Tenía ganas de escribir algo sumamente dramático. Decidí hacerlo utilizando otro tipo de narrativa en la cual llevo mucho tiempo deseando utilizar, así que espero no les cause mucho conflicto. También debo decir que últimamente he estado obsesionada con la idea de Blaine como soldado, por lo tanto, sean buenas conmigo. ¡Aún tengo mucho por aprender!
Bueno, este iba a ser originalmente mi regalo de Navidad para todos ustedes, pero ahora supongo será tanto de Navidad como de año nuevo y otros tantos más. : D
¡Disfrútenlo!
"Make Feel My Love"
Cuando la lluvia caiga sobre tu rostro,
y el mundo entero esté pendiente de ti,
yo podría ofrecerte un cálido abrazo
...para hacerte sentir mi amor.
"Bob Dylan"
Al instante mismo en que abandonaste la espaciosa cama donde has dormido sin compañía durante los últimos meses, jamás imaginaste algo así te sucedería. Durante toda aquella agradable tarde, conforme preparabas lo necesario para recibir a tu familia, volcaste mil esperanzas positivas en sobre como llegaría a tu vida otro maravilloso motivo que te permitiría sonreír nuevamente.
Sin embargo, no sabes en qué momento exacto ocurrió, pero tanta felicidad acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
El hombre situado justo frente a ti continúa hablando sobre diversos protocolos, también se toma la molestia de narrarte con detalles la manera exacta en que ocurrió, e inclusive, tiene suficiente descaro para decir cuánto siente tu irreparable pérdida. Pero desde hace tiempo no le escuchas, tu cerebro se niega a filtrar correctamente las explicaciones que con tanto profesionalismo se supone deben hacerte sentir un poco mejor. Pero no, no lo hacen, y tampoco puede importarte menos porque ahora mismo crees tener tu corazón roto en millones de pedazos.
Tibias lágrimas emergen desde tus ojos quemándote los párpados. El ritmo de tu corazón parece ir dos veces más aprisa, haciéndote respirar tan agitado que cualquiera pensaría recién terminaste una maratón sin descanso. Conmocionado, apenas consciente sobre tus propios actos, intentas decir algo más ningún sonido coherente emerge desde tu garganta, y es justo ahí cuando finalmente la enormidad de tan fatídica noticia cae sobre ti igual que mil pesados bloques de hielo sólido. Aterrorizado, incrédulo, retrocedes dos, tres, cuatro pasos hasta que tu espalda choca contra la puerta del hogar que ustedes dos construyeron juntos tiempo atrás.
Un hogar que crees acabará desmoronándose en cualquier instante.
Y sin previo aviso dejas escapar un desgarrador grito sin importarte un reverendo cuerno la posible opinión de tu interlocutor. Te desmoronas conforme angustiantes sollozos rompen el pesado silencio donde antes estuvieron inmersos, alterando la pacifica calma. Burt es quien te escucha primero; él obviamente desconoce qué demonios pudo ocurrir para hacerte emitir semejante lamento tan perturbador, pero aún así deja todo y acude en tu búsqueda esperando encontrar respuestas. Llegar a ti no le toma mucho, unas cuantas puertas jamás serán impedimento suficiente, y el maravilloso padre que la vida te entregó se sorprende muchísimo al encontrarte arrodillado mientras lloras como si todo lo bueno del planeta entero te hubiese sido arrebatado sin misericordia.
Una sola mirada al oficial pulcramente ataviado con elegante uniforme militar es todo cuanto necesita para entender. Desolado, Burt lucha contra sus propias emociones pues sabe eres tú quien necesita sentirse reconfortado ante tan difícil situación, y, colocándose a tu lado te envuelve entre sus cálidos brazos igual a cuando eras pequeño y alegabas temerle a la profunda oscuridad.
No obstante, ningún posible consuelo podía servirte de ayuda. Ya no.
Adam, acompañado por Finn y Carole —esa maravillosa mujer que ha sido una verdadera madre pese a tener nulos parentescos sanguíneos contigo— alarmados ante tu reacción, corren a verificar si estás bien, e igualmente asombrados, reciben la mala noticia. Carole ahoga un gemido cubriéndose la boca con una mano, Finn se queda quieto en su sitio sin saber qué hacer y Adam se debate entre seguir interrogando al oficial o acercarse a ti.
Y, aún entre la espesa nebulosa de potente dolor que te nubla el juicio, no entiendes por qué escucharles hablar sobre la persona que has perdido produce verdaderos estragos en tu interior. Motivado ante un pánico inevitable ajeno a tu control, luchas impasible contra todo pues crees podrás escapar del penetrante dolor que te carcome el alma.
Adam, preocupado ante la posibilidad de que puedas hacerte daño a ti mismo, necesita correr apresurado a su automóvil aparcado sólo escasos metros más allá pues ahí siempre carga consigo un maletín especializado porque su profesión como médico así se lo requería. Entre tanto, Finn y Burt hacen cuanto pueden por contenerte, no obstante, estás tan dispuesto a luchar, a aferrarte a creer él volverá y simplemente experimentas otra espantosa pesadilla que te resulta difícil distinguir entre una cosa u otra.
Pese a los gritos desesperados de Burt, las palabras de aliento provenientes desde Finn y las súplicas emitidas por Carole, sigues peleando; nada físicamente humano podrá hacerte desistir, no al menos hasta que Adam regresa y cree buena idea administrarte un sedante que te permitirá caer dormido. Todavía duele, y aunque sabes todo seguirá allí cuando despiertes, al menos podrás soñar con él; tú único amor, ese hombre al cual tiempo atrás decidiste entregar todas tus ilusiones, sueños e incluso esperanzas.
Tú Blaine: tú esposo, tú compañero, tú mejor amigo...tú todo.
Quién, según acababan de notificarte, había fallecido en cumplimiento de su deber como soldado del Ejército Norteamericano.
