Nota de Autor: Que tal querido lector. Antes de poder empezar, me gustaría darte una pequeña introducción a mi ser y al siguiente proyecto que vas a leer. Antes que nada, mi nombre real no lo voy a decir (ya saben, protección del autor :v), pero como ya sabrán, me conocen como Micahell501, jugador común de League of Legends (no, no soy rata o toxico... y no, tampoco maineo a Yasuo) y escritor de FF por casi... no se, 2 años? Como sea, quisiera poder hablarte un poco del siguiente libro que voy a escribir. Principalmente, este libro va a ser un poco largo, contando las aventuras de algunos personajes de League of Legends al igual que un personaje creado por mi mismo, el cual va a ser nuestro protagonista de este libro. Mi principal propósito de este libro es para poder dar a las personas un poco de conocimiento del mundo y universo de League of Legends, ya así sea lugares o personajes famosos. Los lugares, personajes, y entre muchas otras cosas van a ser basados en los archivos, documentos y registros que da la pagina oficial de League of Legends. Llevo jugando este juego ya mas de 9 meses aproximadamente, y me gusto tanto, que decidí escribir un libro mostrando mi afecto a este gran juego.

Renuncia: League of Legends y todo su contenido no me pertenece, sino al grupo de productores, animadores, directores, y diseñadores, y tambien a Marc 'Tryndamere' Merrill, Brandon 'Ryze' Beck, entre otros. Lo único que yo poseo es a mi personaje.


Capitulo 1: La Vida en Jandelle, la Vida en Demacia

Utopía. La palabra perfecta para cualquier ser viviente que quisiera vivir en paz, armonía, y perfección. Desafortunadamente, es algo que no encuentras en todos lados, no importa donde busques. Sin embargo, eso no es excusa para aquellas personas que quieren realmente vivirlo. Siguiendo su curso rutinario, el sol lentamente se levanta por el horizonte, avisando a los seres vivos que empezó un nuevo día. Los primeros rayos solares atraviesan los cristales de las ventanas de la gente de Jandelle. Inmediatamente, las personas empiezan a salir para poder empezar sus labores diarias. Granjeros salen de sus casas con sus herramientas de jardinería para cosechar los frutos y vegetales debajo de la tierra. Las mujeres empiezan con sus labores domésticos, tales como coser, limpiar, ordenar cosas, e inclusive salen al mercado a vender bienes. Niños y niñas salen a jugar por los caminos de concreto. Si, todo es paz y tranquilidad en esta parte de Demacia. Jandelle es considerada como una pacifica y perfecta ciudad rural. La paz ronda por todas partes, lo cual es un habito común, especialmente en Demacia.

Demacia probablemente sea descrito como un paraíso, un lugar perfecto para vivir, aunque es algo complicado. Demacia y todos sus habitantes tienen una ideología: mantener la paz, el orden y la benevolencia por el bien común de todos los habitantes. Cualquier crimen cometido en Demacia es duramente castigado, ya que ensucia la imagen de esta nación e irrumpe la búsqueda de la paz perfecta. Cosa no tan buena para aquellas personas que difícilmente se mantienen vivos. Inclusive si robas una manzana, probablemente el mínimo castigo que recibirías seria que te cortaran la mano. Sin embargo, es un esfuerzo que cada habitante de la nación lleva a cabo, y no hay quejas al respecto, especialmente si no quieren ser castigados por algún intento de rebelión o crimen. No solo Jandelle goza de paz. Algunos pueblos iconicos tales como Needlebrook, Uwendale, entre otros, comparten lo mismo.

Hay una casa en Jandelle que llama un poco la atención que el resto. A diferencia de las otras casas que están hechas de piedra blanca o mármol, esta estaba hecha de piedras comunes, un tejado de madera, y ventanas con bordes algo anticuados. Aunque pareciera viejo por afuera, era realmente cómodo vivir ahí. Dentro de aquella casa, estaba descansando sobre una cama de madera un joven demaciano. Midiendo casi 1.65, tiene el cabello negro y largo, casi llegandole al cuello, cuerpo formado y algo musculoso, lo cual podía darse debido a su empleo actual. Estaba vestido con una camisa blanca con mangas largas y un pantalón gris y largo, el cual usaba normalmente en días de trabajo, aunque también lo usaba para dormir. Aquel joven estaba descansando plácidamente, pero para su desgracia, esto no iba a durar mucho...

