Este fanfic contiene slash/yaoi, lo que quiere decir que hay una relación chico-chico, así que están advertidos, si quieren leerlo es bajo su responsabilidad
POR UN JUEGO
CAPITULO UNO.- LAS REGLAS DEL JUEGO

-¡¡¡¿QUEEEE?!!! - gritaron a coro todos los alumnos en el Gran Comedor

-Bueno. esto tal vez los sorprenda, pero será divertido - dijo Dumbledore tratando de calmar las cosas sin muchos resultados - Oh, vamos no será tan malo - pero los rostros de sus alumnos no dejaban la extraña expresión que tenía (entre sorpresa y miedo), era la hora de la cena todos los alumnos se encontraban en el comedor, cuando el Director dio la noticia de que se planeaba celebrar el 14 de febrero de una forma "diferente" - De cualquier forma se va a hacer y les explicaré la mecánica del juego: Cada uno de ustedes escribirá su nombre en un trozo de pergamino y lo depositara en esta caja - les mostró una caja de madera con grabados - tendrán hasta pasado mañana al medio día para hacerlo, y a la hora de la cena de ese día cada uno pasará a tomar un trozo de pergamino y en él estará escrito el nombre de la persona a la que le deben de obsequiar algo, el objetivo del juego es aclarar los sentimientos que la persona del pergamino les hace sentir, ya que el juego tiene un hechizo, si ustedes están enamorados de una persona el nombre que aparecerá en el pergamino será el de esa persona a la que aman, en cambio si no están enamorados aparecerá el nombre de su mejor amigo o amiga - ahora los rostros de todos eran más de terror que de sorpresa - el nombre que aparezca en el pergamino será un total secreto, como ya les dije el objetivo del juego es solo aclarar nuestros sentimientos, ustedes decidirán si dan el siguiente paso o no. - el silencio reinó en el Gran comedor, todos se preguntaban que pasaría cuando tomaran el pergamino y vieron el nombre que estaba escrito ahí

-Dumbledore se ha vuelto loco - susurró Ron

-Bueno. el siempre ha tenido una forma. muy peculiar de. divertirse - balbuceó Harry un poco sonrojado

-¿Y a ti qué te pasa Harry? - le preguntó Hermione notando el comportamiento de su amigo.

-Na. nada, nada ¿Por qué lo preguntas? - poniéndose aún más rojo

-¿Tienes fiebre Harry? - Preguntó preocupado Ron - estas rojo ¿porqué no vas a ver a la señora Pomfrey?

-Si, eso haré, no me siento muy bien que digamos - Harry se levantó su lugar y salió del Gran Comedor, avanzó con rapidez a través de los pasillos del castillo, hasta que estuvo afuera de éste, camino por la orilla del lago en donde estaba el calamar gigante y se sentó cerca de donde estaba un árbol donde se recargo, la brisa de la noche le era refrescante

-¡Soy un imbécil! ¡¿Cómo puede pasarme esto?! ¡Debo controlarme delante de ellos! - dejó que el viento lo relajara, hace tiempo que había tomado conciencia de lo que sentía, aunque era seguro que lo sentía desde que lo conoció, pero una cosa era aceptarlo y otra muy diferente ¡¡era darle un regalo delante de todos!! ¿Cómo podía hacer eso Dumbledore?, una media sonrisa se dibujó en sus labios - solo a Dumbledore se le pueden ocurrir esas cosas - pero la sonrisa desapareció al regresar a la realidad, ¿y si cuando sacara el pergamino aparecía su nombre? Bueno no sería algo que le sorprendiera, pero si que le incomodara, ¿Qué haría respecto a Ron y Hermione? Ellos creían que estaba enamorado de otra persona ¿Cómo reaccionarían ante eso? Seguramente les daría asco, y se alejarían de él y tal vez no sólo eso, sino que Ron lo mataría por traicionarlo. otra pregunta se formó en su mente congelándole la sangre. ¿Cómo reaccionaría.

