Cap 1:
Sentado en el suelo de su habitación, en el número 4 de Privet Drive, se encontraba Harry Potter, leyendo por enésima vez las cartas que había recibido de sus mejores amigos Ron y Hermione ese verano.
No les había contestado a ninguna de ellas, no se sentía con ánimo de hacerlo, pues pasaba la mitad el día recordando con agonía la reciente muerte de Sirius, la otra mitad leyendo las cartas de sus amigos o El Profeta, para intentar pensar en otra cosa que no fuera su padrino o en Voldemort que intentaba jugar con su mente, y durante las noches tenia pesadillas con una horrible y chillona voz gritando "¡Yo Maté a Sirius Black!''.
Lo único que deseaba Harry en ese momento era en volver a la Madriguera, su segundo hogar después de Hogwarts, donde deseaba con ansias ver a sus amigos y sobre todo a Ginny, por alguna razón eso siempre lograba animarlo.
Podría hacerlo dentro de dos semanas, dos semanas que se veían muy lejanas.
Un miércoles por la mañana, Ginny se encontraba sentada al lado de su ventana pensando en que Harry llegaría en solo dos semanas. Estaba un poco frustrada, ya que estaba aburrida de amar a Harry y que este no le correspondiera, pero todos sus esfuerzos por olvidarlo fueron en vano, incluso después de darle una oportunidad a Dean, seguía persiguiéndola la imagen de Harry a todos lados. Sin duda estaba enamorada.
Mientras seguía pensando, vio como Ron y Hermione se alejaban camino hacia el bosquecillo que se ubicaba al lado de la Madriguera. Su amiga había llegado hace dos días pero parecía estar un poco tensa, pero después de un tiempo Ginny noto que solo lo hacía cuando estaban con Ron. Sabía que a Hermione le gustaba su hermano y también sabía que este le correspondía, pero ninguno era capaz de admitirlo, ya sea por vergüenza, miedo o simple tozudez.
Después de comer salieron al jardín Ron, Ginny Fred y George a jugar Quidditch mientras Hermione se sentaba cerca de allí a mirar como jugaban con un libro en las manos. Hermione odiaba volar en escoba, Ginny lo sabía así que ni si quiera se molestaban en invitarla a jugar con ellos
Como siempre ella y Ron formaban un equipo y los gemelos otro. Después de un largo y muy peleado partido, Ron y Ginny ganaron. Al principio solo jugaba para ayudar a Ron a entrenar y que así su hermano se postulase a las pruebas de guardián de ese año, pero después se dio cuenta de que el Quidditch le encantaba y además era muy buena así que estaba pensando seriamente en postularse ella también.
Pasaron los días igual que siempre y sentía una sana envidia al ver como su hermano y su mejor amiga salían a pasear y pasaban tiempo juntos, pero aun así ella no los acompañaba demasiado, pues quería que estuvieran a solas.
Una mañana, su madre les recordó a todos que Harry llegaría en solo dos días. Sintió como su cara palidecía, Harry no podía llegar tan pronto, no estaba preparada para verlo, aun lo superaba. Vio como Hermione y Ron la miraban con preocupación, se puso muy colorada y luego de disculparse salió de la cocina corriendo hacia su habitación.
Harry estaba un poco nervioso. Faltaban dos días para ir a la Madriguera y volver a ver a Ginny. Él sabía que le había gustado a Ginny, pero después de tantos años sin haberle dado una oportunidad, él no estaba seguro si ella siguiera amándolo. Estaba tan arrepentido de no haberse dado cuenta de cuán grande y valiente chica era Ginny.
Dumbledore le había pedido hace unos días que lo acompañara donde un tal Slughorn a pedirle que tomara el puesto de profesor de Pociones, pero su desagrado fue mayor al saber que Snape se quedaría con el puesto de Defensa Contra Las Artes Oscuras.
Con unas ganas inmensas de regresar de una vez por todas a la Madriguera, Harry se levantó de la cama y se dirigió a la jaula de Hedwig y le dio una golosina para lechuzas mientras la acariciaba, el ave le dio unos pequeños picotazos de cariño en la mano.
Harry estaba en verdad desesperado por salir ya de esa casa, no sabía cuánto tiempo más podría aguantar.
-Solo dos días, solo dos días y los volveré a ver a todos.- Se repetía una y otra vez en silencio.- Solo dos días y volveré a verla.
Con la mente un poco más aliviada se estiró sobre la cama y sacó de debajo de su almohada las cartas que le habían enviado sus amigos, dispuesto a re-leerlas de nuevo.
