Nota: Debido a un despiste de mi parte, me vi forzada a crear una nueva cuenta, a mi viejo nick solo se le agrega una "e". Así que sí, yo soy la autora de fics como "Tardes Negras" y "Todo sobre mi madre".

Muchas gracias

Háblame como la lluvia...

...y déjame escuchar

Parte I: Tomorrow it may change.

Capitulo 1.

-Los días pasados pueden absorber a los nuevos en cuestión de segundos-dijo mientras se encogía de hombros e ignoraba la mirada inquisidora de su interlocutora..

-No puedes eludir las cosas de manera tan fácil-argumentó ella con enfado y mirándole penetrantemente.

-Y no las evado, es solo que... –calló abrupto y por primera vez en toda la tarde confronto su rostro, la miró largo y profundamente antes de hablar-... creo que debemos separarnos por un tiempo.

Los hermosos ojos negros de ella se dilataron por la sorpresa y sus rojos labios temblaron ligeramente mientras sus manos atacaban sin piedad el dobladillo del vestido; todo para evitar llorar.

-Es tu ultima palabra-pronunció débil y entrecortadamente.

Él asintió con la cabeza y desvió la mirada, también le dolía, pero que hacer cuando las cosas no estaban bien.

-¿Por cuánto tiempo?-pregunto directa y sin dejar de observarlo.

-El necesario, sólo el necesario-había un nudo en su garganta y le había costado pronunciar aquellas palabras.

-Pues entonces iré por mis cosas-se levantó sin prisa del banco del parque y sin mirarlo comenzó a caminar.

Estrujo sus manos con fuerza antes de llamarla.

-¡Anna!-ella se detuvo permaneciendo de espaldas, él la miraba con melancolía-Esto no cambia en nada lo que siento por ti y nuestro compromiso sigue en pie-explicó-yo, yo avisare a la abuela-tartamudeo-es solo... un espacio... un poco de tiempo... para nosotros dos-trago saliva-... solos.

-Lo sé-murmuro casi inaudible antes de mirarlo de reojo y reanudar su camino hacía al que por un tiempo ya no sería su hogar.

-CDE-

Soledad.

Terrible palabra para aquellos que siempre lo han estado, un alivio para otros tantos que siempre han estado juntos y por mucho tiempo.

Había estado seis años con ella, compartiendo su vida, sus entrenamientos, su comida y no era que le molestara, en absoluto, es solo que necesitaba tiempo, espacio para respirar.

Yoh Asakura por primera vez en mucho tiempo había reunido el valor suficiente para hacerle frente a su prometida y decirle que le dejará respirar, que se largara por un buen rato de su vida y regresara solo cuando el aire de la soledad le llenara los pulmones y le asfixiara. Y aún me parece verlo, todavía sentado en aquella banca oxidada del parque, con los cabellos castaños meciéndose con el viento, los ojos perdidos en el fantástico mundo del suelo y preguntándose si había echo lo correcto.

Al evocarlo en mi mente no puedo evitar preguntarme que era lo que en realidad sentía en aquel momento¿Alivio¿Angustia¿Desesperación¿Felicidad, Tal vez todas a un mismo tiempo y a un mismo ritmo. Pero con gran certeza debo decir que el sentimiento que predominaba más en aquel momento es el más complejo de todos: sentía libertad; y una placidez exquisita por haber traicionado a su familia. Porque dejar a Anna, aunque fuera de manera temporal era una traición hacía los Asakura y hacía Anna misma y era esto lo que más placer le producía. Por primera vez en su joven vida, él, Yoh, había vencido a su temible prometida.

Elevo su mirada al cielo y le pareció aún más azul, sería tal vez porque sus ojos brillaban con una gran tranquilidad.

-CDE-

Pasado el dolor inicial y mientras caminaba lenta y sutil por las calles de Funbari, a Anna, la gran sacerdotisa, ya no le parecía tan descabellada y molesta la idea de separase del hombre al que desde siempre se vio unida.

No es que no lo amara, no malinterpretemos, pero cuando se es joven y solo se conoce una parte del mundo, es justo y necesario conocer la otra mitad. Ella estaba llena de vida y vitalidad, llena de curiosidad y ganas... terribles ganas... de respirar.

Su vida jamás fue sencilla, inútil explicar lo que tanto se nos ha dicho sobre ella y debemos de reconocer que en tales condiciones hostiles cualquier mortal hubiese enloquecido, claro está ella no es cualquier mortal y todos lo sabemos a la perfección. Pero por un momento pongámonos en su lugar, en difícil situación se vio desde los trece, vivir sola con un hombre que despierta en tu interior deliciosos tormentos, tragándote los sentimientos y entrenando sin descaso al hombre de tu vida para evitar su muerte. Desde este punto de vista nuestra gran itako se mantuvo siempre ocupada pensando en alguien más en lugar de pensar en ella.

No es egoísmo solo que el individualismo es una gran necesidad.

Y ahora se iba¿a dónde? No importa, lo único importante es que se marchaba, se iba a recorrer el mundo, iba a encontrarse, después de mucho, con ella misma... al fin podría saber quien era Anna Kyôyama en realidad.

De verdad como se lo agradecía a Yoh.

CONTINUARA...

Notas¡Sí mi nuevo fic, he regresado y he de confesar que los extrañaba mucho a todos, este fic es un Yoh x Anna (para variar) sin embargo es mucho más maduro, reflexivo y un tanto metafórico (léase el titulo), espero sea de su completo agrado, en cuanto a mis abandonados fics, la continuación próximamente, tratare de hacer las cosas de manera periódica, por fin tengo tiempo, Gracias Grandes Espíritus por las vacaciones.