-Vaya, vaya, miren a quien tenemos paseando fuera del Castillo, nada menos que al famoso Harry Potter, el héroe que todos desean, o es que tus amigos ya no quieren estar contigo ¿el pobretón y la sangre sucia ya se cansaron de estar a tu lado Potty Potty? - Draco Malfoy se acercaba al lugar donde se encontraba Harry, él se puso de pie de un salto encarando al slytherin

-Cierra la boca Malfoy - le dijo con voz fría dispuesto a irse - al menos alguien desea estar conmigo por lo que soy

-¡¡¿Qué quieres decir Potter?!! - Draco lo tomó por el brazo obligándolo a detenerse y a mirarlo

-Lo que entendiste Malfoy - los dos se observaban a los ojos en un duelo por ver quien resistía más

-¿Insinúas que las personas solos están conmigo por mi dinero? - preguntó Draco arrastrando peligrosamente las sílabas

-No lo insinúo Malfoy - le respondió Harry en un tono muy bajo pero que daban escalofríos - ¿O acaso hay alguien que te ama por lo que eres y no por tu fortuna? - Draco palideció, pero inmediatamente recobró su postura altiva dándole un puñetazo a Harry en la mandíbula rompiéndole el labio, Harry calló al suelo sin poder reaccionar, pero para cuando lo hizo Draco ya se había marchado. Se quitó la sangre que escurría por su labio con la mano y la observó - Si hay alguien Draco - susurró ante de ponerse en pie e ir a la enfermería, no podía llegar así a la torre.
Draco caminaba con rapidez hacia su habitación atropellando a todo aquel que osaba cruzarse en su camino, llegó ante una puerta en donde tenía una placa de plata y en letras verdes tenía escrito "Prefecto", entró y cerró dando un fuerte portazo, comenzó a arrojar todo lo que encontraba a su paso: libros, tinteros, cuadros, todo, una inmensa rabia lo invadía, rabia y dolor

-¡¡¿Cómo te atreves Potter?!! ¡¡Eres un maldito desgraciado!! - Tomó una silla por el respaldo y comenzó a golpearla contra la pared - ¡¡Maldito, maldito!! - gritaba una y otra vez hasta que la silla quedó reducida a trozos de madera; estaba cansado, se dejó caer en el piso, abrazó sus piernas con sus brazos hasta tenerlas pegadas a su pecho, poco a poco su respiración se fue calmando. ¿Cómo podía decirle que todos los que lo rodeaban solo lo hacían por su dinero?, ya más calmado meditó lo que le dijo Potter, tenía que admitir que en parte era verdad, la mayoría de las personas que lo rodeaban lo hacían por su dinero, por ser un Malfoy, o por miedo a su padre, las únicas personas que lo amaban en verdad, las podía contar con una sola mano. y le sobrarían dedos: su padre, su madre, Severus Snape y tal vez Parkinson. y solo tal vez, porque estaba seguro de que si le dijera que su familia estaba en quiebra ya no se mostraría tan interesada en él. se sentía solo y humillado, deseaba tener a una persona que en verdad lo amara por lo que era, quería tener una pareja, podría tener a todas las chicas que quisiera, pero solo estarían con él por su dinero o por su físico, más no porque en verdad lo amaran por lo que era, Potter tenía razón, ¿Acaso lo creía tan idiota como para no darse cuenta? ¿Qué no sabía que en realidad no tenía amigos, amigos de verdad? ¿Qué se lo pasaba bien acompañado de un par de idiotas? Suspiró. ¿Qué podía hacer contra eso?, en realidad eso no era lo que le molestaba, lo que lo molestaba era que hubiese sido EL quien le dijera eso, que hubiera sido Potter el que se lo restregara en su cara, él, el niño consentido de Dumbledore, el futuro Auror que mataría a Voldemort, uno de los chicos más deseado por las chicas, e incluso por chicos y el estaba entre estos últimos ¿Cómo había caído tan bajo? Enamorarse de su propio enemigo, del Gran Harry Potter. y lo peor de todo: que nunca llegaría a corresponderle de igual forma, Potter lo odiaba, de eso estaba seguro, él mismo se había encargado de que así fuera, insultando a Weasley y a Granger. Un pensamiento cruzó por su mente, recordó el estúpido juego de Dumbledore, ¿qué pasaría si sacaba su nombre? ¿Qué pasaría si alguien lo averiguaba? ¿Qué pasaría si el mismo Potter se enteraba de lo que sentía por él? Seguramente se burlaría e intentaría humillarlo. para que se engañaba, Potter no haría eso, lo sabía a la perfección, por eso se había enamorado de él, por ser completamente diferente a su persona, él no era manipulador ni ambicionaba el poder como él. - ¡Maldito! ¡Mil veces maldito! ¡Siempre tienes que ser el héroe¡ - sus puños golpearon el piso de piedra que estaba debajo de él, se levantó de un salto y tomó su varita, respiro profundamente un par de veces hasta calmarse - Ruparo - todo las cosas que había arrojado al suelo y se habían roto se repararon y se acomodaron en su lugar, se quitó la ropa y se puso su fina pijama, sería mejor que intentara dormir, tenía el presentimiento que de que los próximos días serían muy largos.