"Hey, Mitch?" una voz femenina y baja dijo al joven, "Oye, no vas a despertar?"

No hubo una respuesta alguna. La voz femenina vino de una pequeña niña de 10 años. Aquella niña trato de despertar al joven, pero al no obtener ningún resultado, decidió optar por una medida un poco frustrante: tapándole la nariz. Inmediatamente, el joven abrió sus ojos como platos y se levanto tosiendo y respirando una gran bocanada de aire. La niña sonrió y lo miro fijamente.

"Finalmente despiertas!" le dijo emocionada.

El joven se rasco la cabeza y gruño un poco,

"Sabah, acaso no pudiste levantarme de otra manera?" le pregunto.

La niña, cuyo nombre era Sabah, negó con su cabeza.

"No creo que cualquier manera que no sea esta te hubiera levantado, tienes el sueño pesado," Sabah dijo casi riendo, "Vamos Mitchell! Acaso ya te olvidaste que tienes que trabajar?"

El joven, cuyo nombre y apellido son Mitchell Bluebell rodó sus ojos mientras dejo salir una pequeña risilla. Después, camino hacia su vestidor para poder ponerse su ropa habitual.

"Cierto, el trabajo," Mitchell dijo mientras sacaba un chaleco café y viejo con varios bolsillos, "Voy a estar demasiado ocupado hoy. Mi jefe dijo que hoy llegarían unos pedidos muy especiales,"

"Puedo ir contigo?" Sabah pregunto mientras saltaba en su cama.

"Pero por supuesto..." Mitchell dijo, dándole falsas esperanzas a su hermana menor, "Que no,"

"Que? Por que no?" Sabah dijo algo decepcionada.

"Porque tu jovencita, tienes que hacer los quehaceres de la casa," Mitchell dijo mientras se ponía sus zapatos.

"Pero tu prometiste que me ibas a llevar!" Sabah dijo angustiada.

"Lo se, pero es mi deber cumplir con mis responsabilidades, al igual que tu," Mitchell dijo.

"Pero yo soy tu mayor responsabilidad! Tu siempre has dicho eso, recuerdas?" Sabah pregunto.

Mitchell se encontraba con la espalda contra la pared en ese momento.

"Si, lo recuerdo muy bien," Mitchell dijo mientras se ponía la camisa azul.

"Entonces?" Sabah pregunto, esperando una respuesta de su hermano mayor.

Mitchell volteo y sonrió.

"Vale, vale, te llevare," Mitchell dijo, "Pero no creas que te saldrás de esto sin endeudarte con la limpieza,"

Sabah sonrió y empezó nuevamente a saltar sobre su cama. Era obvio que estaba emocionada. Mitchell no pudo hacer nada mas que sonreír. Sin embargo, recordó algo que le dio un poco de pesar y tristeza. Su hermana era su responsabilidad.

Ella se convirtió en su responsabilidad desde que el tenia 10 años y sus padres murieron por una enfermedad que era desconocida en ese momento. Así fue su vida en el pasado... dolorosa. Afortunadamente, antes de morir, sus padres le dejaron lo muy poco que tenían en herencia. Algo de dinero, y un puesto de trabajo en un taller de Jandelle, el cual Mitchell tuvo que acostumbrarse y aprender el oficio para así poder mantener a su hermana, el cual era demasiado pequeña como para poder hacer algo en ese tiempo. Aunque era difícil, Mitchell logro llevar adelante a su hermana y a el mismo con lo que el trabajaba. Claro, no era un trabajo fácil. Estar atrapado dentro en un taller, puliendo, doblando metales y reconstruir armaduras era una tarea ardua de hacer. Cuando era apenas un niño, Mitchell encontraba todo esto complicado. Pero fue el tiempo lo que realmente lo ayudo. Pasando los años, Mitchell logro aprender del arte de la herrería, la fundición, la laminación y la creación de objetos improvisados. Ademas de todo esto, recibía un pago moderado, o al menos lo suficiente para el y su hermana. Aunque era difícil, Mitchell prefirió esto mas que quedar en las calles, y aunque al principio pensó en robar para poder vivir, supo que no era una buena idea, especialmente si vivía en Demacia.

