Hola a todos, aquí les traigo esta adaptación de la película "La boda de mi mejor amigo", una comedia romántica al estilo Sailor Moon ;)

Un Serena/Seiya/Rei para el grupo: Originales Ladies Kou.

Los personajes no me pertenecen, claro está.

Espero que se imaginen la película a través de estas palabras.

Que lo disfruten.


Elígeme a mí

En un finísimo restaurante de Tokio se encontraba la exigente y hasta odiada por muchos Rei Hino, degustando un plato para su siguiente crítica.

-Esta algo exagerado… pero recomendable- culminó así su frase pero con aquella pausa casi infartó al chef. Esas fueron sus únicas palabras a lo que todos quedaron aliviados, ya que eso era consideraba una muy buena crítica de su parte.

Junto a ella se encontraba su amigo Zafiro.

-Por cierto ¿te llamaron del diario Times?-

-No sé, voy a ver- tomó su celular (recuerden que esta historia está ambientada en los años 90, así que imaginen que teléfono era) Ella le quitó la tapa y escucho la casilla de voz.

-Hola soy Seiya, han pasado meses ¿no? Bueno quiero hablar contigo estoy en Tokio. Llámame a la hora que quieras tenemos que hablar. Adiós- mientras escuchó el mensaje en su rostro se dibujo una gran sonrisa, cosa que no paso desapercibida por su amigo.

-¿Quién es? ¿El actual?-

-No al contrario, es mi Seiya, Seiya Kou-

-Mmmm el cantante, recuérdame ese-

Ella comenzó a contarle como se conocieron, como tuvieron un leve romance y hasta como llegaron a hacerse los mejores amigos. Justo en ese momento recordó una anécdota.

-"…Una vez el tomó una pequeña navaja se cortó el dedo, también lo hizo en el mío y me dijo: júrame si al cumplir los 27 años y no estamos casados, nos casaremos tú y yo…"-

-Nunca volvimos a hablar de eso, no sé porque lo recordé.

-¿No vas a cumplir 27 en unos meses?-

Ambos se quedaron mirando.

Llegó a su casa y lo primero que hizo fue escuchar la contestadora, tenía un mensaje de él.

-Hola, soy yo de nuevo, necesito hablar contigo por favor llámame te dejo mi número estoy en el hotel…-

Enseguida marcó el número dado y aguardó unos segundos.

-Hola si quisiera hablar con Seiya Kou-

-Un momento por favor- el rostro de Rei se puso cada vez mas impaciente con aquella musiquita de espera haciendo que revoleara los ojos en señal de fastidio, hasta que por fin se escuchó alguien del otro lado del la línea.

-¿Diga?-

-Hola ¿Ud. está suscripto al club de sexo caliente?- dijo mientras revolvía su cabello.

-Hola preciosa, que gusto escuchar tu voz, te extraño… te he estado llamando hace más de un mes…-

-Bueno, es que he estado bastante ocupada con el trabajo- lo interrumpió.

-Tengo que preguntarte algo increíblemente importante y si no te veo no sé que voy a hacer-

-Justo he estado pensando en ti y en aquella promesa que nos hicimos hace como mil años- dijo riendo nerviosamente.

-Si yo también la recuerdo-

-¿Ah sí?-

-Sí, pero no es por eso que te llamo-

-¿Ah no?-

-No, te llamo porque conocí a alguien-

-Vaya eso es genial- quiso disimular pero su rostro se había vuelto pálido.

-Nunca me he sentido así por nadie, te va a simpatizar ella es hermosa su papa es el dueño de una multimillonaria empresa y sabes que siempre he estado incomodo con la gente rica pero ¿sabes qué? ellos no son así… ella es maravillosa en verdad, lo mejor del universo y…-

Mientras Seiya le seguía comentando las cualidades de su nueva chica Rei no le estaba escuchando, quedo atónita por la noticia solo una palabra la sacó de su trance-

-…Y nos vamos a casar este domingo-

-¡Seiya hoy es miércoles!- dijo sentándose al borde de la cama y al errarle se cayó al suelo

-Rei tengo miedo, te necesito sino vienes a animarme no podré casarme… y quiero presentártela-

…..

Unas horas después de colgar el teléfono.

-Rei debes calmarte- le dijo su amigo Zafiro mientras manejaba rumbo al aeropuerto.

-No, no puedo, tengo solo 4 días para impedir la boda, robarme al novio y no tengo ni idea de cómo hacerlo-

Su amigo la observaba como ésta estaba eufórica.

