Nota de la autora: Bueno chic s, esto es una locura de mi parte, soy principiante en esto, pero luego de leer muchas historias he decidido lanzarme a esta nueva aventura. Como podrán observar este es mi primer fic, estaba viendo un documental sobre las personas que sufren de cáncer o de tumores que poco a poco les va arrebatando la vida, muchas luchando y otras simplemente dejándose vencer. Pero como siempre hay una persona que te da el empujón que tanto necesitas y ahí es donde tu vida da un giro trascendental y encuentras esa luz en tu camino que te devuelve el deseo de vivir y de luchar.

Simplemente paso, mi mente empezó a generar esta historia, solo me senté frente a mi ordenador y todo empezó a fluir y ha sido empezar a escribir y no poder trabajar. Es por esto que he decidido compartirla con todo aquel que dedique unos minutos de su tiempo para leerme. Repito es mi primera historia, sean buenitos conmigo y siéntanse libres dejarme reviews ya que esto será mi motor porque así podre saber de sus dudas, inquietudes y si les gusta la historia.

Resumen: Elena Gilbert era una joven que lo tenía todo, pero por cosas del destino en un accidente perdió a sus padres y a su hermano, obteniendo por consecuencia una terrible enfermedad que le ha quitado las ganas de vivir y de luchar. Por cosas del destino conoce al empresario Damon Salvatore el cual será la luz al final del túnel que le ayudara a volver a empezar.

Advertencia: Universo Alterno, todos son humanos.

Pairings: DELENA.

Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen, le pertenecen a la escritora LJ Smith y al canal CW.

Agradecimiento: A mis amigas del grupo 100% Delena Forever y Alexa por sus recomendaciones y opiniones

Capitulo Uno – Realidad.

Me encuentro un Domingo por la noche sentada en mi cama, con un clima lluvioso, con mis ojos cerrados, dedicándome a escuchar el rugir del viento y el sonido de las gotas que caen sobre mi ventana. Abrazada a mi almohada, sintiendo la compañía que me brinda mi soledad pensando en la vida o en la posible vida que de una forma u otra ya no tendré más. Sumergida en mis pensamientos mientras dos lágrimas resbalaban por mi mejilla, recorriendo suavemente mi rostro, deshaciendo mi maquillaje, reflejando mis sentimientos. Saboreo mis lágrimas al momento que llegan a mis labios, sintiendo ese sabor amargo el cual se complementa con mi dolor.

A lo lejos escucho el sonido de mi móvil el cual me saca de mi trance haciéndome regresar a la realidad. Sin ánimos de contestar decido tomar mi móvil de mi mesita de noche y lo estrello contra la pared, tratando de sacar todo ese odio, dolor y resentimiento que tengo con la vida misma. Mire y suspire cuando dejó de sonar y se rompió en mil pedazos.

Lágrimas caían sin cesar de mi rostro al ver esa escena porque muy en el fondo esa sería mi vida pronto, rota en miles de pedazos y no habrá nada ni nadie que pudiera o tuviera el poder de arreglarlo.

Seque las lágrimas de mi rostro y en un momento desesperado empuñe mis manos y con los puños golpee la pared varias veces hasta que mis nudillos empezaron a sangrar.

-"¿Qué he hecho para merecer esto?" Esos eran mis pensamientos mientras acariciaba mis nudillos heridos e inflamados por los golpes.

Entre en el cuarto de baño azul de mi habitación, me despoje de mi camisón y me senté en el interior de la bañera sintiendo el agua fría unirse con mi cuerpo. No tenía fuerzas para hacer nada más que pensar en cómo decirles a mis amigos la mala noticia que tanto me agobia y me impedía continuar. ¿Cómo iba a decirle a la gente que amaba que iba a morir pronto?, ¿Cómo se le dice a alguien que te quiere que de una manera u otra no existe el para siempre? , ¿Cómo decir que vas a morir a tus seres amados sin romper sus corazones?...

Estas y otras preguntas invadían mi mente. Me encontraba en una encrucijada que no lograba encontrar el camino fácil para evitar más dolor del que sentía. Dentro de la bañera llore en silencio, sintiendo el agua en mi cuerpo, confundirse con mis lágrimas. Luego de unas horas de ahogarme en sufrimiento, abrí los ojos, me levante de la bañera, envolví una toalla sobre mi cuerpo y me dirigí hacia mi dormitorio.

