El título es una canción de Nujabes (DEP)

Disclaimer: Los personajes de Inkheart pertenecen a Cornelia Funke.

Another reflection

La plaza estaba llena de los chaquetas negras y los demás habitantes del pueblo de Capricornio. Todo el lugar se llenaba de voces y risas impacientes por ver el espectáculo que les esperaba en pocos minutos. Se parecía más a una fiesta que a una ejecución, aunque para ellos prácticamente no había diferencia.

Algunos miraban con diversión la jaula donde aguardaban los tres prisioneros; Elinor y Resa se mantenían alejadas de las rejas, intentando evitar los objetos que les lanzaban y de las miradas de esos degenerados. Basta, en cambio, cogía los barrotes con fuerza, desesperado por la situación en la que se encontraba.

Se hizo el silencio cuando Capricornio entró en la plaza dirigiéndose hacía el sillón que habían instalado para él. Al pasar por delante de la jaula aminoró el paso, recreándose en el miedo de los tres presos que aguardaban a lo que les deparara el destino. Miró a Basta, y este prácticamente le imploro con los ojos que le dejara salir. Pero Capricornio siguió su camino sin dirigirle la palabra y Basta bajó la mirada apesadumbrado mientras notaba como un vacío en su pecho.

Ya no había nada que hacer, todo estaba perdido. Oyó que Elinor le gritaba algo, pero no le hizo caso. No le importaba nada. ¿Para qué? El hombre al que había considerado como a un padre lo había abandonado y ahí terminaba todo para él. Toda su vida la había dedicado a complacer a Capricornio y por unos errores terminaba encerrado en una jaula y a punto de ser devorado por la Sombra.

No se merecía ese trato ni tanto desprecio por su parte. Se había equivocado, sí, lo reconocía, ¿pero todo lo que había conseguido para Capricornio no lo compensaba? ¿No lo exoneraban todas las desgracias que había causado a lo largo de su vida? Y todo por culpa de ese desgraciado de Dustfinger. Lo odiaba con toda su alma, pero aún le quedaba la satisfacción de haberle marcado la cara hace tantos años. Eso ni Capricornio podía quitárselo.

Dirigió su mirada hacía Cockerell, el nuevo favorito de Capricornio. Dudaba de que ese hombre pudiera gozar de su nueva posición durante mucho tiempo.

De pronto apareció Mortola arrastrando a Meggie hacía el escenario. Pronto iba a empezar todo, pero Basta seguía desconectado de todo lo que pasaba a su alrededor. Ni siquiera se dio cuenta cuando apareció la Sombra y sus ex compañeros empezaron a desaparecer. Sólo reaccionó cuando vio que Capricornio se desplomaba en el suelo. Basta miraba sin comprender, ¿el hombre al que habría seguido hasta el fin del mundo había muerto? No, eso era imposible, Capricornio no podía morir. Pero no se movía, estaba ahí en el suelo exánime. En ese momento vio que casi todos los chaquetas negras iban desapareciendo, mientras otros simplemente huían.

Y de repente todo terminó; ya no había secuaces de Capricornio ni Sombra, en cambio habían aparecido las criaturas que habitaban en el libro del que él había salido. El chico que acompañaba a Lengua de Brujo abrió la cerradura de la jaula y él escapó, pero no tenía donde ir. Simplemente corrió lejos de allí adonde fuera que le llevaran las piernas. Pero estaba solo. ¿Qué haría ahora? Toda su vida la había dedicado a atemorizar a la gente y a enviar a otros para que mataran a otras tantas. Toda su vida la había dedicado a Capricornio, a cumplir sus ordenes, y ahora se sentía perdido. Pero Basta era un superviviente y estaba seguro que podría salir se esa, costara lo que costara.