-Hijikata-san…Hijikata-san, ¿puedes verla? Es la bandera que todos ayudaron a levantar.
Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, cerró los ojos para evitar que siguieran cayendo, pero no podía hacer nada para detenerlas.
Ella había dicho que no lo dejaría morir; todos los chicos del Shinsengumi habían confiado en ella y al final había fallado., les había fallado a todos.
Sus lágrimas seguían cayendo cuando sintió que una mano limpiaba una de ellas.
Abrió los ojos y vio que Hijikata la miraba con una sonrisa en el rostro.
-Chizuru…
-¿Hijikata…san?
No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. ¿Cómo era posible que estuviera vivo? Pero al parecer pensar en eso en aquel momento no le parecía tan importante. Él estaba vivo. Comenzó a llorar aún más, pero en esta ocasión a causa de la felicidad y se arrojó sobre él.
-¡Hijikata-san!
Él la rodeó con sus brazos mientras ella continuaba llorando sobre su hombro. Aún no podía creer que estuviera vivo, que en ese momento la estuviera abrazando, así que lo miró directo a los ojos y pudo ver en ellos su reflejo.
-Estás vivo.
-Tú eres mi razón para vivir, la única persona a la que quiero proteger, no pienso dejarte sola, ya te lo había dicho.
-¿Pero cómo es que…estás vivo?
-No lo sé, no estoy seguro. Probablemente fue por tu sangre. Aunque no me importa el saber cómo es que pasó, me alegra que haya sucedido. Además, me volviste a salvar la vida.
-Hice una promesa…aunque por un momento creí que la había roto.
Hijikata la besó, y el sentir sus labios unidos hizo que Chizuru se olvidara por un momento de todo lo que había pasado anteriormente: el ver morir a sus amigos, la traición de su padre, la pelea contra Kazama, el creer que había perdido a Hijikata. Pero no era posible que ella olvidara por completo el sacrificio que los demás habían hecho por ellos dos.
-Hijikata-san, yo…
-¿Quieres ir a buscarlos, verdad?
-No podemos dejarlos solos, tenemos que ayudarlos, no podemos dejar que…
-Te entiendo.
-Yo le dije a Saitou que tú no morirías ni aunque te mataran, así que él juró que tampoco lo haría.
-De acuerdo, vamos. Comenzaremos por encontrarlo a él.
Hijikata se puso de pie y le dio a Chizuru su mano para que se ayudara.
El Shinsengumi aún no desaparecería, no mientras ellos siguieran teniendo algo en lo que creer y que proteger.
Los pétalos de cerezo seguían cayendo mientras ellos dos caminaban llevando a un lado a la persona sin la cual no podrían vivir.
ok, sé que no es la gran cosa, se me ocurrió mientras estaba en clases...pero no me quería quedar con el final que pasaron ;_;
yo sigo con la esperanza de un final feliz...
xD
ALGUIEN QUE LEYERA "BELLEZA NOCTURNA"?
perdón por dejarlo así!
pero es que...se me fue toda la inspiración para poder continuar con esa historia, así que pensé que es mejor que suba los capítulos una vez que ya los tenga todos.
