La aldea y la muchacha.
"Rin ha muerto"
Sesshomaru miró el cielo, había sido ¿Nueve años? Desde que escuchó esa frase, todo su mundo se derrumbó y como para echarle más sal a su herida, su corazón le decía esa horrible frase cada vez que podía. Nunca debió dejarla con Kaede, siempre se culpó por ello aunque él la abandonó para "su bien" cuando en realidad era por el suyo.
Tenía miedo de ella. Tessaiga ya no podría revivirla y Rin al ser humana estaba destinada a morir un día, ya sea de una enfermedad o de vejez; y él, Sesshomaru, tenía miedo de encariñarse tanto con ella que cuando llegara ese día no pudiese aguantarlo.
Jaken rarísima vez hablaba de ella porque sabía el dolor que le producía a su amo que era el gran señor de las tierras de oeste, pero para su desgracia no pensaba así A-Un, el dragón-guardián de Rin, que se negaba a comer a menos que Jaken le hablara de ella y aún así a duras penas.
Rin…Rin…Rin…Rin…Sesshomaru miró el camino que se abría ante él, pero aún así su corazón y alma seguían gritando su nombre: Rin...Rin…Rin...Rin…Rin… ¡Rin!
-Mi señor.-dijo de repente Jaken.
-….-Sesshomaru no respondió como era usual.
-Mire.-indicó Jaken con su báculo.
Sesshomaru fijo su vista donde Jaken quería que viera.
Se trataba de una niña de entre siete y diez años de edad. Eso no hubiese sido raro de no ser que un youkai que estaba a su lado, estaba desesperado. Eso atrajo la atención del "gran señor" y se acercó para ver aún más, la niña estaba herida al parecer se había torcido el pie y aunque trataba de contener el dolor, lágrimas le caían por el rostro.
-¡Señor! ¡Por favor ayúdenos!- pidió el niño youkai desesperado.
-¿Qué pasó?-preguntó Jaken curioso mirándole la escena (Generalmente los hubiera reñido, pero la niña tenía el cabello negro lo que le recordaba a Rin)
-Estaba caminando y me tropecé con una piedra.- dijo la niña tratando de no llorar.- tenemos que apurarnos a volver a la aldea…
-Jaken, llama a A-Un.-ordenó Sesshomaru.
-¿A-Un? Preguntaron los niños desconcertados.
-¡Es un dragón, mocosos!-les gritó muy molestó Jaken apresurándose, pero mientras lo hacía se preguntó por qué la niña humana no parecía sorprendida de verlos.
Los niños miraron a Sesshomaru desconcertados, pero no por mucho pues el niño de inmediato le puso un poco de agua que tenía al pie de la niña.
"La humana no está asustada de mí y su amigo es un youkai, eso sólo puede significar dos cosas, fue criada por un youkai (muy poco probable) o pertenece a las tierras del sur" pensó Sesshomaru mirando con atención el cabello negro de la muchacha, tenía los ojos verdes y una mirada de dolor.
Jaken trajo a A-Un, que de mal humor, prestó su montura para llevar a la niña que se mostraba muy agradecida al igual que el niño youkai.
-Ustedes- preguntó Sesshomaru- ¿Dónde viven?
-En la aldea de Soushakin-dijo el niño mirándolo de reojo.
-Es una aldea de las tierras del sur.-replicó la niña con suficiencia.
-¿Las tierras del sur?-preguntó Jaken perplejo.
-¿No lo sabes?-le preguntó el niño sorprendido.- Hay cuatro territorios de youkai: El Norte, Este, Oeste y Sur.
-Eso ya lo…-una patada interrumpió lo que el pequeño youkai verde trataba de decir.
-Cada uno de ellos tiene su señor, generalmente los señores llevan matando a cualquier ser humano que toque sus tierras, pero la del Sur es distinta.-dijo la niña muy seria.
-El gran señor de las tierras del Sur no solamente se lleva bien con los seres humanos sino que su primera y última esposa fue una humana, y no conforme con ello, escogió una que hizo estallar la ira de muchos youkai.-comentó el niño.
-¿Por qué?-preguntó Jaken extrañado.
-Su esposa era una sacerdotisa exterminadora de youkai.-dijo alegremente la niña mirando con curiosidad el cuello del dragón, pero una mirada severa del niño le hizo entender que hablaron demasiado.
En silencio, un silencio incómodo e insoportable, pero para suerte de ambos grupos, llegaron a una aldea aunque había un camino que según decía llevaba al castillo del señor Seijo el supremo señor de las tierras del Sur.
Muchos de los aldeanos eran humanos, youkai e inclusive hanyou, se alegraron de verlos, parece que estaba recogiendo hierbas para una enfermedad que tenía el jefe de la aldea y querían volver temprano, pero ocurrió el incidente de la pequeña que los retrasó.
Sesshomaru, Jaken y A-Un fueron recibidos con éxtasis, alegría y gratitud, insistieron en que se quedaran para un pequeño banquete en agradecimiento. Jaken estaba muy confundido; A-Un, muy molesto y sólo Sesshomaru no mostraba rastro de emoción alguna en su rostro, había oído que en las tierras del Sur los seres humanos eran tratados como iguales e incluso eran tomados bajo protección del señor.
Jaken estaba muy contento, necesitaba un poco de diversión para olvidarse de Rin que esa mocosa le había hecho recuerdo. A-Un, molesto por tanto ruido se fue a una de las praderas. A Jaken le encantó la comida y le instó a su señor a probar el Sake, Sesshomaru le dio una mirada asesina aunque le hizo caso porque necesitaba calmar el sufrimiento en su alma después de recordar tantas cosas de Rin.
