That's life.
Hiccup Haddock abrió la puerta sin previo aviso, siendo solamente iluminado por la luz que entraba del pasillo se acercó hacia la cama con rapidez.
"¡Despierta!" gritó el castaño desesperado tomándolo de las muñecas y separando sus brazos "¡Es sólo un sueño! ¡Despierta!"
La luz de la habitación de encendió, Hiccup no volteó para ver cómo pues él sabía quién fue la persona que la prendió. Estando de pie junto al marco de la puerta estaba su esposa, Astrid, mirándolos preocupada y sosteniendo con firmeza el bate metal de baseball que esperaba no tener la necesidad de utilizar otra vez. A un lado de ella, estaba su fiel perro-lobo Toothless, un nombre que en definitiva no le quedaba.
Hiccup fue tumbado de la cama cayendo de sentón, quejándose un poco. El gran perro negro dio un ladrido y corrió en dirección hacia la cama. Hiccup reaccionó de inmediato y lo tomó del cuello para que no hiciera nada.
"¡Toothless, alto!" le ordenó Hiccup y luego miró hacia atrás "Estoy bien. No me paso nada"
El perro no dejaba de gruñir ni de mostrar sus dientes y Astrid se había detenido en medio del cuarto con el bate alzado cuando Hiccup le dijo que se encontraba bien.
"¿Qué?" se oyó una agitada
Hiccup volvió a enfocar su vista hacia la cama encontrándose con la confusa de su primo.
"Mierda" dijo Snotlout agitado y sudando frío "¿Lo hice de nuevo?"
Astrid gruñó y negó con su cabeza molesta. Bajó el bate y se dio la vuelta para marcharse mientras murmuraba entre sus dientes.
"Sí" dijo Hiccup levantándose sin soltar a Toothless, el cual continuaba mostrándose agresivo "Voy-uh, voy a sacarlo"
Hiccup se llevó a su perro y cerró la puerta.
Pasando al rededor de diez minutos, Snotlout refunfuñó y se levantó. No sabía la hora ni quería saberlo, pero al juzgar por cómo era de noche todavía debe ser de madrugada. Antes de salir del cuarto soltó un agotador suspiro.
"Maldita sea"
Snotlout se encontró a su primo solo en la cocina, sentado en la barra, con su cabeza hacia abajo y siendo sostenida por su mano, no lucía muy bien que digamos. No había café, maldita sea, debe ser muy temprano todavía.
"Lo siento" dijo Snotlout desviando la mirada.
Hiccup alzó su cabeza en el momento en que lo escuchó y le sonrió con cansancio.
"No hay problema"
"Si lo hay, Hiccup. Astrid no lucía muy contenta que digamos"
"Son las tres de la mañana. Si hay algo que ella deteste es ser levantada por..." Hiccup calló de inmediato "Uh- ya sabes"
Snotlout rodó sus ojos y se sentó enfrente de su primo.
"Gritos, Hiccup. Puedes decirlo. No es ningún pecado"
Hiccup volvió a sonreír pero ahora algo incómodo.
Los dos se quedaron en silencio. Podían oír los aullidos y rasguños hacia la puerta de Toothless.
"Me iré" dijo Snotlout sin rodeos. Hiccup parpadeó confuso y antes de que pudiera replicar, Snotlout continuó "Ya he causado suficientes problemas. Te agradezco que me hayas recibido en tu casa y todo, pero creo que ya es hora que yo..."
"Snotlout" lo interrumpió Hiccup "No es hora de estar discutiendo esto. ¿P-por qué no mejor hablamos de esto mañana? Q-quiero decir, más tarde. Cuando haya sol. Necesitas dormir"
Snotlout frunció las cejas. Odiaba ser tratado como niño solo por... Se levantó de la silla y se encerró nuevamente en su habitación. Y una vez solo, Hiccup suspiró cansado y dejó caer nuevamente su cabeza en la barra.
"Sé que escuchaste" dijo Hiccup sin moverse
Astrid se asomó a la cocina y se encamino enseguida de su marido, a quien le dio un suave beso en la cabeza.
"Lamento por haberme comportado así" dijo Astrid con pena "Es sólo que... Estoy cansada de ser despertada a estas horas"
Hiccup musitó.
"Yo también" confesó levantando su cabeza "Pero es mi primo, Astrid. No puedo dejarlo a su suerte"
"Te entiendo, Hiccup. Créeme. Pero creo que ya depende ahora de él, de su actitud. Creo que ya has hecho suficiente. Necesita buscar ayuda"
"No quiere" Hiccup tomó la mano de Astrid entrelazando sus dedos con los de ella "No importa cuándos folletos de centros de ayuda le lleve, él no hace caso"
"Intenta otra cosa" insistió ella.
"¿Cómo qué?"
"Eres Hiccup, ya se te ocurrirá algo. Además, eras la persona más convincente que conozco"
"¿Qué significa eso?"
Astrid rió suavemente y con su otra mano acarició el cabello de Hiccup.
"Eso significa que si alguien puede cambiar a las personas eres tú"
Hiccup miró hacia la puerta de la habitación en donde Snotlout se ha estado hospedando en los últimos seis meses y suspiró de nuevo.
"Eso espero"
"Vamos" dijo Astrid tirando suavemente su mano "Volvamos a la cama. Nos queda como dos horas y media antes de que la alarma suene"
Hiccup no estaba seguro si podrá volver a dormir, y estaba seguro que Astrid pensaba lo mismo. Normalmente ninguno de los tres puede volver a dormir luego de esto.
Hiccup se puso de pie y se encaminó a su habitación.
Si alguien le hubiera dicho hace diez años que su primo, aquel que siempre lo acosaba y se burlaba de él cada vez que podía, iba a aparecer enfrente de su puerta sin otro lugar a donde ir luego de haber paso por el mismísimo infierno, Hiccup se hubiera reído diciendo que le cerraría la puerta en su cara y que se las arreglara como pudiera.
"Pero supongo que así es la vida" pensó amargamente
