dice que no se permite la entrada de androides. Lo veo guardar su moneda para posteriormente reacomodar su corbata.

Veo nuevamente el letrero que prohíbe la entrada de los androides. Miro de reojo a Connor, podría entrar yo a echar un vistazo y luego salir para informarle.

Realmente esa clase de prohibiciones me parecen ridículas, prácticamente vivíamos rodeados de ellos, nos serven en la gran mayoría de lugares, nos ayudan en muchas tareas, pero aún hay gente que se niega a aceptarlos, a ver que son parte de nuestro mundo desde el momento en el que son creados y activados.

Connor sin pensarlo dos veces entra en el bar, voy tras él, de inmediato algunos de los clientes se giraron a vernos, especialmente a Connor, así que lo mejor era no permanecer mucho tiempo ahí según mi opinión.

- ¿Lo ve en alguna parte, detective?

-No, ya te dije que no me fijo mucho en él, ni siquiera sé cómo vestía hoy, lo siento.

-Ese no es ningún problema, escaneare sus rostros y luego sabremos si está aquí- asiento observando con atención el rostro del androide, parece simplemente estar viendo a la nada, me pregunto cómo o que estará viendo, repentinamente su voz me despierta de mi ensimismamiento -lo encontré, está justo ahí, en la barra.

Fijo mi mirada a donde él señala, es cierto, ahí está tomando una de varias copas que seguro planea beber. Lo veo aproximarse hacia el teniente, por mi parte lo sigo de cerca, segura de que al teniente Anderson no le va a gustar nuestra presencia. Una vez que llegamos a la altura de Hank Connor nuevamente se presenta.

-Teniente Anderson, mi nombre es Connor, soy el androide enviado por CiberLife, supongo que conocé a la detective Watson- Hank nos mira con fastidio, seguro le hemos jodido la noche, estoy segura de que lo último que quería era ver a un androide y a mí -lo busque en la estación de policía, pero solo se encontraba ahí la detective, ella dijo que probablemente estaría tomando algo cerca, tuvimos suerte de encontrarlo en el quinto bar.

- ¿Y qué carajos quieren ustedes dos? Largense de una maldita vez.

-Veras, Hank, Connor dice que nos acaban de asignar a un caso de homicidio en el que está presuntamente involucrado un androide divergente de CiberLife- Hank simplemente da un trago a su bebida, un suspiro de exasperación abandona mis labios.

-Escuche, teniente, se que algunas personas no se sienten cómodas con androides, pero...

-Yo estoy comodisimo- lo corta.

-Hank, que te parece si hacemos esto fácil y vamos de una buena vez por todas a la maldita escena del crimen.

-Ve tu y el robotito, Alex, a mí no me molestes, déjame acabar mi trago- siento ganas de estrangularlo, pero la voz de Connor me interrumpe.

- ¿Sabe qué? Le invitaré la siguiente ronda si viene conmigo ¿Qué dice? - Hank medio asiente - ¿Gusta usted algo, detective Watson?

-No bebo mientras trabajó- Connor asiente ligeramente y pide el trago de Hank, el cual lo bebé rápidamente antes de ponerse de pie para finalmente acompañarnos.

El viaje a la escena es bastante tenso, lo cual me hace recordar que debo comprar un auto para evitarme esos malos ratos. Una vez que llegamos a la dirección que nos indica Connor, Hank estaciona el auto y nos mira de manera aleatoria.

-Ustedes dos se quedan aquí- me río desdeñosamente.

-Ya quisieras que te haga caso- digo de forma burlona, lo cual lo hace gruñir.

-Lo siento teniente, pero tengo órdenes de acompañarlos durante la investigación- nuevamente Hank gruñe.

-Te digo que te quedes, joder, ya tengo suficiente con la niñata- pongo los ojos en blanco antes de bajar del auto para ir detrás de Hank, posteriormente veo a Connor darnos alcance, lo cual me causa gracia, seguro que a Hank lo vuelve loco muy pronto.

-Los androides no pueden pasar a partir de aquí- detiene un policía a Connor.

-Viene con nosotros- interviene Hank, de inmediato permiten el paso al androide - ¿Es que alguno de los dos me van a obedecer? - se queja.

-Su orden contradecía mis instrucciones- explica Connor.

-Y contradecía mi instinto de fastidiarte.

-Te recuerdo, Alexandra, que soy tu superior- advierte mirándome severamente -no quiero que toquen nada, no andén rondando y no me estorben.

-Bien, tocaremos todo, darémos vueltas en todas partes y nos pondrémos en tu camino- bromeó, aunque a Hank no le hace ni pisca de gracia.

Connor por su parte ni se inmuta, simplemente sigue al teniente Anderson. A penas nos acercamos a la casa un olor putrido invade mi nariz.

- ¡Qué peste! - me quejo, Hank asiente ligeramente para mostrar que está de acuerdo.

De inmediato veo esparcida por la habitación varias bolsas de basura además de evidencia con sangre ya seca. Connor se agacha para analizar un cuchillo, lo cual me parece normal, pero repentinamente toma un poco de sangre fresca y se la lleva a la boca. Una risita nerviosa sale se mi garganta.

-Eh, eh ¿Qué coño haces? - exclama Hank.

