- "Perdóname"
Ambos estaban en medio de la nada, de la nada de quién sabe donde.
Solos, agotados, definitivamente solos.
La noche estaba por caer. La presencia del silencio era inminente. La luna, poco a poco tomaba fuerza, y con ella, la noche apagando todo a su paso.
Anna se encontraba sólo unos pasos delante de su esposo. Liderando el camino, aún con energía, quería apurar el paso para poder llegar pronto a su destino. Sabía que aún faltaba un poco más por recorrer para llegar a la próxima ciudad destruida por la guerra.
Él, en cambio, estaba cansado, el día había sido eterno y agotador.
Sus pies, hinchados por tantas horas de caminar le rogaban un descanso.
Ya no podía más. Como pocos días en su vida, sentía el peso en sus hombros.
La llamó por su nombre, ella se detuvo y dio vuelta.
Él intentó buscarle los ojos. La noche había hecho lo suyo, ya no podría encontrarlos.
Suspiró, y buscó sin embargo, la silueta de su hermosa esposa. En ella podría hallar cobijo para su agotamiento.
- "Perdóname. Por todo... Perdóname"
"Sólo… estoy cansado. Lo lamento, te amo"
Ella se detuvo un instante.
Las palabras eran difíciles de digerir.
Había tanto dolor, angustia, años encima de cansancio en él que sólo pedía un poco de paz…
Paz.
Paz por la que ambos estaban luchando. Para ellos dos… para él.
La imagen de su pequeño hijo era dulce y cálida.
El recuerdo de su aroma, de su sonrisa. Cuanto anhelaba volver a tenerlo en sus brazos.
Pero no, aún no era el momento.
Aún hay ciertos asuntos que debían resolver, aún no podían… no.
Anna sonrió. Bendita la noche que no dejó que él la viese tan hermosa.
Entendía bien aquellas palabras… pero nunca hubo ni una gota de arrepentimiento, jamás lo culpó ni lo culparía de nada.
- "Lo sé… yo también te amo."
Ella le tomó la mano. Sintió como el cuerpo de su esposo se relajó por un momento y este, se dejó llevar por el calor de su mujer.
Emprendieron el camino nuevamente, ya quedaba menos para su destino.
El calor que compartían en ese momento era suficiente para aliviar el peso de sus cuerpos.
Pues, estarían siempre, juntos.