************

Los dos días pasaron rápidamente, era la hora del almuerzo, todos los chicos estaban nerviosos, tenían la pequeña esperanza de que Dumbledore cambiara de opinión respecto a su nueva forma de celebrar el día de San Valentín, pero no fue así

-Bien ¿qué esperan para meter sus nombres en la caja? - les preguntó con una sonrisa

-¿Qué hacemos? - Preguntó Ron - ¿Tenemos que hacerlo?

-Ya lo escuchaste Ron - le respondió Hermione escribiendo su nombre en un pedazo de pergamino - vamos date prisa, entre más pronto pase esto, mejor - Ron maldecía por lo bajo pero al final optó por hacerle caso a Hermione. Harry también estaba escribiendo su nombre, dobló el pergamino y espero a que sus amigos terminaran, algunos alumnos se había levantado de sus mesas para ir a depositar sus pergaminos a la caja,

-¿Vamos? - les preguntó con una sonrisa tratando de infundirles ánimo, aunque el mismo no deseaba hacerlo, sus amigos asintieron y los tres se pusieron de pie, caminaron hasta llegar a la caja que estaba en la mesa de los profesores

-Bien, bien, les aseguro que no se arrepentirán - les dijo el profesor Dumbledore, los chicos lo miraron de una forma escéptica, pero prefirieron regresar a su mesa

-El Trío maravilla de Hogwarts ha hecho su aparición, ¿esperan encontrar algún idiota que desee ser su pareja? - les preguntó una voz que arrastraba las sílabas, cerca de la mesa de Gryffindor estaba Draco Malfoy con su habitual pose de-soy-mejor-que-tu-porque-soy-Slytherin-y-un-Malfoy, seguido de sus guaruras

-¿Te refieres a nosotros o a tu persona Malfoy? - le dijo mordaz Hermione

-¡Cállate sangre-sucia!

-¡Tu cállate hurón! - le replicó Ron. Harry solo se limitaba a observar la situación, no deseaba intervenir y provocar una pelea como la de la noche anterior, pero tampoco permitiría que Malfoy insultara a sus amigos, observó como Crabbe y Goyle apretaban los nudillos dispuestos a iniciar una paliza

-Vaya el pobretón Wasel hace su aparición para defender a su noviecita la sangre-sucia

-Basta Malfoy - le dijo Harry con voz calmada. Todos lo miraron extrañados

-Ah Potter, al fin te dignas hablar, o es que tu vocabulario no llega a más de dos palabras seguidas

-Mi vocabulario es mucho más extenso de lo que te imaginas Malfoy, pero en este momento no me siento de humor para tolerar tu "grata" presencia y la de tus "amigos" - la voz de Harry era sumamente calmada, pero con un deje de sarcasmo que hizo enrojecer a Draco - mejor vamonos chicos, tenemos cosas más importantes que hacer que escuchar a esta serpiente venenosa - Harry caminó por un lado de Malfoy, dejándolo mudo, sin poder reaccionar, lo único que el chico rubio pudo percibir fue el aroma del chico de ojos esmeralda, un olor fresco y dulce sin llegar a ser empalagoso, Ron y Hermione sonrieron triunfantes y siguieron a Harry que ya los esperaba en la entrada del Gran Comedor

-¡¡Bien hecho Harry!! - Le vitoreó Ron quien no paraba de brincar - ¡Viste la cara que puso!

-Me sorprendes Harry - le dijo Hermione - mira que mantener esa calma y delante de Malfoy no cualquiera lo hace

-Tienes razón Herm. no cualquiera - susurró Harry, Ron y Hermione se miraron extrañados por el tono de voz de su amigo, parecía que llevaba un poco de tristeza, cuando iban a preguntarle que ocurría Harry se les adelantó - chicos, ¿para qué amargarnos la vida hablando de Malfoy? ¿Qué les parece si hablamos de otra cosa? - Harry sonrió pícaramente, sabía que se metía en terreno peligroso, pero valía la pena arriesgarse - ¿porqué no me dicen que nombres creen que aparecerán en sus pergaminos esta noche? - Los rostros de Hermione y Ron se pusieron rojos de inmediato, tartamudeaban una letras sin llegar a formar palabras - vamos no se pongan nerviosos, no puede ser tan malo o ¿si? - les guiñó el ojo y sus amigos enrojecieron más

