EL NUEVO SARUHIKO.
El había amado a aquel chico como nunca volvería a amar a nadie en toda su vida, sin importar todo el dolor que sintiera ahora, el solo quería volver al ayer y poder disfrutar una vez mas de su atención, atención que había perdido al ingresar a ese grupo de malvivientes.
HOMRA.
Todo había sido diferente desde que Misaki y Fushimi habían ingresado a ese lugar. Misaki siempre alegaba torpemente que debían agradecerle al señor Mikoto, ya que él les había salvado de una vida mediocre llena de monotonía, pero ¿Qué podría saber Misaki? Solo era un niño iluso y crédulo, muy inocente para saber lo que estaba pasando realmente.
¿Y que si Fushimi quería una vida llena de monotonía? Al final esa vida seria a lado de Misaki y sería mucho mejor que estar en un lugar en el que todos son un montón de circulitos y el es un triangulo que no puede encajar. Fushimi jamás se había quejado de Misaki, pero esto estaba llegando a su límite.
Todos en ese barrio de ineptos, se la pasaban gastándole "bromas" a Fushimi, pero esto se volvía personal, ya que Misaki no hacía nada e incluso se unía a las bromas y alegaba "solo divierte mono."
Por si fuera poco lo que habían construido en sus años de escuela, esa relación tan hermosa e inocente; se había esfumado, el mismo día que los de HOMRA entraron a su vida. Podía recordar a Misaki, saltando siempre encima de él, haciendo preguntas ingenuas sobre la pubertad y siendo un joven de lo más tierno y hermoso, algo rebelde pero simplemente ingenuo y hermoso.
Y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba sin la atención de Misaki, tarde llego ese hombre a sus vidas y pronto perdió todo lo que le importaba, así como perdía a Misaki y su atención, también estaba perdiendo la paciencia, todo era "Sr. Mikoto esto" "Sr. Mikoto lo otro" estaba arto del señor Mikoto. Estaba arto de HOMRA, estaba arto de Misaki.
Lo amaba como jamás amaría a nadie en toda su vida, pero se encontraba perdido y molesto, no quería estar en HOMRA ni un segundo mas, anhelaba que el pavimento de aquella calle lluviosa le diera una señal, algo, un lo que sea.
Si Misaki estuviera ahí quizá no se percataría de que la lluvia es mala para Fushimi ya que siempre fue de cuerpo débil, pero Misaki no estaba ahí, y seguro ni había notado su ausencia.
Fushimi se abrazo las rodillas y dio un prolongado suspiro. ¿Qué debía hacer? La lluvia le estaba empapando por completo y sentía su cuerpo frio, estaba perdiendo su camino y no podía encontrar uno nuevo. De pronto la lluvia cesó, pero ¿porque a un lado suyo seguía lloviendo?, no…la lluvia no había cesado. Volteo hacia arriba y se encontró con ese paraguas azul.
-¿Qué cree que hace?- soltó Fushimi con desanimo.
-veo como te mojas, estas empapado y tú cara está muy roja, ¿te encuentras bien?-Fushimi parpadeo un par de veces algo ingenuo. ¿Qué si se encontraba bien? No quería tener que contar sus desdichas a un desconocido, un atractivo desconocido de lentes y pelo azul, con unos penetrantes ojos morados y algo mayor.
-reconozco ese uniforme- bufo Saruhiko algo molesto.
-¿mi uniforme? ¿Así que conoces a los blue?- sonrió orgulloso el portador del uniforme.
-sí, lo conozco a la perfección, sus soldados nos han dado una paliza hace poco- se levanto del suelo y aparto el paraguas- no necesito la compasión de nadie, ya me doy suficiente lastima yo mismo para sentir la lastima de otros.- se acomodo el pelo hacia atrás de las orejas, el pequeño joven miro a su mayor.
-¿darles una paliza? Ha…ya veo, eres de HOMRA- menciono desdeñoso aquel nombre. – ¿como un chico tan delgado e invidente puede pertenecer a tan bárbaro grupo? –dijo acomodándose las mangas de su traje azul.
-pues, estoy ahí porque alguien a quien atesoro está ahí- frunció el seño al recordar una pálida imagen de la sonrisa de Misaki. Mostro el símbolo que ocupaba parte de su pecho- ve soy un miembro de ese grupo de barbaros- pronuncio con burla, no buscaba defenderlos.
-ya veo. Sabes para ser de ese grupo de personas, se puede mantener una conversación inteligentemente razonable contigo.- el muchacho se sintió algo alagado por aquello pero eso no quitaba que a quien le estaba hablando era a un miembro de ese grupo de personas que habían apaliado a Misaki hace poco.
-yo…-de repente sintió como sus piernas flaqueaban y su mirada se nublaba, siempre que Fushimi se exponía a bajas temperaturas perdía la razón. No era el momento para perderla pero era demasiado tarde, sintió el frio y húmedo pavimento en su cara mientras se puso lívido.
-saru- escucho la voz de aquel joven inmaduro.
-¿Misaki?- pronuncio mientras veía un montón de cerezos caer a su alrededor.
-oye saru, tengo una duda.- dijo el pelirrojo mientras se subía un rubor a sus mejillas.
