Disclaimer: Yo solo juego con la trama y los personajes, propiedad de Marvel.

Summary: Todos elegimos nuestro lugar. Desde hoy el "Instituto Xavier Para Jóvenes Talentos" abre sus puertas. Aún nos queda mucho camino por recorrer. Lo que queda de la Primera Generación esta lista para conocer a sus nuevos compañeros. O eso creen ellos. Havok/OC.

La Primera Era de los X-Men

Prólogo:


Sonrío cuando observó las grandes puertas de la Mansión.

Después de todo lo que habían pasado por fin podía regresar a un lugar al que era capaz de decirle hogar, después de esos años en prisión era capaz de decir que era libre y que había hecho algo bueno por fin.

Habían tenido bajas, Darwin había muerto, aunque lo conoció por poco tiempo lo consideró su amigo, y en parte se culpaba por su muerte, su propio poder lo había asesinado.

Angel se había ido, sinceramente, no tenía nada bueno que decir de ella, era la clase de personas en las que no se podían confiar, la clase de personas que eran capaces de darte una puñalada por la espalda en el momento mas inesperado.

Hank había dejado atrás su apariencia humana, para darle paso a Bestia, el verdadero mutante que era.

Mystique se había ido, y estaba seguro de que no regresaría. No, ese ya no era su lugar.

Erik... Él, de alguna forma que no sabía explicar, había dejado claro que tenía sus propios objetivos, que esto era algo pasajero. Pero jamás creyó a lo que llegaría él, a darles la espalda, a irse con quienes los habían querido matar días antes. Respetaba sus ideales, aunque no los entendiera, no después de que había creido que era uno de ellos.

Xavier, quien defendiendo a los equivocados habia perdido a su amigo, a su hermana, sus piernas. Había dado demasiado esperando algo que nunca llegó. Pero él a pesar de todo eso, no se arrepentía, había evitado una guerra - a un alto precio - pero había salvado miles de vidas, que de seguro nunca lo sabrían.

Y Moira, una de las pocas humanas que les tendió una mano, que confió en ellos, que había estado dispuesta a dar su vida al unirse a ellos. Por personas como ellas no odiaba a la raza humana, porque estaba seguro de que podían entender, que podían abrir sus mentes a una nueva era, a una nueva evolución.

—¡Havok! ¿Te quedarás ahí todo el día o entrarás? — La voz de Sean lo hizo girarse, estaba justo debajo de las puertas, sonriendo como un niño pequeño.

El rubio sacudió su cabeza, saliendo de sus cavilaciones. — Voy en un segundo — Respondió, miro hacia atrás, hacia los extensos jardines y suspirando siguio al pelirrojo.

Porque a partir de ese día empezaba una nueva era.

La era de los X-Men.