La Reina Applejack
Capítulo 1. Bienvenida majestad.
Una pony terrestre de pelaje ámbar naranja y melena rubia despertó lentamente. Se sentía algo mareada y cansada, pero no como para volverse a dormir. Poco a poco su vista se aclaró, y pudo ver un techo de roca. Sintió bastante comodidad en su cuerpo, y no tardó en darse cuenta que estaba acostada en una cama. Al lado de su almohada habia un sombrero, el cual se puso casi por instinto.
— ¿Qué me pasó?
Se sentó, y vio a su alrededor, para notar como era una habitación hecha de roca, con gran reja al frente de ella. No había duda, era una celda de calabozo.
— ¿¡Pero que corrales!?
La yegua se alteró al darse cuenta que se encontraba en un calabozo. Rápidamente corrió a la reja y la empezó a golpear.
— ¿¡Qué está pasando!? ¡Sáquenme de aquí!
Los gritos fueron oídos por el pasillo fuera de la celda, y 2 ponis reaccionaron por esto.
Applejack se desesperó, así que le da la espalda a la reja, y se preparó para patearla. El estruendo se escuchó por todo el calabozo. Dos ponis corrieron hacia la celda tan pronto oyeron el golpe. Al llegar, vieron a la yegua respirando agitadamente, mientras que en la reja habia una abolladura.
—Te dije que era fuerte — comentó una voz femenina.
— Nunca dije que no te creyera — dijo una masculina.
La pony naranja se volteó parra ver quienes habían llegado. Uno era un corcel unicornio naranja, de melena roja larga, quien llevaba una armadura dorada, sin casco. La otra era una yegua pegaso celeste, cuya melena era cubierta por un casco, pero se veían algunos cabellos rubios que sobresalian. También llevaba una armadura dorada igual a la del corcel.
— ¿Quiénes son ustedes? ¿¡Dónde corrales estoy!?
— Cálmate Applejack — dijo la yegua con seriedad levantando el casco. Algo en esa voz le resulto familiar a Applejack, pero no podía distinguir bien su cara por el casco que llevaba — No te haremos ningún daño.
— Sí, ¿Cómo no? ¿Cómo saben mi nombre? ¿Quiénes son ustedes?
— Sabemos todo de ti. Propietaria de Sweet Apple Acres, en el poblado de Ponyville. Vives con tu abuela y tus hermanos, debido a que tus padres están fallecidos. Portadora del elemento de la honestidad. Bastante impresionante.
— Y sobre quiénes somos, solo somos servidores de su majestad — dijo el corcel con una sonrisa forzada.
— ¿Su majestad? ¿Se refieren a la princesa Celestia?
— No — contestó la yegua con seriedad — Será mejor que te olvides de Equestria, pues ya no estas allí. En este momento nos encontramos en el reino de… — Se escuchó un suspiro, el cual vivo del corcel, al cual la yegua volteó a ver con fastidio — ¿Qué pasa?
— Nada, solo sigue — dijo él aparentando no tener interés.
— Bien, como decía, en este momento te encentras en el reino de Heartland.
Applejack quedo totalmente confundida por lo que escuchó. Jamás habia escuchado de ese lugar en su vida. ¿Enserio estaba en otro reino?
— ¿Por qué estoy aquí? — pregunto ella viendo a sus captores con una mirada desafiante.
Ambos ponis con armaduras se vieron entre ellos y luego voltearon a ver a la prisionera.
— Hoy te has vuelto la pony más afortunada del mundo — dijo el corcel de mala gana, con una sonrisa forzada— Has sido escogida para casarte con el mejor pony de todos.
— ¿¡Qué!?
— Lo que oíste — continúa la yegua, quien también parecía hacer esto de mala gana, igual que su compañero — Su majestad, el rey, te ha escogido para que te conviertas en su reina. La boda se dará esta misma tarde, por eso vendrás con nosotros. Tienes que arreglarte para tu boda.
