Disclamainer: Todos los escenarios y personajes mencionados a continuación no me pertenecen. No obtengo ningún beneficio económico-fiscal por esta historia.
N/A: Buenas a todos! Posiblemente, la gente aficionada a los Drarrys no me conozca, ya que hasta la fecha solo he escrito sobre Andrómeda y Remus x Sirius. El caso es que una idea me vino a la cabeza con Draco y con Harry y… he tenido que escribirla. Ahí va, ¡espero que os guste!
Dos cuerpos, chocando, frotándose. Dos hombres, disfrutando el uno del cuerpo del otro. Gotas de sudor recorriendo sus cuerpos, inalterables, mientras sienten embestidas de placer recorrer su cuerpo.
Oleadas inmensas hacen que ambos lleguen a la cumbre, al pináculo del placer. Cantidades sobrehumanas de ese líquido tan preciado, llenando cavidades, inundando abdominales.
Y después, el silencio. Los cuerpos paran de chocar. Las gotas de sudor pararon de caer. Todo parecía paralizado, víctima de un conjuro. Poco a poco, los hombres se imponen sobre el animal que los ha dominado. Poco a poco, se van separando, recuperando la cordura. Poco a poco se van acordando de quienes son. Porque esos momentos los hacen olvidar todo. Incluso que no deberían hacer eso.
Por el qué dirán. Por tantas cosas.
Lentamente se van vistiendo. Buscan sus prendas, perdidas por la sala en el fragor de la batalla. Primero se va su amante. Ya se ha vestido. Lenta pero inexorablemente, ve desaparecer su cabello rubio, que minutos atrás estaba deleitándole al tacto.
Se queda solo. Sus ojos verdes miran pero no ven, tal es la fuerza de sus pensamientos. No deberían hacer aquello. Pero lo hacen. Tampoco debería querer a Draco Malfoy. Pero lo hace con cada fibra de su ser.
Unos metros más alejado, Draco frena después de pasar la esquina. Se apoya en la pared. Desgraciadamente, los sentimientos por el cara rajada seguían allí, ocupando un gran sitio en su corazón, que a pesar de lo que digan, siente.
Y siente con fuerza por Harry Potter.
N/A: Pues hasta aquí mi experimento Drarry! Espero que os haya gustado, espero ansiosamente vuestros reviews. Atentamente, Lord Black-Prewett.
