Decisiones
Por: Jenlic
CAPITULO 1
¿Cuántas veces había soñado con esto?, ¿Cuántas veces se lo propuso en sus sueños y juró que lo lograría? Desde chica su mayor ilusión fue ser lo que es ahora, la novia de Taichi Yagami. Desde hace un año que lo son, pero la felicidad duró muy poco. Unos cuantos meses fueron los que pasaron para que ella se diera cuenta de que había cometido el mayor error de su vida.
Se había dejado apantallar por quien fuera su amigo de toda la vida y ahora deseaba con toda su alma que eso jamás hubiera cambiado, hace un año admiraba su valor, su pasión, dedicación y su arriesgado coraje. Cuando estaba con él no importaba la situación en que se encontraba, el lugar; podría haber sido el más sencillo o hasta el restaurante de mayor lujo en la ciudad que con cierto sacrificio la había invitado alguna vez, no importaba siquiera la fecha del año, él lograba llevarla a otro mundo donde sólo ellos eran los protagonistas, donde no importaba nada más. Ahora el estar con él le parecía tan… monótono y aburrido.
¿Qué había cambiado? ¿Dónde se equivocó? ¿Por qué si tiene todo para sentirse realizada, ahora se siente tan vacía?... deseaba poder tener el control del tiempo y poder retroceder todo desde el principio, borrar todos y cada uno de los momentos en que creyó que no había nada en el mundo que podría hacerla más feliz. Tal vez sus expectativas habían sido muy altas, soñaba con una relación perfecta en todo sentido y en su momento lo fue, pero la chispa que mantenía viva esa relación poco a poco se extinguió y ni siquiera sabe a ciencia cierta el porqué, no habían culpables más que la misma rutina.
Decepción es como se puede traducir el sentimiento de planear algo y poner podas las esperanzas en ello y al fin y al cabo no era lo que esperabas… ¿Es qué era otra la causa de su soledad?
Sora se encontraba en el escritorio que esta frente a la ventana en su habitación, mirando hacia el cielo, dándole vueltas al asunto, sumida en éstos pensamientos, en la misma habitación se escuchaba una de sus canciones favoritas que curiosamente cantaba quien fuera su inseparable amigo.
Dentro de poco se encontraría en una cita con el causante de todo y ni siquiera estaba arreglada para la ocasión. ¿La razón?… Había resuelto que ésta sería su última cita y no tendría el valor suficiente para verle a los ojos cuando se lo diga.
"Pues bien, al mal paso darle prisa". Pensó, quería salir de ésta situación y éste sería el día.
Se arregló lo más sencilla que pudo, sea donde sea que Tai la llevaría ella no se quedaría mucho tiempo, así que no importaría que no fuera acorde al lugar, se maquilló apenas, se colocó unas antiguas pero lindas sandalias y dispuso a salir del lugar, pero antes vio por última vez la foto que estaba en la mesa de noche donde aparecía el grupo de amigos que en algún tiempo fueron compañeros de aventuras, ahora distantes unos de otros, su mejor amiga Mimí luego que se fuera para América perdió todo contacto con ella, siendo desplazada por Tai, que luego se convirtió en "su flamante novio" y por Matt, juntos habían formado el trío inseparable, aunque a raíz su noviazgo, Matt se había separado del trío siendo ahora solo ella y Tai.
Esbozó una sonrisa en su rostro, no lo había notado pero en la foto TK se veía muy feliz junto a Kari, y Tai parecía molesto viendo la escena, incluso hasta eso le parecía tierno en aquel entonces, la forma en que cuidaba de su hermana, ahora le parece que sus celos son desenfrenados y enfermizos. En numerosas ocasiones esa fue la razón de sus peleas y ella creía que de allí encontraría la escapatoria a su noviazgo pero tarde o temprano él conseguía ablandarle el corazón, no conseguía estar firme, se reprendía ella misma por tener un carácter tan débil, siempre preocupándose por los sentimientos de los demás, pero… ¿Quién se preocupaba por los de ella? Dio un último suspiro y salió sin voltear a ver atrás, nunca más.
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Llegó al lugar acordado, a pesar que había llegado temprano, Tai ya estaba en el lugar, se veía muy ilusionado y traía un ramo de flores en sus manos, lo que la hizo sentir culpable de lo que iba a hacer, pero no había vuelta atrás.