— ¡NO! ¿¡Están locos!? ¡Ni loca me casare con ningún demente! ¡Sáquenme de aquí, o les enseñare como cosecho mis manzanas!
— ¿Qué dijo? — preguntó el corcel confundido.
— Dijo que nos pateará.
El corcel iro la marca que habia dejado la patada de Applejack en uno de los barrotes de hierro.
— ¿Qué hacemos? Nos ordenó que no la lastimáramos. Si es tan fuerte no podemos someterla sin lastimarla.
— El rey lo planeó todo — dijo la yegua sacando algo de su armadura, y arrojándolo con Applejack. La terrestre abre los ojos como platos al ver que era una fotografía de ella con su familia, frente al granero de Sweet Apple Acres — Sería una lástima que algo le pasara a los ponis de la fotografía.
— ¡Desgraciados! —grito Applejack —¿¡Que les hicieron!?
— Están en una celda apartada de esta. Creo que entiendes lo que pasará si desobedeces, ¿verdad?
Applejack volvió a ver la fotografía, y soltó un suspiro.
— Hare lo que me pidan.
— Bien.
El unicornio uso su cuerno para levitar unas llaves a la cerradura de la puerta, y así la abrió. Applejack salió de la celda, y sus captores se colocan a su lado.
— Vamos — vuelve a hablar la yegua — Su majestad quiere verte.
Los 3 empezaron a caminar por el calabozo. No tardaron en llegar a la salida, donde había dos guardias unicornios quienes hicieron una reverencia y los dejaron pasar.
El recorrido siguió con subir unas escaleras para llegar a la superficie, pues era un calabozo subterráneo. Los 2 ponis escoltaron a Applejack por unos grandes pasillos. Para un conocedor, las cortinas y demás decoraciones del castillo eran una belleza, pero para Applejack eso no significaba nada. En el camino pasaron al lado de varios ponis, que eran varios guardias con armadura gris, y algunas sirvientas que se encontraban haciendo limpieza en el lugar.
Tardaron 10 minutos en recorrer los pasillos, para llegar a una puerta café, con una corona en una placa de oro. La yegua soldado abrió la puerta, dejando pasar a Applejack, para que luego entraran ella y su compañero. Ambos se colocaron a los lados de la puerta, mientras Applejack veía una enorme oficina llena de libros y otras cosas elegantes. Al frente habia un escritorio, con una silla volteada.
— Majestad, hemos traído a su futura esposa — dicen los 2 soldados de armadura dorada inclinándose.
La silla poco a poco se voltea, revelando a un pony terrestre de color ámbar, con melena café. El rey llevaba una corona dorada llena de gemas en su cabeza, y una capa gris.. Era un pony de estatura ordinaria, quien tenía la melena bien peinada. Él veía a Applejack con una sonrisa calmada, mientras ella quedó impactada al verlo.
— Que bueno verte de nuevo Applejack — dijo el rey con una sonrisa — Sigues tan bella como siempre.
Applejack estaba sorprendida. Ya lo habia visto antes, en Ponyville. Sí, él era uno de los habitantes de Ponyville, a quien ella conocía.
— No puede ser — dice ella impactada — ¿Caramel?
— Que bien, aun me recuerdas.
— ¿¡Me estas jodiendo!? ¿¡Cómo es que eres un rey!?
— Seguro hay mucho que aclarar, pero mejor ve a arreglarte, quiero que estés hermosa en nuestra boda. Solo quería asegurarme que Sassaflash te trajera sin ningún rasguño.
— ¿Sassaflash?
Applejack se volteó, y vio a la pegaso de armadura dorada. La pegaso se quitó su casco, dejando ver su melena rubia. Efectivamente, era Sassaflash, otra habitante de Ponyville, pero esta no ve a Applejack a los ojos. El corcel que estaba al lado se aclaró la garganta.
— A mí no me conoces — comentó el unicornio de armadura dorada con una sonrisa — Mi nombre es Forest Spear — La terrestre no le prestó atención a la presentación del guardia, lo cual hizo que este se molestara — Ya me pondrá atención.
