Disclaimer: Ni Harry Potter ni sus personajes son míos.

Nota:Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black. El reto consistía en escribir sobre un personaje y describir lo que sintió o vivió ese día.

También le quiero dar las gracias a Miss Lefroy Black por avisarme a tiempo y revisar la historia. xD


Ser un Slytherin

Por enésima vez, das vueltas en la cama intentando poder dormir, pero es imposible. Estás demasiado nervioso por los sucesos del día de hoy. Has temido este día desde hace meses, y por fin, ha ocurrido.

Eres un Slytherin, y ya nadie puede decir lo contrario.

En el escritorio, la pluma todavía está descansando encima de un pergamino en blanco, incapaz de decirles algo a tus padres. Aunque, de todas formas, si hubieses mandado una carta, estarías seguro de que James no hubiera tardado en mandar otra.

Suspiras.

No se ha tomado demasiado bien la selección, aunque "la verdad" es que no te sorprende. Tu hermano siempre ha sido un puro Gryffindor y no es que se lleve precisamente bien con los Slytherins.

Todo lo ocurrido sobre la guerra y la pureza de sangre terminó hace años y puede decirse que las dos casas se toleran. Sin embargo, hay viejas costumbres que nunca se olvidan. Y esas costumbres no solo se cumplen para él, sino para todos los demás.

Cuando el profesor Longbottom —porque aquí es profesor Longbottom, no Neville— fue llamando uno a uno a los estudiantes y te tocó a ti, un gran alboroto se extendió por el Gran Comedor y algunos de ellos te empezaron a señalar con el dedo. Hasta ahí todo era normal porque, a fin de cuentas, el tener el apellido Potter implica esas cosas. Sin embargo, cuando el Sombrero Seleccionador te puso sin titubear en Slytherin, se hizo un incómodo silencio durante unos instantes, roto por los aplausos que empezaron los profesores, seguido de los alumnos. Y cuando te sentaste en la mesa de tu casa, los murmullos volvieron a aparecer. Pero esta vez no por tu apellido, sino por haber sido elegido en Slytherin, donde no es que salieran magos muy buenos. Ahora todo el mundo pensaría eso de ti.

¿Acaso así reaccionaría tu familia? ¿Sería una decepción para los demás?

Entonces, te acuerdas de las palabras de tu padre y sonríes. No sabes si vas a contar con el apoyo de los demás, pero sabes que él no te fallaría. Nunca.


Nota 2: Me hubiera gustado haber escrito el fic de otra forma, pero esto es lo que me ha salido. Espero que por lo menos no me haya quedado muy cutre. ¿Reviews? ¿Piedras?