-El me amó durante muchos años a mí, a mí, ¿y ella qué? ¿Lo conoce hace qué? ¿Dos hs?-

-Cálmate-

-No quiero perderlo Zaf, quiero recuperarlo-

…..

Comenzó a recorrer el aeropuerto en busca de su antiguo y muy apreciado amigo. Hasta que lo vio y comenzó a correr en su dirección.

-¡Auch!-dijeron ambos cuando chocaron sus frentes casi como si fueran a darse un beso.

El enseguida volteó en dirección contraria donde se vio a una pequeña figura muy elegante que se acercaba a ellos con unas maletas y que muy sonrientemente les saludaba.

Rei no pudo evitar cambiar su rostro de extrema felicidad a podría decirse que casi desprecio.

La joven rubia de larga cabellera y con dos odangos, lo cual le pareció ridículo a la morocha, se les acercó alegremente y al llegar hasta ella la abrazó muy fuerte sin quitar de su cara una gran sonrisa.

-Ahora si estamos todos y será perfecto. Desde que lo conocí no he parado de escuchar Rei esto, Rei lo otro… siempre quise una hermana Rei- le dijo sin parar y sin quitar aquella sonrisa que la estaba sacando de quicio a la peli negro.

….

De camino Serena manejó su vehículo a gran velocidad y de una manera algo arriesgada lo cual hizo que Rei se aferrara al asiento.

-Mi madrina se enfermó y necesitaré alguien que la remplace, así que por favor se mi madrina, ¿sí?-

-¿Qué? ¿No sería mejor una dama de honor? soy alguien que conoces solo hace pocos minutos-

-Mis damas de honor son unas parientes con casi 40, necesito alguien joven a mi lado, alguien como yo. Tengo 4 días para que seas mi mejor amiga. Así que tendrás que esforzarte mucho, ¿he?- le dijo riéndose.

Su cara quiso aparentar una mueca pero en realidad era una mezcla de incredulidad.

En la tienda de vestidos.

La peli negro se encontraba cambiándose, se había probado un sinfín de vestidos y había aguantado a Serena hablar todo el tiempo de lo bien que se sentía con Seiya y sus planes a futuro y la verdad era que ya estaba asqueada, solo quería salir de ahí. Agarró su teléfono y se puso a contarle a su otro amigo sobre lo sucedido.

De pronto alguien entró al cambiador, era Seiya por lo que ella tomó algo con que cubrirse ya que estaba en ropa interior.

-¿Porque te cubres? te he visto con menos ropa que eso- y sonrió.

-Bueno es que ahora la situación es diferente…-

-Si es cierto- le dijo mientras le dejaba otro vestido para que se lo probara.

-Eres un encanto… y hasta así de desnuda- le dijo sonriendo y se marchó dejándola atónita.

La morocha se sentó en una silla y tomó el teléfono nuevamente.

-¿Sigues ahí?-

-Si escuche todo-

-¡La haré polvo!-

…..

Ambas muchachas comenzaron a pasar más tiempo juntas. Rei disimuló querer ser su mejor amiga. Pero cada vez que podía trataba de hacerle ver las cualidades de su prometido, resaltando sus defectos claro está.

-…Si, tiene un ronquido bastante extraño, deja la ropa por el suelo por cualquier parte, la tapa del inodoro nunca la baja, el dentífrico lo aprieta por la mitad ¿puedes creerlo?... y besa delicioso…- expresó mientras ambas entraban al ascensor.

-Eso ya lo había olvidado, tendré que creerte-dijo con una risita nerviosa.

Pasaron unos segundos y Serena oprimió el botón de emergencia logrando que se detuviera. A lo que Rei comenzó a hiperventilar, le aterraban los lugares pequeños y la sensación de encierro, cosa que nunca le admitiría a nadie. Serena comenzó a hablar y a hablar pero ella no la escuchaba, estaba absorta en querer salir de ahí.

-… El siempre hablará de ti y siempre te tendré celos, así que tú ganaste Rei-

-¿Qué?- regresó de su estado.

-Que tu ganaste, el te tiene en un pedestal y a mí en sus brazos- Terminó de decir que la peli negro casi la empujo para apartarla y oprimió nuevamente el botón para que funcionara el ascensor. De pronto las puertas de mismo se abrieron y Rei solo quiso salir corriendo de allí. Pero lo que logró fue toparse con un hombre, chocaron y ella cayó al suelo de espaldas.

-¿Estás bien?- preguntó Serena.