-¡Hola linda!... Fuiste muy puntual esta vez, muy bien porque anhelaba verte, déjame decirte que estás sencillamente preciosa…Dijo al apreciarla acercándosele con la intención de darle un pequeño beso, pero su esfuerzo quedó solo en la intención pues fue esquivado.
-¿Te pasa algo amor? -Algo desconcertado porque era primera vez que veía a Sora tan rara.
-No, no es eso… Tai tenemos que hablar. –Le dijo viendo fijamente a sus ojos, parecía más segura de lo que realmente estaba.
-¿Crees que puede esperar? ¡Quiero presentarte a mis padres oficialmente como mi novia! –Dijo con cierto destello en sus ojos, era como si la sola idea le diera fuerzas.
-¡No tai es urgente!… mejor aún que sea antes. –La culpa la carcomía por dentro. Como si hubiera presentido algo, su semblante cambió radicalmente y la luz en sus ojos se apagó…
-Esta bien, pero démonos prisa porque mis padres nos están esperando. – Acertó en decir fingiendo estar en calma, pero sus esfuerzos eran en vano porque la expresión en su rostro decía todo lo contrario.
Caminaron sin decir palabra hasta llegar a la banca del parque público, la misma donde él le había confesado sus sentimientos hace un año. Parecía que todo en ese día se había aleado para hacerla sentir lo mas bajo posible. Todo, todo en ese día era un fiasco.
-Pues bien Tai –Tomó aire tratando de calmar sus nervios antes de continuar- lo que quería hablar contigo es que… es que, esto es tan difícil para mí y no sé ni como empezar… Lo he pensado mucho y no es de hace poco…
-¿No estarás pensando en terminar conmigo cierto? –Dijo con una sonrisa forzada en su rostro y sus ojos tristes, Sora hubiera jurado que rompería en llanto en cualquier momento, lo que la hacía sentir más miserable aún…
-Pues Tai… la verdad es que… yo soy la culpable… tu no…
-No te preocupes, no tienes porqué darme explicaciones, en realidad lo veía venir pero… pero quise cegarme. Siempre lo supe, desde hace tiempo te noté distante, quise hacer todo lo posible pero creo que no estuve a tu altura. No me siento culpable ni te considero culpable, estoy satisfecho con lo que tuvimos y aunque hubiera querido que perdurara, no voy a poner mis deseos antes que los tuyos. Desde ahora seguiremos siendo lo que fuimos antes, solo los mejores amigos… - Sin mas se puso de pie y emprendió camino dejando atrás su pasado para volver a trazar un nuevo futuro...
-¡¡Tai!! –Llamó, haciendo que éste volteara. ¿Me…me darías… un último abrazo? -Dijo mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.
-¡Claro!... ven a…
Ni bien había respondido y ya tenía a Una Sora llorando cual niña entre sus brazos, temblando, aferrada a él como si esa fuera la última vez en su vida que lo vería, lo tomaba con una fuerza asfixiante pasando sus finos brazos por debajo de los suyos cruzándose en su espalda, podía sentir como las lágrimas de la chica terminaban su recorrido en su hombro y no acertaba a decir palabra. Allí estaba la chica que él adoraba entre sus brazos; llorando como muchas veces, pero esta vez no era igual, no podía acariciarla al consolarle, no podía decirle que todo iba a salir bien, ni podía llenarla de pequeños besos en su cuello, se sentía impotente al no poder hacer nada para detener esas lágrimas. Por instinto el la acobijó entre sus brazos cubriendo todo su cuerpo, con una fuerza mayor a la de la chica, no quería dejarla ir, quería que ese momento durara una eternidad, quería poder tener el poder de detener el tiempo y vivir así por el resto de su vida… Al fin lo había entendido; ese era el fin. Aunque lo fingieran, una amistad después de todo lo vivido no iba a ser posible por parte de ninguno.
Bruscamente se soltó del abrazo antes de que sus lágrimas brotaran.
-¡Hasta pronto Sora!... Si alguna vez el afortunado chico que sea tu pareja, te llegara a dañar, envíamelo y yo le daré su merecido.- Intentó bromear
-¡Así lo haré!, -Contestó con la más sincera de sus sonrisas mientras secaba sus lágrimas con la yema de sus dedos... ¡Muchas gracias Tai!
