todos los personajes pertecenen a meryer, la historia es totalmente mia y esta dedicada a mi hermi sofia, te amo nena.
CAPITULO 1
Me levante con una canción llenando mi habitación, debía ser mi tia como cada mañana, sonreí divertida nunca dejaría de hacerlo, deje la molestia de lado comenzando a moverme con la melodía no la reconocía pero me gustaba era pegajosa muy estilo de mi tia.
—Veo ya te has despertado. — me detengo bruscamente de moverme, sin poder evitar una carcajada.
—nana, buenos días. —saludo acercándome a ella, era una mujer mayor con un espeso cabello blanco y finas arrugas decorando sus ojos negros.
—tu abuela me ha mandado a buscarte el desayuno ya esta servido.
— ¿Papá llego? —pregunto esperando un sí, pero como era de esperar, niega.
—Está bien, ya bajo.
Me fui a bañar, el agua estaba tibia como me gustaba, ¿Dónde estaría papá ahora? Como quisiera que todo fuera diferente, tal vez si ella no se hubiera ido, todo seria mejor, me pican los ojos, las lágrimas buscan salir pero las detengo, debía dejar de pensar en todo eso, salgo del baño llenándome de paredes color pastel decoradas con muchas fotos de la familia, embozo una sonrisa, los tenia a ellos.
Mi ropa ya estaba tendida en la cama, un ligero vestido morado y unas sandalias blancas, me vesti deprisa dejándome caer el cabello aun húmedo por el baño.
La casa olia delicioso, mi abuela tuvo que haber cocinado, de solo pensarlo mi pancita gruñía.
—hola princesa, ¿Cómo amaneciste?
—hola abuelita, muy bien con mucha hambre. —mi abuela me da un dulce beso en la frente como de costumbre, su cabello color caramero se mueve al inclinarse hacia mi, me sonríe sus ojitos brillan tanto como lo hacen al ver a algunos de mis tios, me siento en la gran mesa de madera ya con muchos platos servidos, la casa de mis abuelos era muy grande y moderna gracias a mi abue una de las mejores decoradoras del país.
—hola mi pequeña, ¿cómo está la niña del abuelo? —me saluda mi abuelo, era alto, rubio con grandes ojos azules, lo abrazo levantándome de mi silla.
—¡genial abuelito! ¿y usted joven doctor? —mi abuelito era pediatra uno de los mejores, ¡si señor!
—gracias por lo joven señorita, aunque ya no tanto, ¿Cómo no amanecer bien? Si mi princesa está en la casa. —sonríe mostrando sus perfectos dientes, se aleja sentándose en la cabecera de la mesa.
— ¡hola familia! buenos días, hola hadita. —llega mi tío Em, antes pasa por mi lado alborotando mi cabello, me quejo volviéndolo a colocar en su sitio.
—Emmet deja a la niña. —lo regaña mi abuelo.
—solo le hacía cariñito.
—entonces se más delicado Emmet, ¡no sé cómo harás con tu hijos!
—un amor padre, un amor
—hola papi, hola sofy. —entra mi tia Alice, ya la música ha cesado, me rio a carcajadas por su entrada saltando de un lado a otro.
—buenos días a mi otra princesa.
— ¡hola tiita!
—enana a mí no me saludas. —reprocha mi tío, sacándole la lengua, mi tía se sienta a mi lado devolviéndole la mueca.
— ¡papá! Mírala, mírala. —replica nuevamente mi tío, vuelvo a reír esto era cada día.
—Emmet, por favor debes madurar.
—mis niños, ya dejen de discutir. —interviene mi abuelita, tomando su lugar, ya todo está servido, me pasan un plato con mis hockeys acompañados de miel de maple y fresitas, mi desayuno favorito.
— ¿ha llamado papá? —interrogo antes de tomar un sorbo de mi jugo de naranja.
—anoche cuando ya estabas dormida, vendrá a buscarte esta noche, le ha salido otro evento. —frunzo el ceño ante la explicación, ¿Cuándo sería diferente? Jamás lograba cumplir.