Ginny comenzaba a desesperarse un poco, veía cada día como Ron y Hermione salían de paseo y pasaban tiempo juntos, mientras ella se quedaba en casa injustamente invadida por las ansias de estar con Harry, pero llena por la rabia de anhelarlo tanto.
Se quedaba con su madre en la cocina ayudándola con las tareas de hogar, o en su habitación, todo para no tener que soportar la extraña compañía de Ron y Hermione juntos, que resultaba agobiante para ella y terminaba actuando de malos modos.
-No es su culpa.-Se decía a si misma.- Ellos no saben por lo que estás pasando, no la cargues con los chicos.
Miraba por la ventana.- Dos días, y él volverá.- pensaba mientras se dejaba caer bocabajo en la cama.
Harry estaba nervioso. Lupin pasaría por él en un momento para llevarlo a la Madriguera. Lo único que quería era volver a estar en el hogar de los Weasleys. A pesar de haber estado allí hace poco, nunca se había sentido tan nervioso por el hecho de volver, pero sabía la razón, hace un año él no se había dado cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia la menor de los pelirrojos, pero ahora que estaba consciente de sus verdaderas emociones temía echarlo todo a perder, o peor, perderla a ella.
Remus pasó por él unos instantes más tarde, y ayudándolo con el equipaje, lo dirigió hacia la Madriguera.
En la cocina Molly preparaba la comida y Ron y Hermione hablaban en el comedor, mientras que en el piso de arriba Ginny se paseaba de un lado a otro de su habitación intentando calmar sus incontrolables nervios. Harry llegaría en cualquier momento.
Había despertado casi antes que todos en la casa y fue en seguida a darse una ducha y a ponerse un lindo conjunto. De pronto se acordó de lo mucho que se parecía a Ron el día que iba a llegar Hermione. No pudo evitar sonreír ante aquel recuerdo. Procuró ponerse lo más naturalmente guapa que pudo, ya que no gustaba abusar del maquillaje.
De pronto miró por la ventana y vio como aparecían Harry y Lupin en la entrada del jardín. Nerviosa dio un respingo y decidió esperar a Harry abajo en la cocina, casualmente, como si hubiera estado allí desde hace rato.
Abajo, en el jardín Harry y Remus acababan de aparecer. Cuando se iban acercando a la puerta Harry alzo la mirada y dirigió la vista hacia la ventana del cuarto de Ginny y vio una melena pelirroja pasar rápidamente junto a ella. Harry dio su primera sonrisa en mucho tiempo.
Cuando bajó la mirada se encontró con los brazos de la señora Weasley que lo rodeaban fuertemente. Harry correspondió al abrazo sin mucho animó porque esperaba que fuera Ginny quien lo recibiera primeramente, pero no podía pedir mucho. Al soltar a Molly se encontró enseguida con un fuerte abrazo de Hermione y luego uno de Ron. Se sintió un poco culpable al abrazar a Ron, después de todo, estaba enamorado de su hermana menor. Intentó no cruzar muchas miradas con él al entrar en la casa, después de haberse despedido de Lupin, que decidió no quedarse a comer.
Cuando entró en la cocina buscó rápidamente a Ginny con la mirada, y cuando la vio, su corazón dio un vuelco. Estaba tan hermosa, su cabello caía suavemente por su espalda mientras se volvía para mirarlo. Harry se quedó inmóvil por un segundo, el mismo en que su pulso se detuvo.
Ginny, que estaba arreglando la mesa para la comida, se giró de inmediato al sentir que todos entraban. Al voltear y encontrarse primeramente con los ojos verdes de Harry contemplándola no pudo evitar soltar un suspiro y sonreír. Sintió unas cosquillas incontrolables en su estómago.
Casi corriendo se dirigió donde él estaba y lo abrazó fuertemente, rodeando su cuello con sus brazos. Harry rápidamente correspondió al abrazo rodeando la cintura de la chica y sintiendo su dulce aroma.
-Bienvenido, Harry.- Dijo Ginny.- Te eché de menos.
- Yo también te eché de menos.- Dijo Harry embobado.
Ginny lo miró encantada, y de un leve impulso le besó en la mejilla. Harry sonrió. Ahora era feliz. Más que nunca.
Hola! Lo sé, está horrible :c pero la intención es lo que cuenta ;). Para los que esperaban este fic saben que debería haberlo subido hace una semana, pero no pude u.u . Bueno, como sale en el resumen, esta es la versión de otra historia llamada Tu y Yo que ya publiqué hace unas semanas, pero desde el punto de vista de esta otra pareja, si quieren entender un poco más esta historia, les recomiendo leer también el otro fic, así no se pierden demasiado :) .
Eso es todo. Publicaré un nuevo capitulo cada viernes (si nada me lo impide).
Dejen sus Reviews ;) bye