Sin más Tai emprendió nuevamente su camino, hacia un nuevo inicio…
Mientras Sora seguía allí viendo su partida. Hubiera querido seguirlo; decirle que ese era nuevamente un error, que lo volvieran a intentar, que iba a dar todo de sí, que ese… que ese no era el final, pero… ¿para qué? ¿Para que dentro de poco tiempo volviera a sentir todo lo que estaba sintiendo en ese momento? Esta vez era la definitiva, era lo que ella deseaba, entonces… ¿Por qué nuevamente se sentía tan sola? ¿Por qué nuevamente se sentía tan vacía?
Cansada de pensar solo dobló sus rodillas y sin temor de que alguien la vería, lloró las lágrimas más amargas de su vida, lloró y lloró hasta el cansancio. Repasaba en su mente cada palabra, cada expresión, cada sentimiento y cuando volvía al inicio, el volver a repasarlo se volvía más y más doloroso.
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Ya era hora de levantarse de allí, hora de iniciar nuevamente, secó sus lágrimas y se prometió a ella misma no dejar nuevamente sus propios sentimientos a un lado, pensar más en ella. No volvería a estar en una relación así. No podía llamar fracaso a esa relación porque aprendió mucho de ella; pero tampoco fue lo que esperaba, siempre creyó que en estos temas ella no se podía equivocar por haber sido alguna vez la portadora del emblema del amor, pero como era de esperar hasta ella podría cometer errores.
Caminaba ya hacia su casa mientras solo la dulce luz de la luna era su acompañante, el tiempo que había estado en el parque a ella le hubiera parecido un instante pero la verdad fueron horas por lo que la noche la alcanzó. La verdad disfrutaba de ese tiempo a solas, pero no por mucho porque pudo sentir como las primeras señales de lluvia amenazaban con mojarla de pies a cabeza, no iba a correr a buscar un techo como veía a las demás personas que corrían a su lado, caminaría tranquilamente bajo la lluvia.
De pronto la lluvia cesó a su alrededor pues estaba bajo un paraguas y pudo sentir como dos personitas se le acercaban a ambos lados.
-No deberías mojarte, te podrías enfermar –Dijo a su lado un chico de cabellos rubios y ojos azules, en físico parecido a Yamato pero en edad y estatura menor.
-¿Y porqué estás tan sola?... Cuando vea a mi hermano me va a escuchar por dejarte caminar a estas horas y sola. -Agregó una tierna chica que se había ubicado del otro lado.
-¡¡TK, Kari que alegría verlos!! - Dijo, pero en su rostro no reflejaba por ningún lado esa alegría. – gracias por preocuparse… pero no me importaría enfermarme y fui yo quien quiso caminar sola, Tai no tiene la culpa Kari, aún así… ¡gracias! – Esta vez intentó sonreír para no preocupar más a sus amigos.
-Pero Sora, ¿Qué pasó?... ¿Otra vez se pelearon? – Fue lo que dedujo al ver así a su amiga-... -Ya verás que todo se resolverá, es más puedo apostar que mañana mismo estarán de lo más feliz nuevamente juntos como ha sido siempre, ya vez que mi hermano moriría por ti... -Trataba de animar Kari, pero esas palabras lo que hacían era traer tantos recuerdos de peleas que terminaban en la más tierna de las reconciliaciones. Visiblemente esas palabras tenían un efecto en Sora, y Tk lo notó por lo que hacía señas a Kari para que guardara silencio. No era oportuno hablar en ese momento, pero ésta no entendía el proceder de TK.
-No Kari, esta vez, no va a haber reconciliación, terminamos. Pero está bien porque fui yo quien lo decidió y tu hermano fue muy comprensivo. – Su voz se volvía quebrajosa mientras que hipócritamente sonreía queriendo ocultar su estado.
-Pero, pero Sora…por... ¿por qué? –Ella solo imaginaba el dolor que habría de tener su hermano en ese momento.
-Kari por favor… Dejemos que ellos solos resuelvan esto, si es que tiene solución. –Intervino TK, en el fondo esta noticia le agradaba, ahora su hermano tenía alguna posibilidad, lo había visto muy triste y solo desde que Tai y Sora iniciaron su relación.
-¿Cómo si es que tiene solución? ¡Claro que la tiene!... sino…Calló porque se dio cuenta que sus palabras herían a su amiga, ella no tenía derecho de meterse en las decisiones de ellos-… Yo...Yo lo siento Sora no quise decir eso, confió en que ustedes saben lo qué es mejor.