— ¿cena con una de las brujas? —debate mi tía, mi abuelito la mira con reproche, ¡como si yo no supiera!
—Alice, por favor.
—solo preguntaba papi. —se defiende mi tía, mi tío se ríe, desvió los ojos, siempre queriéndome tratar como una niña, sabía todo lo que pasaba.
—de seguro vendrá la próxima semana.
—princesa no digas eso, el vendrá, ya verás. —me dice mi abuelita, me quedo callada, todos sabíamos, podía pasar.
— ¿hoy trabajaras tía?
—si mi niña, ¿quieres ir conmigo? —mi tía me sonríe emocionada a ella le encantaba llevarme cada vez que podía, tenía una gran boutique, donde siempre iban famosos, cosa a la que ya estaba acostumbrada debido a mi padre.
—claro tía, debo disfrutar mis últimos días de vacaciones.
—te podemos llevar al cine con Ros hadita. —expone mi tío con la boca llena.
—Emmet traga antes de hablar ¿Qué le estas enseñando a Sofía?
—lo siento mami, ¿quieres Sof? —asiento tratando de mostrar entusiasmo, pero esto no era lo que de verdad esperaba para mis vacaciones.
— ¿Cuándo viene mi tío Jas? —realmente no era mi tío, pero lo quería como eso, era el prometido de mi tía, llevan justos mucho tiempo, aun cuando yo no había nacido.
—nos ira a visitar a el trabajo pequeña.
—¡genial! Hace mucho no lo veo.
—él también te extraña me lo dice a cada rato, hasta me dan celos. —mi tía cuenta riendo.
—es que soy una hermosura tía. —digo divertida.
—como tu madre mi niña. —añade mi abuelita Esme, le sonrió por lo dicho, sabia no era del todo cierto, era la viva imagen de papá, en el caso de mi madre, según todos tenia su personalidad.
El desayuno se terminó con la ida de mi abuelito a la clínica, mi abuela tenia una reunión en su empresa de diseño, mi tio bueno el no se, se fue sin despedirse, queriendo aparentar a mi papá.
— ¡que hermoso! —chilla con frenesí mi tia al ver su nuevo diseño en una alta chica.
—esta precioso tía.
—si pequeña, me ha encantado.
—me lo llevo Alice, es espléndido. —le dice la mujer con el vestido, es hermosa, rubia con lindos ojos azules.
—te lo mandare a tu casa como los otros. —responde mi tia entusiasmada.
—¡Alice querida! —llaman desde el otro extremo de la tienda, uno de los encargados.
Mi tia llega minutos después, hoy hay más personas de lo normal entre ellas muchas modelos, llegue a ver una actriz, me reconoció y hablamos un rato, era amistosa, largas horas después estaba cansada, mi tía iba de un lugar a otro con los nuevos diseños, muchas ventas, era una de las mejores diseñadoras del país ella se encargaba de toda la ropa de la familia, incluyéndome.
— ¿Qué quieres de comer sof? —me interroga Jas mientras llegamos a la zona de comida, había venido a invitarnos a comer.
—me encantaría sushi ¿si?
—lo que pida la niña. —sonrió ampliamente una de las cosas que obtenía por no tener siempre a mi papá conmigo, era que lo que quisiera, lo tenía.
Como era de esperar nos atendieron rápidamente, nuestros pedidos vinieron en el menor tiempo posible.
—esta riquísimo.
—concuerdo contigo sofi.
— ¿Cuándo se casaran tío? —inquiero terminando de comer.
—el próximo año, pequeña.
—debe ser hermoso, la novia con su gran vestido blanco.
—así es sobri, algún día te tocara a ti. —dice mi tía con un ligero movimiento de cejas me rio, hubiera querido que mi papi tuviera eso.
—no, no, Arturo, bebe no puedes tener eso. —escucho en otra mesa, echo un vistazo encontrándome con un señor, diría de la edad de mis tios, de tez morena, muy alto, tenia un niño como de cuatro años, este intentaba agarrar todo lo de la mesa, solté una carcajada se veía muy chistoso el padre una y otra vez intentando quitarle todo, tal vez papá era asi antes, cuando era una niña, quizás siempre estaba presente, esta vez sonrió con nostalgia debía de ser lindo pero no recuerdo nada.