— Sassaflash — volvió a hablar el rey — lleva a Applejack a que la arreglen.
— Sí, majestad — dijo Sassaflash inclinándose — Vamos.
La pegaso vio con seriedad a Applejack, y esta no tuvo más opción que seguirla afuera de la habitación, dejando solos a ambos corceles.
—Forest, ¿Por qué Sassa actúa tan seria? Ella no suele ser así.
—También me pareció raro cuando fuimos a ver a Applejack, supongo que esto no es fácil para ella.
— Sí, supongo que tienes razón— se llevó un casco a la barbilla —. Como sea, ayúdame a arreglarme, hoy es mi boda.
— Sí, sí, como órdenes.
Applejack y Sassaflash caminaban por los pasillos del castillo. La pegaso iba adelante, mientras la terrestre detrás.
— Entonces, ¿todo el tiempo fueron infiltrados en Ponyville? ¿Por qué? — a pesar de la pregunta de Applejack, Sassaflash no respondió — ¡Háblame, por el amor de Celestia!
— Yo no recibo ordenes tuyas — respondió la pegaso viendo a Applejack con furia — No me importa que él te eligiera, no te aceptaré como mi reina.
— Como si yo quisiera ser tu reina — respondió Applejack con una mirada desafiante.
Después de verse con seriedad, ambas siguieron caminando. Sassaflash llevó a Applejack a otra habitación, donde había 3 yeguas revisando unas telas. Al darse cuenta de que las otras 2 ponis entraron, las 3 se arrodillaron.
— Ella es Applejack, la prometida de su majestad – dijo Sassaflash viendo a las yeguas.
— Es un honor tenerla aquí, Lady Applejack— dijo una de las doncellas.
La granjera sintió gran incomodidad al ser llamada Lady.
— Ya saben que hacer— dijo Sassaflash sentándose en una silla.
—¿No desea que la arreglemos también, Lady Sassaflash?
— No gracias, Lord Spear y yo usaremos nuestras armaduras, nunca se sabe que puede pasar.
—Como guste — dijo la yegua levantándose — Por aquí, majestad.
Las 3 yeguas llevaron a Applejack detrás de un probador, para arreglarla para la ceremonia.
Pasó una hora, y en un gran salón lleno de sillas se encontraban varios ponis vistiendo ropa elegante. Todos se encontraban en varias sillas, viendo hacia un altar, donde se encontraba su rey, vistiendo un traje negro, y a su lado se encontraba su guardia Forest, vistiendo su armadura dorada.
Al rato, ven como Sassaflash se aproximaba por la derecha, colocándose al lado de ambos corceles.
— ¿Todo en orden, Sassaflash? —murmuro el rey.
— Sí, majestad— dijo ella de mala gana.
El rey soltó un suspiro y vio a sus guardias, quienes no se veían felices.
— A partir de hoy ella será su reina, y la tratarán como tal, ¿oyeron?
Ambos se miraron y soltaron un suspiro.
— Si majestad — dijeron ambos al mismo tiempo.
Un órgano empezó a sonar, y todos dirigieron su atención a la entrada del salón. Las puertas se abrieron, y allí entro Applejack. La terrestre llevaba un hermoso vestido blanco, su melena trenzada ahora estaba suelta y lisa, y en sud cascos llevaba unas botas blancas que combinaban con su vestido. Lo que más llamaba su atención era la tiara plateada en su cabeza, la cual tenía una gema roja con forma de manzana.
Applejack decidió mostrar fortaleza, así que caminaba con seriedad, en lugar de con tristeza.
Finalmente llego al altar, donde se encontraba el rey, quien la vio con una sonrisa.
— Estás preciosa.
La granjera no respondió, lo que hizo que el rey soltara una risita.
Un pony unicornio en el centro del altar aclaro la garganta, y empezó a hablar.
— Nos encontramos aquí reunidos para formalizar la unión entre nuestra majestad el Rey Wisdom Crown y nuestra futura reina... em...
