No suelo escribir Romiones, pero éste va para una persona muy especial. Espero les guste.
Disclaimer: Nada me pertenece, excepto ideas y todo aquello que no puedas reconocer. El resto pertenece a JK Rowling. Sin fines de lucro alguno y solo por diversión.
Todas las noches, religiosamente, Ronald Weasley acostaba a su pequeña "Hermione " como solía llamarla, pero versión pelirroja. Rose Weasley siempre esperaba la hora de dormir con ansias, puesto que su padre siempre tenía una muy buena historia que contar. Aún era su pequeña hija, aún era hija única.
- Creo que nunca te he contado acerca de la pequeña bola de luz que tocó mi pecho y me atravesó... - dijo su padre con una sonrisa y Rose se apresuró a negar con la cabeza, bajo las cobijas.
- Sí lo hiciste papi y mami también. - dijo la pequeña de inmediato y su padre sonrió al escucharla.
- No me refiero a esa historia. Te hablo de algo que sucedió antes de que nacieras. - se aclaró la garganta de inmediato, preparándose para recordar todos los detalles posibles. - mamá estaba embarazada de ti, esperándote como ya te dijimos, hace unos años. Eras nuestro primer hijo y no lo sabíamos, ella no había sentido nada aún y yo no lo sabía. - dijo a su hija, que le observaba atenta. - una de esas tantas noches, tuve un sueño muy extraño. Soñé con una pequeñita pelirroja, lloriqueando y llena de energía que resultaba idéntica a tu madre y tan bonita como ella. Yo no entendía lo que pasaba, pero tenía éste sueño con una bebé y cada vez que la miraba, que la tocaba, ella dejaba de llorar y como si pudiera reconocerme.
Rose continuaba atenta, mirando a su padre.
- Eras preciosa, pelirroja hasta más no poder y un cabello tan rizado como el de tu madre. Por alguna extraña razón, no quería despertar y soñaba con tenerte entre mis brazos, en la vida real. Sentía un agradable calor en mi pecho que me hacía recordar al amor, al hogar, al sitio a donde pertenezco y vengo desde siempre. No había sensación igual y solo había recordado sentirme así, cuando pensaba en tu madre mientras tenía el desiluminador en la mano.
- Y qué pasó luego, papi.
- Pues, de repente, algo en mi interior me dijo que ya había llegado al lugar indicado. Ese, donde tú estabas inmersa, flotando sin preocupaciones. Sentí que ya te tenía cerca de mí, a mi lado. De pronto simplemente dije: "Rose" y sentí que tu madre despertó sobresaltada.
Su hija apenas podía contener la emoción.
- Qué ha pasado, ¿has sido tú? - me dijo de repente y yo no supe qué decir. De qué me hablaba, no tenía ni idea. " Qué cosa he sido yo" le pregunté y ella me miró en la cama, mordiendose el labio inferior con indecisión. "He sentido una ligera puntada en mi vientre, aquí... mira" me dijo y tomó mi mano de inmediato. Volvimos a sentir esa "presión" y una sensación de que estábamos al fin en casa, juntos. Y de que habíamos encontrado, justo, lo que estábamos buscando. Y las luces siquiera se apagaron a nuestro alrededor. Y así fue como nos percatamos de que tu madre estaba embarazada y esperándote.
- Por qué crees que haya pasado, no puedo creerlo.
- No lo sé y constantemente me hago la misma pregunta. Quizá tu viejo padre esté loco y después de que casi pierde a tu madre por tonto, simplemente quedó traumado con todo el asunto de la bola de luz y lo mucho que debió soportar el enojo de mamá, hasta que decidió perdonarlo. Quizá fue sólo una tonta coincidencia, pero desde entonces te llamamos Rose y siempre que mencionaba tu nombre, tenía esa sensación de tener un desiluminador en mano.
Y su hija sonreía mientras su padre y su madre, besaban su cabeza y susurraban: "buenas noches". Hermione amaba esa historia y con ella, hasta se salvaba de más de un error cometido.
Escuchándola decir: "Ay, Ronald... basta. Sabes que siempre me hace llorar".