—los niños tienen mucha atención ¿no?
—si princesa, ¡demasiada! —me responde mi tío desviando la mirada a la otra mesa.
—pero son una hermosura. —replica mi tia entusiasmada mirando al bebé.
— ¿recuerdas cuando estaba así tía?
—sí, eras muy inquieta tu papá se volvía loco cuidándote, era para morirse de la risa.
— ¿y su trabajo?
—lo dejo un tiempo, después lo volvió a retomar.
—quisiera acordarme de eso.
—eras muy pequeña sofi, pero tenemos videos, cuando quieras te los nuestros, están en casa de los abuelos.
—quisiera ir a casa. —musito con tristeza, vivía más con mis abuelos que en mi casa.
—sabes que haces feliz a los abuelos cuando te quedas pequeña, esa también es tu casa.
—no es lo mismo tía.
—sof ¿quieres un helado? —llama mi atención Jas, asiento débilmente, nos decidimos por marcharnos del restaurante en busca del helado, fuimos a mi heladería favorita pedí un helado de tres sabores coco, frambuesa y chocolate acompañado de chispas de colores, ¡rico!
— ¿hoy iras a casa de los abuelos? —pregunto, mi tía tenía un departamento pero en ocasiones se quedaba con mis abuelos.
—si sof, me quedare contigo.
Segui platicando con mis tios un largo rato, hasta que decidimos volver a casa, mis abuelos habían salido a cenar asi que nos toco pedir algo de cenar, ninguno de ellos sabia preparar algo bueno, la última vez que Emmet cocino todos vomitamos ni hablar cuando lo intento mi tia Alice, nada bueno salía de eso, mejor nos salía evitar y pedimos una deliciosa pizza con mucho maíz.
Cerre la ventana de mi cuarto era una noche fría, me termine echando en la cama pensando en todo lo que había pasado en el dia, ay papa cuando volverás, suspire cansada, quería verlo, extrañaba pasarla con él, con toda la familia, juntos, ahora solo en navidades y no en todas es así, encendí la tv pero como esperaba nada bueno, me llamo la atención una película que esperar cuando estas esperando, otra vez bebés y sí que ocupaban tiempo, demasiado, eso me recuerda a el bebé en el restaurante, si fuera una bebé, papá de seguro estaría más conmigo pero eso es imposible, a menos… si tengo un hermano papá estaría con nosotros, no estaría sola, tuviera una mamá, mas imposible se volvia todo, siempre e soñado con tener una mamá, una familia, amo a mis abuelitos pero ellos no son mis padres, pero papá bueno el no era del tipo de padres que se casan y tienen familia, aun pienso que es extraño que haya elegido tenerme.
Pero… ¿Por qué no conseguir una mamá? O mejor aun una mamá con un hermanito, papá podría tenerlo como hizo con mi mamá primera, podría quedarme con mi nueva mamá y mi hermanito, papá tal vez se quede también, tal vez con eso el cambiara.
Pasaron unos comerciales de san Valentín, sería la próxima semana, muchas cartas llegarían para papá ¡asco! Modelos, actrices y mas de todo eso, nadie que me guste, como me encantaría que papá estuviera con alguien ese dia, que yo tuviera una nueva mamá pero era tan difícil, recordé nuevamente a ese bebé, ¡Ya sabía que debía hacer!, ¡debía buscar una mamá! La búsqueda empezaría desde mañana, pero no podía ser de las que conoce mi padre, no esas no, debía ser especial única, eso solo lo sabría cuando la viera ¡lo aseguro! con eso me llego el sueño.
ESTA ES UNA PEQUEÑA HISTORIA QUE ESTOY CREANDO, ESPERO TODAS LAS CHICAS QUE ME LEEN EN EL MEJOR DE LOS REGALOS TAMBIEN LES GUSTE ESTA, ESPERO SU OPINION, !BESITOS!
