-Vamos, mi amor. Sólo uno.-

-Que no! Estoy a dieta.-

-A dieta? Desde cuándo?-

-Ahora.-

-Pero cariño, tu no necesitas hacer ninguna dieta. Eres bellísima.-

La pelirroja miró al rubio con desconfianza. Se cruzó de brazos por dos segundos, suspiró profundamente y puso una cara de tristeza.

-Pero...yo ví como la mirabas...como...como antes. Antes de casarnos. Antes de tener a nuestro pequeño. No preferirías que me parezca mas a ella?-

Él se sorprendió. No se esperaba tal inseguridad de parte de su esposa. Río, para luego asobriarse.

-Heh. No estoy haciendo un buen trabajo como marido, eh? Tanto tiempo cuidando de mí como si fuera una muñeca, manteniendo nuestra familia unida, críando a nuestro hijo, aún cuando causo problemas donde vaya...Lo siento, Johanna. No te merezco. Ya a veces me pregunto porqué me elegiste-

-Terrence…-

El patriarca Thaur tomó la mano de su mujer y sonrió -Sea lo que fuera, aquí estamos. Juntos. Hoy. Tenemos un hogar, una familia. Yo no podría estar mas feliz.- la besó en la frente – No tienes de que preocuparte. El pasado es el pasado. Ademas…

Rió suavemente, en su rostro la característica mueca traviesa mientras susurraba algo al oído de la domadora.

Johanna sonrió durlcemente, sonrojada. Abrazados, comenzaron a caminar hacia la puerta principal.

-Aún así, no comeré ningún helado.-

-Johanna!-

-Dije ninguno Terrentuja Thaur! No seré tu excusa esta vez.-

-Vamos, querida! Sólo esta vez! Hace mucho calor y quiero un rico helado triple de la cafetería! Sabes que no me los termino yo solo, pero me encanta...- suspiró – De acuerdo. Luego no digas que no me esfuerzo por tener citas románticas contigo. Teddy, hijo! Vamos a la cafetería, vienes? -

Desde arriba la escalera, se escuchó el estrepitoso ruido de un alto pre-adolescente bajando las escaleras a toda velocidad. - SIIIIIII!

Teddy Thaur se puso entre sus padres, rodeándolos con los brazos. Siempre y cuando nadie lo viera, le gustaba mucho pasar tiempo con sus padres, como cuando era un pequeño niño que cargaban en los hombros de su padre. Miró hacía arriba a su padre, sonriendo dijo:

-Triple?-

-Ya me conoces, hijo-