-¡Pero si es la sombra de la novia!- exclamaron dos mujeres que ahí se encontraban, eran las damas de honor, Phobos y Deimos.

-Ven querida, tenemos órdenes estrictas de llevarte con el novio al estudio de grabación- se le acercó una mujer muy sonrientemente, era Ikuko Tsukino la madre de la novia.

….

Una vez que estuvo con Seiya en el estudio, aprovechó el descanso de unos minutos para apartarlo del grupo de trabajo y poder así hablar a solas con él.

-…Si es verdad a veces la perfección cansa ¿pero sabes? descubrí que ella no es perfecta, es como yo, tenemos tanto en común... Me deja tomarla de la mano en público o hasta besarla si quiero-

-¿Con lengua y todo en público?-lo interrumpió.

-Sí y todo el tiempo que yo quiera- rió.

-Mmmm- solo respondió.

-Oh reconozco esa cara, ahora lo recuerdo no te gusta lo sentimental, recuerdo que no te gustaba que te abrasara-

-Ya no soy mas así, no soy la misma de antes-

-¿En serio?-

-Sí, ahora busco pasarla mejor y con esos detalles sentimentales- no paró de mirando provocativamente.

Esa noche los tres fueron a un club de karaoke. Ella había recordado lo mucho que les gustaba ir a ambos hace unos cuantos años atrás.

Sentados en una mesa Seiya y Rei comenzaron a hablar entre ellos dos, a decir uno una palabra y el otro terminarla, cosas por ese estilo, lo cual puso un poco incomoda a la rubia. Ella trató de acotar algunas palabras de vez en cuando o de reírse para no quedar por fuera de la conversación, pero no la escuchaban.

De pronto un ebrio se le acercó a Serena.

-Vamos preciosa quiero oírte cantar-dijo tambaleándose.

-A ella no le gusta cantar- expresó Rei a lo que Seiya tomó el micrófono y se levantó.

-Damas y caballeros, aquí mi futura esposa les cantará algo especial- a lo que la jovencita solo negaba con la cabeza rogando que no dijera más palabras.

-Seiya por favor, ¿no ves que la pones nerviosa? Dame eso- y tomó ella el micro.

-¡Querido público presente denle un aplauso a la majestuosa vocalización de la señorita Serena Tsukino!- Y le entregó el micro y todos comenzaron a aplaudir incluyéndolo a Seiya.

La rubia comenzó a leer la pantalla y de su boca solo salieron palabras entrecortadas y desafinadas, demasiado desafinadas entre el nerviosismo y su mala voz para el canto.

Todos comenzaron a abuchearla y exclamar lo mal que cantaba. Ella siguió cantando con la voz cada vez más casi en llanto pero al ver el rostro de su amado que la miraba con tanta ternura comenzó a reírse de sí misma, siguió desafinando y cada vez peor, pero riéndose.

Rei abría los ojos contantemente como desaprobándola, pero al voltear notó la cara de un joven enamorado que miraba penetrantemente a su prometida.

Serena comenzó a realizar pequeños movimientos como intentando bailar al compas de la música y todos comenzaron a aplaudir siguiendo el ritmo.

Él no paró de mirarla y de asentir con la cabeza como brindándole aliento. En cambio Rei solo quiso taparse los oídos.

Terminó la canción y Seiya se acercó hacia su prometida para darle un beso y a su vez para gusto del público que comenzó a aplaudir cada vez más fuerte.

…..

Terminada la noche Serena se tuvo que ir a una reunión familiar dejándolos solos.

-Te cae bien, ¿cierto?- le preguntó mientras compraban comida rápida en un puestito de una esquina.

-Si-

-Uy que entusiasmo-

-Si me cae bien, es… graciosa-

-Me alegro que se lleven bien-

-Además eso de sacrificarse por ti, por estar contigo y pasar más tiempo contigo-

-¿Ella te dijo eso?-

-Algo así, su padre tiene una gran empresa, ¿porque no le pides una oficina y trabajas de algo más serio?-

-Nunca te molestó lo que hago-

-A mi no me molesta…-

-¿A ella? Nunca me dijo nada, al contrario -

-De seguro te pedirá que trabajes con su padre y tengas una vida normal-

-No, no creo, ella no es así, no la conoces…-

….

Al día siguiente las muchachas se encontraban seleccionando objetos y cosas así para la lista de los regalos de boda.