-Gracias Kari, gracias TK, de verdad son muy buenos amigos, ahora yo… estoy muy cansada, así que si me disculpan me voy a mi casa…
-¡¿Y crees que te vamos a dejar ir sola y mojándote?!... Puede que ya hayan terminado, pero si mi hermano se entera que te dejé ir sola… soy hermana muerta. -Dijo Kari.
-¡Yo también seré hermano muerto así que… te vamos a acompañar hasta tu casa! - Completó TK
-jaja que cosas dicen…. -Habían logrado sacar una verdadera y sincera sonrisa en su rostro. - ¿Qué quieres decir con que tú también eres hermano muerto, TK? – Dudó al preguntar esto pero la curiosidad era muy grande.
-eh… ¿Yo dije hermano muerto?..Quise decir cuñado muerto… porque si muere Kari yo también muero – Contestó entre risas nerviosa queriendo enmendar la situación y lo logró; haciendo sonrojar a Kari.
-¡Ay que lindo! Lástima que eres tan chico y que tu novia es de mis mejores amigas…jajaja. –Bromeó Sora quien ya estaba de lo más tranquila haciendo sonrojar ahora a TK.
-¡¡Oye, cuidado con lo que dices que ya no eres mi cuñada, ahora no habrá nadie que te defienda!! –Dice Kari siguiendo la corriente a la broma…
Y de esta forma siguieron todo el camino entre risas y bromas, llegaron por fin a la casa de Sora.
-Bien Sora llegamos a tu casa, ahora si mi cuello está seguro. –Dijo Kari y TK afirmó.
-Muchas gracias chicos. – Fue lo único que atinó en decir, las muchas palabras no hubieran bastado para terminar de agradecerles lo que habían hecho, llegaron en el momento justo y pudieron hacerle ver que no estaba sola, siempre los tendría a ellos… sus amigos, tal vez no estaban tan distanciados como ella creía.
Dicho esto la feliz pareja siguió su camino hacia sus casas.
Sora que todavía no había entrado a su casa pudo divisar como a medida que se alejaban sus amigos se unían caminando abrazados, entre risas y jugueteos. Pudo ver un tímido beso entre ellos. Sonrió…"¿Que haría Tai si los pudiera ver en este momento?" dijo para sí misma, y nuevamente sonrió al imaginarse a un Tai corriendo como loco tratando de alcanzar a TK y seguramente Kari se quedaría sin novio. ¡¿Por qué tenía que acordarse de él en este momento?! Pensó furiosa. Se sintió frustrada al no dejar de pensar en él; a pesar de que ya no eran nada, solo supuestamente "amigos".
Entró a su casa, estaba cansada y solo deseaba recostarse.
-¿Sora eres tú? – Pregunto su mamá, quien estaba en la cocina.
-¡Sí mamá ya llegué! –Contestó sin ánimos.
-¿Pasó algo querida?
-No… nada mamá, gracias por preguntar –Mintió.
-¡Por favor hija no me digas que no te pasa nada por que no…!
-¡¡ QUE NO MAMÁ!! –Gritó… pero se arrepiente de haberlo hecho - perdóname no quise hablarte así… es solo que – da un suspiro - … acabo de terminar con Tai pero… no quiero hablar de eso…perdóname.
-Sora hija…-Sin dar tiempo a protestar dio un abrazo a su hija, sabe que lo necesita aunque lo niegue y aunque al inicio parecía resistirse luego se fue ablandando. No era un abrazo incómodo, era algo que Sora suplicaba por dentro; aunque no estaba acostumbrada a estas muestras de afecto, esta vez realmente lo agradecía… –Recuéstate verás que mañana será un nuevo día y todo estará bien… - Le dijo
-¡Si, eso haré!... mamá… muchas gracias. – Se dirigió a su cuarto y sin siquiera cambiarse se recostó en su cama, no hacía ni diez minutos, cuando inconscientemente quedó dormida. … "Matt", "amigos"…llamó en sueños.
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-Creo que te interesará saber con quien estuve…
-¿Qué?, ¿acaso no fue con Kari? ¿O es que acaso la estás engañando? Contesta con una mirada pícara Yamato, quien estaba practicando con la guitarra, pero por la curiosidad la había dejado a un lado para prestar atención a lo que decía su hermano.