Me mire en el espejo y vi a una mujer de piel canela, de cabellera castaña y piernas largas, cuerpo bien formado, ojos chocolates que algún día estuvieron llenos de vida, pero ahora simplemente se apagaron. El sonido del timbre de mi teléfono me saco de mis pensamientos, cogí mi abrigo y baje corriendo las escaleras para averiguar quién me estaba llamando. Al llegar decidí no contestar pues no estaba de humor para hablar con nadie, simplemente de pie junto a la puerta esperando que el contestador automático hiciera su trabajo.

-"¿Elena?... Sé que estás ahí. Soy yo…Caroline. Escucha, ha pasado una semana desde que te vi. ¿Qué pasa contigo? Hace tiempo que no te comunicas con tus amigos ni con tus familiares. Estamos preocupados por ti! He perdido la cuenta de cuantas veces te he llamado y ninguna de mis llamadas contestas. Llámame por favor, estamos todos muy preocupados.

Al escuchar las palabras de Caroline y sentir su preocupación se me hizo un nudo en la garganta. No podía soportar todo el peso que estaba cargando, necesitaba salir de aquí, escapar, respirar, vivir aunque sabía que lo último se me resultaba imposible. Agarre las llaves de mi coche, sé que salir bajo la torrencial lluvia era peligroso pero nada en mi vida tenía sentido ahora, así que salí a la calle a buscar mi auto pero en vez de entrar decidí correr. Comencé a correr lo más rápido que pude, como tratando de escapar de todo. Corrí hasta sentir que mis pulmones y pies ardían. Me detuve bruscamente después de alcanzar mi destino. Un destino familiar donde sé que podía hablar con tranquilidad y sacar todo aquello que me estaba matando. Me acerque lentamente y me senté en la hierba dispuesta hablar con una persona especial, cerré mis ojos, respire profundo y luego los abrí rápidamente dándole lectura a las palabras escritas en la lápida:

"Jeremy Gilbert, El mejor amigo, hijo y hermano que una chica pudo tener".

Sin más que leer, solté un suspiro y empecé hablar con él. –"Hola hermanito." Dije en un susurro acariciando suavemente su lápida.

- "Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos" cerrando mis ojos recordando, mientras la lluvia caía sobre mí y la tumba de mi hermano.

-"Cuatro años para ser exactos." susurre llorando y quebrándome en mil pedazos. Estar de nuevo en este lugar, ver su nombre escrito en esa lapida, saber que no está junto a mí me resulta muy difícil, solo vine una vez en su funeral pero el camino quedo guardado en mi mente como un tatuaje que no se puede borrar. Nunca quise regresar por temor, por dolor, pero ahora este lugar y él son los únicos en donde puedo sentirme libre y hablar de lo que me agobia. Sé que aunque no pueda verlo, Jeremy puede oírme y puedo sentirlo junto a mí, aquí y ahora en lo más profundo de mi corazón.

Cerré mis ojos dejándome invadir por las lágrimas, por la lluvia y por los recuerdos del accidente en el que habían muerto mis padres y mi hermano. Todo pasó en mi cumpleaños número 20. Fue una noche hermosa en la cual decidí quedarme con mis padres para celebrar tan esperado cumpleaños. Entre familia acordamos ir a un restaurante chino porque me encantaba la comida china. Fue una noche maravillosa, llena de alegrías, regalos, risas y sorpresas. Luego de una noche amena, decidimos emprender nuestro camino a casa. Durante el trayecto un conductor ebrio se metió a nuestro carril y choco nuestro auto. Mi hermano y mis padres muriendo al instante y solo yo sobreviví a tan fatídico accidente. Sin embargo, no escape ilesa del accidente. Sufrí un golpe demasiado fuerte en mi cabeza, el cual me trajo consecuencias, y así mismo me dejo dos pequeñas cicatrices en el antebrazo derecho las cuales me recordaban todas las noches el accidente y siempre me hacia preguntarme... ¿Por qué sobreviví y no ellos?, ¿Qué me hacía especial?... ¿Por qué?

-"Te he echado de menos, Jeremy. Lo siento si no he venido a visitarte, pero es muy difícil." exprese llorando mientras me recostaba sobre su tumba. Pensar que luego de su muerte estaba graduándome de la universidad y luego al pasar el tiempo me mude de la casa de tía Jenna, la cual me recibió con los brazos abiertos y me ayudo a salir adelante. Posteriormente, empecé a trabajar para la compañía de moda Petrova Enterprise, la cual me resulto un escape porque al sumergirme en el trabajo me olvidaba de todo y me dio la capacidad de poder comprar mi propia casa.

-"Tengo malas noticias, Jeremy." Dije clavando la vista en el suelo húmedo.