-Tomo una muestra, puedo hacer análisis en tiempo real, lo siento, debí haberles avisado.

-No importa, solo no metas más evidencia a tu boca - pide con cara de asco.

-Entendido- dice Connor con una ligera sonrisa, la cual borró casi de inmediato poniendo una de concentración, veo el led de su sien parpadear alternandose azul y amarillo.

Me agachó a su lado, él sigue ensimismado en el cuchillo, lo mira fijamente, como si hubiera algo que yo no veo.

- ¿En serio puedes hacer análisis en tiempo real? - preguntó mientras nos ponemos de pie.

-Así es, es parte de mis funciones- asiento ligeramente viendolo explorar la casa, deteniéndose de vez en cuando para revisar algo.

Por mi parte me acerco al cuerpo de la víctima, su nombre es Carlos Ortiz, al parecer fue apuñalado en varias ocasiones, sobre su cuerpo pintado en la pared con su sangre está escrita la palabra "Estoy vivo" escrito tan perfectamente que es imposible que lo haya hecho un humano.

-Lo apuñalaron, hasta veintiocho veces- dice Connor colocándose a mi lado.

-Si, se ve que el asesino le tenía ganas- comenta Hank.

-La escritura es de androide ¿Verdad? - pregunto mirando a Connor.

-Exacto.

-Si, bueno, hay que averiguar qué pasó- puntualiza Hank.

Connor sigue recorriendo la casa, mientras que Hank se queda en el quisio de una puerta recargado. Yo me dirijo a la cocina, hay señales evidentemente de lucha, sigo caminando atraída por una especie de resplandor azul en el suelo, es muy sutil, a penas puedo verlo.

El rastro me lleva al baño, en la ducha veo una especie de ofrenda, adornada con una estatuilla de madera, en la pared veo escrito algo extraño, pero por alguna razón me suena de algo.

- ¿rA9? - preguntó en voz alta.

- Parece que está obsesionado con eso- la repentina aparición de Connor me hace sobresaltarme notablemente.

- ¿Sabes qué significa? - preguntó mirándolo, su rostro no refleja alguna emoción en particular, pero me parece curiosa la manera en la que el led se ilumina.

-No- murmura -si lo encontramos podremos preguntárselo- asiento -vayamos con el teniente Anderson, ya se que pasó.

Ambos nos dirigimos hacia donde se encontraba Hank, este no se había movido, respire profundo, debía de armarme de paciencia, trabajar con Hank no es fácil. Es buen elemento y es bastante inteligente, pero parece bastante desmotivado con el pasar de los meses.

-Teniente- llamó Connor -ya sé que pasó.

-¿En serio?- pregunta esté incrédulo -pues adelante, iluminanos- Connor asiente.

-Todo comenzó en la cocina- los tres nos dirigimos al lugar.

-Si, hay signos evidentes de lucha- asiente Hank -continua.

-La víctima atacó al androide con el bat- Hank y yo asentimos - luego el androide lo atacó con el cuchillo, se dirigieron después al salón.

- Eso me parece obvio, todo está lleno de sangre- comenté.

-El divergente mató a la víctima con el cuchillo.

-Muy bien, pero eso no nos dice a donde fue- gruñe Hank.

-El divergente fue dañado y perdió thirium- asentí ligeramente, pero Hank puso cara de consternación.

- ¿Perdió que?

-Thirium- repetí lentamente -lo que conocemos como sangre azul, es el ingrediente principal en los androides de CiberLife, regula sus biocompo entes.

-Asi es- aprueba Connor con un ligero asentimiento -se evapora y se vuelve invisible al cabo de unas horas- termina de explicar Connor.

-Ah, pero supongo que tú puedes verlo ¿Verdad?- pregunta Hank.

- Correcto.

De inmediato Connor comienza a seguir el rastro, yo lo sigo de cerca, veo en su rostro que está seguro de que estámos cerca.

Nos acercamos al fondo de la casa, hay una cortina cubriendo, siento a Connor colocarme detrás de él mientras nos acercamos, retira la cortina rápidamente, entonces caen escobas y mopas.

Ambos nos relajamos ligeramente. Mientras tanto Connor mira hacia el tejado, veo la puerta del ático, ahí hay una huella de una mano.

-Necesito algo en que subirme- murmura dirigiéndose a la cocina.

Lo veo tomar una silla, Hank lo cuestiona a lo que Connor responde que quiere checar algo. Una vez que llega a mi altura coloca la silla, de inmediato intentó subir, pero él me baja a penas hacerlo.

-Disculpe, detective Watson, pero permítame ir a mi solo, es mejor no agobiarlo y no sabemos su estado, podría tornarse agresivo- asiento a regañadientes y lo veo subir.

Pasa un largo rato desde que subió, Hank se acerca a mí y me mira de manera interrogante, yo me alzo ligeramente los hombros.

-¡Connor!- grita -¿Qué coño sucede ahí arriba?

- ¡Esta aquí! - informa el androide, Hank y yo nos miramos incrédulos.

-Ire por ayuda- digo al teniente mientras voy a buscar a los otros.

N/A: Hola, pues bueno, se me ocurrió está historia ahora que he visto nuevamente el juego y no pude resistirme ¿Qué les parece? Espero poder actualizar pronto.

Sayonara :3