-Eres un… ¡¡ ¿Cómo se te ocurre decir eso?! ¡¡CLARO QUE NO!! Bueno si estuve con ella, pero también estuve con otra persona de la que creo te alegrará saber…
-¡¡Puedes dejarte de rodeos y decirlo ya!! – Ya desesperado contesta Matt.
-Vamos piensa un poco... – Contesta con una sonrisa TK; que disfruta ver a su hermano en ese estado de rabia, pero Matt no contesta aunque su mirada amenazante logra intimidar a su hermano…
-Está bien te lo diré… estuve con… ¡¡Sora!!…
-Ah… era ella…Contesta con absoluta indiferencia, al tiempo que nuevamente toma su guitarra para practicar, tenía la vista puesto en un objeto que parecía una fotografía al momento que practicaba.
-Vamos, cambia esa cara yo sé bien que te alegra saber de ella, además te alegrará aún más saber, que acaba de terminar con Tai. - Al decir esto repentinamente una nota desentonada y fuera de lugar se escucha de la guitarra de Yamato.
-¿Qué…Que dijiste? Por favor deja de hacer esas bromas… eso no es gracioso. – Bajó su rostro y su tono cambia a uno de tristeza.
-No es broma, eso es cierto, ya te dije que estuve con ella hasta hace un momento y eso fue lo que nos dijo a Kari y a mí.
-¿Pero cómo?... si eso es cierto… entonces… - No dijo más, lanzó la guitarra y salió corriendo hacia el teléfono.
-Matt espera… - Intentó detenerlo TK pero fue imposible…
-Hola Buenas noches Señora Takenouchi soy Matt ¿Podría comunicarme con Sora por favor? –Dijo a toda prisa a la mamá de Sora; quien apenas pudo descifrar lo que había dicho.
-¿Matt?.. ¡OH! lo siento Matt, Sora está ya dormida… ¿No crees que es algo tarde para llamar?
-¿Ah? -Al mirar en su reloj pudo comprobar lo que decía la señora Takenouchi, efectivamente era muy tarde para recibir llamadas… - Tiene razón, por favor disculpe. Colgó el teléfono.
-¡Definitivamente soy un idiota! – Se reprendía entre dientes para si mismo.
-¡Intenté decírtelo pero hay que ver que tú no piensas!... Como sea… no creo que hubiera querido hablar con nadie, la verdad se veía muy triste.
Triste…. Esa última palabra lo inquietaba, "si estaba tan triste es porque todavía le quiere" pensó…y, ¿Si esa era una de las tantas peleas que al poco tiempo resolvían?... ¿Y si nuevamente el quedaría falsamente ilusionado pensando en una oportunidad? Su semblante cambió en cuanto pensaba todo esto. Por otra parte estaba su amigo Taichi que seguramente estaba igual o peor que Sora… En lugar de llamar a su amigo que seguramente estaba destrozado había llamado a Sora, ¿Tenía el derecho de alegrarse por esa separación? ¿Que clase de amigo era?...
-Tal vez tienes razón y yo sea la última persona con la que desee hablar… quizás con quien quiera hablar sea con… Tai.
-Eso tampoco lo creo, porque según nos dijo esta vez no va a haber reconciliación, fue ella la que terminó con él y, esta vez parece definitiva.
-¿De verdad lo crees? – Dijo alzando el rostro, una nueva esperanza parece haber surgido en él.
-¿Qué tengas una oportunidad con ella? -Dijo sonriente- ¡Claro que lo creo!... Solo dale tiempo…
-Gracias TK. – ¿Y si esta era la oportunidad que tanto había esperado y se le había negado en un pasado? ¿La iba a desaprovechar?..Pensaba.
Todos estos pensamientos daban vueltas a su mente; por una parte estaba feliz, por otra, le daba miedo pensar en hacerse falsas ilusiones y por último se sentía culpable por no sentir empatía con su amigo, pero sería una hipocresía fingir que esa noticia le causaba pena cuando en realidad le causaba una alegría infinita. Esta mezcla de emociones entre excitación y culpabilidad no hacía más que torturarlo. Cansado decidió salir, pese a que era ya tarde.
-¿Vas a salir Matt? - Pregunta TK, pero no recibió respuesta al encontrarse Matt ya fuera de su alcance….
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Continuará...