-¿qué clase de duda Misaki? ¿No será una más de tus preguntas infantiles?- pronuncio burlón su compañero de lentes.
-¡CALLATE! Esta vez es algo mas practico, no busco una respuesta con palabras- aquel muchacho escondió su rostro bajo su cabello rojizo.
-¿practico?- el joven pelirrojo se puso de puntillas y busco los labios de su compañero, el beso fue algo enternecedor, sus suaves labios de adolecentes se encontraban en un primer beso que había concluido pronto, pero en la mente de Saruhiko eso había sido eterno.
-quería saber cómo se sentía besar a un hombre.- Misaki comenzó a jugar con sus dedos- y pobre de ti que te rías de mí, no quiero tener que partirte la cara- hiso un puchero y miro a su compañero que cubría su boca con asombro.
-Misaki...-susurro el otro.
-¿qué?, ¿tan desagradable fue?- pregunto ofendido.
-todo lo contrario- el mayor soltó unas pequeñas lagrimas. –siempre había querido besarte Misaki…-
-oye….-escucho una voz a lo lejos, como algo que se llevaba el viento, y todo se puso oscuro.
-¿um?- se quejo Saruhiko.
-oye jovencito, despierta.- abrió los ojos y se esfumo la oscuridad, sus ojos se cruzaron con aquellos peculiares ojos de color morado.
-¿que...dónde estoy?-parecía aturdido, no sentía la humedad en su ropa, no sentía ropa alguna solo sabanas, suaves sabanas sobre él.
-estas en sector 4- dijo el otro aliviado -por un momento creí que morirías de hipotermia, agarras rápidamente niveles bajos en tu temperatura corporal-
-yo…debo volver a HOMRA- se sentó sobre la cama, entonces sintió el piso moverse de un lado a otro y volvió a recostarse, estaba mareado, le dolía la cabeza, tenia frio, carecía de ropa, estaba en territorio enemigo, y no podía ver adecuadamente, le faltaban sus gafas.
-no creo que por el momento puedas volver, y tampoco sería muy inteligente de tu parte. Como estas ahora lo único que debes hacer es esperar- sentencio el mayor.
-pero…-
-me llamo Munakata Reisi- comenzó a acercarse a Saruhiko.
-yo…-tomo la mano de Fushimi y le dio un suave beso en esta.
–ahora descansa.- Ese gesto había sido extraño, para provenir de un hombre, Saruhiko era homosexual, pero no estaba tan seguro de que aquel caballero de pelo azul fuera del mismo bando, quizá eran saludos que daban en ese tipo de lugares, después de todo eran más educados que en HOMRA, hasta una hormiga era más educada que cualquiera de HOMRA.
-una pregunta- frunció el seño intrigado.
-¿sí?- volteo un poco la mirada para ver al chico que estaba postrado en la cama.
-¿Por qué me ha traído aquí? ¿Soy de HOMRA lo olvida? ¿Por qué no dejarme morir como a una cucaracha bajo la lluvia? ¿No sería más adecuado deshacerse de una peste como lo es HOMRA? –el hombre de azul alzo la ceja.
-dijiste una pregunta, esas fueron 4- se burlo del mayor.
-respóndame- declaro molesto.
-pues por eso mismo…te refieres a HOMRA como algo ajeno a ti, no te incluyes en sus miembros, no te sientes parte de ellos y lo único que te ata es una persona, que te ha dejado solo bajo la lluvia, seguro que esa persona te conoce y sabe lo débil que eres ante climas como aquellos, además de que, esa persona por la que te sientes atado a tal grupo de criminales, no ha dado señales de estar buscándote, todo está tranquilo y eso que has dormido un día entero.- le analizo de pies a cabeza.
-¿un día entero?- había creído que por la oscuridad de afuera solo había dormido unos minutos, pero ¿había desaparecido un día entero y Misaki no se había molestado en buscarlo? Conociendo a Misaki ya hubieran tenido que salir los blue a calmarlo, ya que cuando quiere algo acude a la violencia, y a estas alturas ya se habría reportado vandalismo de un chico pelirrojo en patineta, pero no era así.
-ahora yo te hare una pregunta…-Saruhiko miro a los ojos a Munakata- ¿Por qué sigues en HOMRA si la única persona por la cual estas unido a él, ni siquiera se ha tomado la molestia de comenzar a buscarte?- aquella pregunta se clavo en la mente de Saruhiko, no podía analizar aquello, no podía justificar por que Misaki no había venido a buscarlo.
-yo…-suspiro- no lo sé…-sus cabellos cubrieron su rostro entristecido y comenzó a llorar, algo dentro de la cordura de Saruhiko se había roto, quería tener al Misaki de antes, quería que volviera, quería tener su atención de vuelta, costara lo que costara.
-cuando te encuentres mejor te hare otra pregunta, quiero efectuarla cuando te encuentras más capacitado para tomar decisiones- el hombre le entrego un pañuelo y abandono la habitación, ¿pregunta? ¿Capacitado para tomar decisiones? No sabía a qué se refería pero si con aquello podría atraer la atención de Misaki, bienvenida sea la pregunta.