-Deberías pedirle a tu padre que contratara a Seiya, así tendrá un mejor trabajo-

-Pero el ama su trabajo-

-No, que va, lo odia, horarios horribles, muchos vuelos, las chicas acosándolo…-

-Nunca me lo dijo. Yo pensé que si le ofrecía eso se enojaría-

-¿Enojarse? Pero no, ¡le encantará!...-

…..

Varias horas después se reunieron los tres para almorzar.

Serena estaba muy nerviosa debía decirle a Seiya que la idea del nuevo trabajo había sido de su padre.

-Amor debo pedirte algo- a lo que de reojo vio como Rei le hacía caras alentándola a hablar.

-Mejor dicho, mi padre necesita un favor. Necesita que por unos meses lo ayudes con su trabajo, te dará una oficina para ti solo…-

-¿Qué? ¿Tu sabias de esto?-indagó a la morocha.

-Seiya escúchala-

-Serian unos meses y pruebas…-

-¿Tu padre? ¿Fue idea de tu padre? Se sincera por favor- dijo bastante molesto.

-Soy sincera… ¿yo acaso no puedo opinar de nuestro futuro? Es mi vida también… ¿debo dejar mi carrera y mi familia por seguirte a tus giras y a donde sea que vayas?-

-¿Qué? ¿Eso opinas de mi carrera? no sabía que no te gustaba. Bueno aunque es mejor saberlo ahora antes que más tarde-

-No, no es eso-

-Dilo, di que odias mi trabajo, que es poca cosa al lado de la gran empresa de tu padre. ¡Dilo! ¡Di que yo soy poca cosa!-cada vez se exaltaba mas.

-No yo nunca dije eso-dijo sollozando ya al borde del llanto.

-Dos días antes de la boda me lo dices, esto se acabó-

-No, no por favor, no me digas eso- le rogó aferrándose a su pierna llorando desconsoladamente- Fue un estúpido acuerdo lo siento, yo no pienso eso de ti ni de tu trabajo, por favor no me dejes, olvídalo por favor-de rodillas delante de éste siguió derramando lagrimas sobre sus piernas ante la mirada atónita de la peli negro.

-Lo siento amor, tienes razón se que tú no eres así por favor perdóname- le dio un pequeño beso en los labios y la abrazó fuertemente mientras ambos se pedían disculpas unos detrás del otro.

-Em comamos, ¿no?- dijo Rei interrumpiendo el momento.

…..

Tumbada en la cama marcó a la única persona que la podría ayudar.

-Zaf por favor, ayúdame algo se te tiene que ocurrir ya no doy más, de todo lo que planeo nada funciona, por favor cuando escuches este mensaje llámame-

Mientras esperó la respuesta cenó algo rápido, luego se dio una ducha y a lo último mientras se cambiaba se quedo mirándose en el espejo.

-Tanto rabear me están saliendo arrugas, me pondré una mascarilla-dijo dándose pequeños golpecitos en el rostro.

Pasaron los minutos y no había noticias de su amigo así que decidió tomarse una botella de vino y comerse toda una caja de bombones para luego caer dormida sobre la cama hasta que el sonido del timbre la despertó.

Al abrir la puerta pegó un grito.

-AAAHHH-

-AAAHHH-también gritó la persona, era su amigo que había tomado un avión para ir a ayudarla.

-Viniste y odias volar-le dijo abrazándolo.

-¿Una mala noche?-le preguntó al notar que llevaba una quebrajada mascarilla en la cara y su aliento olía a vino y chocolate. Enseguida la dirigió hacia el baño, tomo una toalla de mano, la mojo un poco con el agua de la canilla y comenzó a limpiarle el rostro.

-Ella es perfecta Zaf, él la ama, ya intente de todo y nada funciona, debes ayudarme-le decía mientras este le seguía quitando la mascarilla del rostro.

-Aja- era lo único que el respondía.

-Es mi felicidad, debo hacer algo… maldita sea el estuvo enamorado de mi por casi 10 años y ahora aparece ella… yo lo puedo hacer mucho más feliz que ella-

-¿Lo amas realmente o solo lo quieres porque alguien más lo tiene?- lo quedó mirando sorprendida.

-Se sincera-

Ella comenzó a explicarle de todas la maneras posibles, de todas las sensaciones posibles, todo lo que sentía por él.

-Entonces dile que lo amas, que siempre lo amaste durante todos estos años pero que le temías al amor-

-Pero si se lo digo ahora…-

-Díselo, si es el peor y estúpido momento para confesárselo pero tiene que elegir-

-Decirle la verdad…-

-Bueno no toda- la miró fijamente y ambos rieron.

Continuará…