-Bu. bueno yo. te. tengo que ir... a. a. ¡La biblioteca!... si, eso, nos vemos - Hermione se apresuró a alejarse de sus amigos, mientras Harry se moría de la risa y un Ron completamente rojo veía en la dirección que había tomado la chica, las carcajadas de Harry lo hicieron regresar al presente

-¡No es gracioso Harry! - le gritó molesto

-Lo. jaja. lo siento. ja. no pude evitarlo amigo - Harry trataba de recuperarse del ataque de risa del que había sido presa, sus manos hicieron presión en su estomago, tratando de ya no reír y regular su respiración, cuando tuvo completo control sobre su cuerpo vió a Ron y le dedicó una sonrisa inocente, idéntica a la que hacen los niños cuando saben que han hecho una travesura, para luego cambiar su expresión a una más seria - ¿Cuándo piensas decírselo? - Ron bajo el rostro apenado

-No lo se - murmuró

-¿Ron qué pasará esta noche después de que leas el pergamino que hayas sacado? Suponiendo que el hechizo que Dumbledore dijo que le pondría a la caja fuera cierto y en él apareciera el nombre de Hermione - Ron no dijo nada - no quiero parecer pesimista, pero ella no te esperara siempre ¿lo entiendes? Tu tienes que dar el primer paso, porque ella no esta dispuesta a darlo

-Lo se, pero y si.

-Nada de peros, todo irá bien - Harry le sonrió de forma sincera, Ron se sintió aliviado de tener a Harry como su amigo, no, como su hermano, el pelirrojo le devolvió la sonrisa

-Gracias hermano - Harry le sonrió más abiertamente, le gustaba que Ron lo considerara su hermano

-¿Y tu cuándo se lo dirás? - el rostro de Harry palideció

-¿Qué quieres decir?

-Vamos Harry, sabes de lo que hablo, Cho tampoco esperara mucho tiempo ¿sabes?, este es su último año en Hogwarts ¿lo recuerdas?, tal vez ya no tengas otra oportunidad de decirle lo que sientes

-Ron no creo que sea correcto

-¡Como no va a ser correcto si la amas! ¡Por Merlín, Harry! ¡Amar no es un pecado!

-No, ella y yo somos de mundos diferentes, jamás podríamos congeniar de esa forma, no valdría la pena

-Pero Harry.

-¡He dicho que no Ron!

-¡Esta bien! ¡Como quieras! ¡Solo recuerda que esta puede ser tu última oportunidad para amar realmente! - y diciendo esto Ron se fue al aula de transformaciones dejando a Harry

-Lo se muy bien, pero también se que es imposible - apretó sus puños con fuerza, sintiendo la impotencia que eso le provocaba, ¿cómo hacerle entender a Ron que él en realidad no amaba a Cho, sino a otra persona, a un chico?, sería casi como pedirle a Snape que bailara ballet delante del colegio, rió ante ese pensamiento, pero lo apartó de inmediato, tenía que llegar a la clase de transformaciones o si no McGonagall lo castigaría, prefirió arriesgarse a una detención y comenzó a correr, si se apuraba llegaría a tiempo, pero al doblar una esquina chocó contra alguien y cayendo ambas personas al suelo

-¡¡Aaahh!! - gritaron al mismo tiempo, pero luego a ver de quien se trataba la otra personas, rieron

-Hola Cho, lamento haberte tirado - le dijo Harry mientras le ofrecía su mano para ayudarla a levantarse

-Hola Harry, y no te preocupes iba distraída - le respondió la chica con una sonrisa tomado la mano que le ofrecía Harry - pero parecía que tu llevabas prisa

-Oh, si, lamento no poder charlar en este momento, pero tengo que ir a la clase

-No te preocupes, ya charlaremos luego - y con una sonrisa se despidieron. Harry y Cho habían entablado una amistad a raíz de lo de Cedric Diggory, no era que quisiera aprovecharse de la muerte de Cedric para acercarse a ella, pero ambos de alguna manera se necesitaban, él se sentía culpable de la muerte de Diggory por no haber hecho nada para impedir que Voldemort lo asesinara y Cho se sentía culpable porque ella había estado enamorada de Cedric y no había podido demostrárselo, cuando Harry cursaba el cuarto grado había pensado que estaba enamorado de Cho, pero eso era solo una máscara para cubrir sus verdaderos sentimientos, los cuales en ese tiempo aún no aceptaba y esa máscara aún seguía engañando al resto de las personas, la mayoría de los alumnos pensaban que entre ellos había algo más que amistad y que algún día serían novios, pero estaba muy lejos de la verdad e incluso la única persona que sospechaba cual era esa verdad era Cho. Harry llegó hasta el aula de transformaciones, tenía suerte la profesora McGonagall aún no había llegado, se sentó al lado de Ron que estaba charlando con Seamus y Neville