— Applejack — intervino el rey.
— Nuestra futura reina Applejack. Este es un momento de felicidad para nuestro reino, pues su majestad ha podido encontrar al amor de su vida.
Todos los presentes escuchaban atentamente las palabras de ese sacerdote. Applejack se veía bastante deprimida y molesta por todo lo que oía. El rey se da cuenta y cierra los ojos con una sonrisa.
— Sáltese al final — interrumpe el Wisdom Crown con una sonrisa
— ¿Qué? Majestad, con todo respeto...
— He dicho — puso una mirada seria que asusta al sacerdote — que se salte al final.
Applejack vio como como el corcel cambió de actitud, cosa que la dejo impactada. Volvió a ver al sacerdote, el cual se veía muy asustado.
— S... sí. Majestad, acepta a esta yegua como su legítima esposa.
— Acepto — dijo el poniendo de nuevo una sonrisa calmada.
— Y usted Lady Applejack, acepta a su majestad como su legítimo esposo.
Una gran tensión surgió dentro de Applejack. Observo sus alrededores, pero la puerta estaba vigilada, y esos 2 guardias de armadura dorada no la dejarían siquiera bajar del altar. Sin mencionar el hecho de que si no aceptaba su familia pagaría. Solo habia un camino posible.
— Acepto — dijo viendo al rey con seriedad.
— Que su reinado traiga gran prosperidad a nuestro reino. Puede besar a la novia.
Wisdom Crown vio a su esposa con una sonrisa, y le acaricio la cara.
Poco a poco acercó su cara a la de ella y la beso.
Applejack cerró los ojos deseando que todo terminara. Todos en el salón se levantaron y golpearon sus cascos en el suelo para celebrar el matrimonio de su rey.
Los recién casados se separaron del beso y se vieron. Applejack tenía una mirada desafiante, mientras el rey una sonrisa. Él se le acercó al oído, y le susurro algo.
— Tu familia está a salvo en Ponyville, jamás les pusieron un casco encima.
Applejack abrió los ojos como platos al oír eso, y se quedó callada. El rey tomo el casco de su esposa y empezó a caminar hacia un balcón a la derecha del altar, el cual estaba detrás de una puerta.
— ¿Por qué me dices esto? — pregunto Applejack confundida.
El rey solo mantuvo su sonrisa.
— ¿Qué clase de pony no sería honesto con su esposa? Aunque te advierto que con una simple orden puedo mandar a alguien por ellos, así que no intentes hacer algo tonto.
Applejack rechino sus dientes molesta.
— Estás loco.
— Será una relación interesante.
— Solo cállate.
La puerta se abrió con la magia de unos unicornios, y la pareja salió a este. Afuera se podía ver Heartland desde las alturas. A lo lejos se podía ver el mar, con un puerto donde había varios barcos. Más al interior se podían ver granjas y casas. En las cercanías del castillo se veían muchas más casas, viéndose como una ciudad como Canterlot. Y justo debajo habia una plaza, donde habían varios ponis reunidos, e inclinados.
El rey se acercó al borde del balcón, y aclaro la garganta.
—¡Habitantes de Heartland les presento a su nueva reina, Applejack!
Y asi empieza mi nuevo fanfic. ¿Qué les parecio?
Muchas Gracias a Parca333 por la portada del fanfic. No olviden chequear los fanfics que escribimos juntos.
Aclaraciones.
Caramel (o Wisdom Crown en este caso) es un pony de fondo, el cual por algun motivo muchos emparejan con Applejack, a pesar de que siempre se le ve con su novia Sassaflash. Eso me dio la idea para que el fuera el rey de este fanfic, y que ella fuera una de sus guardias personales. En los próximos capítulos se explicara su prescencia en Ponyville, y su relación con Sassaflash.
Y Heartland… pienso que es un nombre cool.
Bueno, ¿Qué les parecio? Dejenme saberlo en sus reviews.
