Hola, chicos y chicas. A estas horas debería estar durmiendo pero me preocupo por ustedes y les dejo el primero de indeterminados escritos de Pensamientos Musicales.
Canción: Demons de Imagine Dragons
Personaje: Ken Ichijouji
Disclaimer: Digimon no me pertenece.
Una Caminata Interna
No tenía rumbo fijo, solo se dejaba llevar por los pasos de sus pies, como si ellas controlaran sus propios pensamientos, y no viceversa.
Lo hacía muy a menudo sin que sus amigos se enteraran: ir a cada rincón de Odaiba sin importarle cuanto tiempo llevara caminando ni el dolor que le causaba a sus pies, evitaba transitar por lugares que ellos frecuentaban estar; así evitaría preguntas que no le gustaría responder.
Tenía miedo de contarles, decirles que la culpabilidad aún sigue en él, consumiéndolo cada vez que recordaba los actos malévolos y desquiciados que había ocasionado por mucho tiempo.
Tampoco estaba seguro si los demás lo perdonaron de todo. Si bien el tiempo le permitió conocerlos y saber los comprensivos que pueden ser, aquella pizca de desconfianza que permanecía en él impedía depositar su secreto en ellos.
Seguía caminando con rostro inexpresivo, acomodando su bufanda cada diez minutos. El frío le recordaba los lugares árticos que llegó a apoderarse, castigando a diversos tipos de Digimon, sin remordimientos.
¡No! El objetivo de sus recorridos no era para sentirse más culpable, sino en redimirse completamente, pero por alguna razón había algo en su ser que le decía que no tiene por qué hacerlo, que jamás debió dejar de lado aquellos días de tener la libertad de hacer lo que le plazca.
No era su orgullo; es algo más… profundo, y no se encontraba en su corazón. Y no era solo una, sino varias las voces, oscuras y ásperas, que siempre le hablaban en su cabeza.
Sacudió su cabeza tan solo una vez, y decidió fijar su vista en el parque que se encontraba frente a él. Había niños jugando y tarareando, escena muy similar que tuvo frente a sus ojos cuando invadió una aldea de Pagumons, todos bailaban y reían desprevenidos de un humano lleno de codicia.
Ya no lo podía creer. Todo le recordaba momentos de desdicha, pero sabe que no pensaba lo mismo cada vez de tomaba por esclavos a cientos de Digimon inocentes, cada vez que destruía ciudades y aldeas, y lo disfrutaba.
¿Y ya no extrañas esos días?
Negó con la cabeza bruscamente. Cualquiera que caminara cerca de él pensaría que tendría algún problema emocional. Y no estarían equivocados si llegaran a pensarlo.
Las voces estaban ahí, escondidas en su cabeza, interfiriendo cuando creía que estaba a punto de olvidar aquellos desagradables.
¡Pero tú fuiste el responsable! Que no se te olvide que estás muy cerca del mal. Y estás a un segundo de convertirte de lo que has sido por mucho tiempo.
Ya no sabía si estaba caminando o no, se ensimismó demasiado como para darse cuenta, hasta que sintió que sus pies no daban para más. Estaba enfrente del edificio en donde vive Miyako.
Quizás sus pies querían llevarlo hasta ahí. Quizás debía confesarse a alguien. No puede ocultar más su problema. Entonces, sus pies decidieron dar unos pasos más.
Puse mi inspiración en esta pequeña historia. Demons es una de mis favoritas, así que me agrada escribir una historia en él.
Espero que les haya gustado. Nos vemos