-¿Dónde te metiste? - le recriminó

-Primero me dejas atrás y luego me regañas

-Bueno, pensé que venías tras de mi, pero tardaste mucho

-Choque con Cho - Ron lo miró de forma pícara, pero Harry ya no tuvo tiempo de decir más porque en ese momento llegó la profesora.
¡¡¿¿Pero que demonios le había pasado??!! ¡¡¿¿Por qué no pudo reaccionar??!! Esas eran las preguntas que bombardeaban la cabeza de Draco a raíz de su encuentro con Harry Potter, ahora se encontraba "atento" a la clase de encantamientos, pero es que ese chico de cabello azabache estaba metido en su cabeza y el solo recordar ese encuentro su respiración se agitaba, el solo evocar sus ojos que en ese momento tenían una mezcla de rabia contenida con. ¿tristeza?, pero. ¿porqué tristeza?, eso era algo inusual en él, él generalmente era alegre, siempre sonriente, aunque a partir de principios de quinto año su forma de ser había cambiado, seguramente había madurado, se comportaba de manera seria y sus movimientos eran calculados. y luego sus palabras, esas palabras lo hirieron como todas las que él decía, tal vez en eso se parecían, en que si se lo proponían podían herir con sus palabras, y su voz, la había escuchado un centenar de veces, pero nunca se cansaría de escucharla, una voz grave que pronunciaba perfectamente cada silaba de cada palabra. ¡¡¡¿Cómo demonios le había pasado esto?!!!, pero no tuvo tiempo de seguir el hilo de sus pensamientos porque una voz aguda lo sacó de ellos.

-¿Qué te sucede Drakito? - era Pansy Parkinson

-Nada que te importe - le respondió de mala gana - y no me digas "Drakito" - Pansy rió de forma tonta (o bien, de forma idiota según Draco)

-Oh vamos, sabes que puedes decírmelo - insistió la chica acariciando su cabello, en un claro signo de coquetería

-¿En verdad quieres saberlo? - ella asintió sonriente, Draco sonrió de forma sádica, si bien podría desahogarse y a la vez asustar a Parkinson ¿porqué no hacerlo? - Bien te lo diré. - Draco tomó aire - estoy enamorado de Harry Potter - en verdad se sintió bien después de decir eso, pero no pudo disfrutar por mucho tiempo de esa sensación, se giró para ver a Pansy, quien lo veía como si fuera un zombi nauseabundo, con una mezcla de asco y asombro, Draco no pudo evitar soltar una carcajada, esa carcajada le hizo a pensar a Parkinson que todo había sido una broma de Draco

-¡¡Eres un maldito Draco!! ¡¡Mira que asustarme de esa manera!! - se levantó ofendida al notar que Draco no paraba de reír - Bien, sigue burlándote, ya veremos si después de que saques mi nombre de esa estúpida caja sigues riéndote - y diciendo esto se cambió de lugar, Draco dejó de reír al recordar esa caja, seguramente sacaría el nombre de Harry. y él ¿Qué nombre sacaría de esa caja?, sintió una punzada en el pecho y unas ganas inmensas de destrozar algo. o alguien ¡Demonios! ¡Estaba celoso! Draco se cubrió el rostro con las manos y se hundió en su pupitre, quería que se lo tragara la tierra o bien que Voldemort apareciera y lo matara con un Avada Kedavra.