Jaken tenía razón en sugerir el Sake que estaba exquisito a Sesshomaru le gustó, pero como de costumbre no dijo nada. Miraba a la gente, su convivencia entre ellos, cómo se divertían, pero lo que le perturbó fue la entrada del líder con su mujer.
El hombre era humano y debía estar entre sus setenta años de edad. Eso no era nada extraño, lo extraño era su mujer.
Era una youkai.
Debía ser del agua, tenía escamas por todo cuerpo, sus ojos azules junto con su cabello verde-alga, la mirada serena, pero triste y llena de preocupación.
-Cariño.-dijo ella muy ansiosa.
-No te preocupes amor, estaré viejo, pero no tanto como para disfrutar de una buena fiesta.- bromeó el hombre con cariño, llevaba bastón.
-¡Líder! -Gritó uno de los hanyou.- he aquí ¡el youkai que salvó a los mocosos!
-¿Es usted el líder?-preguntó Sesshomaru con voz fría.
-Sí, lo soy, uno esperaría que uno de los youkai o hanyou fuera el líder ¿No?-le preguntó con sorna el hombre sentándose a su lado, su mujer le trajo un poco de sake.- mi amor, qué haría sin ti-le dijo con ternura y bebió un sorbo.
-…-Sesshomaru tenía curiosidad sobre la relación del hombre con la youkai.
-Sólo porque estoy al borde de la muerte no significa que no sea posesivo con mi mujer señor.-le replicó el líder a su silencio sorprendiendo a Sesshomaru.- aunque no parece ser el hombre interesado solamente en la apariencia.
-… ¿No es doloroso?-preguntó Sesshomaru con su voz fría.
-¿Doloroso?-preguntó el humano con expresión confundida.
-Usted morirá en cualquier momento y ella quedará sola ¿No es doloroso saber que la dejará sola durante mucho tiempo?-le volvió a preguntar Sesshomaru mirándolo a los ojos.
El hombre lo miró entendiendo lo que él quería decir, pero se quedó pensativo pues no podía darle cualquier respuesta sacada a la cualquiera. Tomó el Sake que le quedaba y su mujer volvió a darle más. Entonces la miró y le vino la respuesta.
-Señor, yo la dejaré, pero eso no significa que estará sola.-le repuso él.
-….
-Yo voy a morir, pero mis hijos y mis nietos la harán compañía.- replicó el líder con un extraño brillo en los ojos.- Cuando hace una semana me encontraba tan mal que pensé que iba a morir. Mi mujer lloraba a cantaros, me sentía mal ¿Cómo podía hacerle esto? Le pregunté entonces si se arrepentía de haber estado conmigo.
-¿Y cuál fue la respuesta?-preguntó Sesshomaru muy interesado.
-Que no se arrepentía de nada dijo más bien que se hubiese arrepentido de por vida si no hubiese estado conmigo.-le contestó el líder tomando su Sake tranquilo.- Todos tenemos esa persona especial ¿No? La que amamos hasta perder la razón.
Fue demasiado para Sesshomaru que de inmediato se levantó para ir a buscar a A-Un aunque en realidad no soportaba estar ahí con una felicidad que era incapaz de compartir porque la persona que quería no estaba ahí.
Salió a paso lento de la choza para que no se notara que estaba desesperado por salir de ahí. Rin…Rin…Rin… otra vez su alma volvía a gritar su nombre ¡Maldito sea el día en que la dejó con Kaede! Su alma no hacía otra cosa que gritar y suplicar por ella.
Encontró a A-Un entre las praderas como supuso, pero para su sorpresa el youkai estaba de buen humor incluso muy contento. Sesshomaru pudo ver la silueta de una persona, más concretamente una mujer aunque llevaba una especie de capa que le tapaba parte de la cara que le acariciaba el cuello del dragón. Se acercó en silencio para no interrumpirlos y escuchó estas palabras:
-A-Un, ha pasado tanto tiempo, nueve años exacto desde que la última vez que te vi ¿No?-le dijo con cariño la mujer mientras que el dragón asentía con la cabeza.- me pregunto cómo estarán todos, especialmente tu señor.
Sesshomaru se quedó inmóvil, la voz sonaba suave y firme, pero cuando dijo señor pudo oír la ternura en esa palabra como si la persona que estaba acariciando a A-Un tuviera gratos recuerdos de esa persona. Él seguía mirando con atención los movimientos de esa persona, A-Un estaba muy, pero muy contento de ser acariciado. La mujer miró con una extraña sonrisa en que mezclaba la melancolía y felicidad al mismo tiempo.
A-Un rozó su cabeza con el pecho de la mujer como pidiendo más caricias y ella soltó una risa suave y siguió acariciándolo aun más; a Sesshomaru le gustaba la escena aunque sentía curiosidad por saber de la mujer no interrumpió, pero todo acabó cuando la odiosa voz de Jaken rompió el silencio llamando por A-Un y Sesshomaru.
La mujer suspiró de satisfacción al escuchar la voz de Jaken y también había alivio en ese tono de voz.
Nos vemos A-Un de lo contrario, tu señor, Sesshomaru-sama me encontrará y eso algo que no deseo.-dijo muy seria, pero el dragón no parecía hacerle caso en lo absoluto porque agarró el kimono con sus dientes como pidiéndole que no le hiciera.- A-Un sabes que no debo estar aquí, por favor ve.-dijo con tristeza la mujer.
Sesshomaru escuchó la última parte con atención: "No debo estar aquí" ¿Por qué era eso? ¿Quién era esa mujer que parecía conocerlo?