-"Tengo un tumor cerebral" dije apenas en un susurro con mi voz quebrada. "El golpe que sufrí en el accidente me dejo secuelas. Empecé a sentir fuerte dolores de cabezas pero nunca le reste importancia, hasta hace poco que los dolores se hicieron más constantes y fuertes decidí hacerme unos análisis y heme ahora aquí, frente a ti, diciéndote de mí tumor " Llore lentamente, "pero sabes, He decidido que no voy a luchar. El médico dice que se puede operar, pero para que hacerlo si puedo morir en el intento, ya que en toda cirugía existen los riesgos. He tomado una decisión y es dejar que esto me consuma, no tengo ganas de luchar solo quiero morir. Así podré reunirme con ustedes pronto." Susurre sintiendo más lagrimas caer por mi rostro, sin más que decir, la suerte ya echada, no había esperanza en mí, así que decidí correr fuera del cementerio y emprender mi camino de vuelta a casa.

Llegue a casa y subí las escaleras lo más despacio que pude. Entre a mi habitación y me recosté sobre mi cama cerrando mis ojos y pensando en cómo le diria a mis amigos sobre mi miseria, esta estúpida situación que no podía controlar.

Dos horas más tarde, mientras aún seguía con mis ojos cerrados intentando conciliar un sueño que nunca llegaba unos golpes en mi puerta me hicieron levantarme inmediatamente.

-"Ya voy, ya voy", grite mientras bajaba las escaleras en dirección hacia la puerta. Abrí y para mi asombro vi a Caroline y a Bonnie sonriéndome y con una caja de pizza en mano.

-"Hemos traído comida." Caroline y Bonnie dijeron al unísono.

-"Apuesto a que lo necesitas Gilbert. Te ves fatal" Bonnie exclamó adentrándose a la sala.

-"Estoy un poco pálida y no he dormido muy bien. No hay necesidad de ser tan grosera" Bromee caminando detrás de ella y sonriendo.

-"Estás tan pálida como un zombie." Bonnie contestó.

-"Es por eso que eres una de mis mejores amiga Bonnie, porque siempre dices las verdades en la cara. Eres demasiado sincera " Caroline dijo caminando con una sonrisa hacia la cocina.

-"¡Oh Dios mío, Elena! Pero que desastre el que tienes aquí" Caroline gritó mirando los platos sucios en el fregadero y las bolsas llenas de basura que se amontonaban en el suelo.

-"Lo siento chicas, no he tenido tiempo de limpiar." explique sentándome en la encimera de la cocina mientras Bonnie trataba de ordenar un poco el lugar.

-"¿Qué has estado haciendo?" Bonnie pregunto curiosa.

-"No tienes idea de lo duro y cansado que es trabajar para Katherine! Ella es tan exigente! Si no estás al día con sus cosas o no cumples sus exigencias, te va peor." Dije en tono serio, pero burlón.

-"Bueno, su prometido viene de Italia pronto. Katherine debe estar hecha un manojo de nervios" Caroline dijo mientras tomaba asiento en una de las sillas del comedor.

-"¡¿Qué?!. Su Prometido viene? Pensé que habían terminado" dije con cara de asombro mientras pensaba que esta conversación podría mantenerme alejada a mí y a mis amigas de mi triste realidad.

- "Bueno, ellos están juntos de nuevo! Añadió Caroline.

-"¿Cuál es su nombre?" Elena preguntó mientras Caroline reía.

-"Damon Salvatore! Según he escuchado es un hombre elegante, guapo y muy caliente. Dicen que tiene lo suyo" Caroline dijo de manera juguetona.

- "Caroline, como es posible que solo pienses en chicos todo el tiempo" Bonnie exclamo mientras ponía los ojos en blanco.

-"Bueno, al menos yo no soy como tú, tú no has tenido una cita desde que Jeremy murió." Caroline dijo mirando a Bonnie quien se llevó las manos a su boca y yo deposite mi mirada directamente al piso de mi cocina.

-"Soy una idiota!" exclamo Caroline corriendo hacia mí y abrazándome. "Lo siento!" Añadió mientras hacía señas con su mano para que Bonnie se acercara. Ambas formaron un pequeño círculo mientras me observaban esperando mi reacción.

-"Tengo un tumor en el cerebro." dije levantándome de la silla mientras emprendía mi camino fuera de la cocina. Bonnie y Caroline entrelazaron sus manos y caminaban hacia mí mientras las lágrimas saltaban alrededor de sus pupilas.

-"No juegues con estas cosas, Elena."Caroline y Bonnie exclamaron, acercándose y sentándose a mi lado, en el suelo a la par de la chimenea.