Mitchell recordaba todo esto cuando su hermana interrumpió en sus recuerdos agitando su mano en frente de el.

"Mitch, estas aquí?" Sabah pregunto, al cual Mitchell asintió.

"Si, si. Ya deja de hacer eso," Mitchell dijo mientras Sabah no paraba de agitar su mano.

"Entonces, nos vamos?" Sabah pregunto curiosa.

Mitchell vio a traves de su ventana a las personas y el cielo. Parecia un lindo dia. Mitchell camino hacia la puerta y la abrio. Despues, se hizo a un lado, miro a Sabah y dijo: "Las niñas primero,"

Emocionada, Sabah salio por la puerta dando pequeños saltos. Mitchell cerro la puerta y puso el cerrojo para bloquearla, junto con un candado grueso. Despues, tomo de la mano a su hermana y le dijo: "No te separes de mi,"

Sabah asintió mientras ambos caminaron por las calles de Jandelle. Los ciudadanos sonreían y saludaban a los hermanos, al igual que ellos les devolvieron los saludos. Por el camino, Sabah fue a un pequeño puesto y se trajo consigo dos manzanas y una deliciosa porogalleta. Mitchell quería que los devolviera, pero al recordar que no habían desayunado, fue donde el vendedor y pago por los productos. Mientras seguían caminando, Mitchell logro ver en una tabla que estaba parada en medio de la plaza las noticias de hoy en día. Se detuvo un momento para poder leerlas. Sin embargo, no habían casi nada interesante, simplemente lo de siempre:


-Héroe misterioso volvió a salvar el pueblo de Uwendale de las bestias rocosas y lobos salvajes.

-El príncipe, Jarvan IV, volvió sano y salvo después de una pequeña expedición hacia las afueras de Demacia.

-Misión de espionaje exitosa, realizada por la señorita Luxanna Crownguard, en una instalación noxiana.

-El comandante de la milicia, Garen Crownguard, esta reclutando y entrenando nuevos soldados para las defensas del castillo.


"Oye Mitch, no has pensado en unirte al ejercito?" Sabah pregunto a su hermano, el cual lo saco de su pequeña burbuja de pensamiento. Esta pregunta realmente lo dejo sorprendido.

"Que? Hermanita, porque dices eso?" Mitchell pregunto asombrado.

"Bueno," Sabah dijo, "Yo creo que serias un buen soldado, como el comandante!"

"Te refieres a Garen?" Mitchell pregunto, al cual Sabah asintió y Mitchell rió por un momento, "Y ser igual de bruto que el? No gracias, no necesito unirme al ejercito y dejarte sola y alejada de mi vista,"

Luego, rasco la cabeza de su hermana amablemente, la cual rió frustrada y siguieron caminando. Honestamente, Mitchell no tiene razones para unirse al ejercito. De hecho, no es porque no tenia razones, sino porque simplemente no quería. No quería dejar su casa e irse a vivir una vida mejor que la que tiene ahora y dejar a su hermana a un lado. Ademas, el sabe los peligros a los que tendría que enfrentarse si quería ser un soldado. No, simplemente no quería eso, y no estaba interesado.

Después de caminar media hora, finalmente los hermanos llegaron a un pequeño pero agradable taller. Mitchell miro a Sabah y juntos abrieron la puerta.

"Muy bien, ya sabes las reglas," Mitchell le dijo, "No te vayas a ningún otro lado, y no me interrumpas mientras yo este trabajando. Si quieres algo de comer o si quieres ir a jugar con tu amiga que vive al frente, me tienes que avisar primero. Si no te veo alrededor, voy a empezar a buscarte. Entendido?"

Sabah movió sus ojos de lado a lado.

"Te preocupas mucho por mi, no crees?" Sabah pregunto.

