ME HACES TANTO BIEN
"Blanca esperma resbalando por la espina dorsal"
Ficha General
Tipo: ONE-SHOTS/DRABBLES sin continuidad.
Pareja: Sasuke/Sakura, Naruto/Hinata.
Género: PWP, Romance.
Advertencias: AU. LEMON LEMON LEMON.
Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.
Autora: Yunn Mello.
¡Oh, no tocar! Peligro de muerte.
Me gusta la forma en que su boca se entreabre mientras disfruta de mis caricias fortuitas debajo de la mesa en un restaurante familiar. Probablemente es muy notorio el placer en su rostro, pero me encuentro descontrolado, dispuesto a tomarla ahí mismo —afortunadamente mi poca cordura me lo impide. Acaricio lentamente sus muslos, rozando levemente su entrepierna y volviendo a bajar la palma de mi mano. Su tierno sonrojo sólo logra excitarme más.
— Sasuke —susurra, con voz entrecortada —. Vámonos a casa, Sasuke.
Niego con la cabeza; esperamos desde hace media hora a nuestros amigos, Naruto y Hinata. Probablemente ellos estén ahora atorados en el tráfico o en alguna situación común entre recién casados. Puede ser que Hinata se hubiese desmayado y Naruto, tan dramático como siempre, corriera completamente entusiasmado al hospital esperando ser próximamente padre.
Siento la yemas de sus dedos rozarme sobre la cremallera. ¡No, no me toques! Estaremos en peligro. Mi líbido explotará y tomaré tu cuerpo para elevarnos al cielo. Me susurras que quieres hacerlo, que no soportas un instante más con ese infierno en la entrepierna. Dos puntos de vista se enfrentan en mi cabeza: la apasionada y la diplomática. Debemos esperar, pero deseo no hacerlo.
— Ven —pronuncio al levantarme de la mesa, sujetándola del brazo y guiándola hacia los baños —. Te mostraré dónde se encuentra el tocador— justifico en voz alta ante algunos clientes que nos miran fijamente.
Cerca de la puerta de los sanitarios, no soporto más el calor. La beso con pasión y acaricio su espalda, bajando vorazmente. Nos metemos dentro del baño de los hombres, sin separarnos, la empujo a un cubículo. Mis manos buscan el camino debajo de su blusa hacia el broche de su sujetador. Ella desabotona mi pantalón y baja mi cremallera. Mis palmas, como si tuvieran vida propia, buscan sus senos, acariciándolos bruscamente mientras ella roza con sus dedos un miembro excitado, aún cubierto por tela.
— Carajo, Sakura.
La sujeto de los gluteos y la levanto, empujándola contra la puerta. Levanto su falda hasta la cintura y deslizo sus bragas hacia sus rodillas, que caen al piso al colocarlas alrededor de mi cadera. Elimino la tela que nos separa y, en menos de un instante, ya somos uno. El vaivén divino nos hace olvidar el lugar en que nos encontramos, como cuando fumas un poco de hierba y olvidas hasta quién eres. La embisto al ritmo de los acelerados latidos de mi corazón. No ceso de besarla mientras empujo, cada vez más hondo, más fuerte, más rápido. Ella gime bajito, la muerdo para acallarla. Sus senos rebotan contra mi pecho: bajo la cabeza y succiono uno de sus pezones.
Y en el baño de un restaurante, culminamos nuestro pecado.