************ El resto del día pasó rápidamente, contradiciendo a todos lo que no querían que llegara la hora de la cena, pero se sorprendieron así mismos sentados en sus lugares esperando a que el director hablara

-Creo que lo mejor será que primero saquen el pergamino de la caja y después cenemos ¿les parece? - observó a sus alumnos encontrándose con rostros de terror - comencemos entonces, profesora McGonagall - la profesora se puso de pie a regañadientes, por suerte para los profesores ellos no tendrían que participar en ese juego, comenzó llamando a varios estudiantes, ellos pasaban y tomaban el pergamino, algunos lo veían en ese momento y otros preferían guardarlo y verlo más tarde, pero ninguno se escapaba de las preguntas de sus compañeros, unos tenían el rostro rojo, seguramente porque en el pergamino estaba el nombre de su persona amada, y otros solo sonreían, tal vez estaba el nombre de su mejor amigo o amiga

-Granger, Hermione - Hermione se levantó de un saltó y tomó aire, dirigiéndose hasta donde estaba la caja, metió la mano y sacó un pequeño pergamino lo desdobló y lo leyó, el corazón no paraba de latirle y su rostro se había puesto completamente rojo, sonrió tímidamente y regresó a su lugar

-¡¿Qué dice tu pergamino?! - le preguntó Ron en cuanto la chica llegó a su lugar

-Es un secreto - le dijo algo nerviosa y luego dirigió su mirada a Harry, éste le sonrió y ella le regresó la sonrisa pero de forma tímida, Ron no tuvo tiempo de preguntar porque enseguida fue llamado por la profesora, tragó saliva con dificultad y puso de pie, dirigiéndose hacia donde lo llamaban, hizo lo mismo que Hermione y leyó su pergamino, el nombre de su amor estaba ahí, suspiró resignado y regresó a su lugar

-¿Y bien? - le preguntó Harry, Hermione miraba atenta, Ron intentó hablar pero las palabras no salían de su boca

-Esta bien, es un secreto - le dijo Harry guiñándole un ojo, lo que provocó que Ron enrojeciera hasta el punto de no saber donde terminaba su cabello y comenzaba su rostro

-Potter Harry - se sobresaltó, observó hacia el frente y vio unos ojos grises que lo observaban atentos, desvió su mirada y se encontró con los ojos de Cho, ella le sonrió infundiéndole valor, le regresó la sonrisa, se puso de pie y camino hasta la profesora McGonagall, metió la mano a la caja y sintió como una energía cálida la rodeaba y como un pergamino llegó por sí solo hasta su mano, sacó su mano y metió el pergamino en su túnica, no tenía caso verlo, sabía perfectamente cual sería el nombre que estaba escrito ahí, regresó a su lugar

-¿Y bien? - le preguntó Ron mirándolo con atención

-Es un secreto - les respondió con simpleza, los tres rieron por usar las mismas palabras que antes, observaron como seguían pasando alumnos, hasta que llegó el turno de los de Slytherin

-Crabbe, Vincent

-Ustedes creen que Crabbe pueda estar enamorado - les preguntó Hermione

-Dudo que siquiera conozca el significado de esa palabra - le respondió Ron

-Malfoy, Draco - el corazón de Harry dio un vuelco, ¿qué nombre aparecía en su pergamino?, bueno eso era obvio, estaría el de Parkinson, ya que era bien sabido que ella estaba detrás de Draco desde primero.

Draco se sintió nervioso, camino lo más seguro posible ya que sus piernas amenazaban con doblarse, tomo un pergamino que curiosamente llegó hasta su mano como si tuviera vida propia, lo desdobló y leyó su contenido

Harry Potter

Sentía como su corazón amenazaba con salirse de su pecho, y su rostro enrojecía, respiró profundamente tratando de calmarse, guardó el pergamino en su túnica y regresó a su mesa. Los alumnos siguieron pasando hasta no quedar alguno sin pergamino en sus manos o dentro de las bolsas de su túnica

-Ahora que ya todos han pasado- empezó a hablar el profesor Dumbledore - tendrán que pensar en que consistirá el regalo que le darán a esa persona, para eso este fin de semana podrán ir a Hogsmade, tal vez ahí encuentren algo adecuado para la ocasión, y sino hay dudas - observó los rostros de los chicos - ¡¡Qué comience el banquete!! - todos los platos vacíos se llenaron de deliciosos manjares, pero nadie tenía mucha hambre

-¡Grandioso! Encima de todo este barullo tendremos que comprar algo - se quejó Ron con Harry - ¡Y qué se supone que voy a regalarle a. - de pronto se cubrió la boca con las manos mientras enrojecía

-¿A quién Ron? - le preguntó Hermione

-A. a. a.

-Calma no tienes que decírmelo - le dijo - por ahora - susurró - ¿Y tu Harry ya tienes planeado que le vas a regalar a esa persona?

-Harry no la tiene tan difícil, Cho no parece ser muy complicada para esas cosas ¿verdad Harry? - Pero el aludido no respondía - ¿Harry? ¡Harry!

