Disclamer: Los personajes son de Ryan Murphy. Sin embargo, la trama es completamente mía.
.- Esta historia tiene un gran trasfondo. Fue escrita hace casi dos años. Mucho tiempo, lo sé. Pero siempre la amaré
La lluvia caía rápida y fuertemente sobre las calles de Ohio mientras que en una casa, muy bien decorada, había una chica llorando sin parar sobre la cama sutilmente decorada con sabanas rosa. Las lagrimas de Rachel bajaban por sus, ahora rojas, mejillas y caían sobre la suave almohada (de color rosa también).
Rachel aun recordaba las frías palabras de Finn. Esas crueles palabras hacían eco en su mente. Sus pensamientos ahora eran negros, ya no quedaba rastro de la Rachel fastidiosa, animada y un poco exigente y tal vez loca que había sido. Aquellas palabras de Finn se repetían en su mente cada dos minutos sin ella poder evitarlo.
-Te amo, pero ya no puedo estar contigo.
Con cada palpitar había una pregunta pero siempre eran preguntándose el porque Finn se había ido así, sin dejar explicaciones, sin decir – si quiera – el por qué.
"No te amó" Le decía constantemente una voz en su cabeza, "Se fue por tu bien" decía otra. Y ella ya no sabía a cual escuchar. Las dos le hacían la misma cantidad de daño. Aunque ella sabía que nada podría doler más del mismo hecho en si. Rachel le había dado su corazón a Finn pero él se lo había regresado con moretones que no se curarían con una curita.
Su corazón se había roto, él lo había hecho. Finn Hudson era el causante de que la animada y feliz Rachel Berry desapareciera y, aun, ella no sabia si volvería a aparecer. No sabía si sus sonrisas iban a ser iguales después de eso.
El problema no era decir "Estoy bien", el problema era poder formar una sonrisa que llegara a los ojos. El problema era esa sonrisa fingida que estaría en su rostro mientras aparentaba estar realmente bien. El problema era la sonrisa que Finn se había llevado junto a su corazón.
