Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lamentablemente (JEYNAAAAAAAAAAAAA WHY RIORDAN, WHY?)

Éste fic es para Anna porque es un amor y me escribe Jason/Reyna y me soporta como soy (y me va a escribir mucho jeyna para poder soportar hasta que salga House of Hades porque RIORDAN YOU TROL)

Dicho todo éso, TIENE SPOILERS DE MARK OF ATHENA.


"You know that place between sleeping and awake, that place where you can still remember dreaming? That's where I'll always think of you."

J.M. Barrie

( Conoces ése lugar entre dormir y despertar, en que aún puedes recordar soñar? Allí es donde siempre pensaré en tí.)


Recomendación musical:

"I don't wanna be down and
I just wanna feel alive and
get to see your face again but 'til then
Just my echo, my shadow
youre my only friend"

Echo- Jason Walker


Son unos ojos azules los que lo despiertan. Una sonrisa suave y una voz cálida las que invaden parte de su alma cada mañana.

Nunca te olvidaré, piensa entre sueños que no lo son, en recuerdos difuminados como polvo de hadas.

-o-

Los papeles que tiene están a punto de caérsele de entre los brazos cuando Percy por fin se digna a abrir la puerta de su cabaña, el aroma a agua salada escapándose entre la madera, la fuente al final de la habitación recreando el sonido que producen las olas.

Y ahí, en ésa fuente, caracolas del color de los ojos de ella, de la joven a la que persigue en su duermevela.

(No es como que su boca se haya abierto en una perfecta "o", ni que sus dedos hubieran temblado un poco contra el papel.)

-¿Leo?- Pregunta su amigo, mirándolo mitad divertido mitad enfadado, porque hey, son las nueve de la mañana, después de todo.

A lo que el chico sacude la cabeza, se encoje de hombros y dice -Es sólo que ése tono de azul me recuerda a los ojos de…-

No termina la frase, en parte porque no cree que nadie vaya a entenderlo, nunca. Por otra, porque es algo tan íntimo, tan especial, que teme que la muchacha se le vaya a escapar de su memoria con sólo el pronunciar su nombre entre sus labios.

A lo que Percy lo mira de una forma que Leo no entiende, con algo mezclado a nostalgia y anhelo, antes de señalar con su cabeza hacia una planta que se encuentra en un rincón de la cabaña.

El brote es de un color gris perla, sus hojas dan la ilusión de flotar en el aire y hay algo extraño en ella, una especie de brillo que no sabe explicar. Es bonita, pero no parece que tenga que ver mucho con la habitación en sí.

–¿Para qué sirve?- Pregunta Leo, curioso.

A lo que Percy sonríe, antes de contestarle- Vive, da luz, proporciona belleza. ¿Tendría que hacer algo más?-

Por la forma en que lo hace, en que pronuncia las palabras con un sabor agridulce, en que su mirada parece perdida en el espacio, sus ojos dirigidos hacia el lago, Leo cree que finalmente lo entiende.

Asiente la cabeza y sonríe, porque puede respetar eso.

-o-

Algún día la volverá a ver, Leo se dice a sí mismo, mientras sostiene entre sus manos una de las caracolas. Sus dedos acariciando el suave material, pensando en las mejillas de la joven.

Se encontrarán nuevamente y le dirá lo bonitos que son sus ojos azules. La forma en que su voz le pone la piel de gallina, en que el toque de sus labios hace que le tiemblen un poco las piernas.

Que la ve, que la siente, que sabe quién es. Ella, toda ella.

Porque puede que nadie antes la haya notado, pero él sí, Leo siempre lo hará.

Eco.