-Eh? ¿Decían algo?

-¿Qué te pasa? - Le preguntó una preocupada Hermione - te sientes mal

-Yo. quisiera estar solo, sino les molesta - y sin darles tiempo a replicar Harry salió del Gran Comedor, caminó hasta llegar al lago y se sentó en la orilla, le gustaba ir ahí cuando se sentía de esa forma, acorralado, asustado por lo que sentía y a la vez triste por no ser correspondido, sacó el pequeño pergamino de su túnica y lo desdobló

Draco Malfoy

Suspiró, lo sabía, no necesitaba de ese hechizo que Dumbledore le puso a la caja para saber de quien estaba enamorado, admiró la letra, era bonita, los trazos bien hechos y con elegancia, no como la suya que más bien parecían garabatos, pasó sus dedos por las letras cuidando de no correr la tinta, notando que ya estaba seca, acercó el pergamino hasta sus labios y lo beso suavemente, deseando que fueran los labios de Draco, pero sabía que eso era imposible, suspiró nuevamente, se sentía morir en vida, siempre había deseado enamorarse y ser correspondido, pero ¿porque tenía que ser precisamente de Draco Malfoy de quien se enamorara? Esa pregunta había rondado por su cabeza desde que tomó conciencia de sus sentimientos, nunca había encontrado la respuesta, y había optado por no buscarla, y solo ocultar sus sentimientos tratando de esa forma de reprimirlos y si corría con suerte de desaparecerlos, pero nunca lo había logrado, al contrario parecía que se hicieran más fuertes con el paso del tiempo. escuchó pasos acercándose, guardo el pergamino dentro de su túnica rápidamente y espero a que esa persona llegara hasta él, sabía quien era, su aroma llegaba hasta él con ayuda del viento, la persona se sentó a su lado y estuvieron en silencio hasta que ella rompió el silencio

-¿Qué ocurre Harry?

-¿De qué hablas Cho? - ninguno de los dos se giraron para verse, observaban el cielo estrellado que esa noche les confería

-No me engañes Harry, últimamente has estado ausente, se que eso no es muy raro en ti de un tiempo para acá, pero creo saber el motivo

-¿Y según tu cuál es el motivo? - Cho guardó silencio unos minutos buscando las palabras adecuadas

-¿No me preguntas que nombre apareció en mi pergamino? - le inquirió la chica, Harry volteó extrañado, pero solo encontró el rostro de Cho observando las estrella, regresó su vista hacia las estrellas

-¿Y qué nombre esta en tu pergamino?

-Son dos nombres: Ariana Ledadle y Harry Potter - Harry la miró interrogante - no me veas así, ustedes son mis mejores amigos, Ariana siempre ha sido mi mejor amiga desde que ingresamos a Hogwarts, y tu. bueno te considero mi amigo porque estuviste a mi lado cuando sucedió lo de Cedric, me ayudaste mucho para salir de mi depresión y en verdad te aprecio Harry - sus ojos negros se encontraron con los verdes de Harry, él le sonreía de forma tierna - y espero que tu me consideres de igual forma

-Por supuesto Cho, creo que eso ha quedado claro, ¿pero no se supone que sólo tenía que sacar un pergamino? - ella le sonrió

-Y así lo hice, sólo que en el mío apareció escrito tu nombre con un color de tinta diferente mira - Cho le mostró su trozo de pergamino en donde aparecían los nombre de Ariana Ledadle en tinta negra y el de Harry Potter en tinta azul

-¿A qué crees que se deba?

-A que no puedo elegir entre los dos supongo, sería como que tu tuvieras que elegir entre Hermione, Ron o yo, sería algo difícil ¿no crees? - el asintió, el rostro de Cho adquirió una expresión más seria - y supongo que mi nombre no esta en tu pergamino ¿cierto? - Harry se sonrojó

-No

-¿Y Hermione o Ron? - Harry negó con la cabeza - La persona que esta escrita en tu pergamino es la persona a la que amas ¿cierto?

