Disclaimer: Death Note no me pertenece.
Bueno, esto es un MattxOC un poco raro, corto, que se me pasó por la cabeza a raíz de pensar en Sword Art Online, aunque el juego que aquí se representa no es ni de lejos como ese. En fin, espero que os guste.
Capítulo 1- El avatar con la espada nivel 56.
Oscuridad. Si había alguna palabra que en ese momento definía a la perfección la habitación de Matt y Mello en ese momento, aquella era sin duda alguna "oscuridad". El motivo era simple, puesto que era de noche y ninguno de los dos había encendido una luz. Mello se encontraba haciendo quién sabe qué en su ordenador, y el pelirrojo se estaba dedicando a jugar a un juego MMORPG en la red que se había descargado recientemente.
Logró subirlo a un nivel aceptable en poco menos de tres días, y en ese momento se encontraba en una mazmorra en el subsuelo de una de las islas más frecuentadas de todo el mapa del juego. Y aquello no le estaba resultando precisamente senzillo, no dejaba que otros le pisotearan los premios especiales.
-¡Mierda!- Exclamó, al perder un anillo de oro que habría vendido a muy buen precio.
-No grites gilipollas.- Espetó Mello.
-Lo siento.
En el orfanato no podían pasar noches en vela como esa. Eran las tres y cuarto de la madrugada, de modo que les caería una muy buena encima si los encargados descubrían en qué estaban empleando su tiempo de descanso, el cual podría llamarse casi obligatorio.
Continuó maldiciendo en voz baja cuando se le cerró el paso a la última sala de ese lugar y, cabreado y de evidente mal humor, regersó a su guarida para supervisar su inventario. Aquello apestaba, realmente los jugadores eran muy buenos en ese juego, y no le gustaba demasiado. Era repugnante, pero a la vez le emocionaba el tener que esforzarse el doble para lograr un objetivo.
-Maldita mazmorra...- Gruñó. Se quitó las gafas un momento y rebuscó entre todas las cosas que tenia tiradas en su cama hasta dar con el paquete de tabaco. Ahora le tocaba encontrar el mechero.
-No te sulfures tanto por un simple juego.- Dijo Mello.- Hay cosas más importantes en la vida que eso.
Matt no dijo nada. Tras encontrar lo que buscaba se encendió el cigarrillo y fumó ansiosamente. Luego abrió la ventana para que se marchara el olor a tabaco y empezó de nuevo desde la entrada en la mansión.
Sus ojos se abrieron durante unos segundos al ver un avatar que había entrado en la batalla en la que participaba. O tal vez sería más correcto aclarar que lo que vió fue una fabulosa espada nivel 56, algo poco habitual en una mazmorra de tan bajo nivel dentro de lo común.
Es decir, que para un avatar nivel 27 tener una espada tan buena era anormal.
-¿Soul36?- Dijo casi en un susurro, pues el nombre del avatar era bastante simple. Estuvo dudando sobre si enviarle o no una solicitud de amistad, y terminó haciendo click en "enviar". Cuando terminó la batalla, pudo ver el icono que le informaba que su solicitud había sido aceptada, y acto seguido decidió preguntarle por la espada.
"Contactos con un nivel 60", dijo Soul36.
"Eso no es muy común, cómo lo lograste?". Normalmente se buscaban amistades del mismo nivel y mismo rango, puesto que te bajaba la reputación hacer amigos de más de 5 niveles inferiores a ti.
"Haciendo negocios todo se logra".
Matt buscó en los datos de Soul36 el nivel de su reputación. Tal y como esperaba, era bastante alto. Y no sólo el tal avatar nivel 60 le había dado un alto nivel de reputación, algo muy importante en ese juego, sino que había cedido una de sus espadas. Aquello era, en definitiva, muy poco normal.
"¿Y cómo has negociado con un nivel 60?"
"Eso no voy a decirlo"
Se apoyó en la pared, al tiempo que sentía un escalofrío y Mello le pedía de forma brusca que cerrara la maldita ventana, puesto que en Londres, incluso estando en primavera, hacía un frío glacial.
"¿Cómo te llamas?", decidió entablar conversación con esa persona, pues de ese modo provablemente conseguiría congeniar con ella y, en un tiempo, tal vez desvelaría el por qué logró entablar amistad con un nivel 60.
"No voy a decírselo a un desconocido"
-Tiene su lógica.- Dijo el pelirrojo, al tiempo que se cruzaba de piernas y hacía caso omiso a Mello, quién le había preguntado sobre aquello.
"Además ahora estoy bastante ocupada"
"Eres una chica, entonces."
"Claro. Mi avatar es femenino."
"Hay jugadores que se cambian el sexo en el juego."
Mello cerró el ordenador y le dedicó una mirada asesina a su compañero, provocando que por un momento él despegara la mirada de su ordenador y le interrogara con la mirada. Al parecer el rubio ya estaba bastante cansado y no tenía ganas de soportar más la musiquita, incluso a bajo nivel, del maldito juego al que jugaba. Matt apagó el volumen para complacerle.
"¿Y por qué dices estar bastante ocupada?"
Llegados a ese punto ambos avatares se habían quedado solos en la sala, la cual se había vaciado al abrirse las puertas y quedarse ellos demasiado embobados con la conversación que mantenían por chat como para clickear en la entrada antes que el resto de jugadores.
"Mañana tengo un exámen de tecnología con un profesor de gafas milagrosas, por lo que no podré subir niveles."
Abrió los ojos un poco más de lo normal. Mañana, él también tenía un examen de tecnología con un profesor que llevaba gafas. Entre los estudiantes las llaman "milagrosas" porque no hay modo de copiar o de hacer algo que no esté relacionado con la clase sin que te pille.
"Qué casualidad, yo también tengo examen con el señor Retcher." Provó suerte a ver si no se equibocada.
"OK, Linda, no tiene gracia." Dijo Soul36. "La estudiante modelo no tiene por qué quedarse hasta tarde para gastarme una broma como ésta."
"Lamento decirte que no soy ella. ¿Eso quiere decir que tú estás ahora mismo en la Wammy's House?"
"Sep".
-A veces tengo la impressión de que eres totalmente asexual, Matt.- Dijo Mello mordiendo una tableta de chocolate sonoramente, haciendo énfasis en su nombre para que quedase claro que hablaba de él.- No hay chica que te guste.
-Claro que la hay.- No despegó los ojos de la pantalla.
-¿Tú crees?
-Si.
-Pues yo no lo tengo tan claro. ¿Qué chica merecería que la encontraras y trataras de salir con ella, eh, genio de la informática?
Matt señaló su consola.
-Una a la que le gustaran los videojuegos.
"Suena interesante." Matt pensó en si debería decir o no lo siguiente que tenía en mente. Al final, obtó por enviárselo a Soul36. "¿Qué te parece si jugamos a un juego?"
"No me parece mal. ¿Qué clase de juego?"
"Si te encuentro, vas a salir conmigo." Enviar. "Mi chica perfecta es aquella que se vicia a juegos."
"Tu chica perfecta es bastante general. ¿Qué gano si soy yo la que te encuentra?"
Sonrió ligeramente. Mello ya estaba demasiado dormido de modo que no podría contarle esa pequeña aventura que tenía en mente.
"No sé, lo que quieras."
"Acepto."
"En ese caso, nos vemos mañana, Soul."
"Lo mismo digo, VCRed."
