El gatito estaba saltando de techo en techo, tratando de escapar del dolor o al menos de que se disminuya, mientras realiza un trayecto cada vez más largo.
Y en medio de eso...
Encontró a Marinette.
En el balcón suspirando con un deje de tristeza. Sufriendo por amor.
Chat Noir ya lo había sentido muchas veces. Entendía ese dolor, sabia como era y lo asfixiante que podía ser.
Entonces se dispuso a escuchar sus problemas. Entretanto intentaba animarla, esperando que al hacer eso, él también pueda alegrarse.
Lo consiguió. Ella sonrió y él también pudo hacerlo.
No obstante el dolor que el minino sentía en ese momento no era sobre eso. Por lo tanto no pudo traspasarse esa felicidad cuando la tristeza era más grande.
Luego de un rato. Se fue, aunque no tenía ningún lugar donde ir.
Perdido e inseguro.
Recorriendo lentamente cada calle y a pesar de que no estaba lloviendo, sentía una tormenta en su interior.
Ya no pudo más y se tendió en el suelo.
Rindiéndose.
"¿Alguien lo iba a buscar?" "¿Alguien lo encontraría?"
—Chat — Al oír su nombre inmediatamente el minino se giró a la dirección de donde provenía esa voz.
— ¿Estas bien? —Pregunto Marinette, mirándolo con preocupación.
Al notar como estaba su compañero. Bajo inmediatamente las escaleras y luego de buscarlo por un rato, lo vio en la vereda caminar muy despacio, quien cuando noto que cayo al suelo, se acercó rápidamente.
— ¿Dónde estuviste? —Cuestiono de pronto Chat para sorpresa de él y de Marinette.
—Buscándote —Contesto esbozando una leve sonrisa.
—Solo un poco tarde, pero... —Repuso, mientras se cruzaban su miradas— Me encontraste —Musito surcándole una sonrisa lastimera porque quería llorar.
—Ven, vamos a casa —Le dijo tendiéndole la mano— Ahora es el turno mío de escuchar tus problemas —Agrego, mientras el gatito tomaba su mano y se levantaba.
—Gracias... —Agradeció Chat cabizbajo sin mirarla solo observando la unión de manos —Por encontrarme.
—Está bien, yo soy la que tengo que agradecerte, tú fuiste el que me encontró primero —Respondió dibujándose una sonrisa y apretaba el agarre— Gracias —Añadió, mientras seguían caminando.
Y ahora que ellos se encontraron, solo faltaba saber...
¿Cuánto tiempo estarán juntos?
