*Mi primera historia larga, la he rescatado de las antiguas que tenia yo, esta la subí a un foro en el que era Kagome, así que los que la vean de nuevo, esta mejor escrita y con algunos cambios ^^ Disfrutarla ¿vale? ¡EMPECEMOS!

Capitulo 1: ¿Qué pasó?

Último día del curso, último día de estar en esta prisión, ultimo día de estar en este internado de señorías, ultimo día para poder oler mi libertad. Esto en el balcón de mi habitación, todas las chicas están durmiendo, pero de la emoción no consigo conciliar el sueño, solo sueño en el momento que volveré a ver a las personas que quiero, en especial, a él…es cierto que es muy legado a mi pero me alegra saber que no me olvida. Siento el viento despeina mi cabello azabache y el reflejo de la luna hace que me aparezcan reflejos azulados. Me pongo a pensar en lo que me ha dicho antes Eri…puede que tenga razón pero tengo fe en lo que pasara de ahora en adelante.

*Flash Black*

Estoy de un lado para otro arreglando mi maleta y metiendo mis vestidos, mis zapatos…todo, estoy con tanta emoción no la alegría sale de mi sin parar. Eri se ríe de lo que hago a carcajadas pero me da igual, desde que tengo 7 años entre aquí y ni mi hermana Kikyo, ni mi nana Kaede se han pasado a verme o a sacarme de aquí en vacaciones mientras las otras chicas salían entonces estoy muy emocionada. Sigo en mi mundo hasta que Eri empieza a hablarme:

-¿Por qué estas tan feliz Kagome?-

-Está claro, ¿te imaginas todo lo que espera afuera de ahora en adelante?-

-Yo lo sé- me hablo con desgana

Me paré a verla y me senté a su lado-¿Qué va a llegar?-

-Pues mira, mis padres vendrán a recogerme y de ahí me arreglaran para hacer mi baile de presentación y hay conoceré a mi futuro marido-

-Pero…¿tu quieres eso?-

-No, pero es para lo que nos han educado todo este tiempo-se rió.

Me levante ofendida-yo no voy a hacer eso, si me caso será con el hombre al que amo- en ese momento me dirigí a mi baúl especial donde estaban esos regalos que hacían aparecer una sonrisa en mi cara.

Se carcajeo con más ganas-Kagome, es así, y eso es lo que nos va a pasar, a ti y a todas las que estamos aquí, seguramente-hizo una pausa levantándose-seguramente acabaras…mmm…-se paró un momento a meditar-con un viejo verde, riquísimo con un título importante y acompañándole a las fiestas esas tan aburridas que intentas siempre escapar- se volvió a reír muy fuerte y se fue de la habitación dejándome sola.

En aquel instante me senté en mi cama…me encontraba sola y analizando lo que me acababa de decir, toque con la yema de mis dedos el baúl y lo abrí suavemente mostrándome unos cuentos, desde la bella durmiente hasta la sirenita…algunas veces pensaba que aun el me veía como una niña pequeña por eso me mandaba esos regalos y siempre acompañado de notas. Cogí el libro de la bella y la bestia y

abrí la primera página donde estaba su nota, donde estaba puesto:

"Para que sepas que los sueños sean cuales sean son

capaces de hacerse realidad"

ATTE: I.T.

Era lo que hacía que tuviera fuerza para no escaparme de este internado, donde

los sueños hace mucho que volaron hacia una red que no tenía salida...

*Fin Flash Black*

Sigo mirando a la luna…y en ella soy capaz de imaginar tu sonrisa…esa que echo tanto de menos. Me voy hacia mi cama y cierro los ojos para poder descansar y

reunirme en sueños contigo.

-Kagome tranquilízate-me dice una compañera a mi lado.

-No puedo…tengo muchos nervios-hablo moviéndome de un lado para otro.

-Mira allí están-me abraza-para lo que quieras ya sabes que aquí me tienes Kagome-me dio dos besos y fui corriendo a encontrarme con mi hermana, mi nana y… ¿Quién era ese? Me sonaba mucho.

-¡Hermana! –la abrace efusiva y ella me correspondió, note como Kaede también me abrazaba por atrás-¿Cómo estáis? Os he echado muchísimo de menos…no imagináis cuanto-las volví a abrazar con fuerza.

-Kagome tranquila has de tener educación, una señorita a de saber cuándo ser efusiva-me dice fría como de costumbre

-Shiiiiiiiiiiiiiiii…pero es que tenía muchas ganas de volver a veros, han sido muchos años sin saber nada de vosotras, por una vez...-Le saqué la lengua mientras le guiñaba un ojo como cuando eramos pequeñas y hacía una travesura.

-Es verdad…10 años ni más ni menos…-hablo seria Kaede

-Tenemos que contarte una noticia de hace…bastante-me fije que Kikyo miraba a su acompañante y le cogía la mano-nos hemos casado, se llama Bankotsu-

En ese momento se me callo todo lo que tenia pensando, pero…¡si mi hermana estaba comprometida con él!

-Pe-pero…t-tu no te ibas a casar con…-no me dejó terminar la frase cuando me interrumpió.

-¡No menciones su nombre!-Esa fue la primera vez que vi a mi hermana perder la compostura en público.

-Encantado de conocerte Kagome, me ha hablado mucho de ti tu hermana-me cogió la mano y me beso en ella mirándome, como todo un caballero.

-I-igualmente…-Ahora mismo no me acordaba de la clase de educación al saludar, así que intente sonar lo mejor posible.

-Bueno es hora de ir a casa-Susurro Kaede para quitar hierro al asunto.

