Este es uno de los primeros fics que escribí, es demasiado corto pero en aquella época aun no me animaba a nada más. Espero que os guste


LA NOCHE OSCURA

Repugnante. Así me llaman los que tiemblan con tan solo oír mi nombre, los que se esconden por no saber o no atreverse a enfrentarme… Pero pronto no les servirá de nada.

Ahora espero a la noche oscura, noche sin luna ni estrellas, noche en la que salgo… a cazar.

A mi paso sopla un viento helado, la vida se marchita y el agua se congela con tan solo acercarme. Al final encuentro a mi presa, un mago o una bruja que cobija mi alimento: pensamientos felices, lo único que me hace sentir vivo, si es que alguna vez pensé que albergara vida alguna.

El mago huye, corre, intenta eludirme, pero yo soy más rápido y poco a poco empieza a perder las fuerzas, a caer, a desfallecerse.

En algunas ocasiones consigo mi tesoro más preciado, almas. Muchos dicen que no se puede vivir sin una, pero no es verdad: yo no tengo. Por eso hablan de mi como uno de los seres más odiosos, por eso necesito el alma de los demás, por eso no puedo sentir compasión por mis víctimas. La compasión es un sentimiento inútil, típico de los humanos como tantos otros. Los sentimientos te hacen débil, por eso yo dejé de sentir hace tanto tiempo.

Lo único que me hace retroceder es la luz brillante, esa luz que me hace recordar a la luna y las estrellas, a aquel tiempo en el que yo era libre de moverme por donde quisiera, sin tener que conformarme a estar vigilando a criaturas débiles en alguna prisión… si es que alguna vez he podido. Ante ella tengo que huir, esconderme en algún agujero y humillarme corriendo el riesgo de que alguien me vea en este estado. Pero esto pronto se acabará.

Va a estallar la guerra, y yo, y los que son como yo estamos esperando ordenes de Mi Señor.

Él nos ha prometido que podremos conseguir todas las almas que queramos y siempre que queramos. Nunca más habrá que obedecer las ridículas y sin sentido reglas del Ministerio ni a su estúpido Ministro, ya no.

Estamos preparados, incluso algunos humanos luchan para Mi Señor, los humanos que no son débiles y no temen al poder. También gigantes combaten en nuestras filas, no podemos perder con este ejército: estamos preparados, estamos esperando ordenes de Mi Señor.

Una nueva era comenzará: la era de la Oscuridad.