Disclaimer: Todos los derechos de Orange pertenecen a Ichigo Takano.

Advertencia: Spoiler ǀ Suwa!centric ǀ Drabble.

Pairings: KakeruxNaho implícito.

N/A: El miércoles terminé de leer el manga. Sigo con la sensación agridulce.


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ǀ Tangerine ǀ

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El futuro ha sido cambiado.

Suwa sabe que ha tomado decisiones de las que de seguro se arrepentirá apenas su espíritu flaquee, y cuando eso suceda, una parte de él, eso yo de dentro de diez años, le recordará que ahora es el héroe de la historia.

Porque él, consiente o no, gozó del final feliz que le correspondía a Kakeru; porque el «yo» de la otra línea fue egoísta y no vio lo que no quería ver; porque sea como sea sabe que aunque sienta un nudo en la garganta que le corta el habla y la respiración, este es el desenlace correcto.

El que siempre debió ser.

Aun cuando el corazón de Kakeru ha cambiado y hoy en día esté sano y salvo, Naruse necesita más de Naho que él, después de todo Suwa tiene el futbol y una mente con menos enredos existenciales además de la garantía de que en un mundo paralelo él es feliz con la chica que siempre le gustó y que incluso formó una familia con ella.

Y quién sabe. Tal vez el destino sea bueno con él otra vez y en un par de años Naho, aún con Kakeru de por medio, pueda corresponder a los sentimientos que ha estado guardando en su interior desde hace tiempo. Si eso sucediera esta vez sería diferente; así sí podría ser plenamente feliz, estaría con Naho y sin la sombra de no haber ayudado a un buen amigo.

Sueños guajiros que le hacen más llevaderos sus días.

No importa el resultado que sus nuevas acciones han dado a este destino: a pesar de su corazón destrozado, hoy por hoy está feliz y sin remordimientos.

La vez pasada fue Kakeru quien se sacrificó, ahora fue turno de Suwa para hacerlos felices.

Por eso, aunque el pecho le duele y los ojos le escocen al ver a Naho y Kakeru tomados de la mano intentando a avanzar a pasos de tortuga en eso que Azu nombra «relación», le gusta pensar que el final de esta historia es un poquito más dulce que ácido.

Como una mandarina.

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El título se debe a algo muy simple: las mandarinas son más dulces que las naranjas :3

Pocos finales me han calado tan hondo como este. Y a pesar de que logré encariñarme tanto con Suwa (se convirtió en mi personaje favorito) y deseaba que también tuviese un final feliz en esa línea, el desenlace del manga fue el correcto.

Si alguien lee esto, muchas gracias por darle la oportunidad :D

Ellie…