-"¿Crees que me gustaría jugar con algo tan horrible?" llore sin despegar mi vista del suelo.

-"No puede ser Elena! Tenemos que hacer algo! Bonnie dijo mientras Caroline asentía rápidamente.

-"No hay nada que pueda hacer." Respondí mientras Bonnie fruncía el ceño.

- "¡Sí la hay!... Hay quimioterapia, Cirugías. Varias opciones que podrías tomar, no te dejes vencer." Caroline dijo acercándose y rodeándome con sus manos al igual que Bonnie en un reconfortante abrazo.

- "Yo no quiero hacer eso. El médico dijo que el tumor era demasiado avanzado" mentí para evitar que me siguieran presionando. "Si tengo la cirugía yo podría morir en ella. Yo no quiero pasar por quimioterapia sin saber si va a ayudar. Sólo quiero ... disfrutar de la vida, vivir mi presente". Dije con los ojos llorosos y la voz quebrada.

-"¡Hay que luchar, Elena, Si no es por ti, hazlo por nosotros! ¡Tu no nos puedes hacer esto!" Bonnie lloró mientras Caroline gimió por mis palabras.

-"No quiero que te mueras." Ambas dijeron con la voz temblorosa mientras yo asentía ofreciéndole una débil sonrisa.

-"Quiero vivir mis últimos meses con ustedes. Quiero hacer cosas que nunca he hecho. Quiero empezar a vivir ahora." Dije secándome mis lágrimas, tomando las manos de mis amigas y poniéndome de pie.

Decidí que era ahora o nunca. Solté sus manos, corrí hacia mi habitación, tome una libreta de mi mesón y una pluma para hacer lo que tenía en mente. Regrese con las chicas y las tres nos sentamos en el sofá aún con la tristeza en nuestros rostros.

-"Hay diez cosas que siempre he querido hacer, pero nunca he tenido el valor para atreverme. Ahora como la situación lo exige, es necesario que haga una lista para llevar a cabo las ultimas aventura de mi vida" dije de manera segura y anotando mis deseos en la hoja de mi libreta.

Después de unos minutos, las chicas aún seguían en shock y expectantes. Así que tome la hoja de mi libreta y leí en voz alta mis deseos….

#1. Aprender Italiano

#2. Hacerme un piercing.

#3 Bañarme en una cascada.

#4 Encontrar el amor de mi vida y entregarme en cuerpo y alma.

#5 Volar en un avión.

#6 Gastar todo mi dinero en un casino en las vegas.

#7 Subirme a un globo aerostático.

#8 Lanzarme en paracaídas.

#9 Hacer el amor en un tren.

#10 Acampar y dormir bajo la luna y las estrellas.

Luego de terminar de leer mis deseos, mire a las chicas quienes lloraban desconsoladamente y movían sus cabezas mientras procesaban toda la información que les acababa de dar.

-"Elena, estás loca. No se cómo quieres que seamos parte de esta locura" – Bonnie dijo llorando.

-"Chicas, sé que es duro, pero son mis mejores amigas y son las únicas con las que puedo compartir mi sufrimiento y mis deseos." Dije mientras les dedicaba una sonrisa. Sé que en el fondo ellas saben lo que esto significa para mí y terminaran estando como siempre en las buenas y en las malas conmigo. "Recuerdan chicas si tu saltas, yo salto, ¿no es así?" exclame esperando su respuesta.

-"¿Haremos las cosas en orden?" Caroline me miró y sonrió débilmente.

- "No vamos a hacer estas cosas porque Elena no va a morir! ¡Idiota! ¿Cómo se puede estar de acuerdo con esto?" Bonnie gritó y Caroline suspiró.

-"Bonnie, basta! Es mi último deseo, entiende". Elena dije mientras nos abrazábamos de nuevo

- "Te ayudaremos en esta locura pero prométenos que no vas a morir." Bonnie susurró y yo sonreí.

-"Las amo chicas" Dije suspirando y sonriendo.

Uno de mis tantos temores había sido superado, logré hablar con mis amigas y ellas al final supieron entenderme. Al expresar mis últimos deseos en papel sabía que no había vuelta atrás, solo tocaba vivir el presente y no pensar en el futuro. Mañana sería un nuevo día, un día más por disfrutar y vivir, mientras esperaba lo inevitable.

En estos momentos me sentía feliz a pesar de mi situación. Mañana de nuevo al trabajo luego de días sin llegar, de nuevo a la rutina, aguantar y satisfacer las exigencias de Kath y pensando en cómo sería ese tal Damon Salvatore que está por llegar…