"Eres mi única familia, tu que crees?" Mitchell le respondió.

"Yo creo que vivimos en Jandelle! La ciudad mas pacifica de la región!" Sabah dijo alegremente. Dicho esto, camino afuera para poder reunirse con su amiga.

Mitchell trato de llamarla, pero a dejo ir en paz al pensarlo por segunda vez. A el no le importaba que vivieran en Jandelle, para el, cualquier ciudad o pueblo pueden ser un peligro. Ademas, tenia trabajo que hacer. Mucho trabajo...

Inmediatamente, camino hacia su pequeño puesto de trabajo y miro a su alrededor. No había casi nadie, ni siquiera su jefe. Habían unas cuantas personas, pero ellas estaban recién por empezar, al igual que el. Primero, Mitchell camino hacia el horno, saco una cerilla, la encendió y prendió el horno. Después, fue a recoger sus herramientas. Un martillo, un serrucho, una regla, unos clavos, y una soldadura. Finalmente, se sentó en una silla y espero. A quien? A un mensajero que entro en el edificio y empezó a entregar cajas a los demás herreros. Después, dio una caja grande a Mitchell y le dijo:

"Es un pedido especial. Lo piden pulido y reforzado para mañana a primera hora," le dijo el hombre.

"Mañana a primera hora? Debe ser alguien especial?" Mitchell pregunto mientras sacaba una armadura de la caja, el cual estaba manchado y un poco deteriorado.

"Bueno, es del Senescal..." le dijo el mensajero.

Mitchell lo miro sorprendido, y luego miro la armadura.

"Es lo único que necesitaba escuchar," Mitchell dijo pero luego suspiro, "Vaya, esto me tomara toda la noche,"

"Mira el lado positivo. Si lo logras, recibirás un poco mas de tu salario básico," le dijo el mensajero.

Mitchell sonrió un poco y dijo, "Parece que podre sacar algo bueno de esto,"

El mensajero asintió e inmediatamente se fue. Al mismo tiempo Mitchell se puso manos a la obra. Si el fuera honesto consigo mismo, le preocupaba tener que trabajar con algo tan especial. La armadura que tenia en su mesa le pertenecía al Senescal de Demacia, Xin Zhao. Claro, el tiene mas armaduras consigo, pero le gustaba tener todo organizado y listo. Apenas se dio cuenta que una de sus armaduras necesitaba reparaciones, inmediatamente mando a que lo arreglaran. Mitchell suspiro nuevamente al saber que, ademas de trabajar con algo tan importante, esto le tomaría tiempo. Normalmente, el puliría y repararla una armadura en tres días, quizá menos, pero si el quisiera terminar ese trabajo para mañana, tendría que estar despierto toda la noche.

Sin embargo, si lo pensaba un poco, no podría quejarse mucho. Todo este sacrificio lo hacia por su hermana por Sabah. Simplemente quería que ella vivir una vida feliz y tranquila, y haría todo lo posible para que ella lo obtuviera. Después de pensar en aquella, Mitchell se puso un pañuelo azul sobre su rostro, cogió un martillo y se puso a trabajar...


Después de la jornada...


"Y que tal estuvo tu dia?" Sabah pregunto a Mitchell mientras ella saltaba alegremente por las piedras del camino.

Mitchell simplemente se estiro, el cual se podía escuchar sus huesos de la espalda y brazos tronándose, sonrió y dijo: "Uhh, muy entretenido. Y al parecer, puedo decir lo mismo de ti,"

"Oh, Stacy me invito a su fiesta de te con el resto de sus compañeros! Lo pasamos genial!" Sabah dijo.

"Sus compañeros? Quieres decir, sus osos de peluche?" Mitchell pregunto y rió.

Sabah lo miro algo molesta y le saco la lengua. Mitchell rió una vez mas mientras veía que ya habían llegado a casa. Puso el saco enorme que llevaba en la mano sobre el suelo, saco su llave y abrió el cerrojo. Después, ambos hermanos entraron dentro y cerraron la puerta. Sabah se fue a su cuarto para cambiarse la ropa mientras que Mitchell puso el saco sobre una mesa y saco de el la armadura el cual estaba trabajando todo el día. Cuando reanudo su trabajo, Sabah ya se había cambiado a sus ropas de dormir y lo miro algo curiosa.

