"CÁSATE CONMIGO"
Prólogo
Erza estaba parada frente de su amiga de cabello rubio, incapaz de al menos pronunciar una escasa palabrita, ni un pío salía de sus finos y rojos labios. Pero eso no era lo único rojo, además de su ya conocido cabello escarlata, sino que la piel de su rostro compartía los apasionados tintes del amor. La maga se quedó temblando, no sabiendo cómo empezar la charla, sabía que si pensaba en una buena manera de decirle las cosas a Lucy, todo se iría al mismísimo caño porque su cerebro no funcionaba como era debido. Aseguraba que hablaría como todo un robot y más si las imágenes de su cabeza no se esfumaban rápido.
La chica de ojos marrones torció la boca, asustada, no teniendo ni una pizca de idea para lo que la había llamado la maga de clase S. ¿Es que acaso hizo, dijo, miró... algo malo? La pobre maga celestial empezó a sudar de nervios que la mataban lentamente. Los ojos de su amiga se había hecho más grandes y no la perdían de vista, era como si le estuviera echando una maldición en silencio y con sólo la mirada tan penetrante como para desear que los dragones atacaran justo ahí.
-Lu... Lu... -Empezó a articular la maga pelirroja. Lucy prefirió no intervenir y dejar que Erza tratara de terminar su frase. ¡Pero se estaba asustando mucho! ¡Erza estaba ardiendo de todo su ser! Había rojo en todas partes de su cuerpo-. ¡LUCY, QUIERO CASARME! -Gritó ferozmente en la cara de la rubia, mostrando unos cómicos dientes que la hacían ver como bestia.
Una gota se deslizó tras la nuca de la maga celestial después del tremendo grito que había pegado su nakama.
"Qué alivio, sólo era eso. Erza sólo quiere casarse..."
-¡¿PERO QUÉ HAS DICHO, ERZA?!
El rostro de Lucy palideció como primer impacto, después, sus ojos brillaron y se imaginó como la dama de Erza Scarlet a plena boda un 10 de marzo... ¿Qué diablos?
Erza por poco se desmaya al instante de haber hecho su confesión, sin embargo, antes quiso suspirar lentamente mientras sentía que casi se hacía sopa de lo mucho que se había calentado de la vergüenza. ¿En qué estaba pensando? Por todos los Dioses del universo, finalmente lo había logrado.
-Qui-quiero casarme, Lucy... -Susurró la maga de las armaduras-. Con... con... J-jellal -Agregó, mirando el suelo, con las piernas haciéndose gelatina de sabor piña.
-Erza... -Murmuró su amiga-. ¡No te preocupes! ¡Yo haré que Jellal te pida matrimonio! -Prometió y luego se aventó a darle un abrazo de oso a su querida amiga pelirroja. Lucy estaba feliz por ella, finalmente, una boda en Fairy Tail alegraría mucho a todos los demás y sería la bomba. Y como Erza Scarlet casi no era muy abierta en cuanto a sus sentimientos, Lucy creyó ser la chica más afortunada de tener la total confianza de Titania, la chica aterradora.
Titania, la chica enamorada de Jellal Fernandes.