-¿¡Nuestra casa?- pregunte llena de gozo y respirando algo agitada porque ya era hora de salir de esos alrededores.

-No querida, a la mía y la de Bankotsu, la antigua esta demacrada, pero no te preocupes a nuestro lado estarás mejor-

Nos dirigimos hacia el carruaje y me puse en la ventana, mi hermana me hablaba de sus cosas y yo iba mirando el paisaje donde se divisaba en el fondo mi antigua casa…baje la mirada y me vinieron recuerdos de lo que deseaba ver. Parece que alguien me hubiera escuchado por que la diligencia se había parado. Salimos y vieron que uno de los caballos se había vuelto loco, como al lado había una posada decidieron descansar hasta mañana. Mi hermana se puso como loca pero su esposo la tranquilizo llevándola hacia dentro, me dirigí hacia Kaede y le pregunte:

-¿Nana puedo coger a Fire?-

-Claro, mientras tengas cuidado y vuelvas a la hora que te decimos no hay ningún problema- me sonrió con esa sonrisa que recordaba cuando era una enana.

-¡Claro!-fui corriendo y saque a Fire, mi caballo, mi mejor amigo. El llevaba conmigo desde que me llevo mi hermana al internado, al menos el me había consolado en momentos que nadie sabía y que echaba muchísimo de menos la libertad. Me subí aunque fuera con el vestido azul que llevaba. Le di fuerte y nos dirigimos hacia el bosque, Kaede me dijo que no me acercara a los alrededores de mi antigua casa, que era peligroso, pero me daba igual tenia un latido que me llamaba a ir allí. Fire sabiendo a donde nos dirigíamos aceleró el ritmo y al cabo de media hora llegamos por donde estaba la puerta principal.

Lo que me encuentro es mi casa llena de enredaderas frondosas, la hierba no dejaba ver el camino , se veía el establo más o menos bien a lo lejos. Baje de Fire y le dije que se estuviera quieto para que no pasara nada. Me adentré a paso lento y poco a poco entrando por la puerta, estaba desmejorada y cuando la moví chirriaba. Entre y divise la entrada principal, sin nada de luces como lo que era antes, sin nada de brillo pero aun tenía esa toque de grandeza que cuando era pequeña era como perderme en el paraíso. Decidí acercarme al salón de baile, aquel salón donde mi padre me decía siempre que hay celebraría mi baile de presentación, rodeada de las personas que me querían…ahora esas palabras son lejanas para mí. Entre en él y lo veía todo oscuro, así que me acerque a las cortinas rojas y las eche a un lado para que le diera la luz del día.

Sonreí como una tonta y me puse a dar vueltas por en medio del salón, imaginando que todo está lleno de luces, están todos disfrutando y que tengo libertad de estar con quien desee. Justo cuando estaba como en mi mundo escuche un ruido que hizo que me detuviera, pensé que habría sido Fire así que seguí con lo mío de dar vueltas contenta cuando de nuevo escuche ese ruido más fuerte que antes, entonces hay si me pare para mirar alrededor pero no veía nada…quizás fuera alguien que estuviera por aquí. Llegue a la escalera principal donde comencé a subir los peldaños rápidamente dirigiéndome a mi antigua habitación. La abrí lentamente y vi que no había cambiado en mucho: el color rosa estaba ahora mas gastado y el colchón mas antiguo pero aun estaban mis peluches. Fui lentamente hacia la cama y agarre un león que me había regalado él y lo abrace contra mi pecho cuando volví a escuchar ese ruido justo atrás mía:

-Deja eso donde lo vistes si no quieres salir mal parada-hablo una voz ronca y profunda, que se le notaba enfadado por esa intromisión a mi propio cuarto.

-S-se equivoca señor…e-esta es…mi antigua casa…no deseaba molestar solo recordar…-empecé a sollozar un poco teniendo miedo de que me pasara algo sin antes poder llegar a verle.

-Date la vuelta lentamente-El tono de voz se había relajado.

Obedecí sin rechistar con los ojos fuertemente cerrados y el peluche aun abrazado a mí, no deseaba soltarlo, era estar más cerca suya, cuando termine de girarme…

-¿Kagome?-

Justo cuando lo dijo abrí los ojos como platos y me encontré con lo que más deseaba, su cabello corto azabache como el mío, esos ojos dorados que eran el sol de mi vida, sus rasgos masculinos, su traje rojizo…

-Inu…Inuyasha…-en ese momento apreté mas fuerte el peluche y lloré sin darme cuenta de que lo hacía.

-Kagome…-sentí como andaba y me abrazaba fuerte de los hombros.

-Te…eche…tanto de…menos…-lo abrace fuerte por el cuello dejando el peluche a un lado, deseaba que me abrazara…que no me quitara de su vida…no quería eso de nuevo

Se aleja un poco y me mira suave y dulcemente- ¿Qué haces aquí pequeña?-

-Salí ya del internado…y deseaba volver a ver mi casa…pero lo que más deseaba era verte a ti-le volví a abrazar fuerte por el pecho-¿Y tú?

-Recordaba las cosas de hace tiempo-me acariciaba el pelo, mientras me mimaba como hacia tiempo se dedicaba a hacer mi padre.

Me aleje un poco y me pare a mirarlo-cuéntame por favor.

-¿El qué Kagome?-

-¿Qué pasó con el compromiso que tenias con mi hermana?-pregunte angustiosa

*Continuara...

¿Qué os a parecido? Muchos besos y espero recibir vuestros comentarios.

¡Besos!

Atte: Kagome Eternal Miko