-Si

-¿Hermione y Ron saben quien es? - El chico lo negó - ¿Y me dirás quién es? - Harry giró su cabeza rápidamente encarando a Cho

-No. no puedo

-¿Porqué Harry? Tu y yo somos amigos, confiamos el uno en el otro, aunque me parece extraño que no se lo hayas dicho a ellos

-Es que. no lo entenderían. no. no puedo. no deben saberlo - Cho colocó su mano en el hombro de Harry

-Harry ten calma - Harry se tranquilizó un poco - desde que sucedió lo de Cedric, tu has cambiado mucho, ya no eres ese niño inocente que sólo buscaba tener aventuras y demostrar que podías salir adelante por ti mismo, has madurado, has tomado conciencia de que la vida puede acabar en cualquier momento, pero mientras sigas con vida no puedes estar solo. lo se no estas solo - le dijo antes de que protestara - pero no es lo mismo estar con tus amigos que estar con tu pareja, y si tu estas enamorado lucha por ese amor ¿No has aprendido nada durante estos años? Tu mismo me lo dijiste hace un año, "Cedric murió pero tu estas con vida y debes seguir viviendo por ti y no por él" ¿lo recuerdas? - Harry asintió - no debes vivir a expensas de tus amigos, ellos tienen vida propia igual que tu

-Pero. no es fácil Cho. mi amor no es correspondido

-¿Se lo has dicho?

-No

-Entonces como puedes asegurar que no eres correspondido

-Pero. no es correcto

-¿Acaso ya tiene pareja? - Harry negó, Cho permaneció en silencio procesando la información que Harry le había dado y buscando una respuesta a lo que su amigo decía, todo ese tiempo no había retirado su mano del hombro del chico, presionó con fuerza cuando una idea cruzó por su cabeza ¿acaso sería.?, sólo había una forma de saberlo - Harry - el chico volteó a verla tratando de contener las ganas que tenía de salir huyendo - ¿Se trata de un chico? - Harry palideció a la vez que sus ojos se agrandaba por el miedo y la sorpresa, trató de decir algo, pero no encontraba su voz, esos gestos fueron suficientes para confirmar lo que Cho sospechaba

-Pero. ¿por qué no me lo dijiste antes? - Harry se sorprendió al escuchar eso y no pudo evitar sonrojarse, bajo la mirada apenado, no quería verla a los ojos, no quería ver la expresión de asco que seguramente tenía, ella lo tomó de la barbilla y lo obligó a mirarla, en sus ojos no había asco sino ternura - no tiene nada de malo Harry, eso es normal, no tienes porque avergonzarte - Harry sintió como un enorme peso se quitaba de sus hombros, si Cho lo aceptaba, tal vez Hermione y Ron también lo harían, no puedo evitar el impulso de abrazar a Cho

-Yo. gracias Cho. muchas gracias - ninguno de ellos se percató de que una sombra cercana a ellos se ocultaba entre los árboles, escuchando con atención lo que decían.

-¿Pensaste que te iba a rechazar? - le preguntó mientras hundía su rostro en el ángulo de su cuello. Sintiendo como Harry movía la cabeza en forma afirmativa - ¿Cómo pudiste pensar eso?

-Tenía miedo

-Ahora sabes que no te rechazo - Cho se alejó y tomó el rostro de Harry entre sus manos para luego besarlo en la frente - nunca pienses eso ¿me escuchaste? - Harry asintió - bueno, creo que seguiré con esto otro día, por hoy ha sido suficiente, además te ves muy cansado y es mejor que regresemos a nuestras casas

-Si, vamos - Harry se puso en pie y le tendió una mano para ayudarla a levantarse que aceptó gustosa - gracias de nuevo

-No tienes nada que agradecer, sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa ¿cierto?

-Cierto - y así los dos chicos emprendieron el camino hacia sus respectivas, la sombra que había estado escuchándolos salió de la oscuridad, los rayos de la luna iluminaron su esbelta figura, su cabello rubio platinado brilló ante la luz, una expresión de dolor se dibujaba en su rostro y sus puños cerrados solo indicaban el desesperado deseo de estrellarse contra algo, un árbol fue quien extirpó ese deseo al ser golpeado por ese puño, un hilo de sangre corrió por la pálida piel de su mano, pero no le importó, lo golpeo de nuevo con más fuerza, más sangre brotó de la herida, respiraba con dificultad, luchando contra las lágrimas que amenazaban con salirse de sus ojos grises, pero fue más fuerte que él y se dejó caer sobre sus piernas, unos débiles sollozos escapaban por su garganta, se sentía destrozado por dentro, pero no le permitiría a nadie verle en ese estado, ni siquiera a él, no, un Malfoy no se dejaba ver destrozado.
Ese es el primer capítulo, esperen pronto el segundo y por favor ¡Envíen reviwes!