"Sigues trabajando en eso?" Sabah le pregunto, ahora algo preocupada.

"Debo. No puedo dejar esto de lado," Mitchell le respondió mientras bostezo y siguió puliendo la armadura.

"Pero hermano, estas cansado. No puedes terminarlo mañana?" Sabah pregunto preocupada.

"No. Lo quieren a primera hora," Mitchell dijo mientras su cabeza se agachaba pero se levantaba de vuelta.

Sabah se rasco su brazo mientras miro a su hermano trabajar. Después, tuvo una idea. Fue a su cuarto y se trajo consigo una pequeña silla junto con una mesa. Mitchell se dio cuenta de esto y paro un momento con su trabajo para mirar lo que hacia su hermana. Después, Sabah se trajo algunas herramientas de su hermano, se trajo algunos pequeños metales, se sentó enfrente de la mesa y empezó a jugar con los metales.

"Puedo preguntar, que es lo que estas haciendo?" Mitchell pregunto curiosamente.

"Bueno, ya que vas a estar toda la noche despierto, me parece bien que yo te acompañe trabajando junto a ti!" Sabah le dijo alegremente.

Mitchell miro los metales y las herramientas. Sin duda alguna, Sabah no sabia que es lo que estaba haciendo.

"No sabes siquiera doblar un metal?" Mitchell le pregunto mientras se puso a trabajar otra vez.

"Claro que si!" Sabah dijo mientras bostezaba, "Solo necesito coger esto, luego con todas mis fuerzas debo halar y... y..."

Sabah froto sus ojos mientras bostezaba otra vez. Mitchell movió su cabeza de lado a lado cuando la miro. El sabia que ella caería dormida en algún momento. Solo faltaba esperar. Y solo esperaba que eso pasara cuando el ya terminara su trabajo, aunque Mitchell no tuvo que esperar tanto, ya que después de una hora, Sabah cayo dormida en su pequeña mesa. Después de otra hora, Mitchell logro terminar su trabajo de pulir la armadura. Le quedo tan bien, que se quedo mirándolo por unos momentos y cuidadosamente, la puso dentro de una pequeña caja que encontró en su cuarto. Después, fue donde su hermana y la levanto en brazos. Miro su pequeño escritorio por unos momentos. Era un completo desastre, pero al parecer Sabah había logrado crear algo pequeño, aunque Mitchell no puso mucha importancia. Simplemente, camino hacia el cuarto de Sabah y cuidadosamente la acostó en su cama. Después, camino directamente hacia su cuarto, y sin siquiera pensarlo dos veces, se dejo caer en su cama. Hoy tuvo un dia muy largo y cansado. Afortunadamente, logro terminar su gran trabajo. Y ahora, solo quería descansar y empezar un nuevo día. Quizá, el pensó, ese día sera mucho mejor que el de antes. Tal vez no tenga mucho trabajo que hacer y pueda regresar temprano a casa para así dedicarle mas tiempo a su hermana. Si, sin duda eso le gustaría. El pensó en esto y muchas otras cosas mientras cerraba sus ojos lentamente hasta que se quedo dormido. Aunque el esperaba un dia sensacional... desafortunadamente no lo iba a ser. Ni para el, ni para Sabah, ni para Jandelle... el pacifico pueblo de Jandelle.

Fin del capitulo 1


Nota del autor: Y bueno, con eso concluye el primer capitulo. Se que no hubo mucha acción u otras cosas que ustedes esperaban, pero les prometo que cada cosa a su vez llegara, de acuerdo? Agradecería mucho que siguieran mi historia y le dieran un laik (recuerda que cada laik que das salvas a un poro :v). Toda critica es bienvenida en la caja de comentarios. Cualquier sugerencia o pregunta es bienvenida también, pero en MP (mensaje privado). Y con esto me despido. Una vez mas, quiero agradecer a Riot Games por crear este asombroso juego el cual forma parte de mi vida. Nos vemos en el próximo capitulo!